domingo, 27 de marzo de 2016

Aquelarre en la Universidad

La visita del médico. Luis Jiménez Aranda

 El abogado y bloguero alicantino denuncia la "infiltración" de la pseudociencia en la vida pública

No se anda con paños calientes y dice lo que piensa sin ambages. El abogado alicantino Fernando Frías, autodenominado escéptico (y friki), impartió el viernes una charla en Elche organizada por la Asociación para la Divulgación Científica de Elche (ADCElx) en la que, bajo el título Aquelarre en la universidad, bastante explícito por cierto, ha tratado de concienciar sobre «los numerosos casos» en los que las llamadas pseudociencias «se han colado» en organismos públicos, y en concreto, en las universidades. Un asunto de actualidad después de que la Universidad de Barcelona, la más prestigiosa de España, anunciara hace unas semanas que cancelaba su máster de homeopatía «por falta de base científica».

«Se trata de un sistema supuestamente terapéutico que se basa en dos ideas, que para curar una dolencia hay que producir síntomas parecidos y que cuanto más se diluya el remedio, más potente es». Así define Frías la cuestionada homeopatía, rama de la medicina alternativa creada hace más de dos siglos cuya efectividad no ha sido probada más allá del efecto placebo.

Además de la homeopatía, el también miembro de la ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, enumera otras pseudociencias como las «sectas terapéuticas», «la piramidología, o incluso «el absorcismo», como supuestas terapias que se han impartido en cursos universitarios, en colegios médicos y farmacéuticos. Desde su blog La lista de la vergüenza, asociado a Naukas, una de las mayores plataformas online de divulgación científica en español, Frías da cuenta de las titulaciones pseudocientíficas que imparten «muchas» universidades españolas. En este espacio ya denunciaba en 2010 que la Universidad de Barcelona estaba impartiendo un máster de homeopatía y, una vez que lo han retirado, sigue manifestando que esta institución académica, junto con la Autónoma de Barcelona «y con la bendición de los Colegios oficiales de Médicos y Enfermería», imparte su doble máster en medicina naturista y enfermería naturista, que también podría cancelarse de cara al año próximo, avanza, ya que de momento no están ofreciendo una nueva edición.

Estas últimas noticias, unida a otra también reciente de que el Colegio de Médicos de Barcelona ha decidido suprimir los cursos de homeopatía (pero mantienen la sección de colegiados homeópatas) «por no existir evidencia clínica», no son motivo suficiente para que Fernando Frías piense que la homeopatía tiene los días contados en nuestra sociedad. «No podemos decir que estamos ante el principio del fin, porque con 200 años de antigüedad sería mucho pedir, pero sí que nos encontramos ante un importante retroceso desde el punto de vista de los consumidores que empiezan a darse cuenta de que la homeopatía no hace nada», declara.

A su juicio, que la homeopatía tenga tanta presencia en la sociedad se debe a la «potente industria que hay detrás». Sólo así se explica que la directiva europea sobre medicamentos dictaminara por un lado que «se deben aportar pruebas de eficacia y evidencias de que el producto es eficaz y seguro para los consumidores», pero por otro se estableciera una excepción con la homeopatía «por las presiones de países como Francia o Bélgica donde tienen una importante industria que mueve mucho dinero».

Fernando Frías dio una charla el viernes titula 'Aquelarre en la universidad. M. L.
 Entonces, ¿por qué se pueden vender productos homeopáticos en las farmacias?, nos preguntamos. «Porque el ministerio de Sanidad hace la vista gorda sobre su comercialización», responde. «Hace un par de años se elaboró un borrador en el que el propio ministerio desconocía cuántos productos de una determinada categoría hay en el mercado, lo cual nos hace pensar que tampoco saben si son seguros o no», añade. «Aunque la mayoría de las veces son productos con concentraciones nulas o bajas, por lo que no suponen peligro», concreta este «activista» contrario a la pseudociencia.

El mayor peligro, prosigue Fernando Frías, se produce cuando se sustituye el medicamento «por esta clase de remedios», y cita como ejemplo el caso de Girona donde la policía halló el cuerpo sin vida de un niño en un domicilio cuyos padres habían estado tratando su asma con homeopatía.

Así con todo, el abogado alicantino entiende que el consumo de la homeopatía «muchas veces» obedece a situaciones de «desesperación, con creencias muy arraigadas». Más allá de sus similitudes con la religión, «que las tiene», este bloguero afirma que seguirá «al menos intentado implantar la idea de que hay que cuestionarse las creencias».



Fuente:  http://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2016/03/27/56f7a11c46163fd1308b4614.html

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