domingo, 26 de abril de 2015
EL GUERNICA
A pesar de sus considerables medidas, 381x782 cm, El Guernica de Pablo Picasso fue terminado en aproximadamente un mes. Se cree que los primeros dibujos relacionados con el cuadro datan del 1 de mayo de 1937, mientras se fecha su conclusión el 4 de junio. La obra constituyó un encargo oficial del gobierno de la República española al artista con vistas a ser exhibida como un gran mural de que presidiera el Pabellón Español de la Exposición Internacional de París de dicho año de 1937, la cual tenía previsto abrir sus puertas al público en mayo. Picasso aceptó el encargo en los primeros días de 1937, pero tardó en decidirse en la elección del tema concreto y ello explica el vértigo creativo con que tuvo que solventarlo, prácticamente en apenas poco más de un mes. El móvil súbitamente inspirador fue el asolador bombardeo de la villa vasca de Guernica, llevado a cabo principalmente por la aviación alemana de la Legión Cóndor el 26 de abril de 1937, durante la llamada campaña del Norte de la guerra civil española, iniciada el 18 de julio de 1936 con una sublevación militar contra el gobierno de la Segunda República española. En el momento del citado bombardeo, habían transcurrido, pues, nueve meses y una semana desde el inicio de la guerra civil, cuyo desarrollo estaba resultando particularmente cruento, no sólo por la lucha en los frentes de batalla. En todo caso, tanto desde un punto de vista miliar como político, habían acaecido, antes de la fatídica fecha del 26 de abril de 1937, toda suerte de hechos cuya carga ideológica, simbólica o emocional poseía una significación más que suficiente como para inspirar un cuadro como el demandado a Picasso. No obstante, fue el bombardeo de Guernica, cuyos pavorosos efectos fueron dándose a conocer en el mundo en los días inmediatamente posteriores al mismo, lo que conmocionó a la opinión pública internacional y al artista.
La causa de esta conmoción social a escala mundial que debida tanto a la magnitud del bombardeo aéreo y sus desvastadores efectos como, sobre todo, a la naturaleza del objetivo, una villa densamente habitada, de escaso interés estratégico y casi nula defensa. En cuanto a lo primero, la desvastación de la ciudad, queda reflejado en el número de víctimas mortales, que se cifra entre doscientos cincuenta y trescientos, cantidad muy considerable, principalmente si se tiene en cuenta que era el cinco por ciento del censo de la población, unos cinco mil habitantes.Los daños materiales fueron aún peores, ya que, según los informes más fiables al respecto, se destruyó por completo el setenta y uno por cieno de los edificios, quedando seriamente dañado otro siete por ciento, lo que supuso la destrucción de las tres cuartas partes del enclave urbano. Semejante aniquilamiento, comparado con otros posteriores de la segunda guerra mundial, sigue siendo uno de los más pavorosos, pero el efecto psicológico que causó en el momento de producirse, al ser el primero de esta clase de atentados contra poblaciones indefensas, no tiene parangón. Ésta es la razón por la que el bombardeo de Guernica se ha convertido en un símbolo inolvidable para la memoria del hombre contemporáneo, como también lo será el de Hiroshima, en este caso por el medio de destrucción nuclear empleado.
Dada la enorme repercusión internacional alcanzada por la masacre civil de Guernica, los responsables trataron de negar su participación en el hecho o desviar la atención del mismo, a través de todos los procedimientos a su alcance. En cualquier caso, cabe preguntarse por qué hicieron lo que hicieron. [...]. En esta villa estaba emplazada la histórica Casa de Juntas y el Santo Árbol, emblemas ambos de los derechos forales de Vizcaya, Con esto símbolos no se identificaban sólo los nacionalistas, sino el conjunto de la población vasca, incluyendo aquellos que, desde Navarra y Álava, se habían sumado al alzamiento franquista, pues, en tanto que tradicionalistas, defendían el régimen foral.[...]
En todo caso, es importante tener en cuenta la complejidad de factores en juego para tratar de explicarse lo ocurrido en Guernica. El hecho del bombardeo, si se sigue el diario de Von Richthofen , jefe del Estado Mayor de la Legión Cóndor y su responsable directo en la campaña del Norte, parece haber sido ideado por él, además de ejecutado básicamente por aviones alemanes, naturalmente con el conocimiento y aprobación de Franco. [...]
Es cierto que antes del bombardeo de Guernica, se habían detectado alarmantes síntomas en esa dirección como la destrucción de Durango o el ametrallamiento aéreo de la población fugitiva que escapaba de Málaga a comienzos del año 1937, pero nada dejó tan en claro las cosas como la brutal destrucción de la histórica villa vasca.
El Guernica
Francisco Calvo Serraller
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