Pregunta: ¿Qué es la Salud Pública?
Respuesta:
Principalmente se ocupa de la salud del conjunto de la población.
Podemos decir que el médico lo hace a nivel individual y en salud
pública se hace para toda la sociedad.
Un trabajo bastante amplio
R: Las
funciones básicas de la Salud Pública son cinco. La promoción de la
salud como son los estilos de vida, las campañas contra el tábaco o para
hacer ejercicio físico; la prevención de la enfermedad con el programa
estrella de las vacunaciones, por ejemplo; la protección en dos ámbitos
principales que son la Salud Ambiental y la Alimentaria; la vigilancia
epidemiológica, y por último la organización de los servicios de Salud.
¿Esto es lo hacen en la Escuela Andaluza de Salud Pública?
R:
En la EASP tenemos tres puntos importantes. La Formación de los
profesionales sanitarios, su actualización, con cursos, másteres,
expertos… y la consultoría con proyectos en todos los ámbitos
relacionados con la Salud y la Investigación. Por esta escuela han
pasado, en sus 27 años de historia, cerca de 100.000 profesionales para
ampliar conocimientos.
La salud es importante y hay cierto interés en cuidarla. Pero, ¿la cuidamos?
R:
Si preguntas a la gente en términos de valores, la Salud siempre sale
arriba en todas las encuestas seguida de la Educación. Sin embargo, no
siempre se corresponde con las prioridades que marcan los gobiernos.
Algo que es un gran error puesto que no se puede recortar en Salud; lo
que hay que hacer es mejorar la eficiencia y optimizar recursos, sacarle
más brillo a un euro.
Frente a
la Salud como prioridad nos encontramos a la política en el otro
extremo, con un gran desprestigio. Sin embargo, parecen estar
relacionadas.
R:
Política viene del griego polis que significa cómo organizar una ciudad.
Por lo tanto la Política con mayúsculas es gestionar y organizar, pero
haciéndolo con transparencia y rindiendo cuentas para que sea el
ciudadano el que gobierne. Este es el único camino para recuperar el
concepto. Su relación es evidente.
Evidente en…
R:
En temas generales la crisis y el endeudamiento han llevado a realizar
recortes, pero se puede elegir en dónde hacer estos recortes. Pueden ser
en Defensa, Acción exterior, Diputaciones… o en los asuntos centrales
como Salud, Educación, Ciencia y Servicios Sociales. Realizarlo en estos
cuatro últimos puntos es la peor de las decisiones posibles y eso
depende de quién esté gobernando. Por mi experiencia considero que el
sistema de representación de Acción Exterior es del siglo XIX, no es
necesario tener representación en cada uno de los países, aquí sí se
puede racionalizar.
¿Se está jugando con la Salud de la gente?
R:
En algunos casos sí. Determinadas personas están tratando de vender
experimentos introduciendo el interés y el lucro en el mercado sanitario
cuando no existe ninguna evidencia que demuestre que la gestión privada
es mejor o más barata.
Entonces, negocio y Salud ¿no casan?
R:
La Salud es un Derecho. La protección, la promoción y la atención son
básicos. Es un adelanto social que se tiene garantizado por ser
ciudadano y pagar los impuestos. Se trata de un bien público que debe
estar garantizado. Muy diferente al bien privado. En Estados Unidos las
familias se arruinan cuando alguien cae enfermo.
¿Se está privatizando el sistema sanitario español?
R:
Se están haciendo intentos sin transparencia para fomentar las
privatizaciones parciales. No se está cambiando el modelo sanitario como
tal. Otra cosa es que algunos tengan en mente volver al lugar de donde
venimos, a los tiempos en los había beneficiencia y hospitales para
pobres. Este es un futuro que debemos evitar y que estamos en
condiciones de evitar.
Suena triste que se hable de evitar, cuando quizás tendríamos que estar alabando los esfuerzos por avanzar.
R:
No es triste, es realista. En medicina sabemos que prevenir es esencial
y que hay que erradicar los intentos por parte de una minoría de
cambiar el modelo. Sobre todo, porque el modelo que predican es más
injusto y más caro. El modelo liberal es peor. El gasto sanitario en
Estados Unidos es del 14% del PIB y hay 40 millones de personas sin
cobertura.
Y en España… ¿Hay diferencias sanitarias entre unas comunidades y otras?
R: Hay diferencias en la inversión y en los recursos porque cada comunidad tiene sus características propias.
La crisis ¿lo empeora todo?
R:
La situación que estamos viviendo es una crisis sistemática mucho más
profunda que va más allá del déficit. Estamos ante una crisis de
política, institucional, de falta de valores, ecológica… Por lo tanto es
una irresponsabilidad social huir hacia delante. Hay que resetearse y
hacer cambios estructurales de la sociedad para llegar a un modelo que
no esté centrado en el beneficio económico si no en la persona. Por eso
cuando algunos políticos hablan de volver a la situación anterior a la
crisis me echo a temblar. Lo que hay que hacer es aprender de lo que nos
ha llevado hasta aquí y cambiar. Si no, volveremos a caer.
¿Cómo está afectando esto a la salud del ciudadano?
R:
Estamos ante una gran crisis psicológica. Todo el día estamos hablando
de lo mismo y esto tiene un efecto demoledor. Hay una epidemia de miedo,
que unida a la falta de esperanza, está provocando serios problemas de
salud mental en la sociedad. Todo ello para que se beneficie un 1% de la
población. Y lo que es más importante: estamos abriendo la brecha de
las desigualdades.
Hay que ser prudentes porque aún
no tenemos datos suficientes. En Medicina los datos son lentos, pero
viendo lo que está ocurriendo en otros países como Grecia y Portugal y
con lo poco analizado hasta la fecha, sabemos que las patologías en
salud mental han aumentado (la depresión, el stress, la ansiedad), hay
más contagios de Sida sobre todo por vía intravenosa, algo que había
bajado notablemente, y están apareciendo enfermedades ya erradicadas
como la malaria.
¿Qué le espera a los ciudadanos?
R:
Si los recursos siguen mermando y no se paran los recortes en los
campos esenciales, nos enfrentamos a daños irreversibles en el sistema
sanitario. Un ejemplo claro: las listas de espera aumentarán y el
sistema se deslegitimará ante la gente, perderá la confianza y esto
abrirá las puertas a la privatización.
R: Sé que estamos en un momento delicado y que si recortas y deterioras, al final abres las vías a otras alternativas.
¿Está situación podría incidir en la salud de las generaciones venideras? ¿Estamos criando jóvenes enfermos?
R:
Depende de cuando salgamos de la crisis. Realmente no llevamos tanto
tiempo para ello, pero si esto se estanca y va hacia atrás, sí se puede
poner en peligro la salud de las generaciones que vienen. Si somos
inteligentes y gestionamos bien no tienen por qué afectar. Lo importante
es que aún estamos a tiempo.
¿Se le puede dar la vuelta?
R:
Sí, debemos visibilizar lo positivo, que también existe, y poner en
valor lo saludable. El giro viene de un cambio de modelo cultural. En
Salud hay que conservar el concepto de bien público y universal, pero
adaptarnos a las circunstancias y retos potenciando la salud pública y
la promoción de la salud, pinchando las burbujas de ineficacia,
controlando el gasto farmacológico y en nuevas tecnologías, realizando
microrreformas selectivas, potenciando a los enfermos y familiares y,
sobre todo, personalizando y humanizando la atención sanitaria. Hay que
decir no al inmovilismo.
¿Qué se está haciendo desde la EASP?
R:
Somos los coordinadores de la investigación que se está llevando a cabo
en España y en Europa sobre los efectos de la crisis. De esto modo, en
septiembre estrenaremos dos portales con toda la investigación sobre el
impacto de la crisis en la salud de los Españoles y en Europa.
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