@shababaty
Miles de irlandeses que viven fuera, regresan expresamente a
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El pueblo de Irlanda va a liberalizar algunas de
las leyes antiaborto más restrictivas del mundo por una mayoría
arrolladora, según reflejaron esta madrugada dos sondeos a pie de urna,
ya que los votantes reclamaron el cambio en lo que hace dos décadas era
uno de los países europeos más conservadores socialmente.
Una encuesta a pie de urna de Irish Times/Ipsos MRBI
indicó que los votantes de esta otrora profundamente católica nación
apoyaron el cambio de la legislación por un 68% frente al 32% que lo
rechazaron. Un sondeo de RTE/Behaviour & Attitudes amplió el margen
hasta un 69% frente al 31%.
Si se confirma, el resultado constituirá el último
hito en un camino de cambio para un país que sólo legalizó el divorcio
por una mayoría exigua en 1995, antes de convertirse en el primero en adoptar el matrimonio gay mediante el voto popular hace tres años.
"Todo indica que vamos a hacer historia mañana", dijo
en Twitter el primer ministro, Leo Varadkar, que está a favor del
cambio legal.
El escrutinio ha empezado a las ocho de la mañana de este sábado y los primeros resultados oficiales se esperan a media mañana.
Una mujer observa un mural de Savita Halappanavar con ofrendas de flores en Dublín el día del referéndum en Irlanda sobre la liberalización del aborto. REUTERS/Clodagh Kilcoyne |
A los votantes se les preguntó si deseaban abolir una enmienda constitucional de 1983 que da los mismos derechos a la vida para la madre y su hijo nonato.
La consecuente prohibición del aborto fue levantada parcialmente en
2013 para los casos en los que corre peligro la vida de la madre.
Las fotos de Twitter mostraron a las militantes de la
campaña abrazándose y llorando de alegría en los cuarteles generales de
la plataforma Together4yes (Juntas por el sí) poco después de que apareciera el primer sondeo a pie de urna.
El ministro de Justicia, Charlie Flanagan, lo calificó como "un gran paso más hacia fuera de nuestro oscuro pasado".
La ministra para la Infancia, una de las primeras promotoras del
referéndum, proclamó que se avecina "un día histórico y emotivo".
Varadkar afirmó que la votación constituía una
oportunidad que sólo se da una vez en la vida y la respuesta de los
votantes fue de tal calibre que la televisión nacional RTE informó de
que la participación podría ser la más alta que jamás se haya registrado en un referéndum en Irlanda, potencialmente superando el 61% que apoyó el matrimonio gay por un amplio margen.
Ningún otro tema social ha dividido tan agudamente a
los 4,8 millones de irlandeses como el aborto, que fue elevado hasta lo
más alto de la agenda política por la muerte en 2012 de una
inmigrante india de 31 años, Savita Halappanavar, a causa de un aborto
séptico después de que se le negara la interrupción médica del embarazo.
El sondeo del diario Irish Times mostró mayorías arrolladoras a favor del cambio en todos los segmentos de edad por debajo de los 65 años, incluyendo casi nueve de cada diez votantes con menos de 24 años.
El sondeo de RTE indicó que el voto más elevado por el "Sí" se registró en Dublín, donde el 80% estuvo a favor, pero no se produjo una profunda división entre las zonas urbanas y rurales como sí ocurrió en anteriores referéndums sobre el tema,
puesto que un 63% de la gente que vive en localidades con una población
inferior a los 1.500 habitantes apoyó las propuestas de cambio.
"Tantas mujeres han cruzado a Inglaterra para
ocuparse de las necesidades de su familia y de su salud, que creo que es
una desgracia y es necesario cambiarlo", declaró la votante del "Sí"
Sophie O'Gara, de 28 años, refiriéndose a las mujeres que han viajado a
Gran Bretaña para conseguir abortar.
Campaña feroz
El voto fue disputado ferozmente y dividió a los partidos políticos, relegando a la otrora todopoderosa Iglesia católica,
y se convirtió en un caso paradigmático de cómo los gigantes globales
de Internet afrontan la publicidad en las redes sociales durante las
campañas políticas.
Al contrario que en 1983, cuando la religión figuró
como prioridady el aborto era un tema tabú para la mayoría, esta campaña
se definió por las mujeres de uno y otro bando describiendo públicamente sus experiencias personales de interrupción del embarazo.
Las que hicieron campaña por el "Sí" alegaron que el aborto ya es una realidad en Irlanda, puesto que más de 3.000 mujeres viajan a Gran Bretaña cada año para abortar –un derecho que se consagró en un referéndum en 1992– y muchas otras compran ilegalmente la pastilla del día después.
Pese a que no figuraba en las papeletas, el bando del "No" intentó capitalizar los planes del Gobierno de permitir el aborto sin restricciones hasta las doce semanas de embarazo si el referéndum aprueba el cambio, algo que argumentaban que iba demasiado lejos para la mayoría de los votantes.
Algunos políticos del "Sí" ya han reclamado al
Gobierno que apruebe la legislación sin tardanza tras la publicación de
los sondeos a pie de urna.
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