Policías turcos escoltan en un bus a soldados detenidos tras el golpe. - EFE |
El propio Erdogan ha reconocido que cerca de 11.000 personas han sido detenidas, cifras difíciles de contrastar con fuentes independientes. Se teme por la integridad física de todas ellas porque, además, se les ha denegado la asistencia de un abogado defensor, según fuentes jurídicas consultadas por Público este miércoles.
Uno de los principales líderes de la movilización internacional es la organización profesional progresista Medel (Magistrats Européens pour la Démocratie et les Libertés) a la que pertenecen buena parte de los jueces y fiscales turcos detenidos a través de la Asociación Turca de Jueces y Fiscales (Yarsav).
La dirección de Medel habla de "cientos" de jueces y fiscales detenidos, sin poder precisar la cifra. Esta organización tiene previsto acudir al Consejo de Europa (CE) para quejarse por este "brutal ataque a la independencia judicial" realizado por estas purgas de Erdogan, según Álvaro García Ortiz, representante español y portavoz de la Unión Progresista de Fiscales.
Imagen difundida por la CNN de detenciones en Turquía tras el fallido golpe de Estado. |
Las protestas de Medel se elevarán ante dos órganos claves del CE y desde donde se emanan los estándares democráticos de la justicia europea: el Consejo Consultivo de Jueces y el Consejo Consultivo de Fiscales. Al mismo tiempo, acudirán ante el Comité Europeo para la Prevención de la Tortura y de las Penas o Tratos Inhumanos o Degradantes.
Por su parte, la Asociación Internacional de Jueces (IAJ-UIM), que representa a 84 organizaciones de todos los continentes ha lanzado una campaña de recogida de firmas en apoyo de sus colegas turcos, que en sólo 24 horas ha recogido más de 3.000 apoyos.
"Esperar a que la Policía llame a mi puerta"
El día 15 de julio, la víspera del fallido golpe de
Estado en Turquía, los jueces y fiscales de Yarsav emitieron un
elaborado mensaje de condena por el atentado de Niza,
documento que requirió del consenso de los integrantes de esta
asociación profesional por lo que difícilmente sus redactores estaban
involucrados en la asonada que se iba a producir el día siguiente.
“Esperar a que la Policía llame a mi puerta es muy
deprimente. Mi esposa llora". Este fue el último mensaje lanzado por un
juez desde su móvil a sus colegas europeos minutos antes de ser detenido el pasado 17 de julio,
al ser preguntado por una colega francesa. Su esposa confirmó la
detención poco después en otro correo electrónico: "El no es miembro de
ningún grupo. Estoy orgullosa de él. Espero vuestra ayuda. Muchas
gracias".
Y un juez informó, poco antes de ser detenido también, que este juez había sido acusado de integrar una organización terrorista. "No sé cómo explicarlo. Yo sólo he hecho mi trabajo y he criticado al Gobierno por el desarrollo de los acontecimientos judiciales que ya conocéis bien”, explicó otro juez a sus compañeros europeos. “Puede que no nos volvamos a ver”, se despedía.
"No existe ninguna diferencia entre estos jueces y fiscales turcos con los españoles. Defienden el Estado de Derecho y las libertades públicas, como todos nosotros. Es como asegurar que Jueces para la Democracia o la Unión Progresista de Fiscales planean un golpe de Estado porque no nos guste Mariano Rajoy ", denuncia García Ortiz.
Y un juez informó, poco antes de ser detenido también, que este juez había sido acusado de integrar una organización terrorista. "No sé cómo explicarlo. Yo sólo he hecho mi trabajo y he criticado al Gobierno por el desarrollo de los acontecimientos judiciales que ya conocéis bien”, explicó otro juez a sus compañeros europeos. “Puede que no nos volvamos a ver”, se despedía.
"No existe ninguna diferencia entre estos jueces y fiscales turcos con los españoles. Defienden el Estado de Derecho y las libertades públicas, como todos nosotros. Es como asegurar que Jueces para la Democracia o la Unión Progresista de Fiscales planean un golpe de Estado porque no nos guste Mariano Rajoy ", denuncia García Ortiz.
Los jueces enviaron un SOS en marzo
"Esta puede ser la última llamada emitida por nosotros para el mundo libre". Así se despedían el pasado marzo
los jueces y fiscales de Turquía en una carta dirigida a sus colegas
europeos, que suponía toda una petición de auxilio ante el temor de la
instauración de una dictadura en su país.
Estaban "aterrorizados", recuerda un colega que habló con ellos: un periódico afín a Erdogan (Sabah) había publicado que se investigaban a 5.000 jueces, de los que existía una lista de 650 sospechosos de integrar una estructura paralela y ser simpatizantes del predicador Fethullah Gülen. "Es obvio que esta noticia está sentando las bases para una gran purga", aseguraba el SOS lanzado al resto de la red judicial europea.
Estaban "aterrorizados", recuerda un colega que habló con ellos: un periódico afín a Erdogan (Sabah) había publicado que se investigaban a 5.000 jueces, de los que existía una lista de 650 sospechosos de integrar una estructura paralela y ser simpatizantes del predicador Fethullah Gülen. "Es obvio que esta noticia está sentando las bases para una gran purga", aseguraba el SOS lanzado al resto de la red judicial europea.
El presidente de Turquía, Tayyip Erdogan. - REUTERS |
Pinchazos telefónicos
Las presiones contra la independencia judicial se
arrastran desde hace una década. En el año 2009 se desveló el pinchazo
de los teléfonos de 56 magistrados, con la excusa de que estarían planificando un golpe de Estado,
dentro del escándalo Ergenekon, una organización secreta
ultra-nacionalista que conectaba políticos, policías y la mafia turca.
Las tensiones entre los jueces y fiscales han
salpicado también a la familia de Erdogan. En el año 2013 fiscales
turcos vincularon a Bilal Erdogan, hijo del presidente turco, en un caso de corrupción que fue después archivado. Bilal,
junto a altos cargos del partido en el poder (AKP, Partido de la
Justicia y el Desarrollo) fueron vinculados en una operación desplegada
por supuestos casos de soborno, corrupción, fraude, lavado de dinero y
contrabando de oro.
Bilal Erdogan tiene intereses comerciales en el transporte de petróleo y fue acusado por Rusia de haberse aprovechado junto a su familia del contrabando ilegal de petróleo desde Siria, en territorios controlados por el llamado Estado Islámico.
Bilal Erdogan tiene intereses comerciales en el transporte de petróleo y fue acusado por Rusia de haberse aprovechado junto a su familia del contrabando ilegal de petróleo desde Siria, en territorios controlados por el llamado Estado Islámico.
Encarcelados por investigar un convoy de armas camino de Siria
La organización Medel denunció hace dos años que
dos jueces y tres fiscales permanecen en prisión por realizar su trabajo
al investigar dos camiones con armas en la frontera con Siria. Aún no
han sido juzgados. Ocurrió el 19 de enero de 2014. Un fiscal
acudió a un registro porque se había descubierto dos camiones llenos de
armas: obuses, proyectiles, municiones antiaéreas... Ordenó grabarlo.
El convoy resultó ser una operación del servicio
secreto turco (Organización Nacional de Inteligencia, MIT). El
gobernador civil ordenó al fiscal que se retirara del registro por
instrucciones del entonces primer ministro Erdogan. Pero el fiscal pidió
que los conductores se identificaran o que se presentara un papel
acreditando que eran agentes del MIT.
El Gobierno de Turquía insistió ante la opinión pública internacional que los camiones transportaban ayuda humanitaria. En mayo de 2015 el periódico Cumhuriyet publicó un vídeo que revelaban que los camiones transportaban armas destinadas a combatientes islamistas y no medicamentos.
El Gobierno de Turquía insistió ante la opinión pública internacional que los camiones transportaban ayuda humanitaria. En mayo de 2015 el periódico Cumhuriyet publicó un vídeo que revelaban que los camiones transportaban armas destinadas a combatientes islamistas y no medicamentos.
El precio de la libertad de expresiónErdogán vio hundida su reputación internacional y declaró que quienes habían publicado esta noticia "pagarán un alto precio por ello". El presidente turco se presentó como acusación en el juicio contra el director de este diario, Can Dündar, y su mano derecha, Erdem Gül, para quienes la Fiscalía pidió cadena perpetua por "revelación de secretos de Estado" y "amenaza a la seguridad nacional". El director Can Dündar fue condenado el pasado mayo a cinco años y diez meses de prisión, mientras que Erdem Gül fue condenado a cinco años.
SOS de Yarsav Marzo 2016 by Público.es on Scribd
Fuente: http://www.publico.es/internacional/movilizacion-internacional-jueces-y-fiscales.html
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