viernes, 30 de septiembre de 2022

El marco de la ventana

La muchacha por la ventana. Edvard Munch
 
En estas oscuras piezas,  donde paso
días agobiantes, voy y vuelvo arriba abajo
para hallar las ventanas. Cuando se abra
una ventana habrá un consuelo.
Mas las ventanaas no están, o no puedo
encontrarlas. Y mejor quizá que no las halle.
Acaso la luz sea un nuevo tormento.
Quién sabe qué cosas nuevas mostrará.

Konstantino Kavafis

miércoles, 28 de septiembre de 2022

Irán

 Marjane Satrapi.No se puede decir más que con este dibujo Vía@alvaropons

Frente a los instantes

 
El Jardín de las delicias. El Bosco
El sueño, mucho más que el tiempo, es el antídoto ideal contra las congojas. El insomnio, por el contrario, amplificando la mínima contrariedad y convirtiéndola en tragedia, vela sobre nuestras heridas, impidiendo que se marchiten. 

E.M.Cioran

martes, 27 de septiembre de 2022

Piel

Antonio López, Lirios, 2021 Comprar Arte, Litografía. - Ediciones Taller  del Prado, Grabados y Estampas, Obra Gráfica - Taller del Prado
Antonio López. Lirios
 
 Por alguna parte
hay un trozo de tu piel
que me sujeta a la vida.
Ando buscándola
con los ojos cerrados,
a tientas la reconoceré.

Begoña Abad

Fascismo en Europa

Imagen
Fascismo en Europa. Todos los miedos llevan a Roma. Portada de Liberation. Bravo! Eso es precisamente no tener miedo a las palabras.Vía @rosamariaartal

 

lunes, 26 de septiembre de 2022

Neofascismo en Italia: la involución de Europa

 El triunfo de Meloni supone un fracaso estrepitoso del proyecto europeo y un nuevo retroceso en su vieja promesa de democracias avanzadas, derechos humanos para todos y todas, cultura e inclusión social

Imagen
"Nací bajo Mussolini. No quiero morir bajo Meloni. Que Dios nos ayude"Vía

 En 1922, Benito Mussolini formó y lideró un gobierno de coalición de diversos partidos de derechas. Aunque obtuvo solo el 8,15% de los votos, el líder del Partido Nacional Fascista llegó al poder doblando la mano del rey Saboya con la Marcha sobre Roma de las camisas negras. Un siglo justo después de aquella giornata particolare, está a punto de presidir el próximo Gobierno italiano una heredera espiritual de Mussolini, Giorgia Meloni, líder y renovadora del partido posfascista Fratelli d’Italia, que tiene su origen en el MSI (Movimiento Social Italiano) de Giorgio Almirante, un fascista que militó en la República de Saló, el último bastión mussoliniano aliado de los nazis en el norte de Italia.

Los grandes medios italianos y europeos han tratado de rebajar el alcance de esta escalofriante jornada electoral retorciendo el lenguaje y tirando de eufemismos. Algunos definen la unión de Meloni con la xenófoba Liga del Norte y el machismo-putinismo de Berlusconi como “el bloque de centro derecha”, “la coalición de las derechas” o la “alianza conservadora”, mientras otros, estirando el chicle por el qué dirán, hablan de “triunfo de la ultraderecha”.

En realidad, estamos ante una victoria arrasadora, en la tercera economía de la Unión Europea, de una coalición liderada por una formación de inspiración fascista –tanto, que mantiene la llama de la tumba de Mussolini en su logo. No es solo la ultraderecha: es el fascismo eterno teorizado por Umberto Eco que regresa al poder, disfrazado con otros ropajes y apariencias. Mujer, joven, de barrio humilde y aliada de la internacional posfascista (estadounidense, polaca, húngara, francesa, española). Y por supuesto, apoyada sin rubor por los antaño antifascistas medios y partidos democristianos o conservadores.

La indiscutible victoria de Meloni, que pasa del 4,4% de los votos en 2018 al 26,2% en 2022, supone por tanto la definitiva normalización de los partidos neofascistas en el corazón de Europa. Ya no se trata de la lejana Hungría o de la ultracatólica Polonia. Italia es un país fundador de la Unión Europea, y el triunfo de Fratelli d’Italia supone en ese sentido un fracaso estrepitoso del proyecto europeo y un retroceso muy serio en su vieja promesa de democracias avanzadas, derechos humanos para todos y todas, cultura e inclusión social, abortada por la nefasta gestión alemana de la crisis de 2008, que decidió castigar a la ciudadanía por los desmanes del sector financiero.

La abstención, del 36%, la más alta desde que Italia dejó atrás la Guerra Mundial con su Constitución antifascista, nos recuerda además que el neofascismo, como ya pasó con el fascismo hace un siglo, siempre se beneficia de tres factores muy relacionados entre sí: el blanqueamiento de su ideario antidemocrático por parte de los grandes medios y sus dueños; el hartazgo y la desafección de un electorado que solo se siente llamado a participar en la cosa pública eligiendo una papeleta cada cuatro años; y el abandono por parte de la socialdemocracia de las políticas redistributivas y de su antigua vocación de justicia social para abrazar sin ambages el dogma del capitalismo sádico.

La moderación fingida por Meloni en su discurso de aceptación de la victoria no debe engañar a nadie. Como se vio en el acto electoral de Vox en Andalucía, se trata de una exaltada en toda regla, y su proyecto implica peligros indudables para las minorías. Su plan consiste en socavar los derechos de las mujeres, los colectivos LGTBI, los inmigrantes y los más pobres para favorecer a las grandes empresas, la Iglesia más reaccionaria y otras fuerzas que quieren menos democracia y no más. Su triunfo es una noticia pésima pero en el fondo es lógica. La dinámica de la guerra está acelerando la involución de Europa, e Italia siempre ha sido, para bien y para mal, el laboratorio político más precoz. Tras el ventenio berlusconiano y casi una década de tecnocracia falsamente socialdemócrata, los neofascistas, una vez reconocen a la OTAN y la austeridad, son buenos candidatos para administrar la nueva excepcionalidad. Así, Italia se precipita hacia un gobierno de tintes autoritarios que será perno principal de un estrambótico Eje Neopardo: Roma-Budapest-Varsovia. Aunque ya no tenga sentido llorar por la leche derramada, ¡cuánta razón tenía Nanni Moretti cuando le pedía a D’Alema que dijera “alguna cosa de izquierda”!

 Fuente: https://ctxt.es/es/20220901/Firmas/40872/#.YzF-0MS7Myg.twitter

Sin palabras

Imagen
Esta es ilustración que ha elegido la ESA para explicar el tamaño del asteroide Dimorphos contra el que va a chocar esta madrugada la sonda DART para desviarlo. Sin palabras esa.int/Space_Safety/P Vía @aberron

 

E.L.I.M

Silvio Baldessari

 
 ¿Adónde irá la luz cuando decimos
cierra los ojos, duerme, sueña, muere?
 
¿Adónde irá el amor cuando hace frío
y el alma es hielo y el recuerdo, nieve?
 
¿Adónde van las olas que veíamos
venir, subir, romper, desvanecerse?
 
No seas ola, amor, luz, libro mío.
Arde, ama, asciende siempre, siempre, siempre.

Blas de Otero

domingo, 25 de septiembre de 2022

jueves, 22 de septiembre de 2022

Modernos

 


  ... millas cuadradas de exiguas casas modernas cuya principal finalidad era sostener las antenas y parabólicas de la televisión; de fábricas que producen baratijas inútiles anunciadas en la tele y, en solares desangelados, filas de camiones para distribuirlas; y por todos lados carreteras y la tiranía del tráfico. Parecía la mañana siguiente de una desenfrenada fiesta nocturna. Nadie había deseado que fuera así, pero a nadie le habían pedido su opinión. Nadie lo había planificado, nadie lo quería, pero la mayoría de la gente tenía que vivir en ello. Mirándolo, milla tras milla, ¿quién habría imaginado que hubieran existido la bondad o la imaginación, Purcell o Britten, Shakespeare o Milton?. Alguna vez, a medida que el tren aceleraba, aparecía el campo y con él el comienzo de la belleza, o el recuerdo de ella, hasta que unos segundos después se disolvía en un río de curso rectificado hacia una esclusa de cemento, o un repentino páramo agrícola sin arbustos ni árboles, y carreteras, nuevas carreteras discurriendo interminablemente, descaradamente, como si lo único que importara fuera estar en otro sitio. En lo que hacía al bienestar de toda forma de vida sobre la tierra, el proyecto humano no sólo era un fracaso, era un error desde el mismo comienzo.

Ian McEwan

La guerra se extiende

 Una escalada se enrosca en la otra. ¿Hasta cuándo tanta insensatez?

Vladímir Putin, durante el discurso del presidente del 21 de septiembre.Presidencia de Rusia

Con la próxima anexión a Rusia de los distritos ucranianos de Jersón, Zaporozhie y los territorios del Donbás, y con la movilización parcial decretada, el Kremlin lanza una señal inequívoca: “Ante una amenaza existencial, no tenemos nada que perder y no vamos a ceder”.

Que Ucrania, a la que la OTAN quiere convertir en una temible potencia militar directamente enfocada contra Rusia, constituya una “amenaza existencial” para Rusia es discutible. De lo que no hay duda es de que para el régimen ruso perder la actual guerra es perderse irremisiblemente. Una cuestión de vida o muerte para Putin. Y cuando Putin dice que para evitarlo “utilizaremos, sin duda, todos los medios de que disponemos” y que “esto no es un bluf”, hay que tomárselo en serio. Porque la opción de tomarse a broma una amenaza nuclear no existe.

Durante las crisis de la Guerra Fría la discusión sobre si las amenazas de usar el armamento nuclear (“todos los medios de que disponemos”) eran farol o no, no tenía cabida: siempre se tomaba muy en serio. Así se evitó el desastre.

Independientemente del juicio que tengamos sobre esta guerra, hay algo en lo que debemos estar de acuerdo: situar infraestructuras militares, misiles incluidos, junto a las fronteras de una superpotencia nuclear es una provocación. Y eso es lo que se ha venido haciendo en Europa desde hace años. Los políticos occidentales prefieren jugar a la ruleta rusa en una situación en la que geográficamente Ucrania juega el papel de Cuba en 1962.

La anexión de esas regiones ucranianas a Rusia significa que lo que el Kremlin denomina “operación militar especial” pasa a ser una guerra. Una guerra en territorio ruso. Eso quiere decir dos cosas. Que aumentará la intensidad de la campaña, que hasta ahora ha sido muy comedida de parte rusa. No ha habido destrucción de infraestructuras fundamentales, ni misiles contra los centros de poder en Kiev, que es lo primero que se hizo en Belgrado y Bagdad. Seguramente, ahora se atacarán objetivos hasta ahora preservados. Pero sobre todo se concreta la amenaza nuclear, pues una guerra en Rusia, según la doctrina rusa, permite utilizar armas de último recurso para defender la integridad del país. Pronto, para Rusia, el sureste de Ucrania formará parte de la Federación Rusa, así que por quimérico que parezca, el mensaje es inequívoco.

La “movilización parcial” decretada por el Kremlin incrementará la carne de cañón para una guerra que tiene un frente de mil kilómetros, cuya fragilidad ha evidenciado la ofensiva ucraniana en Járkov. Emigrantes del entorno soviético atraídos por la promesa de papeles y gente pobre en general necesitada de dinero acudirán a la llamada, tal como ocurre en el ejército de Estados Unidos. Por ahí nada extraordinario. Respecto a los reservistas rusos y juventud en general, muchos de los que pueden optarían por marcharse del país. Lamentablemente, nuestros genios en Bruselas impiden esa estampida de sentido común, con su estúpida política de restricción de visados que, en algunos países, es prohibición total a rusos, lo que confirma que hay en marcha un castigo colectivo contra la población rusa, cuyo entusiasmo por combatir es mínimo.

A la despolitizada y pragmáticamente conformista sociedad rusa, que consiente la autocracia a cambio de estabilidad, se le va a pedir sacrificios, patriótica movilización y economía de guerra. Eso quiere decir que se rompe el contrato social entre poder y sociedad que ha funcionado en Rusia los últimos años. Ese contrato decía: “Tú haces lo que te dé la gana, siempre y cuando no nos devuelvas a los desastres de los años noventa”. Ahora, si el Kremlin quiere sobrevivir a esa ruptura deberá formular un nuevo contrato con la sociedad, compensando a los de abajo.

Si el Kremlin no propicia un cambio y no sale del actual esquema socioeconómico al servicio de una minoría privilegiada, si, además de más autoritario, no se hace más “social”, la represión no bastará para encauzar el descontento de la población.

Según cifras oficiales, la guerra ya ha producido 6.000 muertos, sin contar las unidades “Wagner” ni las milicias del Donbás. La cifra real puede ser, por tanto, el doble. ¿En nombre de qué esa sangría?

La movilización parcial y la anexión es respuesta a los más de 60.000 millones en ayuda occidental a Ucrania (equivalente al presupuesto militar ruso) y a la implicación militar directa de la OTAN en la guerra, con armas, cuadros, inteligencia, ataques a territorio ruso y atentados en Moscú y en las zonas ocupadas de Ucrania. Una escalada se enrosca en la otra. ¿Hasta cuándo tanta insensatez? 

Fuente: https://ctxt.es/es/20220901/Firmas/40847/#.YysvaSXd_Tg.twitter

martes, 20 de septiembre de 2022

La Policía iraní dispersa con porras y gas las protestas por la muerte de Amini, la joven detenida por llevar mal el velo

Imagen
#MahsaAmini

Muchas mujeres se quitaron el velo, de uso obligatorio en el país, durante las manifestaciones.

La Policía iraní dispersó este lunes con abundante material antidisturbios las protestas en Teherán por la muerte de Mahsa Amini, quien murió bajo custodia policial tras ser detenida por llevar mal el velo islámico.

La agencia iraní Fars informó de que efectivos policiales recurrieron a la fuerza ante las protestas capitalinas en las que los manifestantes corearon lemas contra los líderes iraníes y las mujeres se quitaron el velo, de uso obligatorio en la República Islámica de Irán.

Unas 300 personas se manifestaron en el bulevar Keshavarz, situado en el centro de la capital, donde lanzaron piedras a la Policía y quemaron contenedores, según Fars, agencia cercana a la Guardia Revolucionaria iraní.

Periodistas iraníes compartieron vídeos en redes sociales en los que observaron fuertes choques entre manifestantes y efectivos policiales, apoyados por basijis (voluntarios islámicos), pero su autenticidad no está verificada. En algunos de ellos se oyen disparos.

Según los vídeos de las redes sociales, las protestas se produjeron en más puntos de la capital con lemas como "muerte al opresor", "velo opcional" y "ya basta".

Imagen
Mahsa Amini. Detenida por la policía religiosa de Irán por no llevar bien colocado el velo. 2 horas después fue trasladada a un hospital. Ha muerto. Solo tenía 22 años. "Las religiones son como las luciérnagas: necesitan la oscuridad para brillar", Arthur Schopenhauer.Vía@pablom_m

Los medios estatales iraníes no mencionaron heridos en estos choques.

El acceso a internet se vio restringido en varios puntos del país. "Se ha registrado una significativa bajada de internet en Teherán", indicó la plataforma NetBlocks, que supervisa la conectividad de los usuarios y la censura en la red.

Las protestas comenzaron tímidamente el pasado día 16 tras conocerse la muerte de Amini, de 22 años, y se han repetido hasta este lunes, cada vez mayores y en más puntos del país, en especial en la provincia del Kurdistán iraní, de donde era originaria la fallecida.

Imagen
| Represión en Irán:Vía

 "Una hora de reeducación"

La joven fue detenida el martes por la llamada Policia de la moral en Teherán, donde se encontraba de visita, y trasladada a una comisaria para asistir a "una hora de reeducación" por llevar mal el velo.

Horas más tarde era ingresada en el Hospital Kasra de la capital en coma tras sufrir un ataque al corazón.

La Policía afirmó entonces que la joven "sufrió repentinamente un problema del corazón" y publicó un vídeo en el que supuestamente se ve a Amini cayéndose al suelo mientras habla con un agente en la comisaría, pero la familia no ha confirmado que se trate de ella.

Los padres de la joven han negado que sufriese ningún tipo de enfermedad, en contra de lo que han publicado algunos medios oficiales iraníes.

El jefe de la Policía de Teherán, Hossein Rahimi, calificó este lunes la muerte de Amini como "un incidente desafortunado" y afirmó que es falso que la joven fuese golpeada o maltratada bajo custodia policial. "Es un incidente desafortunado y esperamos que no haya incidentes similares", dijo en una rueda de prensa Rahimi.

El Gobierno del ultraconservador presidente de Irán, Ebrahim Raisí, ha aumentado en los últimos meses la presión para que las mujeres cumplan con las estrictas reglas de vestimenta.

El velo es obligatorio desde la revolución de 1979 liderada por el ayatolá Ruholá Jomeiní, quien declaró que sin él las mujeres estaban “desnudas".

Fuente. https://www.20minutos.es/noticia/5061541/0/la-policia-irani-dispersa-con-porras-y-gas-las-protestas-por-la-muerte-de-amini-la-joven-detenida-por-llevar-mal-puesto-el-velo/

La ONU pide a Irán una investigación "imparcial" tras la "trágica muerte" de una mujer detenida por llevar mal el velo


La Alta Comisionada interina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Nada al Nashif, ha criticado la "trágica muerte" de una mujer en Irán después de ser detenida por llevar mal puesto el velo y ha reclamado una investigación "imparcial" sobre su fallecimiento, al tiempo que ha condenado la represión de las protestas en el país tras este suceso. "La trágica muerte de Mahsa Amini y las denuncias de tortura y malos tratos deben ser investigadas de forma rápida, imparcial y efect ...

Leer más: https://www.europapress.es/internacional/noticia-onu-pide-iran-investigacion-imparcial-tragica-muerte-mujer-detenida-llevar-mal-velo-20220920113348.html

(c) 2022 Europa Press. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de este contenido sin su previo y expreso consentimiento.


Los fabricantes de bebidas alemanes sufren cuando la crisis energética afecta los suministros de dióxido de carbono

7 increíbles beneficios de la cerveza - Mejor con Salud

 La escasez de dióxido de carbono está provocando que los fabricantes alemanes de bebidas reduzcan la producción y adviertan sobre quiebras, en la última señal de cómo la crisis energética de Europa está provocando ondas de choque en la economía de la región.

“Cada vez más empresas de la industria de las bebidas que dependen de la disponibilidad de CO₂ tienen que reducir significativamente su producción o detenerla por completo”, dijo Holger Eichele, director de la asociación de cerveceros alemanes, al Financial Times. “Para muchas de las empresas afectadas, esto tiene consecuencias dramáticas”.

El gas es una materia prima importante para las empresas de bebidas porque se utiliza para agregar gaseosas a las bebidas carbonatadas y para llenar y vaciar botellas, barriles y tanques de cerveza sin que se forme espuma o sufra efectos de sabor a través del contacto con el aire.

La escasez de CO₂, un subproducto de la producción de amoníaco, ha empeorado durante meses a medida que los precios récord de la gasolina han llevado a la industria de fertilizantes a reducir la producción.

Pero se agravó en Alemania cuando el mayor productor de amoníaco y urea del país, SKW Piesteritz, detuvo la producción hace dos semanas en respuesta a un nuevo impuesto que elevará aún más los precios de la gasolina.

Eso provocó que los proveedores de CO₂ para la industria de alimentos y bebidas declararan «fuerza mayor» porque no entregaron los pedidos regulares, lo que provocó que muchos fabricantes de bebidas se apresuraran a encontrar suministros alternativos.

Eichele dijo que solo el 30-40 por ciento de los suministros habituales de CO₂ estaban disponibles en el mercado alemán y que estos tenían «un costo inmenso». El precio del CO₂ se ha disparado hasta casi 3.500 € por tonelada desde los 100 € por tonelada de hace un año.

“Recibimos nuevos gritos de ayuda de la industria todos los días”, dijo, instando al gobierno a “tomar medidas a corto plazo para garantizar un suministro preferencial de dióxido de carbono asequible para la producción de alimentos y bebidas para la infraestructura crítica de la industria alimentaria”. .

La asociación de cerveceros alemanes, junto con los organismos comerciales que representan a los fabricantes de jugos de frutas, agua mineral y bebidas al por mayor, publicaron una declaración conjunta el viernes advirtiendo que “sin una intervención gubernamental rápida y sin una ayuda efectiva, cientos de empresas y miles de empleados perderán sus medios de subsistencia en la industria alemana de bebidas”.

Dijeron que era «generalmente imposible» para los fabricantes de bebidas transferir sus costos más altos debido al poder de negociación de las grandes cadenas de supermercados y la presión sobre el gasto de los consumidores debido al aumento de las facturas de energía.

Los organismos comerciales también advirtieron que el cierre de la planta de Piesteritz los había golpeado de otras maneras al causar una escasez de AdBlue, un ingrediente importante para el combustible diesel, lo que provocó que su precio subiera y aumentara los costos para los operadores de transporte por carretera.

“La escasez de recursos, materias primas y materiales, por ejemplo AdBlue, está adquiriendo proporciones amenazantes”, dijeron. “Las empresas de la industria del transporte ya han cancelado innumerables pedidos que se han vuelto no rentables y han cerrado temporalmente partes de la flota”.

Eichele dijo que la escasez de CO₂ estaba afectando más a las cervecerías más pequeñas, ya que las más grandes a menudo capturan el exceso de gas producido durante el proceso de elaboración y lo reutilizan. También dijo que no había riesgo de que la crisis causara una cerveza plana, y agregó: «Los productores de refrescos como Coca-Cola necesitan CO₂ para hacer que su producto burbujee; nuestra cerveza burbujea automáticamente».

La planta de Piesteritz está en proceso de reiniciar la producción después de buscar ayuda del gobierno y advertir esta semana que “teme por la competitividad internacional de Alemania como ubicación comercial en estas condiciones”.

Los precios mayoristas del gas en Europa han caído un 44 por ciento desde un máximo histórico el mes pasado, pero a 190 € por megavatio hora siguen siendo casi seis veces más altos que hace un año.

Esto ha llevado a algunos fabricantes que consumen mucha energía a reducir la producción o incluso cerrarla, lo que provocó una caída del 2,3 % en la producción industrial de la eurozona entre junio y julio, su mayor caída mensual desde la pandemia en 2020.

Fuente: https://teknomers.com/es/los-fabricantes-de-bebidas-alemanes-sufren-cuando-la-crisis-energetica-afecta-los-suministros-de-dioxido-de-carbono/

jueves, 15 de septiembre de 2022

Sabra y Chatila, memoria de una masacre

 La operación se llamó Paz para Galilea y el gobierno israelí la presentó como la respuesta a un atentado fallido contra su embajador en Londres, aunque el objetivo real, según lo expresó el primer ministro, Menahen Beguin, era acabar con la estructura de la OLP en Líbano, establecer un gobierno afín en Beirut y quedarse en suelo libanés por tiempo indefinido. Era el 5 de junio de 1982 y la invasión acababa de empezar.

Apenas diez días después, el ejército israelí ya había llegado a Beirut y cercaba los barrios del oeste de la capital donde vivía la mayor parte de la población palestina, incluido Yasser Arafat y toda la dirección de la OLP. El cerco iba a durar más de dos meses, durante ese tiempo la aviación israelí bombardeó a diario la ciudad pero no logró alcanzar a ningún miembro de la dirección de la OLP. Para mediados de agosto las víctimas civiles, palestinas y libanesas, se contaban por miles.

En los salones del hotel Triumph, reconvertido en hospital de campaña en aquel Beirut cercado,  ví por primera vez heridos por bombas de fósforo; uno de los médicos palestinos que los atendía había estudiado la carrera en Santiago de Compostela y me explicó en un español casi perfecto “no podemos hacer nada por ellos, estas heridas no tienen cura, el fósforo sigue quemando la carne por dentro hasta llegar al hueso”.

En los medios de comunicación se hablaba del inminente asalto final que tendría que ser por tierra y que, aunque sin duda acabaría con la resistencia palestina, causaría demasiadas bajas en el ejército israelí. Para evitarlo, los gobiernos europeos y la diplomacia estadounidense, con el presidente Reagan a la cabeza, se puso en marcha. El 20 de agosto, con la mediación del enviado estadounidense Philip Habib, se alcanzó un acuerdo que estipulaba la salida de las fuerzas de la OLP de Líbano bajo protección internacional y el compromiso del Gobierno israelí de que su ejército no entraría en Beirut oeste.

El segundo objetivo de la invasión se cumplió tres días después; el 23 de agosto Bashir Gemayel, líder de la extrema derecha maronita y jefe de las falanges (grupo fundado por su padre, Pierre Gemayel  en los años treinta siguiendo el modelo de las juventudes nazis), fue nombrado presidente del país. El partido de Bashir Gemayel, así como el llamado ejército del sur dirigido por Saad Haddad, eran los grandes aliados de Israel en Líbano, y de hecho durante la invasión actuaron a las órdenes del Alto Mando del ejército israelí. 


Preámbulo de una matanza

La evacuación de los combatientes de la OLP se llevó a cabo del 28 al 30 de agosto bajo protección de una fuerza de interposición franco-italo-americana. Entre ondear de banderas, abrazos y lágrimas, los fedayín salieron de Beirut en barcos franceses con dirección a Tunez. Uno de los evacuados me dijo entonces: “nuestra gente se queda aquí sin protección”. 

La fuerza internacional de interposición se mantuvo hasta el 13 de septiembre, cuando los últimos soldados franceses abandonaron Beirut. Al día siguiente, Bashir Gemayel fue asesinado en un atentado contra la sede del partido Kataeb en el que murieron otras 24 personas. La noticia de su muerte se dio a conocer en la tarde del 14 de septiembre. Esa noche y hasta bien entrada la madrugada, los mandos militares israelíes mantuvieron una reunión con oficiales de las falanges libanesas, entre ellos Eli Hobeika, jefe de los servicios de información del Kataeb. Según declararía posteriormente Ariel Sharon, fue en esa reunión donde se decidió la entrada de los falangistas en los campos de refugiados palestinos.

En la mañana del 15 de septiembre –este jueves se cumplen cuarenta años–, el ejército israelí comenzó a desplegarse en los barrios de Beirut Oeste y al día siguiente, jueves 16 de septiembre, tenía cercados los campamentos palestinos de Sabra y Chatila. Su puesto de mando estaba en la azotea de un edificio de siete plantas, junto a la embajada de Kuwait, a 200 metros de la entrada a Chatila.

A media tarde el general Drori comunicó por teléfono con el Ministro de Defensa, Ariel Sharon: “Nuestros amigos están entrando en los campamentos”. La respuesta de Sharon fue escueta: "Felicitaciones". La matanza comenzó en torno a las seis de la tarde.

Este es el testimonio de UM Ahmed Farhat recogido por la periodista palestina Leila Sahid y publicado en el nº 6 de la “Revue d´etudes palestiniennes” en 1983.

“Hacia las cinco de la mañana un grupo de hombres armados entró en la casa. Nos dijeron que teníamos que salir fuera. Estábamos en pijama. Yo llevaba a mi hijo Sami en brazos y Salwa cogió a Laila, la más pequeña…Cuando estábamos fuera le preguntaron a mi marido de dónde era. Él les dijo que éramos palestinos y que él trabajaba reparando teléfonos. Nos dijeron que nos pusiéramos en fila mirando a la pared y que no volviéramos la cabeza ni a la derecha ni a la izquierda. Entonces comenzaron a disparar. Escuché a mi hijo Sami decir Baba (papá) justo un momento antes de que su cabeza estallase en mis brazos. Yo recibí varios disparos en la espalda y perdí el conocimiento. Cuando desperté, los hombres se habían ido, Salwa, mi hija mayor, estaba herida pero podía moverse, me ayudó a incorporarme, Suad tenía varios tiros en la espalda, sangraba mucho y no podía moverse, se ha quedado paralítica, mi marido estaba muerto y Layla y Sami y Farid y Bassem…todos muertos”.

No había luz en todo Beirut pero las estrechas callejuelas de los campamentos permanecieron iluminadas por las bengalas que lanzaba el ejército israelí. Dos días y dos noches duró la matanza. Durante dos días y dos noches los que intentaron huir fueron obligados a volver atrás.

Los testimonios de varios soldados israelíes citados por el periodista israelí Amnon Kapeliouk en su libro Enquete sur un masacre (Editorial Le Seuil, París ) coinciden en que sus órdenes eran “no dejar salir a nadie de los campamentos” y que se tuvo conocimiento de la matanza desde la misma tarde del jueves:  El mismo jueves a la caída de la noche llegaron a nuestro puesto varias mujeres del campo de Chatila. Estaban histéricas y gritaban que los falangistas recorrían las calles matando a los niños y a las mujeres y llevándose a los hombres en camiones... Informé a mis superiores pero me dijeron que no me preocupase que todo iba bien. Me dieron la orden de decir a las mujeres que volvieran a sus casas… Volví a intentarlo de nuevo y redacté un informe pero me dieron la misma respuesta: todo va bien...”.

Al mediodía del sábado 18 de septiembre pudieron entrar los primeros testigos, entre ellos el escritor francés Jean Genet, quien en su estremecedor relato “Cuatro horas en Chatilla escribe: “El primer cadáver que vi era el de un hombre de unos cincuenta o sesenta años. Habría tenido una corona de cabellos blancos si una herida (un hachazo, me pareció) no le hubiera abierto el cráneo... Estaba tumbado en una callejuela inmediatamente a la derecha de la entrada del campamento de Chatila que está frente a la embajada de Kuwait. ¿Cómo los israelíes, soldados y oficiales, pretenden no haber oído nada, no haberse dado cuenta de nada si ocupaban este edificio desde el miércoles por la mañana? ¿Es que se masacró en Chatila entre susurros o en silencio total?...”.

No hay cifra oficial de víctimas. Entre 700 y 3.500 muertos, se dice. Pero ¿quién en Beirut iba a estar interesado en contar los cadáveres hacinados en las callejuelas de Sabra y Chatila? ¿El recién nombrado presidente, Amin Gemayel, hermano del asesinado Bachir y nuevo líder de las falanges? ¿El ejército israelí, cuyos mandos habían coordinado y puesto en marcha la operación y cuyas bengalas habían iluminado los campamentos mientras los falangistas hacían su trabajo?

El primer ministro israelí Menahen Beguin acuñó en esos días una frase de extremo cinismo: “Unos no judíos (goyim) han matado a otros no judíos, y vienen a culparnos a los judíos”. 

Las atroces imágenes de los cadáveres amontonados como fardos en las calles de Sabra y Chatila conmocionaron a la opinión pública. Hubo airadas protestas, una de las más masivas en Tel Aviv, pidiendo el procesamiento de los responsables de las matanzas y el fin de la invasión israelí de Líbano. El presidente estadounidense Ronald Reagan mostraba abiertamente su indignación y exigía responsabilidades a su homólogo israelí. Finalmente, el 28 de septiembre, se anunció la creación de una comisión de investigación encabezada por el juez Kahane, presidente del Tribunal Supremo israelí. La comisión recogió testimonios de militares y políticos israelíes y también de periodistas y diplomáticos extranjeros; no realizó ni una sola entrevista ni recogió testimonio alguno de los supervivientes, libaneses y palestinos, de las matanzas. El escritor francés Ilan Haleví, de origen judío palestino –sus padres pertenecían a la antigua comunidad judía de Palestina anterior a la colonización sionista–, realizó un detenido análisis de los trabajos de la comisión en su libro Israel, de la terreur au masacre d´Etat, en el que destaca el testimonio de los médicos occidentales, dos británicos y un norteamericano, que estaban en el Hospital Gaza de Sabra. Las declaraciones de estos médicos que testificaron también ante una comisión internacional independiente que se constituyó en Oslo, la Comisión Nórdica, apuntaban –señala Halevi– a la presencia de agentes del Mossad, “gentes en vestimenta civil, con actitud de mando, que hablaban en inglés y en alemán pero no en árabe”. La comisión desestimó ese testimonio. En su informe final, la comisión Kahane atribuyó al ministro de Defensa, Ariel Sharon, y a otros siete altos mandos del ejército israelí una “responsabilidad indirecta” en las matanzas. Sharon tuvo que dimitir de su cargo pero se mantuvo como miembro sin cartera del gabinete. Años después sería primer ministro de Israel. En diciembre de 1982, la Asamblea de Naciones Unidas determinó que las matanzas en los campos de refugiados palestinos de Beirut constituían un crimen de genocidio.

Nadie ha sido juzgado nunca por los crímenes cometidos en Sabra y Chatila hace ahora 40 años.   

Fuente; https://www.infolibre.es/opinion/plaza-publica/sabra-chatila-memoria-masacre_129_1315421.html

lunes, 12 de septiembre de 2022

Nueva York declara estado de emergencia por poliomielitis

(Derechos de autor 2022 The Associated Press. Todos los derechos reservados)

 La gobernadora Kathy Hochul emite la declaración de catástrofe de un mes de duración en un intento de reforzar las tasas de vacunación 

Las autoridades de Nueva York declararon el estado de emergencia por la poliomielitis al detectarse el virus en muestras de aguas residuales en un cuarto condado, apenas dos meses después de que el estado confirmara el primer caso en suelo de EE.UU. en casi una década.

La gobernadora Kathy Hochul anunció el viernes que había emitido una declaración de desastre de un mes de duración para el estado en un intento de reforzar las tasas de vacunación contra el virus.

La medida se produjo pocas horas después de que las autoridades del condado de Nassau confirmaran que habían detectado rastros positivos del poliovirus en sus muestras de aguas residuales.

Con ello, el condado se convierte en el cuarto en el que se ha detectado el virus paralizante, y se une a los condados de Rockland, Orange y Sullivan, así como a la ciudad de Nueva York, lo que refuerza la preocupación de que se esté extendiendo por la Gran Manzana.

El estado comenzó a investigar la posible presencia de poliomielitis en las aguas residuales cuando un varón adulto no vacunado contrajo el virus en julio y quedó paralizado.

El hombre, del condado de Rockland, no había viajado al extranjero durante el periodo de incubación, lo que llevó a los funcionarios a la conclusión de que lo había contraído en suelo estadounidense.

Se trata del primer caso conocido del virus en EE.UU. en casi una década.

Hasta ahora, este hombre sigue siendo el único caso humano confirmado de polio en Nueva York. Sin embargo, las pruebas revelaron que el virus ya circulaba por la comunidad en abril, por lo que se insta a los residentes no vacunados a que se vacunen.

En virtud de la declaración de emergencia, la gobernadora podrá impulsar los esfuerzos de vacunación en todo el estado, incluyendo la ampliación del programa para incluir a los farmacéuticos, las parteras y los trabajadores de los servicios de emergencia. También se exigirá a los proveedores de atención sanitaria que compartan los datos de la vacuna al estado.

La comisionada de Salud del Estado, Mary Bassett, instó a los residentes no vacunados a vacunarse lo antes posible.

“La polio en Nueva York es hoy una amenaza inminente para todos los adultos y niños que no están vacunados o no están al día con sus vacunas contra la polio”, subrayó en un comunicado.

“En cuanto a la polio, no podemos dejarlo todo a la suerte. Si tú o tu hijo no están vacunados o no están al día con las vacunas, el riesgo de enfermedad paralítica es real”.

Al detectarse el poliovirus en muestras de aguas residuales de la ciudad de Nueva York y de cuatro condados, las autoridades advirtieron que los residentes no vacunados de esas zonas son los que corren mayor riesgo.

La poliomielitis se declaró eliminada en EE.UU. en 1979, tras un amplio esfuerzo por vacunar a la población contra el virus. No obstante, las tasas de vacunación han disminuido en los últimos años, en parte debido a la pandemia de covid-19 y al escepticismo sobre las vacunas, explicó la oficina de la gobernadora en su anuncio.

En la actualidad, menos de ocho de cada diez niños menores de dos años en el estado de Nueva York han recibido la vacuna antipoliomielítica, según cifras estatales.

En varios condados, la tasa de vacunación es aún más baja, con solo el 60 por ciento de los residentes vacunados en el condado de Rockland y el 58 por ciento en el condado de Orange.

La declaración de emergencia se mantendrá durante un mes, hasta el 9 de octubre. 

Fuente: https://www.independentespanol.com/noticias/eeuu/polio-nueva-york-estado-emergencia-b2164930.html

sábado, 10 de septiembre de 2022

A la muerte de Catón, Séneca y Petronio

Jean-Paul Laurens, La muerte de Catón de Útica (1863)

Si la vida es un bien, será la muerte 
otro bien concedido a los mortales,
con que sales de penas y de males,
que acabarse no pueden de otra suerte.

Búscala el sabio, la procura el fuerte,
y los pechos más nobles y leales
hallaron su consuelo en los puñales
cuando mejor remedio no se advierte.

Catón se mata, Séneca y Petronio,
por salir de una vida ignominiosa
que ya les debe ser aborrecida.

De sabios nos dejaron testimonio;
porque morir así no fue otra cosa
que acabar con los males de la vida.

E.A.D.B.

The Queen is Dead


 Información: https://www.meneame.net/m/cultura/the-queen-is-dead-cancion-smiths-sobre-desprecio-monarquia

viernes, 9 de septiembre de 2022

God Save The King

Vía https://ctxt.es/


 

Lo que los inuits nos enseñan sobre economía y sociedad

Grupo de inuit en Douglas Harbour Fisher Bay (Canadá). Fotografía de Albert Peter Low, 1897. Wikimedia Commons / Canadian Museum of History, CC BY-SA

El filósofo Francisco Fernández Buey señalaba que había que prestar más atención a las formas en las que los pueblos originarios han interactuado con los ecosistemas. No quería decir con ello que todos deberíamos convertirnos en unos “primitivos”, lo cual sería una ingenuidad. Quería decir que deberíamos aprender cómo otros pueblos han resuelto los problemas ecológicos y demográficos de nuestro planeta.

En estos tiempos de creciente desigualdad socioeconómica y depredación ambiental a nivel mundial, los antropólogos han mostrado la organización de los pueblos originarios como un tipo de diseño cultural alternativo por medio de una ingeniería social única en la construcción de sociedades más equilibradas con respecto al entorno natural.

El sociólogo alemán Ulrich Beck popularizó la categoría de “riesgo” asimilándola con el riesgo medioambiental. El riesgo, la posibilidad de que algo malo ocurra, es definido en cada cultura de forma distinta. En occidente lo relevante es que si, por ejemplo, invierto en un negocio, en la bolsa, en vivienda o en bitcoins, he de asumir el riesgo que conlleva perder o ganar capital. No importa que ello genere desigualdad socioeconómica y que otras personas mueran de hambre, de enfermedades o víctimas de una guerra.

Pero hay otros pueblos que tienen un concepto diferente del riesgo. R. F. Spencer estudió una comunidad inuit del noroeste de Alaska en los años 50. Y los inuits nos enseñan que el riesgo no solo es empresarial como piensan los economistas, sino que también puede ser un concepto social en términos, no de utilidad o beneficio económico, sino de cohesión social. Por eso, los inuits nunca hacen cosas que pongan en riesgo la unión de la sociedad.

El riesgo es natural, no depende de otros elementos como una maquinaria o un producto, sino que depende de factores ecológicos. Por ello, no se arriesgan a salir de caza si las condiciones ambientales no son buenas, ya que pondrían en peligro a los miembros de la sociedad. El inuit es un tipo de emprendedor que valora el riesgo de estas situaciones que son marginales y extremas según las circunstancias.

Riesgo y marginalismo

La teoría marginalista en economía propuesta por L. Walras, W. Jevons, J. B. Clark y C. Menger plantea la racionalidad de la utilidad marginal y decreciente: producir y consumir en las peores condiciones posibles extendiendo los márgenes de la economía. Se trata, por ejemplo, de las uvas cultivadas en las peores tierras de una región vitivinícola; de la última hora del día en el trabajo de un camionero, en las peores circunstancias; de las últimas unidades producidas de un coche que ya está desfasado respecto a sus competidores, pero que se puede seguir vendiendo porque da beneficios marginales; de lo que está caducado o no lo está, pero que todavía se puede ofrecer en el mercado, como un teléfono móvil “tonto” o reacondicionado, o un yogur a punto de caducar y en oferta en el supermercado; de una prenda textil fabricada con tecnología obsoleta en un país pobre, en las peores condiciones, pero que un consumidor occidental todavía adquirirá en la tienda.

El marginalismo es el beneficio más menguante en contextos más marginales. Pero todavía produce algún beneficio, ya que se puede arriesgar y apurar hacia los márgenes y los extremos del sistema económico.

A la inversa, para los inuits el riesgo es no cooperar con el resto de los miembros de una sociedad por un beneficio individualista. No encontramos la desigualdad de ingreso entre ellos porque no hay pobres. A lo sumo, lo que encontramos es la desigualdad de protagonismo cuando unos individuos pueden ser más líderes que otros y capitanear una embarcación para pescar focas. El aspirante a capitán entrega regalos a los posibles tripulantes para convencerlos de que participen en la expedición de caza, pero no están obligados a aceptar. Y si una de las tripulaciones de una embarcación no cazó ese día, otros miembros de otras embarcaciones comparten y distribuyen la caza para que nadie se quede sin alimento. El riesgo equivale a una situación antisocial y no tiene nada que ver con expectativas de beneficios monetarios y comerciales.

Pescadores inuit en Nome, Alaska, fotografiados por Lomen Brothers en 1919. Wikimedia Commons / University of Washington
Desigualdad y beneficio incontrolable

En cambio, la economía occidental es un sistema cerrado que solo crea riqueza y al que la sociedad tiene que adaptarse. Arriesgarse, apostar, emprender es considerado una opción económicamente racional. En la bolsa, en los negocios, en la lotería o en el juego. Y tampoco existe una teoría económica del entorno natural ni del equilibrio población-recursos. Solo está basada en el beneficio incontrolable y en la desigualdad de ingresos. Este es un prisma más abstracto.

La economía inuit es un tipo de economía que se acompaña de un complemento marginal: lo que no se hace un día se puede hacer otro día. Si hoy hizo mal tiempo no se pone en riesgo a las personas y se saldrá a cazar otro día. Estas decisiones son imposibles para nuestros cultivos agrícolas ya que la productividad se desestabiliza si no se recolecta a tiempo.

Los inuits tienen una idea del costo de las oportunidades y un cálculo de la productividad marginal, pero supeditada al beneficio colectivo. Y por ello evitan el riesgo, la productividad marginal y la generación de recursos en las peores condiciones.

Su economía tiene bases empíricas, incluida la racionalidad y el equilibrio tanto demográfico como ecológico. Por ejemplo, pueden cazar ballenas, pero no lo hacen en ciertas épocas del año. Una consecuencia de esto es que los inuits no trabajan en función del mercado, sino del medioambiente, ya que han sido educados para familiarizarse con el ecosistema. Están culturalmente predispuestos a cultivar la paciencia, el cálculo, la tranquilidad y el entrenamiento de supervivencia. Los inuits tienen poco riesgo financiero y, en cambio, arriesgan mucho más cuando se casan y forman nuevas familias entre diversas comunidades.

Responsabilidad colectiva

La idea fundamental es que, si bien la economía occidental se basa en la responsabilidad individual del trabajo, la economía inuit se basa en la responsabilidad colectiva. Es un tipo de economía que no tiene interés en acumular o generar ganancias de capital como la nuestra. Este tipo de problemas se han resuelto políticamente entre los inuits, de forma que su economía está concebida para crear sociedad, no riqueza, en equilibrio ecológico con el medioambiente.

El ejemplo de los inuits contribuye a repensar las formas de sostenibilidad que provienen de sociedades históricamente más cooperativas que la nuestra y que están siendo absorbidas por el capitalismo global. Y justamente esto es lo que invoca David Harvey en el último capítulo de Diecisiete contradicciones y el fin del capitalismo: la necesidad de modelos de producción y de organización social más cooperativos para una sociedad más justa y equitativa. Algo que los inuits llevan practicando desde hace siglos.

Fuente: https://theconversation.com/lo-que-los-inuits-nos-ensenan-sobre-economia-y-sociedad-187946

Estados Unidos prioriza el enfrentamiento con Rusia, no defender la vida de los ucranios

Un peatón pasa frente a una pintura en la pared de una casa cerca de la embajada de Rusia en Roma el 24 de febrero de 2022, realizada por la artista callejera Laika 1954, que muestra a los tanques rusos y ucranianos haciendo su cañón como la paz.- AFP

 Tras meses de guerra, es obvio que la invasión de Ucrania no va de acuerdo con los planes, las esperanzas y las expectativas rusas. La OTAN afirma que el ejército ruso ha sufrido tantas bajas como en la guerra afgana, y que la opción de Zelenski es conseguir una «paz con victoria». Obviamente el apoyo de Occidente a Ucrania es clave para lo que sucede en el campo de batalla y en el diplomático. De hecho, el camino hacia la paz no parece expedito, y el Kremlin ha anunciado que no espera acabar la guerra antes del 9 de mayo (el que para ellos es el día de la victoria contra los nazis). ¿Tienen los ucranios el derecho a luchar hasta la muerte antes de entregar a Rusia un palmo de tierra, si así lo quieren?

Que yo sepa, nadie ha dicho que los ucranios no tengan este derecho. La yihad se arroga el derecho abstracto de luchar hasta la muerte antes de ceder un palmo de terreno a Israel. Yo no lo recomendaría, pero están en su derecho. ¿Eso es lo que quieren los ucranios? Quizás ahora en medio de una guerra devastadora, pero no lo querían en un pasado inmediato.

El presidente Zelenski fue elegido en 2019 por una abrumadora mayoría que deseaba la paz. Y obró en consecuencia, con mucho valor. Tuvo que enfrentarse a violentas milicias de extrema derecha que amenazaron con matarlo si llegaba a un acuerdo pacífico en consonancia con los acuerdos de Minsk ii. Un experto en historia rusa, Stephen Cohen, afirma que, si Zelenski hubiera sido apoyado por Estados Unidos, podría haber persistido en el camino de la paz, y quizá hubiera evitado una horrible invasión. Estados Unidos se negó y prefirió seguir con su política de expansión de la OTAN, que incluye la adhesión de Ucrania. Estados Unidos siguió sin respetar las líneas rojas que trazó Moscú y los consejos de diplomáticos estadounidenses de alto rango: la OTAN no debe expandirse hacia el este. Zelenski, sensatamente, propuso dejar el asunto de Crimea para más adelante, una vez acabada la guerra.

Los acuerdos de Minsk ii proponían una solución federal y una autonomía considerable para la región de Donbás, que podría determinarse a través de un referéndum bajo supervisión internacional. La invasión rusa ha limitado el alcance de todo eso, pero solo tenemos una manera de saber si hubiera funcionado: expandir la vía diplomática en lugar de minarla, como se obstina en hacer Estados Unidos.

Es cierto que «el apoyo de Occidente a Ucrania es clave para lo que sucede en el campo de batalla y en el diplomático», aunque propongo que se diga de otra manera: «el apoyo de Occidente a Ucrania es clave para lo que sucede en el campo de batalla y en el diplomático, esto es, para la voluntad de socavar la vía diplomática en lugar de facilitarla, una solución diplomática que podría poner fin al horror».

El Congreso estadounidense, demócratas incluidos, actúa como si prefirieran la exhortación de Adam Schiff, del Comité de Inteligencia, cuando afirma que hemos de ayudar a Ucrania «para poder luchar contra Rusia allí y que no tengamos que hacerlo aquí».

La exhortación de Schiff no es nueva. Recuerda a Reagan cuando llamó «emergencia nacional» al hecho de que el ejército de Nicaragua estuviera a solo dos días de marcha de Harlingen, Texas, y a punto de arrollarnos. O a la queja lastimera de Lyndon B. Johnson en referencia a los vietnamitas: tenemos que detenerlos allí o «borrarán del mapa Estados Unidos y se quedarán con todo lo que tenemos».

Esta es la historia de Estados Unidos, constantemente amenazado de acabar aniquilado; lo mejor es pararles los pies en sus países.

Estados Unidos ha sido uno de los principales suministradores de armas y de ayudas para la seguridad que ha tenido Ucrania desde 2014. El presidente Biden solicitó al Congreso que aprobara una ayuda adicional de treinta y tres mil millones de dólares, más del doble de lo que Washington ha comprometido en esta guerra. ¿Podemos concluir con que es mucho lo que Washington se juega dependiendo de cómo acabe la guerra en Ucrania?

Como los hechos más relevantes no han sido explicados en nuestro país merece la pena recordarlos.

Desde el levantamiento de Maidán en 2014, la OTAN (básicamente Estados Unidos) «ha proporcionado un apoyo considerable: material, entrenamiento, decenas de miles de soldados ucranios han recibido formación militar. Luego, cuando vimos que los servicios de inteligencia decían que la invasión era más que probable, los aliados intensificaron la ayuda el otoño y el invierno pasado»; todo esto antes de la invasión, según el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.

He hablado antes de que Estados Unidos se negó a respaldar al recién elegido presidente Zelenski cuando este decidió basar su mandato en buscar un acuerdo de paz y fue contrarrestado por las milicias de extrema derecha. Estados Unidos prefirió seguir el camino de integrar Ucrania en la OTAN, sin pensar en las consecuencias de sobrepasar las líneas rojas marcadas por Rusia.

Lo he mencionado antes. Las intenciones de Estados Unidos y el compromiso con Ucrania se manifestaron en septiembre de 2021 con la Declaración Conjunta sobre la Cooperación Estratégica EE.UU.-Ucrania (Joint Statement on the u.s.-Ukraine Strategic Partnership) firmada en la Casa Blanca el 1 de septiembre de 2021 [véase nota 2 del capítulo vii] y consistente en un «intenso programa de formación y ejercitación en maniobras tras dar a Ucrania el estatus de "socio privilegiado" de la OTAN» (nato Enhanced Opportunities Partner). Esta línea política quedó consolidada el 10 de noviembre con la firma del Tratado de Asociación Estratégica entre Estados Unidos y Ucrania por parte del secretario de Defensa, Antony Blinken.

El Departamento de Estado ha reconocido que «antes de la invasión rusa de Ucrania, Estados Unidos no hizo ningún esfuerzo por estudiar una de las principales preocupaciones de Vladímir Putin, la que hace referencia a la seguridad y a la posibilidad de que Ucrania pase a ser miembro de la OTAN».

Y así ha seguido tras la criminal agresión de Putin. Una vez más, lo que ha sucedido lo ha analizado con inteligencia Anatol Lieven:

La estrategia estadounidense de utilizar la guerra en Ucrania para debilitar a Rusia es, por supuesto, completamente incompatible con la búsqueda de un alto el fuego, e incluso con un acuerdo de paz provisional. Conseguirlo exigiría a Washington tener que oponerse a dicho acuerdo y continuar la guerra. De hecho, cuando a finales de marzo el Gobierno ucranio presentó un muy razonable conjunto de propuestas de paz, la falta de apoyo de Estados Unidos resultó extraordinariamente sorprendente. Dejemos todo lo demás de lado: un tratado que estipule la neutralidad de Ucrania (como propuso Zelenski) es algo ineludible en cualquier acuerdo de paz, pero debilitar a Rusia implica mantener a Ucrania como aliado de facto de Estados Unidos, cuya estrategia, como ha manifestado el secretario de Defensa Lloyd Austin, podría obligar a Washington a implicarse en el apoyo a los nacionalistas ucranios, los de la línea dura firmemente contrarios a Zelenski.

Sin dejar esto de lado, vuelvo a la pregunta. La respuesta parece clara: a juzgar por cómo se ha comportado Estados Unidos y lo que ha declarado, «se puede afirmar que es mucho lo que Washington se juega dependiendo de cómo acabe la guerra en Ucrania». Para ser más exactos, podemos concluir que, para «debilitar a Rusia», Estados Unidos se dedica al grotesco experimento que hemos visto: evitar, con todos los medios a su alcance, que la vía diplomática pueda poner fin a la guerra y quedarse a mirar si Putin se sobrepone tranquilamente a la derrota o si usará la capacidad que tiene, por supuesto que la tiene, para destruir Ucrania y preparar el terreno para una guerra nuclear.

Este conflicto nos enseña mucho sobre la cultura dominante porque el «grotesco experimento» se considera altamente elogiable, y porque cualquier esfuerzo por criticarlo se silencia o se castiga duramente con un impresionante torrente de mentiras y engaños.

 Fuente: https://blogs.publico.es/dominiopublico/47586/estados-unidos-prioriza-el-enfrentamiento-con-rusia-no-defender-la-vida-de-los-ucranios/?utm_source=twitter&utm_medium=social&utm_campaign=web

jueves, 8 de septiembre de 2022

Múltiples crisis frenan el progreso en desarrollo humano causando retrocesos en 9 de cada 10 países


Por primera vez en los 32 años que el PNUD lo ha estado calculando, el Índice de Desarrollo Humano, que mide la salud, la educación y el nivel de vida de una nación, ha disminuido mundialmente durante dos años consecutivos. El desarrollo humano ha retrocedido hasta los niveles de 2016, revirtiendo gran parte del progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible.Foto: PNUD PAPP

 La comunidad mundial debe salir del estancamiento en que se encuentra inmersa a fin de asegurar un futuro para las personas y el planeta y reiniciar la trayectoria de desarrollo

El mundo va de crisis en crisis, apagando fuegos en un ciclo aparentemente inagotable y somos incapaces de abordar la raíz de los problemas a los que nos enfrentamos. Si no se produce un cambio drástico de rumbo, puede que nos dirijamos hacia un futuro con aún más privaciones e injusticias, según alerta el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

El último Informe sobre Desarrollo Humano 2022 del PNUD, “Tiempos inciertos, vidas inestables: configurar nuestro futuro en un mundo en transformación”, advierte de la existencia de múltiples capas de incertidumbre interconectadas entre sí que están provocando una desestabilización sin precedentes en nuestras vidas. Los últimos dos años han resultado devastadores para miles de millones de personas en todo el mundo, con la pandemia de COVID-19 seguida por la guerra en Ucrania y su interrelación con enormes transformaciones sociales y económicas, amenazantes cambios a nivel planetario y un avance extraordinario de la polarización.

Por primera vez en los 32 años que el PNUD lleva elaborándolo, el Índice de Desarrollo Humano (IDH), que mide la situación de la salud, la educación y las condiciones de vida de los países, ha empeorado a nivel mundial durante dos años consecutivos. El desarrollo humano ha retrocedido a niveles de 2016, revirtiendo gran parte de los avances hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

El retroceso es prácticamente universal, ya que más del 90 % de países registran un deterioro de los niveles de su IDH en 2020 o en 2021, y más del 40 % en ambos años, una demostración de que la crisis sigue empeorando para muchos.

Algunos países están empezando a recuperar el terreno perdido, pero la recuperación es parcial y desigual, lo que amplía aún más las brechas en el desarrollo humano a nivel global. América Latina y el Caribe se ha visto particularmente afectada como región. Al observar el IDH, que captura la situación de los países a finales de 2021, vemos que varios países de la región sufrieron retrocesos significativos en el desarrollo humano en comparación con 2019. Esto no es sorprendente, ya que la región fue una de las más afectadas por la pandemia, con el 9 % de la población mundial y el 33 % de las muertes por COVID-19 a nivel mundial a finales de 2021. También fue la región con la contracción económica más fuerte, de cerca del 7 % en 2020. Mientras que algunas economías de la región se recuperaron en 2021, la recuperación en la región fue lenta y desigual.

“El mundo trata desesperadamente de responder a las sucesivas crisis. Con las crisis inflacionaria y energética hemos visto que, si bien es tentador adoptar medidas de corto plazo, como los subsidios a los combustibles fósiles, tales respuestas están retrasando los cambios sistémicos a largo plazo que es preciso adoptar”, advierte Achim Steiner, Administrador del PNUD. “Estamos estancados delante de los cambios que debemos realizar. En un mundo definido por la incertidumbre, necesitamos un sentido renovado de solidaridad mundial para abordar nuestros desafíos comunes e interconectados”, afirma Achim.

El Informe examina por qué que no se están produciendo los cambios necesarios y ofrece muchas razones, como la mutua interconexión entre inseguridad y polarización y su impacto en la erosión de la solidaridad y la acción colectiva necesarias para combatir las crisis a todos los niveles. Nuevos cálculos muestran, por ejemplo, que las personas con una mayor sensación de inseguridad son más propensas a caer en el extremismo político.

“Ya antes de la COVID-19 se veía la doble paradoja que supone un progreso acompañado por una mayor inseguridad y una creciente polarización. Hoy en día, una tercera parte de la población mundial se siente estresada y menos de un tercio confía en los demás, lo que supone un importante obstáculo a la hora de adoptar políticas constructivas para las personas y el planeta”, observa Achim Steiner. “Este nuevo y profundo análisis nos insta a romper el inmovilismo y a trazar un nuevo rumbo que nos saque de la incertidumbre global en que estamos inmersos. Contamos con una estrecha ventana de oportunidad para reiniciar nuestros sistemas y construir un futuro con acciones decisivas ante el cambio climático y la creación de nuevas oportunidades para todas las personas”.

Para trazar este nuevo rumbo el Informe recomienda aplicar políticas dirigidas a fomentar las inversiones —desde las energías renovables hasta la preparación frente a las pandemias— y el aseguramiento —como la protección social— para preparar a las sociedades ante las contingencias de un mundo incierto. Al mismo tiempo, la innovación en sus múltiples variantes —tecnológica, económica, cultural— puede también desarrollar capacidades para responder a los desafíos que vayan surgiendo en el futuro.

“Navegar esta incertidumbre exige reforzar nuestra apuesta por el desarrollo humano y mirar más allá de mejorar la riqueza o la salud de las personas”, explica Pedro Conceição, autor principal del Informe. “Estos objetivos siguen siendo importantes, pero es preciso también proteger el planeta y proporcionar a las personas herramientas que les permitan sentirse más seguras, recuperar la sensación de control sobre sus vidas y tener esperanza en el futuro”.

Para más información sobre el Informe sobre Desarrollo Humano 2022 y el análisis del PNUD sobre cómo navegar en tiempos de incertidumbre, visita https://hdr.undp.org/human-development-report-2021-22

Fuente: https://www.undp.org/es/comunicados-de-prensa/multiples-crisis-frenan-el-progreso-en-desarrollo-humano-causando-retrocesos-en-9-de-cada-10-paises

martes, 6 de septiembre de 2022

La proeza de los Repair Café: una red mundial de voluntarios que reparan aparatos sin instrucciones del fabricante

Creada en 2009 en Holanda, uno de los países europeos con más cultura de la segunda mano, este movimiento alcanza ya 2.350 centros en 40 países 

La fundadora de la red Repair Café, Martine Postma Johanna Minnaard

 Es sábado a mediodía y el centro social del noreste de Ámsterdam empieza a bullir. Vecinos de distintas edades toman asiento tras mesas que se llenan de herramientas, bobinas de hilo y tazas de café. Otros van llegando con aparatos de todo tipo bajo el brazo, desde un libro electrónico hasta una tostadora o un reloj de cocina. Estamos en uno de los 26 Repair Café que hay en la capital holandesa, espacios de encuentro donde, al menos una vez al mes y de manera gratuita, voluntarios que reparan se ponen al servicio de usuarios que buscan ayuda para arreglar un objeto estropeado. Hoy también ha venido Martine Postma (52 años), fundadora de esta iniciativa que arrancó hace 13 años en los Países Bajos y que hoy suma más de 2.350 de estos cafés repartidos por 40 países de todo el mundo. 

“Cuando empecé no podía imaginar que llegaría tan lejos: tenía la firme intención de crear una red de centros vecinales para reparar cosas en cada provincia, pero a nivel nacional”, relata Martine. Todo empezó en una sala de teatro de su ciudad, Ámsterdam. Una mañana de octubre de 2009, tras seis meses pensando en el proyecto, logró reunir a artesanos y mecánicos de su barrio, desde un carpintero a un reparador de bicis, e invitó a todos los vecinos a llevar aquello que tuvieran por casa que necesitara un arreglo.

La jornada resultó ser un éxito. Había nacido el primer Repair Café. “Durante 20 años trabajé como periodista, los últimos me dediqué en exclusiva a la información ambiental. Sentí que tenía que pasar a la acción, que en lugar de informar debía crear algo que ayudara a cambiar el comportamiento de la gente”, explica. Lo que en aquellos años nació como un movimiento minoritario para contrarrestar el actual modelo de consumo se ha ido convirtiendo en una inmensa comunidad global de ciudadanos defensores del derecho a reparar. “En los últimos años reparar ha empezado a considerarse como algo normal, que se puede hacer y que se debe intentar, que puede ser divertido e instructivo y de lo que uno no debería avergonzarse”, incide esta experiodista.

En su país, donde la cultura de la segunda mano y de la reutilización está bien asentada, Repair Café cuenta con el mayor número de centros, 524. En España hay 14; en Francia y Alemania se cuentan por cientos y el último acaba de abrir sus puertas en Taiwán. La red no para de crecer, si bien la gran mayoría se localiza en países con un alto índice de desarrollo humano. “Cuanto mayor es la riqueza de un país menos se repara, porque según la lógica que se ha instalado, sale más barato comprar un aparato nuevo que llevar a arreglar el viejo. Pero esto no puede seguir así”, denuncia Martine. “Pasamos de una crisis a la siguiente y la gente es cada vez más consciente de que nuestro planeta no puede aguantar el ritmo actual de consumo, de gasto energético y de contaminación. Al menos en los Países Bajos, este sentimiento está hoy más presente en la población”. 

Desde su fundación, Martine tenía claro que estos lugares debían ser, ante todo, espacios de encuentro donde además de reparar se fortaleciera la cohesión del barrio. En Holanda, este aspecto social y vertebrador ha sido fundamental para su éxito, pues la mayor parte de sus voluntarios son personas mayores y jubiladas que de otra manera no tendrían tanto contacto con los más jóvenes.

Mientras cada Repair Cafe se desarrolla a su manera, con independencia total de la sede y con perfiles de voluntarios muy heterogéneos, existe un problema común a todos ellos: la falta de conocimiento. “Lo vemos en todas partes: la tecnología se ha vuelto tan sofisticada que ya no queda tanto que se pueda reparar con las manos. El fallo del aparato ya no es tan visible. Además, los voluntarios tardan entre 45 minutos y una hora en poder abrirlo y es muy habitual que en las instrucciones no aparezca ninguna indicación, tampoco en Internet, sobre cómo repararlo”, detalla Martine Postma. A pesar de las trabas que ponen los fabricantes, la organización asegura que un 70% de los objetos logra repararse, y en el caso del textil, el porcentaje roza el 100%.

Los aparatos eléctricos son los más difíciles de arreglar: solo uno de cada cuatro se consigue, mientras que entre los electrónicos más habituales –móviles y tabletas– ya son cerca de un 40% los que salen de Repair Café funcionando. Cada vez son más los centros que incorporan este conocimiento, ya sea a través de talleres de formación a voluntarios o con la ayuda de gente más joven que dedica algunas de sus horas libres.

Este grupo, el de los jóvenes, continúa siendo el más escurridizo. “A nuestros Repair Café va sobre todo gente mayor. Los chavales no suelen tener la cultura de la reparación incorporada en su día a día y el ambiente no les atrae”. Para ayudar a que esto cambie, Postma ha presentado una propuesta al Ministerio de Educación de Holanda pidiendo que se incluya una asignatura de reparación en las titulaciones de formación profesional. “Así se podría ofrecer a los jóvenes los conocimientos y la confianza necesarios para atreverse a abrir un aparato y ponerse a arreglarlo”.

La otra manera de acercarse a ellos es abriendo más puntos de entrega a los que llevar el aparato estropeado, también entre semana. Desde hace unos meses la organización está desarrollando un proyecto piloto con uno de los grandes almacenes holandeses de muebles y bricolaje; en cuatro de sus centros todo el que quiera puede dejar su aparato estropeado y un voluntario de uno de los Repair Café de la zona lo recogerá, lo reparará en su casa y lo devolverá al mismo centro para su recogida. Con esta nueva apuesta se pierde el componente social de la idea original, pero se llega a más gente, un objetivo que Martine quiere alcanzar como sea. “Queremos evitar la tentación de tirarlo a la basura porque no se puede esperar a que esté arreglado. Reparar debe ser posible y fácil en todo momento”.

Reparar antes que reciclar

Según un Eurobarómetro de 2020 sobre el impacto de la digitalización en la vida cotidiana, el 77% de los encuestados preferiría reparar sus dispositivos antes que reemplazarlos por uno nuevo, y ocho de cada diez pide a los fabricantes que faciliten su reparación, proporcionando piezas individuales o informando en detalle sobre el funcionamiento del aparato. Esto es también lo que desde Repair Cafe llevan años exigiendo.

La mayoría de los aparatos que tenemos en casa, tanto eléctricos como electrónicos, no suelen durar menos porque se usen más, sino por la obsolescencia programada. “Esto nos lleva a creer que un aparato que tiene cinco años ya está viejo, cuando en la mayor parte de los casos podría funcionar bien otros cinco más”, sentencia Martine. Tampoco las marcas más conocidas son las mejores, si bien las de buena calidad a menudo ofrecen un mayor índice de reparación. Según el estudio que la propia organización realizó en 2018 con los datos de todos los cafés de la red, entre las marcas que obtenían los mejores resultados de reparación destacaban Miéle (68%) y Bosch (62%), seguidas de Philips (59%) y Nespresso (57%). Los aparatos de Samsung (46%), Sony (43%) y HP o Braun (37%) se lograban reparar en menos de la mitad de los casos.

Pero en los últimos años el panorama está cambiando y desde instituciones como el Parlamento Europeo se empieza a hablar del “derecho a reparar” de los ciudadanos europeos, una propuesta que se debatirá este otoño en la Comisión Europea y que promueve un uso más eficiente y duradero de los aparatos eléctricos y electrónicos. En enero de 2021, Francia se convirtió en el primer país de la Unión Europea en introducir un etiquetado para los productos electrónicos en el que se especifica el índice de reparación de cero a 10, un sello que está pendiente de implementarse también en España, tras ser aprobado en 2021 por el Gobierno. Con esto no solo se pretende alargar la vida de los objetos, sino reducir los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos de la UE.

Las últimas cifras publicadas por el Parlamento Europeo muestran cómo solo se recicla un 40% de ellos, sobre todo grandes electrodomésticos como lavadoras y frigoríficos. Otros más pequeños, como ese cepillo eléctrico que se avería, solo representan el 10% de los productos electrónicos reciclados de la UE. Estos son, por otro lado, los productos estrella de los Repair Café, cuya reparación, tal y como publica uno de ellos en el Reino Unido, logra evitar la emisión de 24 kilos de CO2 por cada uno, teniendo en cuenta desde la vida útil del aparato reparado, hasta su peso y la distancia que recorre su propietario para llevarlo a arreglar.

“Al hablar de economía circular tendemos a pensar antes en el reciclaje que en la reparación, cuando esta última opción es más sostenible que la primera”, argumenta Martine Postma. A la idea de otorgar una segunda vida a un objeto se suma la sensación de satisfacción cuando, gracias a nuestro empeño, este vuelve a funcionar. “La autoría y la capacidad para resolver uno mismo un problema es también un motivo de orgullo”, detalla. “Los que reparan tienen el lema if you can't open it, you don't own it (si no puedes abrirlo, no te pertenece). Este sentimiento asociado a la pertenencia, a tener un mayor control sobre los objetos que poseemos es algo a lo que deberíamos volver”. Sobre sus hábitos de consumo, Martine Postma resume: “Compro poco e intento que sea de buena calidad. Mucha de mi ropa es de segunda mano. Y cuando algo se rompe siempre intento repararlo primero aunque me cueste más dinero que reemplazarlo por un nuevo”. 

 Fuente: https://www.eldiario.es/ballenablanca/economia/proeza-repair-cafe-red-mundial-voluntarios-reparan-aparatos-instrucciones-fabricante_1_9280831.html