Postcrecimiento |
Esta semana, científicos y políticos se encontrarán en una conferencia clave
que se va a celebrar en Bruselas. El objetivo de este encuentro,
organizado por los miembros de cinco grupos políticos del Parlamento
Europeo, junto con sindicatos y ONG, es el de explorar las posibilidades
para una “economía del post-crecimiento” en Europa.
Durante las últimas siete décadas, el crecimiento del PIB ha sido el
objetivo económico prioritario de las naciones europeas. Sin embargo,
así como nuestras economías han ido creciendo, también lo han hecho los
impactos negativos sobre el medio ambiente. Actualmente estamos
excediendo el espacio de operación segura ( safe operating space en inglés) para la humanidad, y tampoco hay ninguna señal de que la actividad económica se esté desacoplando
respecto del uso de recursos o que la contaminación esté disminuyendo
en la escala requerida. Hoy, la solución de los problemas sociales entre
las naciones europeas no requiere mayor crecimiento. En cambio, se
requiere una distribución de la renta y de la riqueza más justa de la
que tenemos.
El crecimiento se está convirtiendo en un objetivo cada vez más difícil de alcanzar
debido a la caída de las ganancias en productividad, la saturación del
mercado y la degradación ecológica. Si la tendencia actual continúa, puede no haber crecimiento
en Europa en una década. Ahora mismo la respuesta consiste en intentar
activar el crecimiento mediante la expansión de la deuda, el
desmantelamiento de las regulaciones ambientales, la extensión de las
jornadas de trabajo, y los recortes sociales. Esta agresiva persecución
del crecimiento a cualquier coste fragmenta la sociedad, crea
inestabilidad económica, y destruye la democracia.
Quienes están en el poder no han intentado hacer nada sobre estas
cuestiones, al menos hasta ahora. El proyecto de la Comisión Europea Beyond GDP (Más allá del PIB) acabó convirtiéndose GDP and Beyond
(El PIB y Más allá). El mantra oficial sigue siendo el del crecimiento
— revestido con el añadido de “sostenible”, “verde”, o “inclusivo” —,
pero el crecimiento en primer lugar y prioritariamente. Incluso los
nuevos Objetivos del Desarrollo Sostenible
de las Naciones Unidas incluyen el objetivo del crecimiento económico
como meta política para todos los países, a pesar de la contradicción
fundamental entre crecimiento y sostenibilidad.
La buena noticia es que ha emergido un movimiento post-crecimiento
desde la sociedad civil y el mundo académico. Este movimiento ha surgido
bajo diferentes términos en diferentes lugares: décroissance (decrecimiento en francés), Postwachstum (decrecimiento en alemán), steady-state (estado estacionario) o doughnut economics (economía rosquilla), prosperity without growth (prosperidad sin crecimiento), por citar unos pocos. Desde el año 2008 se han celebrado de manera regular conferencias sobre el decrecimiento a las que han asistido miles de participantes. Una nueva iniciativa global, la Wellbeing Economies Alliance (or WE-All) (Alianza de Economías del Bienestar), está realizando conexiones entre estos movimientos, mientras que la red europea de economía post-crecimiento
está trabajando con nuevos ‘”modelos macroeconómicos ecológicos”.
Estos trabajos sugieren que es posible mejorar la calidad de vida,
restaurar la Biosfera reducir la desigualdad, y proveer trabajos
decentes y con sentido –todo ello sin la necesidad de crecimiento
económico, siempre que se lleven a cabo políticas orientadas a superar
nuestra actual dependencia del crecimiento-.
Algunos de los cambios que han sido propuestos
incluyen límites al uso de recursos, fiscalización progresiva para
detener la creciente desigualdad, y la reducción gradual del tiempo de
trabajo. El uso de recursos podría frenarse mediante la introducción de
un impuesto sobre el carbono, y los ingresos podrían retornarse como un
dividendo para todos o utilizarse para financiar programas sociales. La
introducción de una renta básica y máxima permitiría reducir todavía más
la desigualdad, mientras que al mismo tiempo ayudaría a redistribuir el
trabajo de los cuidados y disminuir los desequilibrios del poder que
socavan la democracia. Las nuevas tecnologías podrían emplearse para
reducir el tiempo de trabajo y mejorar la calidad de vida, en lugar de
utilizarse como se hace hoy en día para despedir masas de trabajadores y
aumentar los beneficios de unos pocos privilegiados.
Dada la gravedad de la situación, sería una irresponsabilidad que la
clase política no explorara las posibilidades para un futuro sobre la
base del post-crecimiento. La conferencia que tendrá lugar en Bruselas
es un inicio prometedor. Sin embargo, se necesitan compromisos mucho más
contundentes. Como grupo de científicos sociales y naturales
comprometidos y presentes en toda Europa, hacemos un llamamiento a la
Unión Europea, sus instituciones, y estados miembros para:
1. Constituir una comisión especial sobre el Futuro en Post-Crecimiento en el Parlamento de la UE.
Esta comisión debería debatir activamente sobre el futuro del
crecimiento, concebir políticas alternativas para unos futuros de
post-crecimiento, y reconsiderar la persecución del crecimiento como un
objetivo general de todas las políticas.
2. Incorporar indicadores alternativos en los marcos macroeconómicos de la UE y sus estados miembros.
Las políticas económicas deberían ser evaluadas en relación con su
impacto sobre el bienestar humano, el uso de recursos, la desigualdad, y
la generación de trabajo decente. Estos indicadores deberían tener
mayor importancia en los procesos de decisión que el PIB.
3. Transformar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) en Pacto de Estabilidad y Bienestar (PEB).
El PEC es un conjunto de normas orientadas para limitar los déficits
públicos y la deuda pública. El pacto debería ser revisado para
garantizar que los estados miembros puedan satisfacer las necesidades
básicas de la ciudadanía, al mismo tiempo que se reduce el uso de
recursos y las emisiones contaminantes a unos niveles sostenibles.
4. Crear un Ministerio para la Transición Económica en cada uno de los estados miembros.
Una nueva economía que se centre directamente en el bienestar humano y
ecológico podría ofrecer un futuro mucho mejor que aquel que
estructuralmente depende del crecimiento económico.
ALGUNAS FIRMAS (para ver el listado completo pincha AQUÍ):
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