En el comunicado, Hawking explicaba que tenía la intención de aceptar la invitación de asistir a la Conferencia Presidencial para dar su opinión sobre las posibilidades de un acuerdo de paz. Eso además le permitiría dar otra conferencia en Cisjordania. Sin embargo, cambió de opinión cuando recibió varios emails de profesores palestinos. Después dejaba caer una idea extremadamente perjudicial para los intereses del Gobierno de Netanyahu: "Si hubiera asistido, habría dejado clara mi opinión de que la política del actual Gobierno israelí conduce probablemente al desastre".
Son unas palabras muy alejadas del estilo habitual de los gobiernos europeos, habituados –como les ha ocurrido a Merkel y Sarkozy– a enfrentarse en privado a Netanyahu, pero que nunca se atreven a denunciar en público las consecuencias de la política del primer ministro israelí.
El presidente de la conferencia, Israel Maimón, reaccionó con el argumento de que "Israel es una democracia en la que todos los individuos son libres de expresar sus opiniones, no importa cuáles sean. La imposición de un boicot es incompatible con un diálogo abierto y democrático". Lo mismo dijo el embajador israelí en Londres, que acusó a Hawking de "rendirse a la presión de extremistas políticos".
Maimón se refiere al respeto a expresar opiniones diferentes, pero en realidad el Gobierno israelí o los principales grupos de la comunidad judía norteamericana no se han privado en denunciar distinciones concedidas en el pasado a intelectuales o nombramientos de profesores en universidades occidentales cuando beneficiaban a intelectuales conocidos por sus posiciones propalestinas.
Es lo que ocurrió en 2012 cuando el Ayuntamiento de Fráncfort concedió el premio Theodor W. Adorno a la filósofa norteamericana Judith Butler. El embajador israelí en Berlín reprochó la concesión del galardón a alguien que "ha pedido en varias ocasiones el boicot cultural y académico de Israel".
¿Cuál es la razón de que el físico haya puesto fin a sus visitas a Israel? Es posible que todo comenzara con el ataque masivo de Israel a Gaza en 2009, una operación militar contra Hamás que produjo un alto porcentaje de víctimas civiles y que Hawking criticó duramente. Por entonces, dijo a Al Jazeera: "La situación (en los territorios palestinos) es parecida a la de Suráfrica antes de 1990 y no puede continuar así".
No hay discusión sobre el conflicto israelí-palestino en que alguien no lance una acusación de doble rasero. Esta vez, y desde un blog progresista británico, James Bloodworth acusa a Hawking de no haberse preocupado tanto por los derechos humanos cuando visitó Irán en 2007 o China en 2006.
El movimiento BDS (por las iniciales de boicot, desinversión y sanciones) ha apoyado la decisión de Hawking con un artículo en el que detalla las cinco razones por las que Hawking "tiene razón al boicotear a Israel". Una de ellas:
"El boicot está firmemente basado en hechos bien documentados sobre la política israelí. El Departamento de Estado norteamericano se ha referido a la "discriminación institucional" que sufren los ciudadanos palestinos, mientras Human Rights Watch dice que "un sistema de dos clases" en Cisjordania. Teniendo en cuenta el control "discriminatorio" de la distribución del agua ( Amnistía Internacional) y la "transferencia forzada de la población local" ( Unión Europea), no es extraño que el Comité de Eliminación de la Discriminación Racial de la ONU haya declarado que Israel ha violado la prohibición de la segregación racial y el apartheid".
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