Es el caso de Issa, de 10 años, que intenta sobrevivir en Aleppo.
Ha cambiado los libros por bombas. Trabaja 10 horas al día con su padre en una fábrica que repara armamento para el Ejército Libre Sirio.
Este es Issa. El pequeño posa en una silla de plástico en un momento de descanso en la fábrica
Su rostro y sus manos están tiznadas por el trabajo en la factoría
El niño de 10 años carga un proyectil de mortero
También maneja la maquinaria con la que ponen a punto el armamento
Esto es una lanzadera de proyectiles de mortero. Issa lo está reparando. |
Midiendo uno de los proyectiles de mortero
Debajo de una lanzadera de mortero
Montando misiles de mortero
Después de 10 horas de trabajo, cena con su familia en su casa en Aleppo |
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