Una manifestación multitudinaria en contra de la política de asilo
de la canciller Angela Merkel recorre las calles de la capital alemana
Los asistentes sobrepasaron las expectativas de los organizadores y la contra-protesta fue menor de lo esperado
Los asistentes sobrepasaron las expectativas de los organizadores y la contra-protesta fue menor de lo esperado
Gran manifestación de la extrema derecha en Berlín con el lema "Merkel tiene que irse" Willi Effenberger / Berlín |
Banderas pre-constitucionales, eslóganes como "orgullo
blanco" en las camisetas y grupos abiertamente neonazis como la
'Kameradschaft Northeim' se han congregado este sábado en Berlín. Una
amalgama de miembros del partido de extrema derecha NPD, que en este
momento está siendo juzgado y podría ser prohibido por su ideología
nazi, así como hooligans y otros extremistas se han dado cita en la
estación central de la capital alemana. Con el lema "Merkel tiene que
irse" han reunido hasta 3.000 personas, una cifra que sería todo un
récord para un encuentro de estas características.
Hans, un activista del movimiento antifascista, asegura "desde el fin de
la Segunda Guerra Mundial no tenía lugar una manifestación con
ideología nacionalista tan numerosa en el centro de Berlín".
El pasado noviembre ya se pasearon 5.000 manifestantes
convocados por el partido de extrema derecha Alternativa por Alemania
(AfD), pero entre ellos también había numerosos "ciudadanos
preocupados", como se autodenominan. Gente que hasta ahora no estaba
politizada pero está disconforme con la política de asilo Merkel. En
esta ocasión, el partido se ha distanciado de este acto mediante una
nota en el Facebook de Frauke Petry, co-presidenta del partido y famosa
por su opinión de que las fronteras alemanas y europeas deberían ser
protegidas de los refugiados incluso disparándoles. Petry recordó a sus
seguidores en su cuenta de la red social que sería contraproducente para
el partido participar de la manifestación por si se producían actos
violentos. Así que, en teoría, solo ha asistido el núcleo duro.
Manifestante con ropa de la marca Thor Steinar, que se relaciona con la extrema derecha y los neonazis, durante la manifestación "Merkel tiene que irse" Willi Effenberger / Berlín |
Las elecciones de hoy en Alemania serán la segunda
señal de alarma que, de forma consecutiva, se enciende para la canciller
Ángela Merkel. Los votantes de los estados de Baden-Wurtemberg, Sajonia
Baja y Renania-Palatinado darán al partido antiislam y antimigración
AfD entre un 8 y un 18% de sus votos, según los últimos sondeos. Si las
encuestas se cumplieran, pasaría a estar presente en los parlamentos de
uno de cada dos estados. Ahora que es posible que el partido NPD sea
prohibido, muchos de sus miembros ya planean pasarse al AfD, como
demostró una investigación realizada por la televisión pública ARD.
Ni el NPD ni los partidarios del movimiento PEGIDA (los Patriotas
Europeos contra la Islamización de Occidente) ven a la prensa con buenos
ojos. En la marcha ultraderechista de este sábado los manifestantes han
comenzado a insultar a un equipo de televisión, a los que gritaron
"mentirosos".
Los ataques a la prensa se repiten, además de en Dresden (donde comenzó y
se mantiene el movimiento PEGIDA), en el resto de ciudades alemanas.
Los manifestantes atacan sin tapujos a los periodistas, les rompen la
cámara, los escupen y los empujan en este tipo de manifestaciones. Las
redacciones reciben amenazas de muerte y todo tipo de mensajes
intimidatorios. Lo que comenzó como hostigamientos contra periodistas de
izquierda, ha pasado a ser un problema que afecta a las principales
figuras periodísticas de Alemania, como Dunja Hayali o Anja Reschke
Un hombre con una bandera preconstitucional en una manifestación de la extrema derecha en Berlín Carmela Negrete / Berlín |
Dentro de los críticos mas radicales contra Merkel
también hay inmigrantes y la extrema derecha los ha abrazado
transformando su ideología en los últimos tiempos. Como el paquistaní
Zahid Khan, que opina que "el islam es el punto máximo de la
manifestación de la obra de satán" y ha escrito un libro explicando el
porqué detalladamente. Los "inmigrantes criminales" son el objetivo de
los racistas, no los refugiados de guerra, aseguraron los manifestantes
en Berlín. Pero están de acuerdo en "cerrar las fronteras de una vez".
Desde los altavoces se difundían ideas como la siguiente: "Todos los
países deberían poner palacios de oro a los alemanes allá donde van, por
todo lo que han hecho por la humanidad". O "Alemania es una gran nación
y nosotros somos su pueblo". O también "Alemania es una empresa y
continúa en guerra porque nunca se firmaron tratados de paz".
Pancarta del grupo neonazi "Kameradschaft Northeim" en la manifestación "Merkel tiene que irse" Carmela Negrete / Berlín |
En contra de la protesta se han movilizado un amplio
espectro de la sociedad civil alemana, desde el partido de la canciller
Merkel (CDU) hasta los sindicatos (DGB), la izquierda (Die Linke) y los
verdes (Die Grüne). Pero al contrario de la extrema derecha, su
convocatoria no ha sido seguida por un número elevado de personas, como
suele suceder siempre que tiene lugar una manifestación neonazi.
En varios puntos, algunas personas se concentraron para gritar a los
racistas que no tienen lugar en esta ciudad. La policía los separó de
tal modo que casi no llegaron a escucharse mutuamente la ristra de
insultos que se gritaron unos a otros. Todo el centro de Berlín quedó
durante la marcha paralizado: desde la Puerta de Brandenburgo, a la
estación central y la plaza de Alexander.
Manifestante perteneciente al grupo de los "rusos alemanes" con una camiseta con la inscripción "Merkel tiene que irse" durante la manifestación Carmela Negrete / Berlín |
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