Murió de alcoholismo
envuelta en una manta
tendida en una tumbona
de un barco a vapor
Todos sus libros
de una soledad aterradora
sobre la crueldad
del amor solitario
es todo lo que queda
de ella.
Bastarían estos versos de Charles Bukowsky para definir a Carson McCullers y su escritura, entretejida de lo mismo que había conformado su vida: soledad, sufrimiento y pasión.
Lula Carson Smith quería se música, pero sus ambiciones se extinguieron ante los primeros avisos de un físico débil y enfermo, que constituirá siempre una maldición, un impedimento, un obstáculo que la acompañará siempre. Ya en su primera novela, El corazón es un cazador solitario (1940), revela cuáles serán los temas sobre los que girará su producción literaria: el aislamiento y la soledad profunda. En sus siguientes textos, encontraremos aquellos personajes marginados, fuera de lugar y desordenados, a veces también grotescos, como si el destino, para ella y los protagonistas de sus novelas, fuera el de una larga y sufrida soledad que compartir.
Casada con James Reeves McCullers en 1937, tras un proceso de divorcio que dura cinco años, comparte con él el alcoholismo, una bisexualidad complicada y una larga depresión. Su principal tormento es el cuerpo enfermo. Un cuerpo que queda paralizado en 1948, cuando, tras una serie de enfermedades,la golpea el primer ictus. Un segundo ictus en 1967, la deja en coma durante cuarenta y siete días antes de morir.
Alessandra Mauro
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