Hasta practicamente el siglo XX existía como diagnóstico la "histeria femenina". Era el cajón desastre de muchos síntomas y malestares atribuidos (erróneamente) a las mujeres . ¿Saben qué era y qué tratamiento se aplicaba?
De este peculiar masaje ya se hablaba en el 653 y consistía en que por orden de un médico, la comadrona se impregnaba un dedo en aceite de lirios o nardos y masajeaba con vigor la zona genital de la mujer hasta que esta llegara al clímax, y aliviara de esa manera su histeria.
Desfallecimientos, insomnio, dolor abdominal, irritabilidad, dolores de cabeza, etc. conducían a la mujer a ser diagnosticada de histeria. Además, se consideraba el deseo sexual reprimido de las mujeres una enfermedad.
De la Histeria ya se hablaba en papiros egipcios (Kahoun,1900 a.C.) y fue descrita por Platón e Hipócrates. En la antigua Grecia se decía que el útero no está estático sino que deambula por el cuerpo de la mujer causando enfermedades cuando llegaba al pecho.
Esta teoría da origen al nombre de la teórica enfermedad, pues la palabra histeria proviene de la palabra griega para útero, que es "hysteraon".
Freud basó algunas de sus teorías sobre el psicoanálisis en la histeria femenina. Algunos dicen que Sigmund Freud y Jean-Martin Charcot propiciaron que desapareciera la histeria como enfermedad al profundizar en el estudio de la mente.
Para los médicos (muchas veces ayudados por matronas) era un "chollo" el diagnóstico de esta enfermedad porque lo asociaban a un tratamiento largo que no tenía efectos secundarios y por el que cobraban en cada sesión.
La parte más llamativa del asunto fue la invención de "aparatos" para el tratamiento de la histeria. En 1870 los médicos ya disponían del primer vibrador mecánico y en 1873 se empleó el primer vibrador electromecánico.
Primer vibrador electromecánico. |
Primer vibrador con forma fálica, |
A finales del siglo XIX, la difusión de la electricidad en el hogar facilitó la llegada del vibrador al mercado de consumo. Además la intimidad lo convirtió en un aparato más popular que la plancha. Las publicidedades decían “porque tú, mujer, tienes derecho a no estar enferma”.
La variedad de vibradores medicinales de aquella época era inmensa, muchos modelos funcionaban con corriente eléctrica, otros lo hacían con baterías o gas, incluso se diseñaron algunos que funcionaban a pedales.
Aunque los médicos de la época reconocían que el desorden provenía de la insatisfacción sexual, parecían reticentes a admitir el propósito sexual de los dispositivos empleados para tratarlo.
A lo largo de los primeros años del siglo XX el número de diagnósticos de histeria femenina decayó, pero al menos la mitad de las mujeres norteamericanas tenía un vibrador en sus casas para fines “medicinales”.
Las relaciones sexuales se enmarcaban dentro de la función reproductiva y, fuera de esto, eran indecorosas. El cambio vino de mano de los movimientos sufragistas, que promovían la revolución y sembraron la semilla de la libertad y la igualdad entre hombres y mujeres.
En 1952, la Asociación Americana de Psiquiatría declaró oficialmente que la histeria femenina no era una enfermedad, sino un mito anticuado, y el "orgasmo femenino" una necesidad fisiologica tal y como lo es comer o dormir.
Fuente: Catéter Doble Jota @cateterdoblej
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