martes, 31 de diciembre de 2013

El tiempo no espera a nadie

...los enigmas del tiempo persisten. El alcance de estos enigmas puede apreciarse comparando la famosa teoría del eterno retorno de Nietzsche (todo lo que puede ocurrir ocurrirá, y no una vez, sino un número infinito de veces) con las ideas del biólogo teórico Stuart Kauffman. Matemáticamente, el tiempo transcurrido desde el origen del universo ha sido desoladoramente insuficiente para acomodar todas las combinaciones posibles de sus partículas constituyentes. En términos matemáticos, el cosmos es "no ergódico", no repetitivo. Esta observación es importante, ya que la termodinámica (el estudio de la energía y sus transformaciones) se ha basado tradicionalmente en la estadística de la mezcla en sistemas cerrados. Cuando la crema se mezcla con el café, el conjunto tiende al equilibrio a medida que avanza el flujo temporal: se entremezclan, y la temperatura del café se iguala a la del ambiente. Simplemente, el café y la crema tienen muchas más maneras de mezclarse que de separarse, y hay muchas más situaciones en las que el calor del café se mezcla con el frío del ambiente que al revés. No obstante, puesto que no ha transcurrido tiempo suficiente desde la gran explosión, y puesto que la organización presente de las partículas que componen la vida depende de ensamblajes ancestrales, la improbabilidad se exacerba. La evolución de la vida y la tecnología humana están, según Kauffman, "cinéticamente atrapadas". Las ecuaciones de Newton nunca habrían predicho las pisadas humanas en la Luna. Es más, inlcuso las ecuacions de Einstein y Bohr, y virtualmente  todas las de la ciencia moderna, asumen incorrectamente que podemos establecer de antemano el entorno que queremos predecir. "Me encanta no conocer el futuro", escribió Nietzsche. No podemos aplicar leyes porque la evolución es demasiado poderosa. Kauffman, inspirándose en una especulación de su amigo el cosmólogo Lee Smolin -quien ha propuesto una selección natural de universos en que los agujeros negros dan lugar a nuevos universos con nuevas constantes y leyes- llega a preguntarse si lo que tomamos por leyes naturales eternas no surgen en realidad a lo largo del tiempo evolutivo, como los códigos humanos. El movimiento reglado de los cromosomas en las células, por ejemplo, no existía en el origen de la vida. El último trilobite que saltó hacia la izquierda en lugar de hacia la derecha y fue devorado se llevó con él, para siempre, los genes de todo un linaje. ..

   Kauffman argumenta que estos raros eventos, los cuales suceden a medida que el cosmos y la vida avanzan contingentemente hacia un futuro siempre conectado al pasado, no pueden darse por sentados de antemano. La visión de Kauffman tiene reminiscencias de la expresada por el novelista checo Milan Kundera en La insoportable levedad del ser: la idea de que los hechos nunca se repiten exactamente, sino que más bien flotan a la deriva, para nunca repetirse o rescatarse, en una nube existencial que se dispersa hasta el infinito. La vida no es un experimento repetible. Nada ocurre dos veces de la misma manera. Podemos reconocer cuánto debe de esta postura a la formulación termodinámica de la entropía. Aún más extraña es la visión bolzmanniana  que se ve modificada por ella: la de la eterna recurrencia.

   En la física clásica no hay direcciones preferentes. Sí, todos los átomos de oxígeno de la habitación podrían converger en una esquina  y hacer que muriésemos de asfixia. Pero la probabilidad de que esto ocurra es prácticamente nula. Las moléculas de O2 siguen llenando la habitación y siendo respirables. El matemático francés Jule-Henri Poincaré, sin embargo, señaló que en un tiempo infinito (un periodo ciertamente largo) todas las moléculas de oxígeno se concentrarán en una esquina de la habitación ¡ un número infinito de veces! Todo sistema dinámico aislado acabará regresando a un estado tan próximo a su condición inicial como queramos. Éste era su "teorema de recurrencia": en un tiempo infinito todo lo que puede ocurrir ocurrirá. Tu pelo estará peinado, enmarañado, cortado al cepillo y al cero, con la raya en medio y en todos los estilos. Estarás leyendo estas líneas, estarás comprando este libro, escribirás notas en los márgenes. Morirás, y no sólo volverás a vivir y morir otra vez, sino infinitas veces. Es posible que la objeción de Poincaré a la lógica probabilística del tiempo lineal de Boltzmann influyera en el filósofo alemán Friedrich Nietzsche y su doctrina del eterno retorno................................



La Termodinámica de la Vida
Eric D. Schneider y Dorion Sagan

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