sábado, 6 de abril de 2013

Astronomía Nova


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  Kepler permaneció en Praga como matemático imperial entre 1601 y 1612, hasta la muerte de Rodolfo II.
  Fue el periodo más fructífero de su vida y le proporcionó el incomparable mérito de fundar dos nuevas ciencias: la óptica instrumental, y la astronomía física. Su magnum opus , publicada en 1609, lleva el significativo título:

NUEVA ASTRONOMÍA basada en la causalidad
o FÍSICA CELESTE
derivada de las investigaciones de los 
MOVIMIENTOS DE LA ESTRELLA MARTE
Fundada en las observaciones del NOBLE TYCHO BRAHE

  Kepler trabajó en ella, sin interrupciones, desde su llegada a Benatek, en 1600 hasta 1606. Contiene las dos primeras de sus Tres Leyes planetarias: (1) los planetas se mueven alrededor del Sol no en círculos, sino en órbitas elípticas, uno de cuyos focos está ocupado por el Sol; (2) los planetas no se desplazan en sus órbitas a una velocidad uniforme, sino de una forma tal que una línea trazada desde el planeta hasta el Sol barre siempre un área igual en un tiempo igual.
  Superficialmente, las leyes de Kepler parecen tan inocentes como el E=Mc2, que tampoco revela sus potencialidades atómicas explosivas. Pero la moderna visión del universo está modelada, más que por otro descubrimiento aislado, por la ley de la gravitación universal de Newton, que a su vez se deriva de las tres leyes de Kepler. Aunque, debido a las peculiaridades de nuestro sistema educativo, es posible que una persona no haya oído hablar nunca de las leyes de Kepler, su pensamiento ha sido modelado inconscientemente por ellas: son los cimientos invisibles de todo un edificio intelectual.
  Así pues, la promulgación de las leyes de Kepler es un hito histórico. Fueron las primeras "leyes naturales" en el sentido moderno: afirmaciones precisas y verificables acerca de las relaciones universales que gobiernan fenómenos particulares, expresadas en término matemáticos. Separaron a la astronomía de la teología, y la unieron con la física. Finalmente, pusieron fin a la pesadilla que atormentaba a la cosmología durante los últimos milenios: la obsesión de esferas girando sobre otras esferas, y la sustituyeron por una visión de cuerpos materiales, similares a la Tierra, flotando libremente en el espacio, movidos por fuerzas físicas que actúan sobre ellos.
  Afortunadamente, Kepler, no borró las huellas de sus predecesores, como habían hecho Copérnico, Galileo y Newton, quienes nos enfrentaron al resultado de sus trabajos sin darnos a conocer las etapas del proceso. Kepler era incapaz de exponer sus ideas metódicamente, a la manera de un libro de texto; tenía que describirlas en el orden en que se le ocurrían, incluyendo todos los errores, desviaciones y trampas en que había caído. 
  "Lo que me importa (explicaba Kepler)  no e simplemente comunicar lo que tengo que decir, sino por encima de todo transmitir las razones, subterfugios y afortunadas casualidades que me condujeron a mis descubrimientos. Cuando Cristóbal Colón, Magallanes y los portugueses relatan cómo se perdieron más de una vez en sus viajes, no sólo debemos perdonarles, sino agradecerles que nos hayan dejado su narración porque, sin ella, nos hubiéramos perdido lo más fundamental e interesante. Así que espero que no se me culpe si, movido por idéntica consideración hacia el lector, sigo el mismo método"
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Kepler
Arthur Koestler

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