domingo, 30 de septiembre de 2018

Ellas contra la ultraderecha en Brasil

Una primavera feminista ha resurgido para frenar el ascenso del ultraderechista Jair Bolsonaro, el candidato favorito en las elecciones del 7 de octubre. Las mujeres han conquistado las redes con la campaña #ÉlNo y salen a la calle para mostrar su fuerza y dar un vuelco a las encuestas.

Impresionante esta imagen de la manifestación feminista en São Paulo contra Jair Bolsonaro, líder de la ultraderecha brasileña. "No te violo porque no te lo mereces", le dijo a una diputada del Partido de los Trabajadores.
 Cada diez minutos violan a una mujer en Brasil. Cada media hora una de ellas sufre un estupro colectivo. Cada dos días muere otra por un aborto inseguro. Ocho víctimas de feminicidio diarias. Ellas son las más golpeadas. También son mayoría. Representan el 52,5% del electorado brasileño, pero sus problemas no se nombran en los debates presidenciales. Sin embargo, en las elecciones del próximo 7 de octubre, son la clave para frenar una posible victoria de la extrema derecha.

#Élno es su grito de guerra. Así pelean en las redes, y este sábado también en la calle. La tercera persona del singular se refiere a Jair Messias Bolsonaro, el favorito para la primera vuelta de los comicios. Hasta mediados de agosto las mujeres brasileñas eran el sector más indeciso, con un 34% que reconocía no tener ningún candidato presidencial a quien confiar su voto.

Desde la redemocratización del país no ha habido una cifra tan alta y tan llena de dudas. Su falta de representatividad en el Legislativo y en el Ejecutivo, en parte, lo explica. Entre un total de 190 países, Brasil ocupa el puesto 152 en el ránking de presencia femenina en la política, dicen los datos del IBGE de 2018. Su presencia en el Congreso no supera el 10,5%. La única presidenta mujer, Dilma Rousseff, fue destituida en un polémico impeachment y recibió todo tipo de ataques machistas a lo largo de su legislatura. El gobierno que llegó en su lugar, dirigido por Michel Temer, hizo que Brasil retrocediera once puestos en el ránking anterior.

El hashtag #ÉlNo suena como una alarido en el medio del silencio. Un “aquí estamos” y también un “basta”. La indecisión en quien votar continúa alta -alrededor del 20%-, pero millones de ellas tienen claro en quién no hacerlo. El currículo del diputado Jair Bolsonaro, un excapitán del ejército que defiende el régimen militar y la tortura, está lleno de ataques a las mujeres.

Él fue quien le dijo a la exministra de Derechos Humanos, Maria do Rosário, que no la violaba porque no se lo merecía. Él le dedicó su voto a favor del impeachment de Dilma Rousseff al coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, conocido torturador que introducía ratas en las vaginas de las guerrilleras -la expresidenta Rousseff fue una de sus centenares de víctimas-. Él fue quien llamó “estúpida” a una periodista que le preguntó algo que le incomodaba. Y también fue el que definió el nacimiento de su propia hija como un momento de debilidad: “Tuve tres varones, y con la cuarta di una bajonazo”.

Una mujer pinta en la piel de otra: 'Él no', durante las manifestaciones contra Bolsonaro este sábado en Sao Paulo. REUTERS
Una mujer pinta en la piel de otra: 'Él no', durante las manifestaciones contra Bolsonaro en Sao Paulo /REUTERS
Sus propuestas políticas no son menos duras. Ante la desigualdad salarial entre hombres y mujeres -en Brasil ellos cobran un 52% de media más que ellas- propone el libre juego del mercado: “No es papel del Estado sino de los empresarios. Para mí es lógico que ganen menos porque se quedan embarazadas y faltan al trabajo”, dijo en un debate televisivo. Propone la castración química a los violadores para frenar el aumento de este tipo de crimen. La situación de desamparo que viven millones de madres solteras en riesgo de exclusión social, se solucionaría según el candidato, con la implementación de la operación de ligadura de trompas para controlar la natalidad. Como evangélico declarado, es completamente contrario al aborto.

Primavera feminista en las redes
El mismo día que Lula da Silva renunció a la carrera presidencial -tras una sentencia del Tribunal Superior Electoral que lo invalidó por estar condenado en segunda instancia- la publicista Ludmilla Teixeira decidió crear el grupo de Facebook “Mujeres contra Bolsonaro”. Fue el pasado 31 de agosto cuando se supo que sin Lula -hasta entonces el candidato favorito- , Jair Bolsonaro pasaba a ocupar el primer puesto en intención de voto.

“Contra el avance y el fortalecimiento del machismo, la misoginia, el racismo, la homofobia, y otro tipo de prejuicios. Creemos que este escenario amenaza nuestras conquistas y derechos. Esta es nuestra oportunidad para reafirmarnos como seres políticos y sujetos de derecho. El reconocimiento de la fuerza de las mujeres unidas puede redireccionar el futuro de nuestro país”, decía el pequeño texto en el que se presentaba el grupo.

Creció como la espuma. “En los momentos de pico llegó a haber 10.000 peticiones de adhesión por minuto”, contaba Teixeira al diario UOL. En dos semanas sumaba un millón de seguidoras y enfrentaba el primer obstáculo: defensores del candidato Bolsonaro hackearon el grupo y la cuenta personal de Ludmilla durante varias horas. El ataque virtual despertó aún más la indignación de las seguidoras que tras reactivar el grupo decidieron poner una fecha para llevar su protesta a la calle.

“Mujeres contra Bolsonaro” hoy tiene tres millones y medio de seguidoras. Las manifestaciones contra el candidato de extrema derecha marcadas para este sábado se reparten por una veintena de ciudades. “Les molestamos porque saben las posibilidades que tiene un grupo como el nuestro. Somos millones de mujeres organizadas, capaces de movilizar a amigas, madres, hijas. En un país con la cantidad de electores que tiene Brasil provocamos un impacto enorme”, nos dice la antropóloga Rosana Pinheiro-Machado.

El hashtag #ÉlNo surgió a partir de este grupo y ha viralizado a lo largo de estas semanas. Empezó como un grito de guerra femenino del que se han hecho eco diversos sectores de la sociedad. Actores, periodistas, abogados, el movimiento LGTB, el indígena, el movimiento negro, son algunos de los colectivos que se suman este sábado a las manifestaciones. La campaña ha traspasado fronteras con estrellas de por medio como la cantante Madonna, que publicó una foto esta semana con un cartel de #ÉlNo.

La fuerza del movimiento femenino ha tenido un primer impacto en las últimas encuestas. El candidato Jair Bolsonaro sigue favorito, pero ha sido el único que no ha crecido, y se mantiene en un 28% de intención de voto. Según el sociólogo Aldo Fornazieri, “las mujeres han conseguido crear una barrera que impide que crezca, pero su índice de rechazo aumenta cada día”, afirma este profesor de la Fundación Escuela de Sociología y Política de Sao Paulo.

La socióloga Esther Solano asegura que ante un candidato tan antidemocrático “el voto femenino puede definir la elección”, ya que la mayoría de indecisos son mujeres y son las que más lo rechazan. Para la socióloga este movimiento es un “resurgir de la primavera feminista de 2015” cuando millones de brasileñas salieron a la calle contra el presidente del congreso Eduardo Cunha -que proponía endurecer la ley del aborto-, o cuando en 2016 viralizó la campaña “Mi primer asedio” donde otras miles contaban los abusos que habían sufrido en algún momento de su vida.

“Las mujeres son las que se están poniendo en primera línea de batalla contra el fascismo. Más allá de una lucha partidaria clásica, luchan por proteger la democracia, y han sabido colonizar muy bien las redes sociales”, nos dice Solano, que no duda cuando dice: “Estamos ante un movimiento histórico”.

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