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Aunque su papel en Bonanza era el
 de vaquero hombre bruto y bonachón, como actor Bocker era el miembro 
del cartel de la serie que tenía más educación. Había recibido formación
 en el mundo del teatro, era un erudito de Shakespeare 
además de haber sido profesor de Historia de sexto grado (alumnos de 
once años). Meterse en la piel de Hoss para una serie de televisión de 
aventuras en un rancho del oeste reconoció que le llevó dos años 
enteros. Un tiempo en el que él y Hoss fueron la misma persona hasta que
 por fin, cuando aprendió a interpretarlo, se separó de él.
En la misma sintonía de firmeza iban sus posiciones políticos. En una entrevista
 en 1965 dijo que veía que había un "renacer" del compromiso político en
 el gremio de los actores. En su caso, opinaba porque consideraba que no
 por ser actor iba a tener que esconder sus puntos de vista, que valían 
los mismos que los de los demás. Cómo han cambiado las cosas, ahora es 
al revés.
Reconoció que Hoss era un 
granjero, como él, compartían origen, pero subrayó que ambos eran 
"personas felices y demócratas". Especificó que en aquella época, en la 
que transcurre Bonanza, la política era distinta, pero que 
estaba seguro de que Hoss era un hombre liberal y progresista, 
fundamentalmente porque era feliz, ya que la gente que está amargada es 
la que es reaccionaria.
Blocker siempre
 pensó así no se unió a una moda. A principios de los 60, en Jackson, 
Misisipi, tuvo que ir a aparecer en un evento promocional junto a Lorne Green y Michael Landon, pero al ver que la audiencia estaba segregada racialmente, se negaron a aparecer. Erle Johnston,
 director ejecutivo de la Sovereignty Commission, un organismo que 
luchaba en contra de la integración racial, presionó a General Motors, 
patrocinadora de Bonanza, para que retirase el sponsor. También
 intentó que la WLBT, la cadena que emitía la serie de NBC en Misisipi, 
la cancelara. Blocker asumía riesgos poniendo sus principios por 
delante.
 En la aludida entrevista también manifestó su apoyo al presidente Lyndon B. Johnson.
 Explicó que lo consideraba un deber moral, una obligación y un derecho 
como ciudadano apoyarlo que creía más justo, quería que Estados Unidos 
fuese una tierra como la que él amó de niño. No obstante, en pocos años 
sus puntos de vista cambiaron completamente, hasta el punto de, como se 
ha dicho, sacar a sus hijos del país para darles un futuro educativo 
mejor.
En la aludida entrevista también manifestó su apoyo al presidente Lyndon B. Johnson.
 Explicó que lo consideraba un deber moral, una obligación y un derecho 
como ciudadano apoyarlo que creía más justo, quería que Estados Unidos 
fuese una tierra como la que él amó de niño. No obstante, en pocos años 
sus puntos de vista cambiaron completamente, hasta el punto de, como se 
ha dicho, sacar a sus hijos del país para darles un futuro educativo 
mejor.
Hay vídeos en los archivos en 
los que se ve que Blocker siguió defendiendo a Johnson incluso con la 
guerra de Vietnam avanzada. Es en este
 spot en el que anuncia bonos del estado para apoyar a los soldados en 
la guerra y al presidente. Incluso llegó a viajar al frente con Lorne Greene a visitar a las tropas, pero en 1970 sus puntos de vista habían cambiado completamente.
Pero
 sus opiniones sobre la guerra del actor había que tomarlas con cierta 
autoridad. Él había estado en la guerra combatiendo. Le tocó ir a Corea y
 estuvo en el frente. Como sargento, recibió la condecoración de un 
Corazón Púrpura por resistir un avance de las tropas chinas y 
norcoreanas para proteger a un soldado de su unidad que había sido 
herido y que, finalmente, murió por la gravedad de las heridas.
Su biografía es divergente a la del cowboy por excelencia de las pantallas estadounidenses, John Wayne. Blocker fue a la guerra, era demócrata, pacifista y apoyó a Hubert Humphrey, candidato demócrata a las elecciones en 1968 contra Richard Nixon, mientras que John Wayne no fue a la guerra cuando le tocó a los de su generación, fue republicano, apoyó la guerra de Vietnam y a Nixon.
Aun hay más, Stanley Kubrick quiso a John Wayne para ¿Teléfono rojo?, volamos hacia Moscú, quien rechazó el papel. Y luego se lo ofreció a Backer, el otro gran cowboy americano, que tampoco quiso interpretarlo.
Eso
 no quiere decir que eludiera saltar al cine en un país donde, por 
aquellos años, las carreras de sus actores debían centrarse en el 
celuloide o en la televisión, pero nunca en ambas a la vez. Robert Altman, que había dirigido capítulos de Bonanza
 -la serie tuvo 438- hizo gran amistad con Backer, lo cual no es de 
extrañar a tenor del perfil humano y cultural de ambos. Cuando Altman 
estaba preparando Un largo adiós quiso contar con él, pero le 
sorprendió su muerte. Su papel vacante le sirvió para debutar a un actor
 que luego llegaría lejos, en el cine y en la política, Arnold Schwarzenegger.
Blocker
 murió por una complicación en una operación rutinaria de la vesícula. 
Por primera vez en la historia de la televisión, su muerte en la vida 
real se llevó a su personaje en la ficción, Hoss. El siguiente capítulo 
de Bonanza que tenía que rodar era uno que daba cuenta del 
legendario machismo de la serie, las mujeres entraban y salían del 
argumento, pero nunca se quedaban. Era uno en el que Hoss se iba a 
casar, pero mataban a su esposa. Hubiera sido su capítulo 416. Sin él, 
la serie fue cambiada de día y desapareció al poco tiempo. Era el 
personaje más popular, sobre todo para los niños.
Hay
 un detalle muy curioso que resume su trayectoria y los tiempos en los 
que vivió. Estaba estudiando un doctorado en la Universidad de 
California cuando volvió de la guerra. Ese era su objetivo, pero 
atravesaba problemas económicos. Cuando no pudo sufragárselo, tuvo que 
empezar a actuar en televisión. El trabajo que le dio Bonanza, 
le impidió sacar horas para seguir estudiando y lo tuvo que dejar. Pero 
su talento de lector voraz siguió ahí, podía memorizar, contó Las Vegas 
Sun, cinco páginas de una sola lectura.

 
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