Los alumnos escuchan a su maestro durante una clase | EFE |
‘Ducharse en lugar de bañarse para ahorrar agua’,
‘reciclar la basura para no contaminar el planeta’ o ‘usar menos
plásticos porque tardan mucho en desaparecer’. En la escuela de primaria
Down Hall de Essex, en Inglaterra, incluso los alumnos más pequeños,
los de 4 y 5 años, tienen respuestas a qué es la crisis climática y cómo pueden hacerle frente.
Y no porque lo hayan oído en casa o en la tele de refilón: se lo ha
explicado su ‘seño’, Bec Wakefield, la primera profesora de cambio
climático de Reino Unido acreditada por Naciones Unidas.
Eso es lo que, después de 23 años dando clase, llevó a Bec a seguir el curso online y gratuito que acredita a los profesores de cambio climático creado por el departamento de aprendizaje de la ONU y Harwood Education, una empresa que lleva años desarrollando nuevos métodos de enseñanza.
Aunque antes ya habían abordado el tema en profundidad
en clase, Bec cuenta que ahora se siente “mucho más segura al hablar y
compartir información relevante con ellos” y explica que “podemos tener discusiones más profundas porque puedo aportar más argumentos cuando respondo a sus dudas”.
Por supuesto, de nada sirve la teoría si no se pone en
práctica y basta con preguntarle para que relate orgullosa cómo afrontan
sus alumnos el problema: “Han creado una estación de reciclaje en la
escuela donde pueden traer bolígrafos, gafas, zapatos, pilas o bolsas de
patatas; compostamos nuestra merienda; tenemos nuestros propios pollos y
cuidándolos han entendido qué es la sostenibilidad…”. En definitiva:
“han aprendido que ellos pueden liderar el cambio”, asegura.
Un profe de cambio climático en cada escuela
Jamie Driscoll piensa como Bec, por eso la primera medida que tomó cuando fue nombrado alcalde de North of Tyne el pasado mes de mayo fue declarar la emergencia climática. Tres meses después ya ha dado muestras de que no piensa quedarse ahí: “Necesitamos actuar con urgencia para hacer frente al cambio climático pero hacerlo de manera sostenible y eso requiere que nuestros hijos estén mejor informados de lo que lo estuvimos nosotros”, explica Driscoll a Público.
Por eso ha conseguido convertir a esta región al
noreste de Inglaterra en la primera del mundo que contará con al menos
un profesor de Cambio Climático acreditado por la ONU en cada colegio y
espera que muchos otros sigan sus pasos: “Necesitamos que todo el mundo
comprenda la urgencia de la crisis climática porque aunque los gobiernos de todo el mundo se movilizaran, nuestros hijos ya vivirán en un entorno más frágil”.
Con esta medida, North of Tyne contribuirá
notablemente a que se incremente el número de profesores acreditados.
Hasta el momento hay cerca de un centenar, la mayoría en Reino Unido
pero también en Panamá, Serbia, Ghana o Taiwan. Ninguno en España,
aunque ya los hay interesados: “me parece fundamental porque todavía hay
mucha falta de concienciación”, nos cuenta Lara Bardasano, profesora de
Biología y Geología en el colegio Nervión de Madrid. “Los chavales
preguntan por Greta (Thunberg) y oyen cosas pero no saben y no siempre
se da pie a abrir el debate; el cambio climático entra dentro del temario de medio ambiente, que es el que menos peso tiene”, explica.
Y eso a pasar de que son los propios estudiantes los
que están reclamando más información. En Reino Unido, un grupo de ellos
puso en marcha hace unos meses una petición para que la crisis climática forme parte del currículo escolar y ya han conseguido más de 80.000 firmas.
“Sensibilizar, no atemorizar”
Pero no todo vale. Driscoll defiende la formación acreditada por Naciones Unidas en sus colegios porque “significa que los profesores van a tener la información más precisa y van a conocer los métodos más adecuados para comunicarla de manera atractiva”. Eso implica tener en cuenta factores como, por ejemplo, la edad de los alumnos porque, como explica el psicólogo Tomás Navarro; “Sin duda tenemos que hablarles de ello, pero sin generar ansiedad sino esperanza. Si les bloqueas, no sirve de nada”.
Quien siga la serie de HBO Big Little Lies sabe
a qué se refiere: un episodio que ha generado debate en Estados Unidos.
En él una de las protagonistas discute con el director del colegio de
su hija sobre lo inapropiado de hablar a niños de 8 años de la crisis
climática después de que a su hija le diera un ataque de ansiedad en
clase y la psicóloga le haya dicho que se debió a que la pequeña ‘está
preocupada por el fin del planeta porque en clase han estado hablando
del cambio climático y cree que estamos condenados’. Por eso Navarro
insiste: “el objetivo es sensibilizar, no atemorizar. Hay que darles algo que hacer para que estén tranquilos sabiendo que contribuyen a un mundo mejor”.
Bec lo confirma, cuando en clase abordaron el mismo
tema que en la serie -la importancia de no desperdiciar el agua- la
respuesta de los alumnos fue muy distinta: “Hablamos de que cerrando el
grifo al cepillarse los dientes se pueden ahorrar 18 vasos de agua y
algunos de los niños han venido repetidamente a decirme que lo están
haciendo; una niña incluso está calculando cuánta agua lleva ahorrada”.
Ella no ha tenido nunca ningún problema con los padres de sus alumnos, más bien todo lo contrario: “se han mostrado muy positivos y nos comentan cómo sus hijos les dicen que hay que apagar las luces o tirar las cosas a la papelera”.
Fuente: https://www.publico.es/sociedad/crisis-climatica-mi-profe-cambio-climatico-dicho.html?utm_source=twitter&utm_medium=social&utm_campaign=publico
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