La movilización se ha celebrado entre Hendaya e Irún sin ningún tipo de incidente y los chalecos amarillos han tenido un gran protagonismo
"La contracumbre llama a destrozar el capitalismo mientras cuidan los bancos con voluntarios. La incoherencia es ésa"
"La contracumbre llama a destrozar el capitalismo mientras cuidan los bancos con voluntarios. La incoherencia es ésa"
Manifestación contra el G7 entre Hendaya e Irún EFE |
Poco antes de que el reloj marcara las once de la mañana,
en un parque cercano al puerto de Hendaya, decenas, cientos, miles de
personas -más de 10.000, según la organización- se han congregado para
iniciar una gran manifestación internacional hasta Irún, al otro lado de
la frontera hispanofrancesa. Ha sido el gran acto final de la
contracumbre ante el G7 que se celebra desde este sábado en la cercana
localidad vascofrancesa de Biarritz y que ha acarrerado un impresionante
operativo policial.
De manera festiva y pacífica, han convergido
durante tres kilómetros decenas, cientos, miles de reivindicaciones
diferentes unidas contra las "desigualdades", en clara alusión al lema
oficial de la cumbre.
Muchos
de ellos eran 'gillet jaunes', los chalecos amarillos que en los
últimos meses han tomado las calles de Francia. Antes de la
manifestación, un grupo abundante de ellos, con su característica prenda
puesta y con monigotes con las caras de los siete líderes reunidos
desde este sábado en la cercana Biarritz, cantaban en francés 'On ne
lâche rien', todo un himno reivindicativo.
Uno de ellos era Juan Pedro, que cubría el recorrido en
bicicleta. En su caso, es un activista que ha llegado a Hendaya desde el
Pirineo central. "Yo soy chaleco amarillo. Es un movimiento muy popular
que ha nacido y se ha expandido. No hay personas militantes, sólo la
lucha del pueblo", reseña orgulloso y reclamando el fin de un túnel bajo
el Pirineo para unir España y Francia. Al otro lado de la muga lo que
genera oposición son las infraestructuras impulsadas por el Gobierno
vasco y algunos presentes han pegado carteles para anunciar una
movilización contra la consejera Arantxa Tapia.
Cerca
del lugar de la conversación con Juan Pedro, en una recoleta playa
junto a la bahía del Txingudi, repleta de pequeños veleros varados,
Oxfam también ha querido representar su propio G7 con siete activistas
vestidos con cabezas caricaturizadas de Donald Trump, Emmanuel Macron,
Angela Merkel y el resto de líderes mundiales. Los 'dignatarios', en
bañador, hacían castillos de arena o jugaban a la pelota, que resultaba
ser un globo terráqueo. Según su portavoz, Robin Guittard, el objetivo
era ironizar sobre lo inservible de la cumbre: han venido a la bonita
ciudad balneario de vacaciones.
'Performance' de Oxfam en la playa ELDIARIONORTE.ES |
"Hemos puesto a
nuestros siete líderes del G7 como si estuvieran en la playa porque nos
dijeron hace un año que iban a hacer una cumbre para hablar de la crisis
y la desigualdad en el mundo pero lo que estamos viendo es que esta
cumbre probablemente no va a tomar las acciones necesarias para cambiar
el sistema económico, social y político que ha permitido que exista esta
crisis", explica el activista, que propone más impuestos a las
multinacionales y más inversión en educación, sanidad y cooperación.
Muchos manifestantes han clamado por la defensa de la
tierra con el Amazonas muy presente. "No hay planeta B", había escrito a
mano en una camiseta blanca uno de los manifestantes más jóvenes, que
rondaba los 10 años. Había también banderas feministas y en defensa de
los derechos LGTBI+. Sindicatos franceses como la CGT sectoriales
defendían sus luchas propias. Alguno pensaba en los problemas que causan
las casas de apuestas.
Dos personas llevaban también
banderas republicanas españolas. Formaban parte de un pequeño
contingente de miembros del PCE y de IU desplazados para la ocasión. Una
docena de ellos ha llegado desde La Rioja en un viaje de más de dos
horas. Entre ellas, Henar Moreno, portavoz parlamentaria. "Entendemos
que es el momento de estar aquí reivindicando que otra manera de hacer
política en el mundo es posible", ha explicado Moreno.
Otros
partidos como EH Bildu han secundado la movilización. 'ABC' ha
publicado la fotografía de David Pla, uno de los jefes de la extinta
ETA, con el líder de Sortu, Arkaitz Rodríguez. La izquierda abertzale ha
tratado de capitalizar la contracumbre del G7 para internacionalizar su
mensaje independentista y de apoyo a los presos de ETA, a los que ha
definido como "presos políticos".
Los derechos de los migrantes también han estado
presentes en la marcha, más en una comarca fronteriza en la que la
Policía francesa ha levantado estos años un verdadero muro para evitar
la entrada de extranjeros, lo que ha incluido 'devoluciones en
caliente'. Kepa Olaiz, de Ongi Etorri Errefuxiatuak, y sus colegas
vestían mantas cubrecadáveres y llevaban barcas hinchables para
denunciar las condiciones en que las personas de África cruzan a Europa.
"Están malgastando dinero en cosas como el G7 y aquí cada día los
migrantes pasan la frontera y no hay ni un local ni ningún recibimiento
oficial. Llevamos tiempo intentando que se tomen en serio estas
cuestiones", protestaba Olaiz. Otros reclamaban derechos para Palestina.
O para los congoleños. El "nadie es ilegal" era un consenso bastante
extendido.
Juan Pedro, un chaleco amarillo ELDIARIONORTE.ES |
La marcha ha terminado en Ficoba, el
recinto ferial de Irún. Debido al fuerte calor, los manifestantes han
buscado sombra y bebidas y la organización ha tenido que pedir más
dedicación para poner a la contracumbre internacional un broche dorado.
Más de 100 organizaciones han secundado una agenda de actividades que,
sin contar la manifestación, han reunido a unos 6.000 asistentes, según
un portavoz de la organización.
En un pequeño
escenario en el que se ha bailado un aurresku y un portavoz de los
chalecos amarillos ha gritado proclamas contra el Gobierno de Macron muy
aplaudidas por los presentes que comprendían francés. El manifiesto
final se ha leído en francés, castellano y euskara -hay también versión
en inglés ante la abundancia de medios de todo el mundo- y ha destacado
la importancia de "confluir" y "desarrollar cooperaciones múltiples a
partir de lo local" para "responder mejor" a retos globales. El texto
incluía un guiño al trabajo de los 'gillet jaunes' en Francia.
Sin Policía en Francia y sin incidentes
Aunque
se había especulado con que se produjeran incidentes -el ministro del
Interior español, Fernando Grande-Marlaska, había aludido a posibles
"infiltrados" y Francia había realizado operaciones preventivas en los
días previos-, la marcha se ha desarrollado en un ambiente festivo, con
música 'reggae' en ocasiones y cánticos anticapitalistas en otros
momentos. La abundante presencia de la Policía francesa en la zona se ha
apartado del curso de la marcha y, salvo un helicóptero, los
antidisturbios han parecido estar escondidos en las calles de Hendaya.
Protesta en defensa de los derechos de los migrantes ELDIARIONORTE.ES |
La
ciudad, eso sí, parecía estar esperando esos mismos disturbios ya que
casi todos los comercios estaban cerrados e incluso con sus cristaleras
protegidas con tablones de madera. Había muy pocos vecinos paseando y el
tráfico era casi inexistente. Unos de los pocos que se han cruzado con
la manifestación han sido un matrimonio de Vitoria y sus hijas, que
estrenaban vacaciones en la costa vasca como dejaban entrever sus
maletas. "Trump no nos va a fastidiar el plan", comentaba el padre. La
gran masa sólo se ha detenido al pasar por una calle con varias oficinas
bancarias e inmobiliarias. Dos hombres, armados de una plantilla y un
'spray', han realizado pintadas en las paredes.
En
general, la organización ha dispuesto a decenas de personas
-identificables por llevar un brazalete verde- para velar por la
seguridad. Muchos de los voluntarios se han apostado en los puntos que
podían ser más críticos, como esa zona de bancos o la estación de
Hendaya, conocida por ser la del encuentro histórico entre Franco y
Hitler y que estaba empapelada con carteles anarquistas contra el
fascismo. "La contracumbre llama a destrozar el capitalismo mientras
cuidan los bancos con voluntarios. La incoherencia es ésa", razonaba uno
de los manifestantes.
Así las cosas, las primeras
dotaciones visibles han sido las de las furgonetas de la Brigada Móvil
de la Ertzaintza estacionadas junto a la frontera hispanofrancesa.
Algunos manifestantes les han saludado con silbidos y gritos de
'A.C.A.B.', pero en ningún momento ha habido tensión. La Policía vasca
ha usado también un dron que ha llamado la atención de los presentes.
Las Fuerzas de Seguridad del Estado han sido movilizadas pero no se han
dejado ver en ningún momento.
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