En Málaga ocurrió este verano un suceso significativo que convendría analizar. Leandro C.M.G.,
de 36 años de edad, se quemó a lo bonzo frente a la Junta de Andalucía,
que le había negado una ayuda para atender a su madre, que falleció por
ello. El político responsable, delegado territorial de Salud y
Bienestar Social en Málaga, el socialista Daniel Pérez,
se lavó las manos: “su expediente no se resolvió favorablemente porque
no se presentó la documentación solicitada”.Hasta el presidente andaluz,José Antonio Griñán, se mostró inflexible: “no consta ninguna solicitud en la Junta de Andalucía”.
Su caso apenas suscitó unas líneas en la prensa ni generó interés en
el resto de la sociedad, cuando este mismo hecho en Túnez, cuando el
joven universitario y vendedor ambulante, Mohamed Bouazizi,
se prendió fuego y produjo desde 2010 una oleada de revoluciones y
derrocamientos de partidos en el mundo árabe: Túnez, Egipto, Libia,
Siria y ahora Turquía, donde la sociedad civil también ha hecho
retroceder al “sultán”Erdogán manifestándose masivamente en la calle sin perder su capacidad de intimidar a los políticos.La crueldad e insensibilidad de los políticos en torno al drama de la pobreza y el paro ha convertido a España en la vergüenza del mundo, sin que los poderes públicos se aperciban de la gravedad de la catástrofe para quienes la sufren. Este cataclismo ha obligado al movimiento 15-M a abrir una página en wikipedia para intentar cuantificar el número de suicidios en España relacionados con la crisis, cifra que va a aumentando cada mes. No están incluidas las tentativas como la del joven Leandro en Málaga, lo que incrementaría notablemente la cifra.
Aunque la prensa y las administraciones públicas lo silencian, ya es oficial que el suicidio es la primera causa de muerte violenta en España, pues en 2011 aumentó a 3.158 casos debido a la pobreza, al paro y a los desahucios, según el Instituto Nacional de Estadística. La enumeración se hace muy difícil en estos casos, que solo transcienden muy pocas veces a la prensa y cuya relación se publica en cualquier caso con mucho retraso. Uno de los escasos datos que se conocen fue divulgado por Tercera Información y Mundo Obrero, dos diarios que han investigado el drama y han estimado en 119 el número de personas que se quitaron la vida entre enero y noviembre de 2012 al ser desahuciados por no poder pagar la hipoteca bancaria.
El desastre se agrava porque los periodistas del régimen son obligados a silenciar estos sucesos, ya que los medios de comunicación son víctimas de una creencia política, alimentada por la “casta”, que presupone que la publicación de la noticia de un suicidio provoca un sentimiento de imitación en quien, padeciendo las mismas circunstancias que el afectado, la lee o escucha. Esto lleva al silencio y a la censura, en unos momentos en que es fundamental conocer cual es la realidad del verdadero impacto de la crisis económica en las clases medias y trabajadoras de España.
Fuente: http://r-evolucion.es/2013/09/23/la-censura-mediatica-silencia-que-3158-espanoles-se-han-suicidado-por-la-crisis-119-de-ellos-por-desahucios/
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