Una revisión independiente e imparcial de los programas de interrogatorio y detención en los años posteriores a los atentados del 11S de 2001, llega a la conclusión de que "es indiscutible que los Estados Unidos se han dedicado a la práctica de la tortura", y que los más altos funcionarios de la nación tienen la última responsabilidad de ella.
Según las 577 páginas del informe, mientras que la brutalidad se ha producido en todas las guerras americanas, nunca antes se había producido "el tipo de discusiones que tuvieron lugar después de 9/11, con la participación directa de un presidente y sus principales asesores, debatiendo sobre la propiedad y la legalidad de infligir dolor y tormento a algunos detenidos bajo nuestra custodia".
El uso de la tortura, concluye el informe, "no tiene justificación" y "daña el prestigio de nuestro país, la reducción de nuestra capacidad de transmitir censura moral cuando sea necesario y un posible aumento del peligro para el personal militar estadounidense que sea capturado." El grupo de trabajo no encontró ninguna evidencia convincente "de que a través de estos métodos de interrogatorio se obtuviera una información que no hubiera podido obtenerse por otros medios". Mientras que "una persona víctima de tortura podría divulgar información útil, gran parte de la información obtenida por la fuerza no es confiable".
Más en el original (inglés): http://www.nytimes.com/2013/04/16/world/us-practiced-torture-after-9-11-nonpartisan-review-concludes.html?smid=tw-share
Fuente: http://www.yometiroalmonte.com/Articulo.aspx?id=1245
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