jueves, 10 de octubre de 2013

El extraño caso de la 1ª edición de ’20.000 leguas de viaje submarino’

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 España, al margen de cambiarle el nombre, tiene una curiosa relación con Julio/Jules Verne. En De la Tierra a la Luna realiza este análisis- “respecto a España, no pudo reunir más que ciento diez reales. Dio como excusa que tenía que concluir sus ferrocarriles. La verdad es que la ciencia en aquel país no está muy considerada. Se halla aún aquel país algo atrasado”-, algo que muchos hoy suscribirían. El francés vaticinó el problema de los monos y Gibraltar al describir una invasión del Peñón por los macacos; situó en Vigo, ciudad que visitó en 1878 y 1884, un capítulo 20.000 leguas de viaje submarino y uno de los expolios del capitán Nemo de pecios hundidos…

Pero además, en España se publicó la primera edición completa y con grabados de ese libro años antes que en su Francia natal.

El salamantino Javier Román, coleccionista de primeras ediciones en general y de Verne en particular, tiene una de las pocas copias de este volumen que circulan por España, valorado en el mercado estadounidense en “20.000 dólares”.

Abogado y miembro de la Sociedad Hispánica Jules Verne, Román explica que esta rareza existe debido a “un acuerdo de edición simultánea entre Hetzel [editor de Verne, Víctor Hugo y Zola en Francia] y Tomas Rey, [un editor español menor que solo publicó  del escritor esta novela]”. Son los años previos a la guerra francoprusiana. Con el conflicto en el ambiente, “Hetzel, que ya había padecido el destierro de Francia” cuando Napoleón III se proclamó emperador, “habría garantizado de este modo la publicación de la obra”.
 Hetzel, que lanzaba primero las obras de Verne en folletines dentro de su revista Magasin d’Education et de Récréation antes de reunirlos todos en un libro, iba mandado simultáneamente las entregas a Tomás Rey, “que según se iban publicando allí las iba publicando aquí”, todo con grabados. “En Francia la edición comienza en marzo y en España, en septiembre de 1869”, explica Román, “pero por la guerra francoprusiana Hetzel se va retrasando y las dos publicaciones finalizan a la vez en junio de 1870”.
Entonces, Hetzel publica una primera edición en dos volúmenes sin grabados. Pero Tomas Rey da dos opciones a sus lectores. Una es coger todos los folletines y encuadernarlos ellos mismos. La otra, comprarlos todos juntos en formato libro y con grabados. Es decir, una primera edición completa. Hetzel, que pierde su taller durante el asedio al que someten los prusianos a París durante la contienda, no logrará publicar la obra en un solo volumen y con grabados hasta el 16 de noviembre de 1871.

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Otros han preferido ver una historia más novelesca detrás de esta edición, tildándola de “pirata”. Esta es la principal hipótesis de un interesante trabajo que unos chavales de instituto realizaron en 2009. Según su teoría, Vicente Guimerá, traductor de la obra de Verne en España para los editores Gasper&Roig, una firma que ya había publicado en 1868 Cinco semanas en globo y Los hijos del capitán Grant, habría lanzado por su cuenta y riesgo una edición fantasma con Tomás Rey.
Además de traductor y escritor mediocre, Guimerá trabajaba para el ministerio de Hacienda. Y la imprenta que realizaba la mayoría de los encargos para ese organismo era, como no, Tomás Rey. Como pruebas “circunstanciales” aportan los numerosos errores de traducción y erratas, “muestras de un trabajo apresurado” y que los tres ejemplos que encontraron de esa primera edición tuviera encuadernaciones diferentes. “Todos los indicios apuntan a que la obra fue un gol por la escuadra de Tomás Rey y Vicente Guimerá al equipo de Verne, Hetzel y Gaspar&Roig”, concluye el trabajo.

“Estas primeras ediciones [que encuadernaba uno mismo]”, sentencia el coleccionista Román, “han complicado mucho las cosas”.

Fuente:  http://www.yorokobu.es/extrano-caso-primera-edicion-mundial-20-000-leguas/

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