Hervé Falciani, informático franco-italiano reclamado por Suiza. / Daniel García-Sala |
En 2012, Suiza
solicitó la extradición de Falciani para juzgarle por espionaje
económico y otros delitos. El Gobierno de Rajoy, al recibir la petición,
dio paso, el 3 de agosto de 2012, al procedimiento judicial. La
Audiencia Nacional denegó la extradición en mayo de 2013. Falciani fue
juzgado en Suiza, en ausencia, en noviembre de 2015 y condenado por
delito de espionaje a 5 años de cárcel. Las autoridades suizas
solicitaron a España la detención de Falciani en mayo de 2017 para
cumplir dicha condena. Pero curiosamente la Policía no ejecutó dicha
orden de detención internacional hasta el pasado 4 de abril en lo que
parece un guiño a la justicia helvética: el canje de Falciani por la
dirigente independentista Marta Rovira. Aunque según ha declarado a ARA
Jean-Marc Carnicé, abogado de Rovira, no existen todavía diligencias
relacionadas con la extradición de Rovira en la Oficina Federal de la
Justicia (OFJ), la Policía española y la Fiscalía de la Audiencia
Nacional han movido pieza con la detención de Falciani para mostrar
“reciprocidad” –ofreciendo el caramelo de la entrega del exinformático
del HSBC- con vistas a la solicitud de extradición de Rovira.
Las autoridades helvéticas han afirmado públicamente que no habrá
moneda de cambio. “En 2012 cuando el Gobierno de Rajoy abrió el
procedimiento de extradición yo no era testigo protegido. Pero ahora lo
soy y, además, la Audiencia Nacional rechazó en 2013 la extradición por
espionaje económico", dice. ¿El Gobierno español quiere canjearlo por
Marta Rovira? Falciani se inclina más por la idea que “el Gobierno de
Rajoy puede pensar que con su abstención política legitima lo que ha
dicho la ministra de Justicia de Alemania en el sentido de que no iba a
intervenir en el caso de Carles Puigdemont y dejar el asunto en manos de
la Justicia”.
He aquí los tramos esenciales de la entrevista que mantuvo Falciani con ARA el pasado miércoles, día 2 de de mayo, en Valencia.
El Hong Kong and Shangai Banking Corporation Privat Bank de Suiza
(HSBC) ha pagado 40 millones de francos suizos al Estado helvético para
evitar sentarse en el banquillo por blanqueo de dinero. Ha abonado 1.900
millones de dólares en Estados Unidos para evitar el juicio. Y en
Francia el pacto para eludir una condena le ha costado 300 millones de
euros. Y usted ha sido condenado a cinco años en noviembre de 2015 y
ahora está en libertad provisional a la espera de extradición. Los que
han contribuido a la evasión y al blanqueo de capitales han eludido,
pagando, la acción de la justicia, y usted que les ha denunciado corre
el riesgo de ir a prisión. ¿Perversión del sistema?
Este es el aspecto más pintoresco de la nueva petición de mi
extradición. La primera vez, en 2012, la solicitud pretendía sentarme en
el banquillo en Suiza. La Audiencia Nacional denegó la solicitud por
espionaje y otros delitos. El juicio se celebró. Yo no me presenté. Fui
condenado a cinco años por un delito: espionaje. Y se pide mi detención
y entrega para cumplir esa condena. En rigor, es como si mi extradición
la estuviese pidiendo no un Estado –la Confederación Helvética- sino un
banco, el HSBC de Ginebra. Han pagado miles de millones de dólares,
francos suizos y euros para eludir juicios en varios países.La
conclusión es totalmente perversa. El banco viene a decir: nuestra
institución no ha hecho nada malo, es él, Falciani, quien debe ser
entregado a Suiza para cumplir la condena.
No es, con todo, el único aspecto pintoresco o perverso. Las
autoridades suizas cursan una orden de detención internacional contra
usted en mayo de 2017 y la Policía española la ejecuta casi un año
después, en abril de 2018. ¿Cualquier relación con la decisión de Marta
Rovira de no presentarse a declarar ante el Tribunal Supremo e
instalarse en Ginebra es pura c coincidencia?
Sabía que iban a pedir mi detención en algún momento. Pero ignoraba
cuando: pensé que entraría en prisión al menos durante algunas semanas,
simplemente como resultado del procedimiento administrativo. Todos
sabemos que la política opera en la justicia. La responsabilidad del
político es la primera en un caso de extradición. La pelota va al
consejo de ministros. Y este no debería olvidar su deber. Yo no olvido
mi responsabilidad en la denuncia de determinados intereses financieros.
El ejemplo de la sentencia de la Manada es preocupante. Me refiero a la
intervención del ministro de Justicia. Pero volvamos al tema personal.
Mi caso irá al consejo de ministros. Y creo que el interés nacional de
España pasa por rechazar la solicitud de extradición en ese primer
filtro que es el consejo de ministros.
Pero es que hay dos diferencias muy grandes respecto a 2012, se realiza
el primer filtro, es decir, cuando el gobierno de Rajoy cursa a la
justicia española la petición helvética. La primera es que la Audiencia
Nacional ya ha rechazado la extradición por espionaje económico
en mayo de 2013; la segunda es que usted ha sido declarado testigo
protegido en 2013 por parte del juzgado central de instrucción número 5
de la Audiencia Nacional.
Así es. ¿Va Rajoy a
entregar a Suiza a un testigo protegido?. Porque mi situación procesal
en ese aspecto no ha variado. Pero, como usted señala, en el juicio de
extradición de la Audiencia Nacional, en 2013, se ha denegado la
extradición por los mismos motivos por los que ahora se ha solicitado mi
detención. Ahora el consejo de ministros cuenta con una resolución. Y
espero que la tenga en cuenta cuando las autoridades helvéticas envíen
los documentos y el consejo de ministros reciba el informe del ministro
de Justicia.
En realidad, el
Gobierno tiene la primera palabra, pero no la última. Será la Audiencia
Nacional la que tendrá que resolver. Y ya está vinculada por la
resolución de 2013. En esa resolución se rechaza de plano, de entrada,
la existencia del principio de doble incriminación para el delito de
espionaje económico, el 273 del Código Penal suizo.
En efecto. Pero querría insistir en mi responsabilidad. Yo estoy
comprometido en la lucha contra la evasión fiscal. Es un tema de interés
nacional de España. Y este conflicto que se está planteando ahora con
la nueva solicitud de extradición me permite aclarar mi posición y mis
compromisos. Los políticos tienen que tener en cuenta lo que yo he hecho
y lo que estoy haciendo. ¿Mis aportaciones han sido verdaderas o
falsas? ¿Se pueden y deben aprovechar? ¿Se debe proteger los canales que
han permitido y permiten recoger información relevante? ¿Hay que
proteger a las personas que tienen una relevancia en obtener esta
información económica y financiera? He sido condenado en Suiza por
espionaje económico, pero en el fondo se trata de una condena política.
Porque el espionaje industrial o económico es una calificación que en
el código penal suizo se sitúa en el capítulo de delitos contra el
Estado helvético…
Sí, eso es. Y creo que eso
va a estar claro. Por eso mi percepción es: la justicia española, que
ya captó en 2013 esta situación, al rechazar la extradición, será fiel a
su decisión de principios. Hay otro aspecto que me lleva a tener esa
confianza. Y es que en mis contactos con la Fiscalía Anticorrupción
española durante más de diez años he podido comparar con la conducta de
la justicia en otros países. En Francia, el poder político ha podido
frenar la investigación de evasión fiscal unos cuatro años. ¡Durante
cuatro años no se nombró un juez instructor! ¡Hubo que esperar a nuevas
elecciones presidenciales! Tengo, pues, experiencia con las
instituciones judiciales de varios países. Aun recuerdo mis reuniones en
la Fiscalía Anticorrupción con el entonces fiscal jefe Antonio Salinas y
su equipo… Y, por supuesto, no ignoro que la situación política en
España es hoy diferente con estas extradiciones de dirigentes
independentistas en Alemania, Reino Unido, Bélgica y Suiza...Pero no
corresponde a los políticos intervenir o interferir en la cuestión
judicial. Su deber es velar por los intereses nacionales.
¿Qué espera, por tanto, del consejo de ministros al llegar la solicitud de extradición de Suiza?
No espero del gobierno un análisis, por así decir, judicial. No es su
función. Deben pronunciarse políticamente. Y, para mi, el interés
nacional español pasa por rechazar lo que quieren las autoridades
suizas. Y ¿qué defiende la justicia? ¿Por qué se insiste en mi entrega?
¿Para ver si hay reciprocidad ¿Reciprocidad en relación a qué? ¿Rajoy me
quiere cambiar por Marta Rovira? No lo creo. Más bien pienso que el
gobierno puede pensar que gracias a su abstención política da
legitimidad a lo que hizo la ministra alemana de Justicia cuando declaró
que no iba a intervenir en el caso de Carles Puigdemont y que quedaría
exclusivamente en manos de la justicia.
Pero si uno se guía por la conducta de la Policía y de la Fiscalía de
la Audiencia Nacional el cuadro que sale es diferente. El teniente
fiscal, Miguel Ángel Carballo, decidió asumir un caso que no conocía y
dejar al margen a la fiscal Dolores Delgado, quien por antecedentes
debía estar presente cuando el 5 de abril pasado usted compareció ante
el juez Diego de Egea. Y aun sin conocimiento del caso, Carballo pidió
prisión incondicional, una solicitud que el juez desestimó.
Pero el juez De Egea no hizo caso. Recordó, según dice el auto, que
precisamente hay una resolución de la Audiencia Nacional de mayo de
2013. Yo sigo en el combate. Mire, cada vez que paso por la frontera
entre Francia y España, uno de los miembros de la policía de fronteras,
al ver la señal de alerta relativa a mi persona, la estudia y me dice:
“Vamos a ver si le dejamos entrar en España”. Y entonces el superior
mira y ordena: “Nosotros no extraditamos a los ciudadanos nacionales,
franceses, déjelo pasar a España, es su problema”. Siempre ocurre lo
mismo. No olvide mi recorrido. He venido para luchar.,,
Según la sentencia del Tribunal Penal Federal suizo usted no tuvo en el
radar a España al comienzo, en 2008, cuando empezó su campaña tras
ofrecer los datos, sin éxito, a un banco de Beirut a cambio de dinero.
Más bien empezó por Alemania siguió en el Reino Unido y finalmente tocó
la puerta de la justicia de Francia. España no estaba en la agenda.
No es así. Esa cronología es falsa. Todo comenzó en Francia. Una semana
antes de viajar a Beirut en 2008 me puse en contacto con la Policía
francesa. El objetivo fue el tribunal de Nanterre de delitos
financieros. Mi nacionalidad franco-italiana implicaba a la vez una
protección. Ni Francia ni Italia extraditan a sus nacionales. Empiezo a
trabajar, pues, sin arriesgarme a que me extraditen. Y a partir de ese
momento empiezo a aportar información que afecta a todos los países.
Necesitaba una situación de máxima seguridad para poder actuar. Ahora
bien, al ver que en cuatro años no había manera, según ya apuntamos, de
abrir la acción judicial en Franciam me muevo en otras direcciones.
Luego empecé a trabajar con el organismo de lucha antimafia en Italia.
España, ¿por qué? Porque había un organismo, la Fiscalía Anticorrupción,
que ofrecía esa posibilidad. Cuando empieza la actividad judicial en
España, los franceses reaccionan y nombran finalmente a un juez. Mire,
recuerdo que el nombramiento del juez francés tuvo lugar poco antes de
la resolución de la Audiencia Nacional de mayo de 2013. Yo asumí antes
riesgos en España. Pero este trabajo va sobre personas. Y fue evidente
al comenzar los contactos, en 2010 y 2011, que progresaríamos. Podía
ser encarcelado. Viajé a Barcelona en julio 2012 y, en efecto, fui
detenido y encarcelado durante varios meses. Y hoy ya no estoy solo como
lo estaba entonces.
Este
paralelismo entre 2012 y 2018 le llevó a pensar que podía ingresar en
prisión durante algún tiempo el pasado 4 y 5 de abril.
Pensé que se repetía la situación, sí.
Su situación procesal es actualmente la misma. Testigo protegido.
Sí, no ha variado. En el marco de las diligencias previas 63/2013 del
juzgado central de instrucción número 5 me concedieron el status de
testigo protegido…
Aparte de la
perversión de la que hablábamos hay un componente surrealista. Usted es
un testigo protegido de la justicia española. No es la situación de
2012.
Absolutamente. Todo es surrealista.
Hemos visto al ministro de Justicia español interferir en el poder
judicial usando mecanismos emocionales contra un juez, intentado
conectar con el rechazo de la población. Es la vida. Como espectador, es
muy interesante. Cuando oyes al ministro de Economía suizo decir que de
aquí a unos años Suiza debe convertirse en una “cripto-nación”, es
decir, debe estar a la vanguardia de la negociación con cripto-monedas,
sobre las cuales sabemos que, tal como se desarrollan en la actualidad,
no dejan rastros de origen, no hay rastros del origen del dinero. Y por
eso digo que en la situación política española actual hay quien quiere o
desea obtener réditos y puede pensar que mi caso puede ser utilizado.
Se refiere a Cataluña y a los efectos de la crisis en la política española.
Sí. Una mera descripción señala que al perseguir varios procesos de
extradición en Europa, la situación del gobierno español es débil, o más
débil. Pero esto es admitir lo que está pasando. No tengo legitimidad
alguna para opinar o defender alguna posición en relación al proceso
independentista. Con todo, pienso que la justicia española tiene una
posición que será difícil de modificar. El 1 de julio de 2012 nada más
llegar en barco a Barcelona fui detenido y recobré la libertad cinco
meses y dieciséis después, el 17 de diciembre de 2012. El 4 de abril de
2018 fui detenido y el 5 de abril quedé en libertad provisional.
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