sábado, 25 de mayo de 2013

Corcoesto: Primer paso hacia la megaminería

¿Queremos que vuelva a abrir la vieja mina de oro?

Esto es lo que se preguntan los vecinos del municipio coruñense de Cabana de Bergantiños, tras más de un siglo desde que fue abandonada la explotación subterránea por los ingleses, que recogieron el oro que habían dejado atrás los romanos.

Boca de un pozo de la vieja mina de los ingleses.La mina se cerró en 1910 por falta de rentabilidad. La reciente revalorización del precio de los metales, ha convertido esta provincia tradicionalmente agrícola y ganadera, en un suculento pastel para la industria minera, que plantea la explotación de Corcoesto como un primer paso. Edgewater Exploration, empresa canadiense, ha solicitado un primer proyecto de 10 años, que ya tiene autorizada la Declaración de Impacto Ambiental.

Sin embargo el oro ya no resplandece como antaño en la comarca, y para su actual explotación, sería necesario realizar un agujero a cielo abierto que podría llegar a superar las 7.400ha. Superficie que se encuentra a tan solo 130m del Río del Anllóns, Lugar de Interes Comunitario (LIC), incluido dentro de la Red Natura 2000, y por lo tanto, protegido a nivel Europeo. (Foto 2). Además el filón no solo alberga oro, también arsenopirita, un metal que contiene arsénico. Un estudio del CSIC en colaboración con la Universidad de Vigo revela: “A pesar de que la ocurrencia de arsénico en la cuenca del Anllóns está asociada a los filones de arsenopiritas, su acumulación en los sedimentos fluviales puede considerarse una consecuencia directa de las actividades mineras y, por lo tanto, asignada a origen antropogénico. Su toxicidad para las poblaciones bentónicas y el elevado contenido de arsénico movilizable permiten considerar a este elemento como de elevada preocupación ambiental.” Por su parte, la Xunta de Galicia alega que el arsénico procedente de la mina es natural.
Estuario del rio Anllons
Esteiro do río Anllóns
Para realizar la explotación hay que machacar toneladas de piedra, y someterlas al proceso químico del cianuro de sodio. La obtención de 30 toneladas de oro, también dejará 89 millones de metros cúbicos de estériles de mina, casi el 80% del volumen del lago de Sanabria, dos balsas con el equivalente a 4.400 piscinas olímpicas de lodos contaminados. Una, con residuos de flotación, que incluye la arsenopirita; otra, con residuos de lixiviación, que contiene restos de cianuro de sodio. Una escombrera, que estará situada en una parroquia del colindante ayuntamiento de Coristanco, cuyos vecinos están en pie de guerra por temor a quedarse sin las fuentes y manantiales que les proporcionan agua pura a diario. A esto hay que añadir el riesgo que suponen estos residuos una vez finalizada la explotación. Podrían causar una catástrofe medioambiental incluso más grande que la de Aznalcóllar.

¿Cómo se lo han tomado los habitantes de la zona? Debido a la actual crisis se han visto multitud de colas solicitando los puestos de trabajo que va a generar la mina, unos 270. Se han presentado unas 7.000 candidaturas. Por su parte la empresa ya ha iniciado los trámites de compra de los terrenos, ofreciendo inicialmente el doble del precio en el que se valora la superficie, alegando que se trata de evitar perjuicios para ambas partes. También ha asegurado que cuando den comienzo los trabajos de explotación, habrán adquirido un seguro de responsabilidad civil y aprobado un plan de emergencia.

Carta a los propietarios

Impasibles ante tan suculenta oferta. La creación de la Plataforma pola defensa de Corcoesto e Bergantiños y la Plataforma social “salvemos Cabana”, así como el posicionamiento en contra de Alternativa Galega de Esquerdas (AGE) y del Bloque Nacionalista Galego (BNG), están haciendo arduo el camino de la victoria para Edgewater Exploration. Por contra, la cámara Gallega, entidad política encargada de dar salida a la explotación, parece estar decidida, seguirá adelante con el proyecto minero.

La población también local ha realizado numerosas protestas en contra de la mina de Corocoesto. El investigador Serafín González Prieto, ha creado una petición dirigida para Alberto Nuñez Feijoo y para la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, en la plataforma Change.org con el lema: ¡Que no arrasen Galicia! Paremos la megaminería contaminante. También se ha elaborado un video con la colaboración de Change.org para la divulgación del tema, en el que han participado varios actores, escritores y periodistas. El video puede verse al final del texto.

La posición de la mayoría de los habitantes afectados parece estar clara: Un desarrollo sostenible que asegure un tejido empresarial firme en la comarca. Algo incompatible con la propuesta de desarrollo industrial de la empresa canadiense. Que solo puede generar miseria a largo plazo. ¿Se harán eco las reivindicaciones de estas pequeñas localidades? Poco cabe esperar de nuestras élites gobernantes, muchas veces tan estrechas de miras. Esperemos que una vez más no hagan oídos sordos al tipo de desarrollo elegido por los habitantes que tradicionalmente han vivido en este lugar


Esta denuncia ha sido redactada por Diego Merino Andrés, alumno de la asignatura Gestión y conservación del Patrimonio geológico, del 4º curso del Grado de Ciencias Ambientales de la Universidad de León. 
Impasibles ante tan suculenta oferta. La creación de la Plataforma pola defensa de Corcoesto e Bergantiños y la Plataforma social “salvemos Cabana”, así como el posicionamiento en contra de Alternativa Galega de Esquerdas (AGE) y del Bloque Nacionalista Galego (BNG), están haciendo arduo el camino de la victoria para Edgewater Exploration. Por contra, la cámara Gallega, entidad política encargada de dar salida a la explotación, parece estar decidida, seguirá adelante con el proyecto minero.
La población también local ha realizado numerosas protestas en contra de la mina de Corocoesto. El investigador Serafín González Prieto, ha creado una petición dirigida para Alberto Nuñez Feijoo y para la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, en la plataforma Change.org con el lema: ¡Que no arrasen Galicia! Paremos la megaminería contaminante. También se ha elaborado un video con la colaboración de Change.org para la divulgación del tema, en el que han participado varios actores, escritores y periodistas. El video puede verse al final del texto.
La posición de la mayoría de los habitantes afectados parece estar clara: Un desarrollo sostenible que asegure un tejido empresarial firme en la comarca. Algo incompatible con la propuesta de desarrollo industrial de la empresa canadiense. Que solo puede generar miseria a largo plazo. ¿Se harán eco las reivindicaciones de estas pequeñas localidades? Poco cabe esperar de nuestras élites gobernantes, muchas veces tan estrechas de miras. Esperemos que una vez más no hagan oídos sordos al tipo de desarrollo elegido por los habitantes que tradicionalmente han vivido en este lu
Sin embargo el oro ya no resplandece como antaño en la comarca, y para su actual explotación, sería necesario realizar un agujero a cielo abierto que podría llegar a superar las 7.400ha. Superficie que se encuentra a tan solo 130m del Río del Anllóns, Lugar de Interes Comunitario (LIC), incluido dentro de la Red Natura 2000, y por lo tanto, protegido a nivel Europeo. (Foto 2). Además el filón no solo alberga oro, también arsenopirita, un metal que contiene arsénico. Un estudio del CSIC en colaboración con la Universidad de Vigo revela: “A pesar de que la ocurrencia de arsénico en la cuenca del Anllóns está asociada a los filones de arsenopiritas, su acumulación en los sedimentos fluviales puede considerarse una consecuencia directa de las actividades mineras y, por lo tanto, asignada a origen antropogénico. Su toxicidad para las poblaciones bentónicas y el elevado contenido de arsénico movilizable permiten considerar a este elemento como de elevada preocupación ambiental.” Por su parte, la Xunta de Galicia alega que el arsénico procedente de la mina es natural.
Para realizar la explotación hay que machacar toneladas de piedra, y someterlas al proceso químico del cianuro de sodio. La obtención de 30 toneladas de oro, también dejará 89 millones de metros cúbicos de estériles de mina, casi el 80% del volumen del lago de Sanabria, dos balsas con el equivalente a 4.400 piscinas olímpicas de lodos contaminados. Una, con residuos de flotación, que incluye la arsenopirita; otra, con residuos de lixiviación, que contiene restos de cianuro de sodio. Una escombrera, que estará situada en una parroquia del colindante ayuntamiento de Coristanco, cuyos vecinos están en pie de guerra por temor a quedarse sin las fuentes y manantiales que les proporcionan agua pura a diario. A esto hay que añadir el riesgo que suponen estos residuos una vez finalizada la explotación. Podrían causar una catástrofe medioambiental incluso más grande que la de Aznalcóllar.
¿Cómo se lo han tomado los habitantes de la zona? Debido a la actual crisis se han visto multitud de colas solicitando los puestos de trabajo que va a generar la mina, unos 270. Se han presentado unas 7.000 candidaturas. Por su parte la empresa ya ha iniciado los trámites de compra de los terrenos, ofreciendo inicialmente el doble del precio en el que se valora la superficie, alegando que se trata de evitar perjuicios para ambas partes. También ha asegurado que cuando den comienzo los trabajos de explotación, habrán adquirido un seguro de responsabilidad civil y aprobado un plan de emergencia.
La mina se cerró en 1910 por falta de rentabilidad. La reciente revalorización del precio de los metales, ha convertido esta provincia tradicionalmente agrícola y ganadera, en un suculento pastel para la industria minera, que plantea la explotación de Corcoesto como un primer paso. Edgewater Exploration, empresa canadiense, ha solicitado un primer proyecto de 10 años, que ya tiene autorizada la Declaración de Impacto Ambiental.

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