Aunque no se trata de una práctica nueva, las ONG alertan de que
bajo las políticas de Trump el número de menores declarando solos ante
jueces se multiplicará
Según la organización TRAC, entre 2012 y 2014, cuando los menores contaban con abogado logró quedarse en EEUU un 75%. Sin letrado, solo un 15%
Según la organización TRAC, entre 2012 y 2014, cuando los menores contaban con abogado logró quedarse en EEUU un 75%. Sin letrado, solo un 15%
Aunque no se trata de una práctica nueva, las ONG alertan de que
bajo las políticas de Trump el número de menores declarando solos ante
jueces se multiplicará
Según la organización TRAC, entre 2012 y 2014, cuando los menores contaban con abogado logró quedarse en EEUU un 75%. Sin letrado, solo un 15%
Según la organización TRAC, entre 2012 y 2014, cuando los menores contaban con abogado logró quedarse en EEUU un 75%. Sin letrado, solo un 15%
Captura de pantalla de un vídeo elaborado por Now This para denunciar la situación de estos niños sin abogado Now This, Linda Freeman |
"¿Sabes lo que es un abogado?". "No sé". "¿Tienes
abogado?". "No". Estas son las dos preguntas con las que el juez de
inmigración William Snouffer comienza las vistas cuando tiene delante a
un niño migrante. Las negativas son las dos respuestas que dan un niño y
una niña de menos de cinco años que miran al juez con incredulidad y
miedo, como si esperasen que en cualquier momento apareciera el típico
lobo de los espectáculos de marionetas.
Aunque no es una práctica nueva y todavía no hay datos oficiales, las
ONG alertan de que con el Gobierno de Donald Trump se multiplicará el
número de menores migrantes que se presenta solo ante un juez y que es
incapaz de explicar qué hace allí o por qué tuvo que huir de su país
junto a su familia. Al parecer, al comienzo de estos procesos de
deportación, muchas veces los niños todavía no cuentan con un abogado
para que les represente. La situación, en ocasiones, llega a ser
ridícula dicen los defensores de derechos humanos.
Sentado ante el juez en pleno proceso legal para su
deportación, el inmigrante que debería estar explicando por qué cruzó la
frontera de forma ilegal y por qué merece quedarse, se levanta de su
silla y se sube a la mesa. Algo propio de los niños de tres años como
él. Absurdo, pero real.
Este pequeño es uno de los
muchos menores no acompañados que se enfrentan solos al proceso de
deportación. Muchos, además, sin representación legal de ningún tipo.
"Esta situación resalta lo absurdo de lo que estamos haciendo con estos
niños", señala Lindsay Toczylowski, directora ejecutiva del Immigrant Defenders Law.
The Trump administration is forcing children as young as toddlers to represent themselves in immigration courts
|
Barry O, de Guatemala, tenía 17 años cuando le tocó su turno.
"Cuando llegué a Nueva York, me dijeron que tenía que acudir al juzgado
de inmigración y ver a un juez. Alguien me dijo que tenía que ver a un
abogado, pero no podía permitírmelo. Estaba muy nervioso, pero sabía que
aquel día tenía que ir al tribunal", recuerda. "Recuerdo lo nervioso
que estaba en la primera sesión. Nunca había hecho nada malo y nunca
había estado ante un juez", añade.
Algunas ONGs como
Safe Passage se encargan de asistir legalmente a niños como Barry O y,
en su caso, le ayudaron a conseguir la tarjeta verde. "Además de ganar
mi caso en el juzgado, Safe Passage ayudó a mi tío a convertirse en mi
tutor legal y también me ayudaron a conseguir el permiso legal de
residencia permanente".
Según la organización TRAC Immigration
que estudia las migraciones en EEUU, en 2014, tan solo el 32% de los
niños no acompañados contaron con representación legal de los 63.721
casos que pasaron por la justicia. Según las investigaciones anteriores
realizadas por TRAC, que el menor tenga o no un abogado es esencial para
lograr permanecer en EEUU.
Entre 2012 y 2014, cuando
los menores contaron con un abogado, los jueces permitieron la
permanencia en EEUU a tres de cada cuatro menores (casi el 75%). Cuando
no hubo letrado, el porcentaje disminuyó hasta el 15%.
Con la política de "tolerancia cero" de Donald Trump,
EEUU ha separado de sus padres a 2.575 menores de edad. Aunque la
justicia ordenó a finales de junio reunificar en un plazo máximo de 30
días a estos niños con sus familias, la mano dura del presidente ha
aumentado las posibilidades de que los menores se tengan que sentar
solos ante un juez.
"Mientras estamos hablando,
nuestro Gobierno está separando por la fuerza a los niños migrantes de
sus familias", denuncia desde su página oficial Safe Passage Project.
"Estos niños ya han sufrido mucho, escapando de la violencia y las
revueltas en sus países de origen, y haciendo el peligroso viaje a EEUU.
Después de todo esto, estos niños están siendo reasentados por todo el
país y ubicados en procesos de deportación, sin que se les proporciones
un abogado por parte del Tribunal. Esto es una atrocidad y una violación
de los derechos humanos, y debemos contraatacar", concluyen.
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