Y es que después de marearles de aquí para allá, los representantes
de la Carta por la Ciencia, a saber, los rectores de todas las
universidades y presidentes de sociedades científicas y jóvenes y no tan
jóvenes investigadores, decidieron pedir una sala ajena al Congreso
para celebrar el acto, histórico, y por ello acabaron en la biblioteca de los socialistas, que tuvieron que tapar emblemas y cartelería para no herir susceptibilidades.
Como las de CiU, que se descolgó en el último momento. Dicen, informa
EFE, que porque era un acto "politizado". Pero ¿politizado porque se
trataba de pactar políticas científicas? ¿politizado porque los partidos
enviaron sus primeras espadas? ¿politizado porque fue el PSOE quien
cedió el espacio que necesitaban para no estar bajo la lluvia? Los
organizadores no sabían dar con la respuesta...
El primero en hablar fue el representante de la Conferencia de
Rectores. "Nos congratula que la comunidad científica responda a
nuestras aspiraciones. Hubiera sido deseable que estuvieran todos",
declaraba en alusión a los ausentes.Sorprendentes, y certeras, fueron las palabras del paleontólogo Juan Luis Arsuaga, Premio Príncipe de Asturias de Ciencia. "Nuestra Revolución Industrial es antigua. Desde que los Austrias nos dejaron perder industrias en favor de flamencos, la economía española va de tumbo en tumbo...Invadido hoy el mercado por unas manufacturas extranjeras que no sabemos pronunciar, la situación se ha agravado en términos inquietantes. Como ante el alud invenciones aportadas, no olvidemos que somos un país pobre, exportador de algunos frutos, no hay que ser zahorí para vaticinar escandalosa inflación fiduciaria. El déficit creciente de Hacienda y empréstitos abrumadores contribuyente, son signos de ruina, que sobrevendrá si la Providencia no hace un milagro cambiando nuestra Psicología. Pero por desdicha, el principio rector del Universo no se ocupa de los imprevisores ni de los tontos". RAMÓN Y CAJAL 1934. Nadie diría que han pasado ¡80 años!
Juan Luis Arsuaga, leyendo a Ramón y Cajal. Foto: ROSA M. TRISTÁN |
Carlos Andradas, presidente de la COSCE, a continuación, leyó el acuerdo por el que llevan peleando tanto tiempo,
que ha sido suscrito por miles de investigadores. El acuerdo recuerda
el dato de que el gasto en I+D bajó al 1,3% del PIB en 2012 (una décima
en tres años) y lo hará más en 2013, mientras la media UE supera 2% y
camina al 3% en 2020. ¿No parece evidente que hay relación entre
crecimiento económico e inversiones en investigación? Pues parece que
no, porque en los presupuestos de 2014, que precisamente también se
aprobaron ayer, entre recortes por aquí y por allá de los servicios
públicos, se mantiene un reparto entre subvenciones y créditos para la
ciencia que camina en el sentido contrario al de este acuerdo.
"Recogiendo ampliamente el sentir mayoritario entre los investigadores y
del colectivo Carta por la Ciencia, queremos afirmar nuestro compromiso
de apuesta por investigación, en torno a cuatro puntos que apoyarán los
grupos parlamentarios:
1. Planificación plurianual para recuperar en tres años los niveles de inversión pública del 2009 (o sea, la vuelta al pasado).2. Eliminación límites tasa de reposición del empleo público (un 10%) para incorporar nuevos recursos humanos (los jóvenes no pueden acceder).
3. Establecer compromiso plurianual para el cumplimiento de los Planes Nacionales de I+D en sus convocatorias y plazos.
4. Creación Agencia de Investigación prevista en ley, para gestión de los planes estatales con criterios científicos y con autonomía, pero con control parlamentario.
Nada revolucionario, rompedor, fuera de la realidad, más bien se trata de cumplir las reglas... Incluso se comentaba en los pasillos que es algo tan de perogrullo que se trata del primer acuerdo que firman Amaiur y UPyD en años de legislatura. El PP, por su parte, respondería después que "no se puede poner en entredicho su compromiso con la ciencia, firmes o no firmes" (palabras de su portavoz en I+D, Alejandro Fernández). Bien, es como hablar de dragones: existe la palabra pero no lo que describe porque ¿a qué llama Fernández "compromiso"?
Después llegaron las firmas, empezando por Alfredo Pérez Rubalcaba, Cayo Lara, Rosa Díez... Un barullo de gente en un espacio mínimo que compartían diputados, científicos (allí estaba Amable Liñán, Jesús Ávila y muchos otros) con cámaras de televisión, fotógrafos, sindicalistas y asesores, que siempre los hay. Al final, hubo que hacerse la foto en otro lugar más amplio. No sé si con o sin permiso de las autoridades pertinentes y su estricto reglamento.
Carlos Andradas, Amaya Moro-Martín y muchos más que llevan meses denunciando cómo el sistema científico se está yendo al garete, estaban satisfechos. Han tardado 10 años en conseguirlo. Arsuaga, antes de abandonar el lugar, me resumió sus impresiones en pocas palabras: "No creo en la magia, no creo que la situación cambie de un día para otro pero es un avance, un paso, porque lo ha firmado todo el arco parlamentario, salvo el Gobierno, que es el que tendría que cumplirlo; pero como los demás son alternativa del Gobierno, cuando lo sean, se lo recordaremos. Y no hay que renunciar a un pacto de Estado. No se trata de politizar la ciencia, sino de sacar la ciencia de la política de los partidos". Ojalá se logre.
Fuente: http://www.huffingtonpost.es/rosa-m-tristan/un-historico-pacto-para-l_b_4486394.html?utm_hp_ref=spain
No hay comentarios:
Publicar un comentario