Así lo cuenta el historiador Richard F. Steele en An Illustrated History of the Big Bend Country y también el periodista Charley Eckhardt e Inc, el American Bussines Magazine. Los colonos de Texas, Nuevo México, Luisiana, Misisipi y las Great Plains (Grandes
Llanuras) desarrollaron un sistema de nodos y redes telefónicas que
anticipaban sutilmente el tejido orgánico de las redes P2P actuales. Y
todo al margen de la ley y la industria. El mejor ejemplo de la
revolución rural de la asociación cooperativa.
Levantando tendido telefónico convencional en Oregón Flickr / Free Commons |
Para ello se aprovecharon de otra ventaja. El popular alambre de espino —o Barbed Wire— era otra patente de la época inventada por Joseph Glidden
y que se popularizaría un poco antes que el teléfono de Meucci y Bell,
convirtiéndose en un estándar muy barato y exitoso para la contención
del ganado. Esta normalización industrial de las alambradas facilitaba
la conexión con los vecinos, muchos de los cuáles compartían gastos de
instalación al separar fincas colindantes. Así se creaban grandes
entramados de cooperativas de alambradas conectadas. Solo hacía falta
meterles una tensión eléctrica adecuada.
Publicidad de la época del 'Barb wire' www.collectorsweekly.com |
Una vez conocido el funcionamiento de la telefonía inventada por Antonio Meucci los granjeros de estas cooperativas copiaron el sistema. Inyectando un flujo de corriente en las Barbed Wire
de su propiedad generaban un circuito cuyas variaciones de resistencia
se transmitían por el mismo. El micrófono de cada terminal era el
encargado de modificar esta resistencia y, por lo tanto, la intensidad
de la corriente que al final se convertía en sonido en cada altavoz.
Para evitar los cortocircuitos y los problemas con la lluvia utilizaban
cuellos de botellas de vidrio, mazorcas de maíz o trozos de bota que
aislaban los cables de tierra.
Anuncio publicado en un diario local de Indianápolis en 1902:
Línea
telefónica de agricultores. Los agricultores de las cercanías de
Oaklandon han organizado una compañía de teléfonos y elegido a los
siguientes oficiales: Presidente, William Hamilton; secretario, John
Sellers; tesorero, Sirus Stoner. Tienen seis millas de la línea
completa, y están sirviendo a unas veinte familias. Han hecho conexión
con las líneas de la compañía S. Morrison en Oaklandon.
Anuncio de cooperativa telefónica en prensa http://oaklandon.deburger.com |
Cuando se liberó la patente de Bell en 1890, se podía comprar un terminal por catálogo en Sears, Roebuck y Montgomery Ward
sin necesidad de conectarte a sus redes ni pagar por ellas. El kit
costaba 25$ de la época e incluía el terminal y dos baterías de celda
seca. Bastaba entonces conectar el teléfono con mordazas metálicas a la
alambrada electrificada y a tierra. Para salvar la distancia entre
algunas fincas las cooperativas fabricaban cables que pagaban entre
todos.
Al no haber centralita todos los teléfonos de
cada red sonaban al mismo tiempo. Normalmente no había más de 20 o 30
granjeros en cada nodo pero los nodos podían conectarse entre sí con las
redes convencionales. Para distinguir a cada receptor los propietarios
tenían asignado cada uno un tono largo, dos tonos, un tono corto, etc...
de tal forma que sólo descolgaba el interesado.
Por
ejemplo. Si sonaba un determinado número de tonos sabías que al
descolgar podías oír el boletín de las noticias de la radio que tenía un
compañero o te leían los titulares de un periódico del vecino. También
te podían anticipar el parte meteorológico que se te avecinaba o las
cuitas del primo de tu vecino. Así debían ser los memes del viejo Oeste.
Pero no solo eso, los mensajeros a caballo para llamar al médico o a
las autoridades en caso de incendio o urgencia desaparecieron con la
implantación de estas pequeñas redes.
El verdadero
problema de esta arcaica red social cooperativa era que, al final, no
existía una verdadera privacidad y no sabías si cualquiera de los
miembros podía estar escuchando tu conversación con determinado vecino.
Los chismes eran 'vox populi' y la red se usaba también para propagar y difundir rumores interesados. Como una comunidad de vecinos con WhatsApp ¿Os suena?
El magneto de Bell AtlasObscura |
Cuenta la escritora Laura V. Hamner en su "Light 'n Hitch: A Collection of Historical Writing Depicting Life on the High Plains,"
que el sistema supuso también la emancipación del colectivo de mujeres
de las grandes llanuras, al poder mitigar su soledad con las charlas y
el apoyo mutuo mientras sus maridos atendían el ganado.
Los colonos que organizaban estas pequeñas redes
telefónicas eran grupos de ganaderos aislados de las redes de telefonía
principal al sur de Estados Unidos y que no entraban en la
infraestructura general porque no interesaban económicamente a los
empresarios. Instalar los postes para llegar a las zonas rurales era muy
caro y las copperativas aprendieron a autogestionarse. Algunas de sus
redes siguieron usándose hasta entrados los 70 del siglo XX. Un
mecanismo de autodefensa de grupos de ciudadanos contra el sistema
capitalista que resolvían con ingenio y coordinación las necesidades de
conexión de los más desfavorecidos. Esto también nos suena.
La
economía colaborativa ha existido siempre, y más en situaciones de
necesidad. Para ahorrarse la instalación de las costosas líneas los
granjeros usaban su propia infraestructura para asociarse. Pero para no
permanecer en grupos aislados algunos granjeros más cerca de las
ciudades, a su vez, conectaban estos nodos con centralitas a la red
global. Un sistema que puede verse hoy en día en redes privadas
convencionales.
Thank you for sharing the image from the Unofficial Oaklandon website and linking back to us. I am glad you found it useful and entertaining.
ResponderEliminarThis is an interesting and well written article (at least as translated by google ;)
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