sábado, 3 de agosto de 2019

Arde el Ártico

La ola de calor alcanza Groenlandia, donde se llega a los 34ºC, con deshielos récord


Calor, fuego y deshielo galopantes. Son las tres palabras que mejor describen la particular situación que viven este verano las regiones árticas, que también están sufriendo episodios de altísimas e inusitadas temperaturas. Los países y regiones ribereñas del océano ártico (particularmente Alaska, Canadá, Siberia, Groenlandia y sus aguas oceánicas) registran un calentamiento mucho más acusado que el resto del planeta. Y lo que sucede este verano es una evidencia más.

Las temperaturas en las regiones árticas se han disparado este verano y han provocado condiciones muy favorables para los incendios forestales. En paralelo, el ritmo de los deshielos en todo el círculo polar ártico se ha acelerado y marca niveles similares a los del 2012, el año con más deshielos.

 Cuando uno piensa en Groenlandia, probablemente le vienen a la mente imágenes de un paisaje helado, áspero e inhóspito, y no un paisaje de hielo lleno de estanques y arroyos transformados en ríos furiosos. Pero esta es la imagen actual que ofrece esta gran isla, a la que ha llegado de lleno la ola de calor que afectó a Europa la semana pasada. La consecuencia es un derretimiento de su plataforma helada sobre tierra, que podría alcanzar sus mínimos históricos. La temperatura en la estación Summit Cap (el punto más alto de Groenlandia, y donde rara vez se superan los 0 ºC) ha registrado 34ºC, con lo que rebasó el récord del año 2012 “tanto en magnitud como en duración”, según Christopher Shuman, un glaciólogo de la Universidad de Maryland (EE.UU.) y del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA.

Fuego. Esta imagen del 23 de julio muestra cómo las regiones árticas de Alaska y Canadá registraban más de 100 incendios forestales, visibles como puntos amarillentos
Fuego. Esta imagen del 23 de julio muestra cómo las regiones árticas de Alaska y Canadá registraban más de 100 incendios forestales, visibles como puntos amarillentos (Ho / AFP)
 Groenlandia ya experimentó un intenso episodio de deshielo entre los días 11 y 20 de junio. El 31 de julio fue el día con un derretimiento más grande (desde al menos el año 2012). El 60% de la capa de hielo perdió al menos 1 milímetro mientras que se vertieron en el océano más de 10.000 millones de toneladas de hielo, según los datos del Portal Polar, un sitio web administrado por instituciones danesas de investigación polar y el Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo.

Así, desde el 1 de junio, la capa de hielo ha perdido un total de 240.000 millones de toneladas, una cifra muy cercana a la registrada al acabar el año 2012 (290.000 millones de toneladas).
“El deshielo podría batir el récord de 2012, ya que se prevé que se mantengan las temperaturas templadas y que la temporada de deshielo dure hasta finales de agosto. Entonces sabremos cuáles son las cifras definitivas de la temporada”, ha explicado la climatóloga del servicio meteorológico danés Ruth Mottram a Euronews.

Las consecuencias son un enorme vertido de agua dulce y fría sobre el Atlántico Norte, que puede alterar las corrientes oceánicas y hará subir el nivel del mar. Durante un año como 2012 o 2019, el agua producida por la capa de hielo de Groenlandia aporta más de 1 milímetro a los niveles globales del mar, según Jason Box, profesor y climatólogo en el Servicio Geológico de Dinamarca y Groenlandia.

Otras regiones del círculo polar ártico también se han visto afectadas por las altas temperaturas. Los termómetros han marcado registros hasta 10 grados más de lo normal para estas fechas.

Anchorage, la ciudad más poblada de Alaska, sufrió una insólita ola de calor el 4 de julio, cuando el mercurio registró 32ºC y superó el anterior récord (29,4ºC). Las localidades de Kenai, Palmer y King Salmon, también en Alaska, sufrieron situaciones parecidas (más de 30ºC). “Estas temperaturas tan elevadas son altamente inusuales, pero no inesperadas”, declara a este diario Michael Sparrow, científico principal del programa mundial de Investigación del clima de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). “Conforme la Tierra se calienta a causa del cambio climático, las temperaturas extremas se vuelven cada vez más probables”, explica.

Estos episodios cálidos han propiciado además grandes incendios forestales en algunas de estas regiones árticas, incluida Groenlandia. Los incendios forestales declarados en Siberia hasta el 29 de julio han afectado a una superficie de 33.200 km2, según la Administración rusa. En total, se han registrado 745 focos activos, que han provocado un daño ecológico ingente. El humo fue claramente visible desde el espacio.

“No es raro que haya incendios en regiones árticas en verano”, declara a este diario Mark Parrington, experto del servicio de vigilancia atmosférica de Copernicus. “Lo inusual es la latitud y la intensidad de estos últimos, así como su duración”, sentencia. Las emisiones de CO2provocadas por los incendios forestales declarados en el círculo polar ártico ascendieron a 75,5 millones de toneladas, un valor comparable a las emisiones anuales por la quema de combustibles fósiles en Colombia en el 2017.

 Al quemar vegetación, los incendios forestales también reducen la capacidad de la biosfera para absorber dióxido de carbono. Si se quiere luchar contra el cambio climático, es preciso aumentar esa capacidad”, dice Oksana Tarasova, experta de la OMM. Todo ello ha comportado una reducción importante del hielo marino en el Ártico. En julio, la superficie de este hielo marino se situó en el mismo nivel que en el 2012, año en que tuvo la menor extensión desde que se hacen registros por satélite (1979), según el Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve de la Universidad de Boulder en Colorado (EE.UU.).

Las elevadas temperaturas son una constante este año. Julio, al menos, igualó, si no superó, el mes más caluroso desde que se iniciaron los registros a mediados del siglo XIX, según los nuevos datos de la OMM. El hecho se produce después de que el mes de junio también batiera su propio récord de temperaturas más altas. La OMM espera que el 2019 sea uno de los cinco años más cálidos registrados y que el periodo 2015-2019 se convierta en el más caluroso en comparación con quinquenios anteriores. “Se está acabando el tiempo para manejar aumentos peligrosos de temperatura con múltiples impactos en nuestro planeta”, dijo Petteri Taalas, secretario general de la OMM.

Los datos son particularmente significativos porque el año 2019, a diferencia del 2016, no ha estado marcado por un fuerte El Niño, un fenómeno consistente en un fuerte calentamiento de las aguas del Pacífico tropical con impacto en todo el mundo.

“Sólo este año, hemos visto que se batían récords de temperatura desde Nueva Delhi hasta Anchorage, desde París hasta Santiago, desde Adelaida y hasta el Círculo Polar Ártico. Si no tomamos medidas sobre el cambio climático ahora, estos eventos climáticos extremos se convertirán sólo en la punta del iceberg”, añadió António Guterres, secretario general de la ONU.

Bélgica, Alemania, Luxemburgo, los Países Bajos y el Reino Unido tuvieron el día 25 de julio las temperaturas más altas de su historia (desde que se hacen registros). París registró el 25 de julio su día más caluroso, con una temperatura de 42,6 °C. Es una temperatura típica del mes de julio en Bagdad.

Ríos.El caudal de los hielos derretidos fluye en el fiordo cerca de Kangerlussaq, al oeste de Groenlandia (izquierda), antes de que entre en agujeros que conducen al mar
Ríos.El caudal de los hielos derretidos fluye en el fiordo cerca de Kangerlussaq, al oeste de Groenlandia (izquierda), antes de que entre en agujeros que conducen al mar (Caspar Haarløv / AP)
“Estas intensas y extendidas olas de calor llevan la firma del cambio climático provocado por el hombre. Todo esto es coherente con el hallazgo científico que muestra evidencias de sucesos meteorológicos más frecuentes, prolongados e intensos a medida que las concentraciones de gases de efecto invernadero conducen a un aumento de las temperaturas mundiales”, señala Johannes Cullmann, director del departamento de Clima y Agua de la OMM.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/natural/20190803/463819752847/cambio-climatico-groenlandia-ola-calor-deshielo-artico-incendios.html

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