El filósofo Christian Neuhäuser plantea enfrentar con esta
prohibición y "auténtica solidaridad" las injusticias del sistema
económico
"Cuando hay riqueza inmerecida es el Estado quien, a través de los impuestos, tiene que reducirla", asegura
He aquí una idea que asustará a los
que más tienen: prohibir la riqueza o, mejor, dicho prohibir la
existencia de ricos. Recaudar y redistribuir el 100% de lo que tiene ese
1% de la población global que acumula el 82% de la riqueza del planeta,
según datos de la ONG caritativa británica Oxfam, es justo lo que
plantea el filósofo y profesor de la Universidad Técnica de Dortmund
(oeste germano) Christian Neuhäuser.
La solidaridad implica frenar la desigualdad
Los ricos se hacen más ricos sólo por ser ricos
"Cuando hay riqueza inmerecida es el Estado quien, a través de los impuestos, tiene que reducirla", asegura
Christian Neuhäuser, filósofo y profesor de la Universidad Técnica de Dortmund |
Suyo es un libro de filosofía que, lejos de haber pasado desapercibido
como suele pasar con otros volúmenes de esta disciplina, ha captado la
atención de los grandes medios de comunicación generalistas en Alemania.
Se titula Reichtum als moralisches Problem o La riqueza como problema moral
(Ed. Suhrkamp, 2018). Su autor confía en que las ideas de su volumen
tengan un impacto en la clase política de su país, necesitada como está,
de "solidaridad", según sus términos.
Puede que la filosofía sea la disciplina que se plantee
los grandes porqués de la existencia. Esos porqués, sin embargo, no son
los que ocupan a Neuhäuser. Este hombre de 41 años, pese a trabajar con
las ideas, quiere mantenerse con los pies en el suelo. "A mí me lo que
me interesa es la riqueza como problema en el conjunto de la vida en
sociedad", dice a Neuhäuser eldiario.es.
La riqueza
entraña un problema, y es que, en sociedades como la nuestra, implica la
existencia de pobreza. Para Neuhäuser, además, el problema está en que
el rico "tiene mucho más dinero del que necesita para vivir dignamente".
Concretamente, el problema está en "disponer de un 300% más de lo que
percibe la media del país en el que viva el rico o contar con un millón
de euros", según se hace eco Neuhäuser de las definiciones más comunes
de la persona rica.
El rico, en suma, acusa no poder
vivir dignamente porque no puede mirar al resto de integrantes de la
sociedad de igual a igual. "El rico no puede compartir su sueño de
riqueza", comenta Neuhäuser. Él pone el ejemplo del rico que se sienta
en un restaurante y alguien viene y le pide una limosna. "Esto le
arruina la cena al rico, porque si creemos que todos somos iguales, ahí
uno de los dos está pidiendo una ayuda de un euro", explica el filósofo.
La solidaridad implica frenar la desigualdad
En esta lógica, prohibir la condición de rico y la riqueza acumulada
que impide vivir dignamente es hacerle un favor al 1% y al resto de la
sociedad en general. "Hemos perdido solidaridad, en Alemania y también
en Europa. Es importante mirar quiénes son los pobres y ayudarles. Pero
eso no es verdadera solidaridad", dice Neuhäuser. "Verdadera solidaridad
sería evitar que la desigualdad no aumente, pero para que esto ocurra
tenemos que mirar hacia los pobres y hacia los ricos, y actualmente sólo
miramos hacia los pobres cuando hablamos de solidaridad", agrega.
Esta situación afecta a todo el continente europeo, según el autor de
"La riqueza como problema moral". "El problema no es que España sea
pobre y pueda necesitar ayuda, sino que Alemania sea demasiado rica. Con
una Alemania demasiado rica es difícil para España desarrollarse
económicamente. Una verdadera solidaridad de Alemania implicaría que
Alemania ayudara más a España, y que hiciera lo mismo con Italia y con
Grecia", abunda Neuhäuser.
Habla el profesor de la
Universidad Técnica de Dortmund de la necesidad de construir una
auténtica economía social de mercado para Europa. Sin embargo, él
plantea, sobre todo, recetas a aplicar dentro de las fronteras de los
países de la UE. "Tenemos que subir impuestos para que haya más
igualdad. Necesitamos mayores impuestos a las rentas altas para que la
gente tenga la sensación de nuevo de que el trabajo merece la pena. Y
también necesitamos unos impuestos más altos al patrimonio y a las
sucesiones para evitar que los ricos tengan demasiada capacidad de
influencia en la política", dice Neuhäuser.
Entre las
medidas concretas que plantea el filósofo figura un impuesto del 100%
sobre los ingresos a los que más tienen. A quien sus medidas fiscales
parezcan drásticas, él responde que se ha "perdido el equilibrio".
"Cuando hay riqueza inmerecida, es el Estado quien, a través de los
impuestos, tiene que reducirla", sostiene Neuhäuser.
Los ricos se hacen más ricos sólo por ser ricos
Su reflexión incluye las constataciones que hiciera no hace tanto el economista francés Thomas Piketty en El capital en el siglo XXI
(Ed. Fondo Económico de Cultura Económica, 2014). "Piketty ha mostrado
que los ricos siempre van a ser más ricos sin necesidad de trabajar. Van
a ser simplemente más ricos porque su capital crece", resume Neuhäuser.
Esto ocurre a costa del trabajo y del valor que a éste se le da.
"Vivimos en una sociedad donde no se nos juzga por nuestro trabajo,
sino por el éxito, y si se tiene éxito o no. Y el éxito es un juego de
azar. Por eso se tiende a pensar que el trabajo no tiene valor. Y todo
esto lleva a no ser solidario con los demás", apunta el filósofo.
Hay quien ha tachado a Neuhäuser de "anticapitalista" en el debate
generado por su libro, cuyo contenido ha recogido la atención de las
principales publicaciones del país, incluido el diario
conservador Frankfurter Allgemeine Zeitung y el semanario de inspiración
liberal Die Zeit. Sin embargo, este filósofo se considera "más
reformista que revolucionario".
Es más, cita a los
cancilleres cristianodemócratas Konrad Adenauer y Ludwig Erhard como
ejemplos de políticos a seguir. "Ellos fueron más socialdemócratas que
la mayoría de los socialdemócratas de hoy", sostiene Neuhäuser, que
apela al proyecto europeo de los primeros días.
"En
Europa encontramos un sueño tras la Segunda Guerra Mundial que ha sido
compartido por muchos y según el cual todos en Europa podemos vivir
dignamente", afirma. Y avisa: "Vivir dignamente significa que todos nos
podamos mirar a los ojos como iguales, pero cuando la riqueza se hace
demasiado grande en algunos, eso se pierde".
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