martes, 30 de octubre de 2018

Mis ojos, sin tus ojos, no son ojos...

Vía @withnomoney
Mis ojos, sin tus ojos, no son ojos,
que son dos hormigueros solitarios,
y son mis manos sin las tuyas varios
intratables espinos a manojos..

No me encuentro los labios sin tus rojos,
que me llenan de dulces campanarios,
sin ti mis pensamientos son calvarios
criando nardos y agostando hinojos.

No sé qué es de mi oreja sin tu acento,
ni hacia qué polo yerro sin tu estrella,
y mi voz sin tu trato se afemina.

Los olores persigo de tu viento
y la olvidada imagen de tu huella,
que en ti principia, amor, y en mí termina.



Miguel Hernández

Los pobres de Honduras salen hacia el norte

Los altos niveles de corrupción, represión, violencia y pobreza han llevado a miles de hondureños a emprender camino hacia los Estados Unidos. 

Elecciones Honduras
Manifestante en contra del presidente y candidato, Juan Orlando Hernández.
 La caravana de migrantes que está cruzando México para alcanzar la frontera de Estados Unidos ha vuelto a poner a los inmigrantes, y a Honduras, en los titulares de los periódicos, a dos semanas de las elecciones legislativas en EE UU. El presidente Trump ha aprovechado la caravana para criminalizar a los inmigrantes llamándolos terroristas, ha amenazado en retirar la ayuda económica a Honduras, ayuda que mayoritariamente ha servido para financiar el ejército y la policía, y ha anunciado que enviara 800 efectivos de las tropas estadounidense a la frontera para ayudar la patrulla fronteriza cuando llegue la caravana, en una estrategia para usar de nuevo a los inmigrantes en su campaña electoral.

Esta caravana no es la primera. En abril de este año ya hubo una de 1.500 personas, en su punto álgido, que atravesó México. Es normal que los migrantes se unan en grupos para hacer la travesía y protegerse de peligros como las maras, mafias y la migración mexicana. Esta es la más grande, 7.000 personas, y hace visible un camino que muchos inmigrantes vienen haciendo en clandestinidad desde hace muchos años, sin cámaras ni periodistas. Todos tienen la esperanza de llegar al norte. Es una caravana multitudinaria que visualiza una realidad que pocas veces tiene espacio en los medios de comunicación: la profunda crisis de democracia que vive Honduras.

En Honduras ser pobre se paga con la vida. La situación viene de lejos y EE ha jugado un papel protagonista.

Un golpe de estado y dos elecciones fraudulentas
En el año 2009, un golpe de estado militar liderado por la oligarquía y el ejército del país despojó del gobierno al presidente electo Manuel Zelaya, un presidente de centro derecha del Partido Liberal que había llegado al gobierno en 2006. El golpe de estado dejó al país en una situación inestable. El Partido Nacional, partido de derechas opositor, puso como presidente provisional a Roberto Micheletti, para después arreglar unas elecciones con el beneplácito de EE UU y Canadá, que fueron los dos únicos países en empezar a retomar relaciones con Honduras, a pesar de la represión y la violencia posteriores al golpe, y en darse prisa para planear unas elecciones sin la presencia del expulsado Zelaya. Papel importante en esta intervención tuvo la secretaria de estado Hillary Clinton, mientras Barack Obama era presidente. Las elecciones pusieron al gobierno a Pepe Lobo, que se convirtió en presidente del país con la bendición norteamericana.

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Centenares de migrantes hondureños se lanzan a río fronterizo e ingresan a México
Hubo miles de manifestantes en la calle. Hubo muertos en las protestas. Pero nada de esto sirvió. Durante el post golpe, se aprovechó para despedir a cuatro jueces de la corte suprema y remplazarlos por cuatro nuevos afines al partido y para iniciar la agenda del Partido Nacional de privatización y recortes. Se iniciaba así un proceso de retroceso democrático que ha llevado al país a altos índices de violencia. Antes de ser despojado del gobierno, Manuel Zelaya había llevado a cabo un programa radical contra la pobreza. Durante su mandato subió el salario mínimo, dio escolarización gratuita y ayudas a los granjeros e hizo mejoras en el sistema de salud. También firmó la alianza para petróleo, Petrocaribe, liderada por Venezuela y trató de limitar las concesiones mineras.

La primera elección después del golpe fueron las primeras elecciones del fraude. En el año 2013, Juan Orlando Hernández, del Partido Nacional y conocido como JOH, se disputó la presidencia contra la candidata Xiomara Castro de Zelaya del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), creado después del golpe de estado. Hernández ganó las elecciones bajo quejas y protestas de fraude electoral. Se dice que en aquellas elecciones votaron hasta los muertos.

La historia se repitió en 2017. El país llegó a las urnas en un estado de desesperación absoluta. En 2014 era el país con más muertes violentas del mundo. Los índices de pobreza mostraban que 6 de cada 10 hondureños eran pobres. La situación se agravó en 2015 cuando se destapó el fraude del seguro social con el robo de 7.000 millones de lempiras. El Partido Nacional financió su campaña electoral con parte del dinero público robado del seguro social. Un sistema de salud tan empobrecido que hay operaciones canceladas por falta de hilo de coser. Las personas pueden morir por una apendicitis. El derecho a la salud no está garantizado para los pobres en Honduras, que son la mayoría. Un estudio estima que unas 3.000 personas murieron indirectamente por este robo.
El 26 de noviembre, día de las elecciones, había esperanzas de que la estrella de televisión de los deportes, Salvador Nasralla, ganara las elecciones encabezando y uniendo a los partidos de la oposición. A unas horas de terminar los comicios, el instituto electoral anunció la victoria de Nasralla con cinco puntos de ventaja y el 70% de los votos escrutados. Una victoria prácticamente irreversible. La gente salió a celebrar en las calles un cambio que hacía tiempo que esperaban. Pero allí empezaron a pasar cosas extrañas. El recuento de votos se paró. Se alegó un fallo en el sistema informático. Durante 36 horas no entraron votos. Cuando el sistema se puso en marcha de nuevo, empezaron a entrar votos a favor del candidato del Partido Nacional, JOH, y finalmente, en medio de un clamo de fraude y con la OEA y la UE poniendo en duda la legalidad de los comicios, unos días después, los Estados Unidos, a través de su representante de negocios y de un comunicado del Departamento de Estado apoyaban los resultados y reconocían a Juan Orlando Hernández como presidente.

Cuando el sistema informático supuestamente se paró, la oposición y los ciudadanos empezaron a salir a la calle a protestar. La represión fue muy fuerte, se lanzaron gases lacrimógenos y munición contra los manifestantes y se declaró el estado de sitio. El COFADEH, Comité de Familiares de Desparecidos, registró la violencia que se vivió aquellos días: 30 asesinatos, 232 heridos y más de mil detenidos.

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El reconocimiento de Estados Unidos y Canadá de Hernández como presidente supuso un fuerte revés para todos aquellos que hace años luchan políticamente en su contra. Como el caso de Edwin Espinal, un activista que fue hecho prisionero político y que todavía sigue encerrado en la prisión de máxima seguridad La Tolva. Las persecuciones por ideología política, los asesinatos de aquellos que se oponen a los planes del gobierno de Hernández y de las compañías que buscan hacer negocios en Honduras siguen al orden del día.

Durante el tiempo de gobierno de JOH, un presidente que responde a los intereses del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y de las grandes compañías, la militarización del país ha crecido con la creación de diferentes cuerpos de policía, entre ellos la policía militar. Estados Unidos ha brindado 70 millones de dólares en asistencia de seguridad des del 2014 a Honduras según el Center for International Policy y ha aplaudido a JOH por su mano duro en la guerra contra las drogas. Irónicamente, en el juicio contra uno de los líderes del cartel Los Cachiros en Nueva York, este testificó que el propio hermano del presidente estaba implicado en tráfico de drogas.

Proyectos de extractivismo y el rol de CanadáEn 2011, el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, fue el primer líder internacional en poner los pies en Honduras después del golpe de estado de 2009 y lo hizo para llevar inversiones al país, sobre todo las relacionadas con la minería, el turismo y las maquilas. En 2014 se firmó un tratado de comercio y se aprobó una nueva ley de minería que concedía muchos más permisos para extraer en el país.

Los proyectos extractivistas han desplazado a comunidades, han alterado las economías locales y han derivado en una alta represión contra las personas que se oponen a ellos. Honduras es el país más mortífero para los defensores del medio ambiente que se oponen a empresas que no respetan la naturaleza ni las comunidades, según Global Witness, 120 personas han sido asesinadas desde 2010. El asesinato más visible fue el de Berta Caceras por defender la comunidad lenca de la construcción de una represa en el rio Gualcarque. Otra de las zonas donde se ha vivido una alta represión y desplazamiento es la zona del Bajo Aguán, donde campesinos han sido asesinados y desplazados también por los intereses que la area ofrece al cultivo de la palma africana, principalmente por el proyecto de la Corporación Dinant del conocido empresario Miguel Facussé.

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Tierra de narcos, maras y extorsiones
La inacción del gobierno de JOH para mejorar las condiciones de vida de la población hondureña se han ido agravando con los años. El país se ha convertido en un corredor de la droga que llega de Colombia hacia Estados Unidos, en un gobierno manchado de corrupción y un estado represivo altamente militarizado. Es muy difícil para los jóvenes encontrar un empleo y si lo encuentran es muy mal pagado. Muchos jóvenes son obligados a entrar en maras o clicas donde se ven envueltos en violencia, asesinatos y muerte. Una vez la muerte ha tocado a un familiar, los familiares buscan venganza en un espiral eterno que lleva a muchas personas a emigrar por miedo a ser asesinados o a ser reclutados por las bandas. Pero las maras son solo una consecuencia de la crisis democrática que vive el país. En Honduras no funciona el sistema policial ni judicial y las extorsiones están al orden del día.

Según un informe de Human Rights Watch: “Los esfuerzos para reformar las instituciones responsables de la seguridad publica han progresado muy poco. Arruinados por la corrupción y el abuso, el poder judicial y policial son inefectivos. La impunidad de los crímenes y los abusos de los derechos humanos son la norma”.

Todo esto, añadido a los altos precios del gas y de la luz eléctrica, que encarecen enormemente la canasta básica, hacen de Honduras un país donde la supervivencia diaria es muy difícil, casi la mitad de la población vive en condiciones de extrema pobreza.

El pequeño país, pero de gran importancia estratégica, que alberga 13 bases militares estadounidenses, parece ser el laboratorio político donde todo se puede probar y nada pasa. Llevan tiempo migrando. Pero ahora lo hacen juntos. Los pobres salen hacia al norte en busca de aquello que les han robado en su país, el derecho a sobrevivir.


Fuente: https://www.elsaltodiario.com/honduras/los-pobres-de-honduras-salen-hacia-el-norte

Qué dice el informe "Planeta Vivo" de WWF

Evolución de las poblaciones de vertebrados con respecto a 1970
París (AFP) -
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) fue fundado en 1961, tras la disminución acelerada de animales en la Tierra. A continuación, algunas conclusiones de su último informe "Planeta Vivo", en el que participaron medio centenar de expertos y que se basa también en grandes estudios científicos publicados sobre el tema.

Disminución de individuos
De 1970 a 2014, el número de vertebrados salvajes -mamíferos, pescados, aves, reptiles, anfibios- cayó un 60%. La disminución de los animales de agua dulce alcanzó el 83%, a causa de la sobreexplotación, a veces involuntaria, como en el caso de los delfines de río (capturados accidentalmente en las redes) y de la pérdida de hábitats.

 Globalmente, la degradación de los hábitats representa la amenaza más destacada.
El informe se basa en el seguimiento de más de 16.700 poblaciones (4.000 especies): censos por cámara (tapires en Costa Rica, Tigres en India), seguimiento de huellas (lince en Rusia), programas de investigación o ciencias participativas.

Por ejemplo, la población de elefantes en la zona de Selous-Mikumi, en Tanzania, menguó un 66% entre 2009 y 2014. Desde 1976, la especie ha vivido un declive del 86%, principalmente por culpa de la caza furtiva.

La Tierra perdió el 60% de sus animales salvajes en 44 años
 Pérdida de especies
El índice de extinción muestra una aceleración muy fuerte para cinco grandes grupos: aves, mamíferos, anfibios, corales y cícadas, una familia de plantas antiguas.

De manera general, la tasa de extinción de las especies es de 100 a 1.000 veces superior a lo que era hace solo unos siglos, antes de que las actividades humanas empezaran a alterar la biología y la química terrestres. Lo que, para los científicos, significa que se está produciendo una extinción masiva, la sexta en solo 500 millones de años.

Límites
En 2009, los científicos midieron el impacto de las necesidades crecientes de la humanidad en los "sistemas terrestres". Estos últimos tienen un umbral crítico por encima del cual el mundo entra en un territorio peligroso. Para el clima, ese umbral es +1,5ºC de calentamiento (respecto al nivel preindustrial), subrayaron los expertos del clima de la ONU en octubre.

En este momento, ya se han cruzado otros dos "límites planetarios", con las pérdidas de especies y el desequilibrio de los ciclos de nitrógeno y de fósforo (resultado del uso de fertilizantes y de la ganadería intensiva). Para la degradación de los suelos, se ha declarado la alerta roja. La acidificación del océano y de las fuentes de agua dulce no están lejos.

En cuanto a los contaminantes químicos, del tipo interruptores endocrinos, metales pesados y plásticos, todavía no se sabe cuál es el umbral crítico.

Las tecnologías y una mejor gestión de los suelos mejoraron ligeramente la capacidad de renovación de los ecosistemas, señala WWF, pero eso no compensó la huella ecológica del hombre tres veces más marcada que hace 50 años.
Bosques en declive

Casi el 20% de la selva amazónica, la más grande del mundo, desapareció en 50 años. En el mundo, los bosques tropicales siguen menguando, principalmente por la presión de los empresarios de la soja, el aceite de palma y el ganado.

Entre 2000 y 2014, el mundo perdió 920.000 km2 de bosques intactos, una superficie similar a Francia y Alemania juntas. Según datos satelitales, ese ritmo creció un 20% de 2014 a 2016 respecto a los 15 años precedentes.

Océanos agotados
Desde 1950, más de 6.000 millones de toneladas de marisco han sido pescadas. Ante el hundimiento de las reservas, las capturas alcanzaron su máximo en 1996, y luego bajaron poco a poco.


Fuente: https://start.att.net/news/read/category/noticias/article/afp-qu%C3%A9_dice_el_informe_planeta_vivo_de_wwf-afp

lunes, 29 de octubre de 2018

¿Qué es el neofascismo europeo?

El neofascista de nuevo cuño sostiene una concepción pura de la nación, rechaza visceralmente el mestizaje y señala al inmigrante como nuevo chivo expiatorio. Su auge procede de la precarización económica y social

¿Qué es el neofascismo europeo?
Europa se construye desvelando, como telón de fondo, una identidad incierta. Experimenta una tensión conflictiva de cara al futuro, porque los cimientos originales del proyecto europeo, aunque asentados en la democracia de postguerra, estaban basados en intereses económicos sin consenso de pertenencia política común. El nuevo ciclo que se ha abierto con la crisis de 2008 ha puesto en evidencia tanto el déficit democrático respecto de la gobernabilidad del conjunto europeo como la desagregación social sufrida por capas enteras de las sociedades. Diez años después del inicio de esta deflagración económica, comparable a la de 1929, y al amparo de una estrategia de salida de crisis “austericida”, el terreno social es más favorable que nunca al desarrollo de movimientos nacionales de ultraderecha, que se oponen al proceso de integración europeo en nombre de identidades étnicas, políticas, culturales y confesionales, apelando, como bandera, a la defensa de la nación asediada a través de la exclusión xenófoba. El crisol de expansión de un nuevo fascismo europeo resulta obvio.

 En Europa occidental, el rechazo identitario —latente desde principios de los años 1980 con la creación del mercado único— se ha agudizado severamente, dando cabida a movimientos de extrema derecha en casi todos los países. Y, al fragor de la ola conservadora mundial, incluso los partidos de la derecha tradicional, con el afán de evitar neutralizar su liderazgo, se someten poco a poco a la retórica nacionalista y al uso demagógico de la figura del inmigrante, el nuevo chivo expiatorio.

 En Europa del Este, el auge nacionalista es aún más virulento: junto al resentimiento contra el viejo enemigo ruso, se ha añadido, ahora, la sospecha de avasallamiento por parte de los países occidentales, considerados por la derecha extrema como nuevos opresores. Aunque los países del Este estén lejos de constituir un ente común y engloben fuerzas democráticas, liberales y sociales pro-europeas, la nota dominante la marcan las fuerzas reaccionarias.

El resurgir de los partidos de extrema derecha nos retrotrae indefectiblemente al fascismo de los años treinta, adaptado a la actualidad política y económica. Es éste un neofascismo integral, cuya estructura ideológica no ha variado en la esencia, desplazando solo la figura del enemigo: del judío y el comunista al inmigrante y desde la crisis de los refugiados en 2015, el musulmán. Es imperativo, pues, entender el contenido de esta ideología neofascista.

Sostiene una concepción pura de la nación (biológica, cultural o histórica), un rechazo visceral al mestizaje, y manifiesta un temor patológico frente a la evolución de los usos culturales (de ahí su homofobia y antifeminismo). En el terreno político, considera el “pueblo” una entidad orgánica, homogénea y opuesta a la división en clases sociales; deslegitima la representación política (“todos los políticos están podridos”), mientras obedece ciegamente a líderes demagógicos omnipotentes. En general, sus programas políticos hacen confluir, para atraer a las capas más pobres, vertientes del Estado social autoritario con una suerte de “corporativismo” pequeño-burgués, abanderando así su oposición frente a las “élites plutocráticas y cosmopolíticas”. En las ultimas elecciones presidenciales de Francia, el programa de Marine Le Pen era formalmente mucho más de izquierda que el de Emanuel Macron. Proponía medidas sociales favorables (obviamente irrealizables) a las capas asalariadas, siempre que sean francesas de “origen”. Todos estos movimientos abogan ahora por reducir los derechos de seguro social, de sanidad y incluso de paro, a los inmigrantes, quienes por otra parte pagan por los mismos. Hay una estrecha relación entre esta visión de apartheid entre nacionales y extranjeros inmigrantes en su concepción de la nación, y la separación que quieren establecer entre las naciones europeas.

Sin perjuicio de sus diferencias culturales, nacionales y políticas, estas características se encuentran mutatis mutandis en todos los movimientos neofascistas actuales. Y cabe hacer derivar su nacimiento y apogeo de una profunda desestructuración del tejido económico, social y cultural europeo. Piénsese que la desagregación de las viejas estructuras económicas, en el contexto del mercado europeo unificado, ha dejado de lado y precarizado a grupos sociales que se han visto brutalmente excluidos o a los que se les ha sustraído la posibilidad de conquistar posiciones estables: experimentan no solo el bloqueo de la “movilidad social ascendente” sino la descualificación de estatuto social en la sociedad. Capas medias bajas, clases obreras, sectores importantes de la intelectualidad (el caso italiano es emblemático), padecen, a la vez, un proceso de desafiliación social y una crisis de confianza en el proyecto europeo. La fuerza de la retórica de extrema derecha consiste en establecer una relación directa entre los efectos disgregadores de la política de austeridad, el mismo proceso de construcción europea y la presencia de los extranjeros. Carga contra las élites supranacionales europeas y los inmigrantes como proletariado nuevo de reemplazo, siempre sujeto a discreción. La extrema derecha en los países del Este, que no quiere renunciar a los recursos económico-financieros europeos, pretende defender otra idea de Europa, blanca y cristiana.

Este doble carácter, aparentemente contradictorio: anti/pro-europeo, configura la nueva identidad del fascismo en las dos Europas. Anti, pues rechaza con virulencia todo reparto de soberanía para profundizar la integración inter-europea y finalmente dotar las instituciones de potencia política; pro europeo, porque sueña construir una Europa en la que la etnia, la raza, la religión, fueran criterios de discriminación entre los ciudadanos y en el resto del mundo. En el parlamento europeo, la alianza entre los movimientos neofascistas reposa sobre este último vínculo.

Ahora, la ultraderecha gobierna ya o bien influye decisivamente sobre las políticas de Hungría y Polonia. En Austria y Italia, son los mismos gobiernos quienes asumen políticas xenófobas; en otros países, los partidos neofascistas ocupan posiciones relevantes en instituciones cercanas a la ciudadanía (municipios, colectividades locales, servicios sociales públicos, etc.), idóneas para poner en práctica sus programas. Por supuesto, aunque revistan la misma tonalidad de color, intentarán a cualquier precio disimular su filiación “fascista”, históricamente desacreditada. Es lo que ocurre en Francia con Marine Le Pen, o en Hungría con Viktor Orbán.

Frente a esta gravísima situación, es imprescindible que las fuerzas democráticas tomen las riendas desde la raíz. Todo el proceso europeo, tan difícilmente conseguido desde la segunda guerra mundial, puede estallar bajo los golpes rabiosos de estas fuerzas oscuras. No habrá posibilidad de vencer su retórica si la estrategia se reduce solo a minimizar el impacto de su ideología o asentir la exclusión de los extranjeros, replegándose sobre las fronteras nacionales. Neutralizar a la ultraderecha representa un desafío europeo y, por lo tanto, la respuesta debe ser europea. Una respuesta coordenada y política. No basta con solo recuperar los valores democráticos frente a esta nueva barbarie, sino, más aún, elaborar materialmente propuestas sociales y políticas para reinsertar a las capas excluidas o precarizadas: empleos, seguridad profesional, esperanza colectiva. Vencer este neofascismo europeo significa, más que nunca, defender una Europa social y solidaria.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/10/28/opinion/1540727395_714405.html

Anthony Borges

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Anthony Borges recibió cinco disparos durante el tiroteo en el colegio Marjory Stoneman Douglas (14 de febrero de 2018 en Pakland, Florida). Pero pudo salvar la vida de 20 compañeros bloqueando la puerta de una de las aulas. Portada de la revista NEW YORK.

LA TRISTEZA NO ES SÓLO BRASILERA

El ultraderechista Jair Bolsonaro fue el primer presidente brasileño electo sin el voto de la población más pobre pero igualmente obtuvo el triunfo: 55 por ciento frente al 45 de Fernando Haddad, el candidato de Lula. Como si estuviera en plena Guerra Fría, prometió combatir “el comunismo, el socialismo y el populismo”.
 

Desde Porto Alegre
A las 7 de la tarde la televisión mostró el habitual videograph de Urgente. A esa hora, Jair Bolsonaro ya sepultaba los sueños de garantías democráticas para las minorías brasileñas con un triunfo arrollador. El nuevo presidente del gigante de América Latina encarna desde hoy la nueva mayoría que explica con creces el 55,1 por ciento que sacó en la segunda vuelta. Fernando Haddad, el candidato del PT, llegó al 44,90 % escrutado el 100 por ciento de las urnas electrónicas. La ola ultraderechista cabalgada desde su cresta por un militar racista y reivindicador de la última dictadura invadió las costas de Río de Janeiro convirtiendo a la ciudad en una postal difícil de creer, ahí donde reina el carnaval. El mandatario electo le habló al país desde su casa, acompañado por su esposa Michelle y una traductora para sordomudos. Dijo: “Lo que ocurrió en las urnas no fue la victoria de un partido más, es la celebración de un país por la libertad”. Abajo, junto al mar, la glamorosa Barra da Tijuca se vestía de fiesta para celebrar la victoria de “Mito”, el hombre que asumirá su cargo el 1º de enero de 2019 en un país de 208 millones de habitantes. El presidente electo cosechó el apoyo de 57.795.271 de electores contra los 47.035.345 que votaron al profesor universitario que llegó al ballotage corriendo siempre desde atrás.

Dos horas después del cierre de los comicios en las principales ciudades del país, ya estaba el resultado puesto. Brasil tiene cuatro husos horarios distintos y en el nordeste los resultados de la votación se conocieron más tarde. No hubo suspenso, ni siquiera la posibilidad de un desenlace reñido que habían disparado como posibilidad algunas encuestas de los días previos con Haddad acercándose al militar. Conocida su derrota, el candidato del PT dijo palabras de contención para la militancia de su partido: “Vamos a seguir continuando con la caminata y reconectándonos con los pobres de este país. Cuenten con nosotros, la vida está hecha de coraje”.

Brasil, más allá de sus fronteras, se identifica ahora con la cara de un dirigente político misógino y xenófobo, que no parece creíble en su moderación impostada de estas horas. Pero se legitimó en los comicios, y si cumple con la mitad de sus frases de campaña, llevará al país más grande de América Latina por un camino oscurantista, de imprevisibles consecuencias. Desde 1945 que un militar no llegaba al gobierno por la vía democrática. El último fue Eurico Dutra. El candidato del PSL (Partido Social Liberal) será el presidente 42º y el octavo desde el fin de la larga dictadura militar (1964-1985). Bolsonaro consiguió superar en el ballottage sus números de la primera vuelta, como era previsible. Mejoró de manera ostensible su performance con nueve puntos porcentuales más y pasó del 46 % del primer turno al 55,1. Haddad también elevó sus guarismos del 29 por ciento al 44,90. Pero esos números ni siquiera le permitieron discutirle la elección al candidato vencedor.

En su discurso como flamante presidente electo, Bolsonaro dejó frases que resumen su ideario, entre ultramontano y provocador. El nuevo hombre fuerte de Brasil declaró: “Nunca estuve solo, siempre sentí la presencia de Dios y la fuerza del pueblo brasileño” y siguió con sus frases litúrgicas, como si estuviera en un templo: “Este gobierno será un defensor de la constitución, de la democracia y de la libertad. Esta es una promesa no de un partido, no es la palabra de un hombre, es un juramento a Dios”.

Por varios pasajes, en ésas, sus primeras frases como ganador de la elección más importante de la historia reciente del país, Bolsonaro pareció mutar del candidato en campaña que restringiría los derechos de las minorías al presidente electo de la concordia y la tolerancia como bien supremo. “La libertad es un principio fundamental, libertad de ir y venir, andar por las calles en todos los lugares de este país. La libertad de emprender, la libertad política y religiosa, de formar y tener opinión, de hacer elecciones y ser respetado por ellas”.

Tampoco parecieron creíbles sus palabras que procuran concordia: “No hay brasileños del sur o del norte, somos todos un solo país, somos todos una sola nación, una nación democrática”. Después de mostrarse acompañado por su esposa en las palabras iniciales desde su casa, apareció en público con el frustrado candidato a senador Magno Malta que lo tomó de las manos y lo invitó a compartir una oración. El personaje, poseído como si fuera un pastor evangélico de las iglesias electrónicas, dejó algunas frases de antología que hicieron emocionar al nuevo mandatario. “Los tentáculos de la izquierda no serán arrancados sin la mano de Dios, comencemos orando”, invitó. La escena la completaban otros colaboradores y seguidores de Bolsonaro como el actor porno Alexandre Frota y el probable ministro Ónix Lorenzoni, un político derechista de Río Grande do Sul.

El capitán retirado del ejército y hasta hoy diputado federal no fue el único ganador de su partido. Los dos militares y un empresario candidatos a gobernadores del PSL que alcanzaron la segunda vuelta, también triunfaron en los estados donde se presentaron. El llamado comandante Moisés se impuso en Santa Catarina con un contundente 71 por ciento de los votos. Otro uniformado, el coronel Marcos Rocha, venció en Rondonia con el 66,3 % y en Roraima la victoria fue para Antonio Denarium, un hacendado ganadero con el 53,8 %.

Había en juego trece gobernaciones más el distrito federal de Brasilia. En los tres más importantes del país, San Pablo, Minas Gerais y Río de Janeiro, se impusieron candidatos de derecha que acompañaron la postulación presidencial de Bolsonaro. En el distrito más poblado del país, el empresario paulista Joao Doria ganó con el 51,7 de los votos y retuvo un bastión histórico del PSDB. En Río el éxito fue para Wilson Witzel (por el 59,9 %) del Partido Social Cristiano (PSC), un ex infante de marina y ex juez que surfeó sobre la ola militarizada que guió a Bolsonaro hacia el Planalto. Una joven fuerza de derecha, el Partido Novo, se impuso en Minas Gerais con el empresario Romeu Zema por el astronómico porcentaje del 71 %, en el mismo distrito donde la ex presidenta Dilma Rousseff salió cuarta y no pudo lograr la senaduría a la que aspiraba.

El mapa político de Brasil tuvo un fuerte corrimiento hacia la derecha más rancia, en su formulación militar, empresaria y evangélica. Una combinación que se expresó durante toda la campaña con altos picos de fundamentalismo. Como si hubiera regresado al país más poderoso de América Latina, la vieja alianza entre la cruz y la espada. Bajo la bendición del capital financiero y el Departamento de Estado de EE.UU, con su arsenal tecnológico volcado a las redes sociales y las iglesias de pastores grandilocuentes dispuestos a realizar una nueva cruzada de la fe.


Fuente: https://www.pagina12.com.ar/151755-la-tristeza-no-es-solo-brasilera

¿Cómo pasan el invierno algunos animales ?


Al entrar en letargo y disminuir la temperatura corporal hasta cerca de los 0ºC, los micromamíferos ahorran hasta el 88% de energía que gastarían en sobrevivir al invierno
Cuando llega el invierno muchos animales tienen que buscar soluciones para enfrentarse a las bajas temperaturas y escasas horas de luz. Los mecanismos adoptados frente a estos problemas son varios, y a pesar de que muchos individuos comparten condiciones de vida semejantes, escogen estrategias de supervivencia muy diferentes Todavía no se ha podido dar una explicación convincente frente a este hecho, y no sabemos el por qué algunos animales optan por una solución y otros por otra.

En algunos casos, como es el de muchas aves, emigran a zonas donde las condiciones de vida les son más favorables; otros animales, de hábitos terretres, eluden el problema buscando refugios o madrigueras cálidas donde hibernar, ya sea en escondites excavados en el suelo bajo el horizonte helado o congregándose numerosos individuos en cubículos subterráneos; y si son acuáticos, muchos de ellos se esconden en el fondo de estanques o lagos siempre que no se hielen por completo.

Pero ¿qué les pasa a muchos animales ectotermos que no pueden regular su temperatura corporal y se ven expuestos en ambientes donde el termómetro registra valores inferiores al punto de congelación de sus líquidos corporales? Este sería el caso de muchos invertebrados intermareales de zonas marinas septentrionales, o el de muchos artrópodos (insectos, arañas...), anfibios y reptiles, que tienen que adoptar mecanismos que les permitan sobrevivir frente a la bajada de temperaturas.
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Epiblema scudderiana
Algunos sufren cambios bioquímicos en su cuerpo, permitiendo el sobreenfriamiento de su medio interno, es decir, permitiendo que los líquidos extracelulares puedan enfriarse por debajo de su punto de congelación original, manteniéndose en estado líquido. En otros casos, simplemente se congelan. Cuando se adopta esta solución, los cristales de hielo no pueden nunca crecer en el interior de las células, porque si ocurriera esto, las estructuras internas de las mismas se romperían vertiendo su contenido y sobreveviniendo la muerte celular.

¿Cómo lo consiguen? ¿Cuáles son los mecanismos bioquímicos que permiten que animales sin capacidad para regular su temperatura corporal puedan soportar valores muy inferiores a 0ºC ? Al ser el medio interno un conjunto de soluciones acuosas, permite mantenerse en estado líquido por debajo de su punto de congelación cuando se lleva a cabo su sobreenfriamiento de una forma controlada. El problema está en que el sobreenfriamiento llevado a cabo de esta manera es muy inestable y pronto aparecerían cristales de hielo. Además, este hecho se ve agravado por la presencia de nucleadores en todos los líquidos; es decir, fragmentos de estructuras celulares, partículas alimentícias, bacterias etc, que fomentan y facilitan el crecimiento de cristales de hielo. Por ello, la solución a la presencia de nucleadores pasa por eliminarlos o por impedir que actúen como tales.

Aquellos animales que evitan la congelación y mantienen su actividad a pesar de las bajas temperaturas de su habitat, como es el caso de muchos peces de zonas polares o artrópodos que se mantienen activos bajo el manto de nieve invernal, adoptan por la solución de presentar proteínas anticongelantes en sus fluidos, que unidas a los cristales de hielo recién formados, impiden el crecimiento de los mismos. En otros casos, cuando se requiere un sobrenfriamiento mayor debido a la crudeza de las temperaturas, se añaden determinados azúcares a los líquidos, provocando que algunos de los animales que portan esta protección, puedan llegar a soportar valores por debajo de los -38ºC (Epiblema scudderiana. Sus orugas presentan, en pleno invierno, un 40% de glicerol en sus líquidos corporales. Esta cantidad de anticongelante le permite que se sobreenfríe hasta los -38ºC)

Pero hay muchos animales que eligen la congelación; en estos casos, la formación y velocidad de crecimiento de los cristales de hielo debe de estar controlada, y con esa finalidad utilizan nucleadores que acumulan durante los meses otoñales; su síntesis y concentración viene dada por el fotoperiodo bajo control hormonal. Cuando se lleva a cabo de esta manera, el crecimiento de los pequeños cristales se realiza lentamente, pudiendo ajustarse el ritmo metabólico de las células a los cambios que conlleva la congelación. Si no existiera un mecanismo que impidiera la recristalización, y por lo tanto el aumento del tamaño de los cristalitos, los animales podrían sufrir daños físicos en los pequeños y delicados espacios por donde tienen que circular los líquidos corporales. Este mecanismo existe, y se sabe que aquellos individuos que presentan proteínas nucleadoras que inician el crecimiento de los cristales de hielo, también presentan proteínas anticongelantes que unidas a las superficie de los cristales recién formados, impiden que estos continúen creciendo.

Los cambios sufridos en el medio extracelular nunca pueden suponer daños a las estructuras y funciones celulares. Las celulas tienen que adaptarse al aumento de concentración al que progresivamente se ven sometidas por el hecho de que el crecimiento de los cristales de hielo, en su medio externo, expulsa los solutos en el momento de formarse. Las células en un intento de equilibrar su concentración interna con el medio que las rodea, intercambian agua y solutos a través de sus membranas.

Por tanto un problema añadido, es el de las posibles lesiones o roturas en la membrana celular debido a su compresión al disminuir el volumen de la célula cuando esta pierde agua. Para evitar esto, los animales utilizan los llamados crioprotectores de membrana y coligativos; determinados azúcares y aminoácidos que pueden utilizarse con ese fin unidos a los lípidos que componen las membranas, aumentando su superficie y evitando así su rotura cuando la célula se comprime. O bien, permitiendo valores de sobreenfriamiento grandes debido a su concentración. Se comprobó que, también, estas sustancias son acumuladas durante los meses previos a la bajada de las temperaturas.

Los animales que se congelan , deben de reducir su tasa metabólica a valores muy bajos, ya que a traves de la sangre y fluidos, las células no pueden captar el oxígeno y otros nutrientes, o deshacerse de productos finales de su metabolismo. La escasa energía (ATP) que necesitan, la extraen mediante fermentación de la glucosa que almacenaron en épocas previas a la congelación y, que en estos casos, es suficiente para mantener vivas a las células.

Los mamíferos que hibernan, al entrar en el estado de letargo, rebajan su temperatura corporal hasta valores próximos a los 0ºC, reduciendo, como los que optan por la congelación, su tasa metabólica y ahorrando, de esta manera, una gran cantidad de energía.



RANITA ARBOREA GRIS: se congela bajo el manto de nieve invernal (-8ºC). Cuando está congelada, sus pigmentos dérmicos cambian tornándose azules
Las estrategias adoptadas frente a las condiciones adversas del invierno son variadas, pero podemos concluir que muchos de ellos pueden mantenerse activos cuando sufren cambios bioquímicos significativos en su medio interno, y lo mismo podría decirse de aquellos que llegan a congelarse. Tanto si se congelan como si no lo hacen, pero se aletargan, es obligado que su tasa metabólica se reduzca a valores mínimos, limitando al máximo sus funciones vitales con el fin de evitar la pérdida de la escasa energía de la que disponen y que no pueden conseguir debido a las condiciones a las que se ven expuestos.

Fuente: https://www.investigacionyciencia.es/revistas/investigacion-y-ciencia/suscripcion?gclid=CjwKCAjw39reBRBJEiwAO1m0OSgPJYfjEzsTcfiqc9ZbSKdPmZ5-uU_1QhCtLfPS9z5lGNwaNNSzuhoCWUEQAvD_BwE

jueves, 25 de octubre de 2018

Luis Miguel Ariza: «Mucho cine de ciencia ficción se opone a que la ciencia ocupe el lugar de la religión»

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Estudio Santa Rita
 La ciencia ficción no es inocente, está cargada de significado sobre cómo debemos afrontar los retos y los cambios que trae el progreso y sus consecuencias. Eso es lo que ha analizado el escritor de anticipación científica Luis Miguel Ariza en ¡Vigilen los cielos!, un ensayo derivado de su tesis doctoral que analiza la filosofía y mensaje de los clásicos del cine de ciencia ficción.

Dices en tu libro que Matrix, si la viese el público de los años 50, a nadie le cabría duda de que es una película de doctrina anticomunista.
Matrix es un estado tiránico. Los tiranos son programas informáticos que engañan a la gente, personas que en realidad son pilas de ese imperio de las máquinas. El mejor momento de la película es cuando, al principio, el protagonista se da cuenta de que está viviendo una ilusión, una simulación. Muestra un totalitarismo de estilo soviético, donde el individuo no vale absolutamente nada, llevado al extremo. 

 En su desarrollo argumental, Matrix apuesta por el individuo. Tiene una ideología claramente liberal y presenta al estado como una pesadilla. Al mismo tiempo, es muy conservadora porque reniega de la inteligencia artificial, a la que presenta sometiendo a la humanidad. Lo que es lo mismo que rechazar a la ciencia. La película es de tinte político conservador. 

Algo como Star Wars, donde el argumento, señalas, se sostiene con magia. Es lo único que no puedes quitarle a la historia para que siga siendo igual, dices.
Esta película tiene elementos de ciencia ficción, pero no es de ciencia ficción. Tiene tecnologías, naves, la idea de la conquista de la galaxia… pero plantea una lucha entre el bien y el mal, es una lucha religiosa. Y mueven objetos por telequinesis, paran rayos con la mente, estrangulan a distancia… Esto no es propio de la ciencia ficción, sino de la fantasía. Es una mezcla de géneros.

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Estudio Santa Rita
Contrapuesta a Star Trek.
Que sería pura ciencia ficción. Una serie que constantemente habla de prodigios de la ciencia y la tecnología, con la que resuelven los problemas que son el leitmotiv de cada capítulo. Un ejemplo es la gravedad artificial que hay en la nave. Se molestan en incluir hasta ese detalle. Eso es ciencia ficción. En Star Wars, por ejemplo, Harrison Ford, en la versión original, salía de su nave a un asteroide respirando a pleno pulmón. 

Alien entraría dentro de la categoría de películas que lanzan el mensaje de que no hay que fiarse de las máquinas.
En Alien una cosa está muy clara, las máquinas traicionan a la tripulación. El androide Ash cumple un papel esencial, es el que permite entrar en la nave a la persona infectada. Rompe las normas. Eso es una crítica brutal a las máquinas.

De alguna manera, Alien es conservadora. Muestra cómo dejas de confiar en la máquina, que al fin y al cabo es el resultado del progreso tecnológico y científico. Si no confías en ella, en ese momento, lo que haces es rechazar la ciencia. Te niegas a que llegue a ocupar un lugar que antes ostentaban con mucho éxito la religión y las creencias.

El hecho de que el hombre no tenga poder de decisión sobre su futuro, porque este lo domina un dios, se cae con la ciencia. Con la ciencia, de repente empezamos a dominar el mundo. Admitimos la ciencia como algo que es verificable, que nos permite avanzar en el conocimiento, crear tecnología y expandirnos. Todo esto es lo que rechaza el pensamiento conservador. 

En 2001 Odisea al espacio, que es de 1968, tienes ese ejemplo. El ordenador, que se supone que era perfecto, tiene fallos. Cuando deciden apagarlo, el ordenador se entera y los mata. Esta traición de la máquina dudo mucho que se hiciera antes. 

Las máquinas podrían haber fallado en alguna película, pero no a propósito. Kubrick fue el primero que hizo una película, magistral por otra parte, en la que dice que al hombre no le basta con la tecnología. Tiene un tinte conservador. No al cien por cien, pero es más conservadora que liberal. 

Blade Runner, sin embargo, era ambigua. Recelaba de la ciencia, pero también criticaba el capitalismo.
Tiene una crítica a las grandes corporaciones. Sobre todo a la del científico genético, la del que crea a los replicantes. Este es un poco el científico que juega a ser dios, pero es asesinado. Ahí hay un rechazo implícito a la ciencia. La víctima real en la película es el replicante, que tiene humanidad y sentimientos, Rutger Hauer. El replicante le besa en la boca y luego lo mata, lo que interpreto como un mensaje un poco homófobo. 

Y también hay misoginia. A una mujer que baila striptease se la asesina por la espalda y a la que está diseñada para seducir, que es como una femme fatale de las películas de cine negro, en una escena él la toma, ella se resiste, pero al final cede, lo que hoy en día sería una violación. También otra replicante intenta romperle el cuello a Harrison Ford con las piernas, que es como someterle con su sexo. Le aprisiona básicamente con la vagina, pero él se revuelve y, por supuesto, la mata. 

Pero luego Harrison Ford duda desde el punto de vista moral de lo que está haciendo. Llega a abogar por la convivencia entre distintos. Mientras, la película muestra un Los Ángeles sucio, una ciudad que genera una sociedad hostil a pesar de que está plagada de gente diversa que habla muchos idiomas. Por esos mensajes tan ambiguos creo que fue recibida tan fríamente por el público de su tiempo. Creo que no estaban preparados para una película así. 

En Contact encuentras que hay mensajes neoliberales. La ciencia solo puede avanzar con inversiones privadas, pero luego, se sugiere, no es capaz de encontrar respuestas válidas, porque están en la religión.
La NASA tuvo un programa de búsqueda de vida inteligente que al final fue suprimido porque pensaban que era una pérdida de tiempo. Esto se trasladó al cine con Contact. El estado fracasa rotundamente por no apostar por esta visionaria, la doctora que interpreta Jodie Foster, y la rescata la inversión privada. Le saca las castañas del fuego un millonario. 

Si no es por iniciativa privada, no habría nada, se da a entender. Y cuando ella consigue captar vida inteligente, el representante del estado resulta ser un cínico y un traidor. Hay un palo a la ciencia pública. 

Al final colaboran todos, Estado, militares y ciencia privada, pero solo ella se da cuenta de que se les ha colado un terrorista. Ahí criticarían a las sectas o la extrema derecha, pero todo vuela por los aires porque el Estado falla.
Sin embargo, no pasa nada ¡porque el millonario ha construido una segunda máquina! Ahí ella se acuesta con un sacerdote, lo que sería el maridaje total de ciencia y religión, algo que desde el punto de vista tecnológico es conflictivo, porque la fe nunca ha ayudado al progreso científico.
Pero esta película propone ese matrimonio. Entonces, ella dice que ha visto algo y no la creen ni los militares ni los científicos, solo el cura. Resultado: un misticismo new age donde el que más cómodo está es el sacerdote. 

Interestellar señala a la izquierda universitaria estadounidense. Los niños no estudian el Apolo que llegó a la luna porque supuso un capítulo de la guerra económica contra la Unión Soviética que la llevó a su desaparición, lo han suprimido del libro de texto.
El asesor del guion es un físico que se llama Kip Thorne. Es experto en agujeros de gusano y agujeros negros. Los físicos de la película buscan una ecuación que describa la gravedad a nivel cuántico. La película va de apostar por la ciencia. En el futuro, la NASA ha quedado proscrita y ese vacío de la ciencia se sustituye por pseudociencias, que hoy día están muy vigentes. 

Luego, aquí el robot por fin es una máquina que les ayuda. La tecnología está al servicio de las personas, no las traiciona. Marca la diferencia este detalle. Y, si te fijas, todo se resume en encontrar una ecuación para poder dominar la gravedad. Gracias a eso podremos llevar enormes cantidades de materiales fuera de la Tierra para construir colonias. 

La humanidad, o resuelve una ecuación o no se salva. Es fe en la ciencia. Solo ella nos sacará de este atolladero en el que nos hemos metido nosotros. Por eso es progresista: el desarrollo científico es la única salida posible.

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Estudio Santa Rita
 Independence Day, ¿un ataque frontal al pacifismo?
Absoluto. Hay tres escenas muy reveladoras. Un grupo de personas, pese a que las naves tienen apariencia amenazadora, les dan la bienvenida. Y las naves les lanzan un rayo que las destruye a ellas y al Empire State. En otra escena, que quizá ha pasado más desapercibida, hay un chico cuyo padre es alcohólico y están viendo Ultimatum a la tierra, de Robert Wise. 

En esa película, el alienígena que llega advierte de que no hay que construir armas nucleares. Ahí los buenos son el extraterrestre y el científico; y los malos, los políticos, los periodistas, los militares y el populacho. El mensaje que lanzaban esas naves era pacifista, que por el camino de la guerra nos podemos extinguir. En Independence Day, esta parte de la película la cortan los propios alienígenas interrumpiendo la emisión. 

Y hay una tercera escena en la que el presidente de Estados Unidos les pregunta qué es lo que quieren, intenta negociar con ellos. Busca una solución diplomática, aunque le hayan atacado. Y ellos le mandan un mensaje telepático y se queda alucinado: «Son como langostas, esto es el exterminio». Al final, cualquier gesto pacifista es echado abajo. Como en La guerra de los mundos, donde también hay un predicador que intenta negociar con ellos y acaban con él. No hay negociación posible con los invasores.  

Encuentros en la tercera fase y E.T. ¿están en contra del divorcio y a favor de la familia?
Al niño de E.T. le ha abandonado su padre. Spielberg lo que intenta es decir que la familia es fundamental y que está en crisis. Es cuando Reagan, que era un gran partidario de la familia, elimina las ayudas a las familias desfavorecidas. 

En la película, ese niño sin padre encuentra a un amigo que es más que un amigo de su edad, es como un segundo padre, porque tiene conocimientos de astronomía, del espacio… Hay una escena en la que alza una serie de pelotas en la habitación de Elliot y crea un sistema solar. Eso implica conocimientos planetarios, es un niño con conocimientos de adulto. Queda claro que Elliot no es un apasionado de la ciencia, pero luego con E.T. todo es ciencia. 

En Encuentros en la tercera fase también se da. Los extraterrestres vendrían a solucionar esa crisis de la familia. Richard Dreyfuss es un niño grande, juega con los trenes mientras que a sus hijos les da igual. Es un gran niño incomprendido. Su mujer no le entiende, ni sus hijos, que le consideran, cuando sufre una crisis, un cobarde. Dreyfuss entonces sustituye a su familia por extraterrestres, que son como ángeles.

Se sube a una nave y se va como diciendo ¡que os den! Es escapismo religioso místico extraterrestre, no sé cómo llamarlo, pero deja atrás las complicaciones de la familia y se va al espacio. Ante la crisis de la clase media americana, propone escapar. 

En El planeta de los simios, el mensaje es lapidario: «ni la religión os va a salvar».
Ahí tienes a alguien que sale al espacio con una tripulación para encontrar algo mejor que el hombre. Heston hace una serie de reflexiones en las que se pregunta «¿encontraremos un planeta en el que los hermanos no se maten entre sí?».

Todo antes de llegar a un planeta que es la Tierra y lo que pasa es que no lo saben. Es un mensaje pacifista y antimilitarista, y también antipatriótico. Cuando los astronautas salen de la nave, uno coloca una bandera americana y Heston se ríe de él a carcajada limpia. Menudo subnormal, piensa. Esto ocurre en el año 68. A ti te eligieron por ser el chico perfecto de Harvard, pero lo que eres es un gilipollas. Se ríen de él de una manera tremenda. 

No obstante, luego Heston ve que hay una civilización de simios, se resiste a ellos y saca su lado más belicista. Les dice que fuimos mejores que ellos, que habíamos estado antes. Y el simio Dr. Zaius contesta: «Si fueron mejores que nosotros, ¿por qué se extinguieron ustedes y nosotros no?».
Luego, cuando Heston ve la estatua de la libertad, se da cuenta de que todo fue por culpa de la guerra. Mi interpretación es que fue la nuclear, pero eso está abierto a lo que quiera cada uno, cuando grita: «¡Maldigo todas las guerras!». Fue un exitazo de taquilla, aunque los críticos la vieron como mala. Como siempre, metieron la gamba. 

¿Ahora qué mensajes predominan?
Hay una mezcla de muchas cosas. La evolución de los efectos especiales es tan brutal que ahora te crees las películas. Te crees a Spiderman, los FX han hecho que te puedas creer a los superhéroes, por eso han triunfado. La credibilidad en el cine es esencial. 

En este aspecto, los superhéroes han venido a inyectar dosis de optimismo a un pesimismo creciente desde los 80. La ciencia ficción contemporánea no es muy optimista, siempre está con que nos podemos extinguir, que cuidado con las máquinas, que a ver adonde nos lleva el progreso. Los científicos en los 50 eran héroes románticos, los únicos con conocimientos para neutralizar una amenaza.

En los 80 y 90 se fueron  haciendo más oscuros, marginales e inútiles. Hasta que los científicos dejaron de aparecer para solucionar problemas, su figura se ha oscurecido. El futuro optimista de los 50 se ha diluido. Los superhéroes vienen a salvarnos de ese pesimismo. Ellos son la respuesta. Ahora domina la distopía y la visión de los héroes de que pueden rescatarnos, de que es posible. 

Fuente: https://www.yorokobu.es/luis-miguel-ariza/

Angela Davis: "El feminismo debe ser antirracista y anticapitalista"

La legendaria activista imparte este jueves la conferencia El feminismo será antirracista o no será en La Casa Encendida

Angela Davis
  En 1971 Angela Davis (Alabama, 1944) fue encarcelada por el FBI de Nixon calificada como "terrorista peligrosa". Han pasado muchos años desde entonces pero su lucha feminista, antirracista y anticapitalista no ha cesado ni rebajado de intensidad. Es la tercera vez que visita España y en esta ocasión lo hace con motivo de la conferencia El feminismo será antirracista o no será, enmarcada en el ciclo Mujeres contra la impunidad, que impartirá este jueves en La Casa Encendida.

"El feminismo es una estrategia para combatir la opresión de género pero también el racismo y el fascismo", ha declarado Davis ante una sala abarrotada de mujeres. Ha querido aclarar que la "categoría de mujer no es unitaria", y, por ello, apuesta por un movimiento "holístico, interseccional, integrado y lo más amplio posible" que defienda los derechos de todos. En ese sentido, ha recordado que las mujeres latinas y de color históricamente han llevado la delantera en la lucha y que en la actualidad son las mujeres transexuales de color las que "han elevado la comprensión de lo que hace falta para conseguir justicia".

No entiende, ha afirmado, un activismo que no defienda los derechos de todos, que deje de lado a algunos grupos desfavorecidos. "El feminismo sin la dimensión antirracista y anticapitalista acepta el statu quo. Claro que hay feministas racistas pero, ¿cómo es posible levantarse por solo un grupo? Si no es antirracista, anticapitalista y solidario con la pobreza es una contradicción", ha declarado. Por eso, su conferencia llega en un momento en el que el racismo, que "está en el centro del fascismo", vive un repunte tanto en Europa como en Latinoamérica y Estados Unidos.

Trump, sostiene, "ha sido un estímulo en todo el mundo. Hay señales del regreso del fascismo en Europa, en Estados Unidos y en Latinoamérica y debemos mostrarnos serios ante esto. El candidato a presidir Brasil, Bolsonaro, apela claramente al fascismo, a la homofobia, al racismo, a los ataques contra las mujeres".

Otros temas que ha abordado la legendaria activista han sido los problemas de los derechos civiles y los flujos migratorios. Lo primero "tiene que ver con el impacto del colonialismo y el capitalismo a largo plazo". Lo segundo "son decisiones marcadas por la presencia histórica del capitalismo, el colonialismo y el esclavismo". Sobre España ha hecho una reflexión y es que cuando en los años sesenta Davis pasó una temporada estudiando en Alemania observó "el racismo contra los trabajadores españoles. Es curioso ver cómo ahora mucha gente está en contra de la gente que proviene de África o América Central".

Tampoco ha evitado hablar de la violencia de género, que considera "la forma de violencia más pandémica del mundo". La activista y filósofa que dijo que "el feminismo es la idea radical que sostiene que las mujeres somos personas", opina que la metáfora del techo de cristal importa y que en política el feminismo "tiene que representar a todos". Y no, Angela Davis "nunca" ha esperado el Premio Nobel de la Paz.


Fuente: https://elcultural.com/noticias/letras/Angela-Davis-El-feminismo-debe-ser-antirracista-y-anticapitalista/12707

"La idea del golpe está en marcha: Brasil va a vivir con esa espada de Damocles en la cabeza"

Safatle, profesor libre de la Universidad de San Pablo, asegura que si Bolsonaro es elegido presidente, probablemente "dé un autogolpe en cuanto tenga la primera dificultad con el Congreso"
"Brasil está en la ruta de una lógica de extrema derecha internacional en la que no se opera más en el espacio abierto sino en el espacio oscuro, virtual, utilizando datos de Cambridge Analytica"

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El filósofo Vladimir Safatle. Caio Castor / Agência Pública
Brasil puede entrar en una "noche sin fin", según el resultado de las elecciones a la presidencia. Es lo que defiende el filósofo Vladimir Safatle, profesor libre de la Universidad de San Pablo. Para él, hay un golpe militar en marcha en el país, con características propias: "Brasil va a vivir los próximos meses y los próximos años con esa espada de Damocles en la cabeza, el golpe puede ocurrir en cualquier momento".

En una entrevista con Agencia Pública, el filósofo habló sobre la desaparición del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB, del ex presidente Fernando Henrique Cardoso), la latente necesidad de ruptura política de la gente, el ascenso del fascismo en el mundo y sobre el espectro de una dictadura militar escondida en los sótanos de las estructuras de poder: "Brasil es la prueba más cabal de que cuando no se hacen bien las cuentas con la historia, la historia vuelve para acechar".

¿Cuál es su análisis de la primera vuelta en Brasil? ¿Los resultados le sorprendieron?
Hablamos no sólo del 46% de Jair Bolsonaro sino también de la composición de la Cámara y del Senado, donde el Partido Social Liberal [PSL] de Bolsonaro llegó a 52 diputados.

Creo que la gran sorpresa se produce después de las manifestaciones del sábado anterior, cuando Bolsonaro comienza una línea de ascenso muy fuerte. Y estaba claro que ese desprendimiento de la extrema derecha en relación con la derecha tradicional rompía con la derecha. El MDB [Movimiento Democrático Brasileño, de Michel Temer] y el PSDB se convirtieron en partidos del montón. El MDB y el DEM [Demócratas], que eran la base de la derecha brasileña, perdieron relevancia brutalmente. Lo que es curioso desde el punto de vista de los votos en la Cámara es que los partidos de izquierda no tuvieron impacto negativo.

 El PT [Partido de los Trabajadores] mantuvo su bancada, el PSOL [Partido Socialismo y Libertad] casi duplicó, el Partido Comunista de Brasil y el Partido Demócrata Laborista [PDT] aumentaron sus bancadas. Incluso hubo un crecimiento. Lo que ocurrió fue un fortalecimiento de una extrema derecha que hasta ahora sólo tenía una representación ridícula en el Congreso. Pero quedó claro que esta campaña fue una anticampaña total, montada para que los espacios públicos de debate implosionaran. Desde el punto de vista de las garantías que la democracia liberal daba para cierto juego democrático, todo acabó. La campaña fue montada alrededor de un candidato que, cuando la campaña efectivamente comenzó, desapareció, porque recibió una cuchillada y lo aprovechó para quedarse un mes sin mostrarse en público, hasta el punto de hacer lo que hizo en el último debate: no concurrió e hizo una entrevista aparte, para demostrar su desprecio al espacio de debate.

Otra característica fue la organización de la campaña a partir de  fake news. Fue una campaña digna de un Goebbels tropical. Durante las manifestaciones [ #EleNao] la gente estuvo días sin entender lo que estaba pasando. Porque no es posible que haya habido una manifestación popular fuerte, con mucha gente en la calle, que el mundo entero vio y únicamente los medios brasileños no vieron, y que él subiera.

Ahí vinieron esas explicaciones absurdas, tipo "ah, pero ese movimiento de las feministas despertó una reacción fuerte", como si estuvieran culpabilizando al movimiento feminista por el simple hecho de que ellas tomaron la vanguardia de un proceso de rebelión y resistencia. Una cosa completamente insana.

 Pero ahí comenzó a aclararse lo que pasaba. Brasil está en la ruta de una lógica de extrema derecha internacional en la que no se opera más en el espacio abierto sino en el espacio oscuro, virtual, utilizando datos de Cambridge Analytica, por poner un ejemplo, para dirigir mensajes de manera muy específica, para crear vídeos. Vi vídeos en los que mezclaban imágenes de las manifestaciones con imágenes de mujeres que profanaban símbolos religiosos, imágenes tomadas para impresionar a la clase media brasileña. Por supuesto, la izquierda no estaba preparada para eso, nadie está preparado para eso. Fue una lógica de otro tipo de campaña que la gente nunca había visto, una hecha sobre el desprecio a la presencia en el espacio público.

Usted ha dicho que tenemos un golpe militar en marcha y que no tendríamos elecciones. ¿Puede hablar un poco sobre eso?
Cuando el impeachment estaba claro como la luz del día y la gente decía "va a haber impeachment, el gobierno va a caer", varios sectores de la izquierda decían: "No, nuestra democracia es sólida, es resistente, el PSDB no entrará en esa aventura", y no fue la primera vez que confundieron sus deseos con la realidad. Ahora, la idea del golpe está en marcha: Brasil va a vivir los próximos meses y los próximos años con esa espada de Damocles en la cabeza, puede suceder en cualquier momento. Él [Bolsonaro] es alguien que, si es elegido presidente, es enormemente probable que dé un autogolpe en cuanto tenga la primera dificultad con el Congreso. Él ya habló, nadie puede decir que no expresa lo que piensa, está todo muy claro.

La primera cosa que dijo cuando pasó a la segunda vuelta fue: "Vamos a acabar con esos activismos". Él promete una unión nacional y promete acabar con los activismos. Parece una contradicción pero no lo es; él va a crear una unión nacional basada en el cadáver de todos los activistas, de aquellos que no concuerdan con él. No es una unión nacional, es una brutalidad social que sólo habíamos visto en la dictadura. Sabemos que su gobierno, en realidad, será un gobierno de sectores de las Fuerzas Armadas mezcladas con fundamentalismo evangélico, que es el peor escenario posible: un gobierno militar teocrático hecho para implementar un programa ultraneoliberal de pauperización extrema, de aumento de los conflictos sociales, de precarización y vulnerabilidad absolutas, de desprecio por los sectores más vulnerables de la sociedad; o sea, una bomba que no es ni una bomba de tiempo, es una bomba armada que puede estallar en cualquier momento. A la primera manifestación, habrá una situación de brutalidad social que puede muy bien llevar a una de excepción

 Tenemos, por primera vez desde la apertura, a los militares acercándose a la presidencia. ¿Qué significa eso?
Creo que en el fondo estamos regresando al horizonte de 1964, porque no conseguimos terminar con la dictadura. La dictadura se acomodó a un horizonte de democracia formal pero por debajo siguió allí, bien conservada. Los policías continuaron como policías militares, los torturadores siguieron en las policías, las Fuerzas Armadas continuaron intactas, ningún torturador fue arrestado, no se obligó a los sectores fascistas de la sociedad a culpabilizarse por el apoyo que dieron, se preservó a los grupos políticos vinculados a la dictadura. Claro que eso era una bomba de tiempo, que iba a estallar en algún momento. Cuando el pacto de la Nueva República se agotara, todo eso iba a volver. Brasil es la prueba más cabal de que cuando no se ajusta las cuentas con la historia, la historia acecha, y ahora está acechando a Brasil como a ningún otro país de América Latina, una situación en la que nuestras libertades van a ser completamente diezmadas. La izquierda tuvo oportunidades muy claras de retirar del escenario político brasileño a todos aquellos que de cierta forma eran cachorros de la dictadura. El gobierno de Lula llegó a tener 84% de aprobación; nunca más en la historia de este país alguien va a conseguir 84% de aprobación. Y, sin embargo, no se hizo nada. Ahora la gente paga ese precio.

Usted ya venía hablando de la desaparición del PSDB, que se concretó, relacionándola con un desplazamiento de la derecha hacia la extrema derecha. ¿Puede hablar un poco sobre eso?
La derecha brasileña, debido al peso de la dictadura, sólo podía aparecer dentro de un consorcio en el que el gestor fuera un actor transformista del PSDB. El PSDB no venía de los grupos ligados a la dictadura. Eran sectores socioliberales, sociales demócratas, que fueron paulatinamente ocupando esa nueva función, pero que no estaban orgánicamente vinculados al programa conservador, tanto que eran conservadores en la economía y liberales en las costumbres. Pero vino la polarización, y hoy hace casi diez años de que percibimos que la política mundial va hacia los extremos. La cuestión es muy simple: la gente percibió que el centro es incapaz de transformación, entonces va hacia los extremos. Y hace años que la gente dice: "El problema no es que haya una extrema derecha, es que no hay extrema izquierda, entonces no se puede equilibrar".

Dentro de ese proceso, un partido como el PSDB pierde su función. Pero el dato es que Brasil va a pasar por una catástrofe económica. Usted va a imponer un plan de ajuste híper neoliberal que va a perjudicar a todas las capas populares que lograron un cierto ascenso. El carnet de trabajo verde amarillo [que propone Bolsonaro como alternativa al carnet tradicional], por ejemplo, quita el FGTS [fondo para despidos injustos], el aguinaldo y las vacaciones. La gente no va a tener dinero para gastar. Vamos a tener un mercado interno en colapso en una situación en la que el mercado externo también está en colapso.

Va a haber un poco de dinero porque va a vender todas las empresas estatales, pero ese dinero no va a ser utilizado para hacer políticas de combate a la desigualdad, va a ser entregado directamente al mercado financiero, porque ellos son los tenedores de la deuda pública. Pero se va a abatir 20% de la deuda pública y no va a tener nada más que vender, entonces habrá que negociar esa deuda pública. Y, más que eso, el Estado no va a tener más capacidad de inducción de ascenso social. En resumen, tendremos un estado brutalmente pauperizado. Si esos empresarios tuvieran un mínimo de inteligencia no serían suicidas en ese nivel; lo máximo que ellos van a conseguir es tomar lo que tienen e ir a vivir en Miami, porque aquí va a ser insoportable.

Hay una idea de que los electores de Bolsonaro votan por él por una especie de falta de claridad, una manipulación, una imposibilidad de ver sus contradicciones o sus verdaderos objetivos. ¿Usted cree que los votantes de Bolsonaro están siendo engañados?
Hay 20% que ya estaba con él antes de esa subida, que es el electorado protofascista. Los vemos manifestarse con violencia, con agresividad. Hoy una persona fue asesinada por haber hecho una defensa de un candidato opositor, entonces imagina lo que va a suceder cuando estén en el poder. Entonces hay un sector fascista, y si hay una persona en el mundo hoy que podría ser analíticamente clasificada como fascista es el señor Jair Bolsonaro.

No hay ningún otro político en el mundo –tal vez el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte– que pueda tener un discurso clasificado como fascista. Todas las características están allí: culto a la violencia, un sujeto cuya señal de la campaña es un arma apuntando, un culto al nacionalismo paranoico en un país como Brasil, fundado a partir del genocidio indígena, del genocidio negro; ser nacionalista en Brasil, entonces, es realmente mostrar su carnet de identidad. Y en un desprecio explícito a grupos vulnerables de la sociedad, como fue con los judíos un día, con las mujeres, con la población LGBT. Estos tres elementos son fundamentales para la clasificación de cualquier discurso como fascista.

Esto sin contar a su vínculo continuo con un universo religioso completamente ridículo, constituido por pastores con prontuarios policiales, de la peor especie, y su carácter de racionalidad cínica. Él es capaz de decir todo lo que dice y luego, como hizo ayer, manifestar: "No hay que tomar muy en serio lo que digo, yo soy un comediante". [Theodor] Adorno, cuando analiza al fascismo, dice que su núcleo de adhesión es que en realidad nadie creía en lo que se estaba anunciando. Uno ironiza la violencia mientras destroza a todo el mundo. Porque si se asumiera una ética de la convicción, nadie lo soportaría. Esta cara cómica es constitutiva de todo discurso autoritario.

Hoy en día se percibe la comicidad de Berlusconi, de Trump, de Sarkozy, y ahora de Bolsonaro. Esto está lejos de ser una cosa que humaniza, simplemente muestra el carácter autoritario del poder. 
Entonces tenemos una porción de la población que es fascista y debe ser nombrada como tal. Y tenemos otra porción, que debe ser más o menos la mitad, que entró porque quiere una ruptura y está dispuesta a pagar el precio que sea por esa ruptura. Ese fue el drama, ese fue el problema: permitir que las personas que querían esa ruptura, que tiene un discurso antiinstitucional, fueran a la derecha.

¿Entonces cree que está sucediendo más o menos como dice que sucedió en 2013, que en una hora muy crítica la izquierda no se radicalizó y fue la derecha la que lo hizo?
Desde El 18 de brumario de Luis Bonaparte, de [Karl] Marx, sabemos que toda revuelta popular produce un sujeto político emergente capaz de ser actor de transformaciones sociales y un sujeto reactivo. Siempre fue así. No hay una revuelta popular en la que no se abra la posibilidad de transformación y una de reacción. 2013 fue el único momento en la historia brasileña en que la población mostró su energía negativa contra el poder.

Tuvimos momentos en que la gente en Brasilia fue al Congreso, casi se rompe el Congreso, la Policía empujó a las personas y ellas prendieron fuego en el Palacio Itamaraty. Mira qué curioso: después de eso comenzaron a surgir discursos de orden. ¿Por qué? ¿Porque querían orden o porque hubo un sector de la población que tuvo miedo de esta revuelta popular? Comenzaron a pedir orden, puño fuerte, mano dura, y ahí vuelven todos esos fantasmas que acechan a la sociedad brasileña desde su instauración. En ese horizonte la respuesta posible de la izquierda era mostrar a la población que había otro destino para ese rechazo radical del poder, que era tomar el poder para sí; no era entregar el poder a alguien "honesto", "correcto" y "fuerte".

Que "va a acabar con todo eso"...
Que va a acabar con todo eso, exactamente. Y que normalmente terminará contigo, termina siempre así. Pero la izquierda no fue capaz de transferir el poder a la soberanía popular. La izquierda, con su patología dirigista, no fue capaz de entender que eso era necesario. ¿No quieren representación? Todo bien, uno puede defender un tipo de democracia cada vez más directa y más cercana, pero eso nunca apareció en el programa de la izquierda en Brasil.

¿Cuál es el papel de la izquierda ahora y de aquí en adelante?
Bueno, primero ganar las elecciones. Hay 20 días para ganar, no es una operación imposible; el rechazo a Bolsonaro es enorme y tiende a no caer y la izquierda ya demostró algunas veces en estos últimos días que tiene la mayoría dentro de una segunda vuelta. Es claro que eso implica un tipo de movilización y trabajo que se ha perdido. Reanudar el trabajo de base; ir a la calle a conversar con las personas, en lugar de estar peleando con su tía en Facebook. Y si pierde, que pierda por muy poco; eso tenemos condiciones de garantizarlo. Que sea de 48% a 52% va a ser muy importante porque permite un grupo de resistencia mucho más fuerte. Al menos garantizar que sea una derrota por muy poco, que es la tendencia natural. Y eso va a ser importante porque su violencia va a ser inmediata, ya en el primer día. No cabe esperar un gobierno de conciliación, ya Trump lo mostró. Todo el mundo decía que él decía muchas bravatas pero después iba a ser mejor, y fue mucho peor de lo que se decía. Tener la mitad de la población brasileña movilizada y en vigilancia va a ser fundamental para sobrevivir.

Usted habla de que la política está ante todo relacionada con los circuitos de afecto. ¿Qué significa eso y cómo se relaciona con el momento actual?
Yo lo desarrollé en un libro que en el fondo era sobre la situación brasileña. Había una discusión sobre la política marcada por el odio y yo estaba tratando de insistir: "Vean, ellos también piensan que la gente está marcada por el odio", empieza por ahí. Entonces algo como "pero son irracionales" es una pésima descripción. La cuestión era saber qué tipo de afecto los mueve y crea formas de vida. Porque el embate es sobre formas de vida, eso es muy claro.

No es sólo sobre el programa económico, no es sólo sobre cuestiones relacionadas con la seguridad, es sobre formas de vida. Usted tiene grupos para los que nuestra forma de vida es un insulto, tanto que mezclan cuestiones relacionadas con la sexualidad, aspectos vinculados con formas de trabajo, modelos de sociedad, acogida de refugiados; es todo un tipo de vida social que se está poniendo en cuestión, y eso significa que esas visiones sociales son apoyadas por ciertos afectos y es claro que un elemento decisivo para alguien como Bolsonaro es el miedo como afecto político central. No es alguien que va a garantizar que usted tenga un futuro mejor, más próspero, más libre. No. Es algo así como "voy a estar seguro" y "no va a haber nadie corrupto", que son dos ideas completamente equivocadas.

Alguien como él no garantiza una sociedad menos corrupta, porque la corrupción viene siempre de la mano del autoritarismo. ¿Cómo alguien que endulza a un régimen corrupto puede estar en contra de la corrupción? ¿Cómo alguien que habla sobre el sector militar como un horizonte ideal puede estar en contra de la corrupción? La dictadura militar fue uno de los regímenes más corruptos que haya conocido Brasil.

Todas estas grandes empresas que corrompieron al estado de la Nueva República se formaron en el régimen militar, que está lleno de casos de corrupción: Corona Brastel, Capemi, Proyecto Jari, Petropaulo; podría pasar el resto de la entrevista hablando de esos casos. Fue un régimen que se alimentó de los políticos más corruptos que hayan existido; Antônio Carlos Magalhães, José Sarney, Paulo Maluf fueron herederos de la dictadura. Y el señor Bolsonaro se alió a figuras corruptas, empezando por el pastor Edir Macedo, que fue a parar en la cárcel por corrupción, o el pastor Silas Malafaia.

Son figuras que están más para la página roja que para otra cosa. Sin contar los casos propios de Bolsonaro. Por otro lado, es alguien que promete seguridad pero no va a dar seguridad alguna porque va a crear un país de conflicto social abierto, de pauperización, que va a aumentar la violencia social, porque esa violencia no viene de la nada, viene del hecho de que la desigualdad en Brasil es un insulto a la humanidad. Entonces la rabia contra esa situación puede generar algún tipo de violencia directa. Hay quien dice que el régimen militar tuvo paz social; claro, sólo para quien vivía en los barrios ricos. Pero ¿y qué sucedía en las favelas? Los escuadrones de la muerte, la brutalización absoluta, están los números. Todo esto es una ficción, una falacia que rápidamente se va a demostrar en su inversión.

¿Qué podemos esperar si Haddad es elegido?
No se puede decir que no va a ser turbulento, pero eso es incluso irrelevante ante la posibilidad de impedir que Brasil entre en una noche sin fin. Porque Bolsonaro es alguien peor que la dictadura militar. En el gobierno dictatorial, ellos no precisaron movilizar de manera explícita todo ese sistema de violencia social contra grupos vulnerables que Bolsonaro moviliza en todo momento. Entonces sólo se puede imaginar el nivel de violencia que vendrá.

Él tiene ese elemento extra: necesitó movilizar. La dictadura militar no tenía asociación con grupos evangélicos, religiosos. La participación de la iglesia católica no era directa, no había sacerdotes alcaldes, parlamentarios. Y, además, en aquella época la iglesia católica era más progresista que conservadora. Entonces es aun peor. Cualquier cosa que venga ya es insuperablemente mejor que una victoria de Bolsonaro.