Niña a las puertas de una casa, que va a ser desalojada, en España. / Aitor Lara (Save the Children)
Las políticas españolas no tienen en sus prioridades
luchar contra la pobreza infantil. Es una de las conclusiones de la ONG
Save The Children tras un análisis del problema en Europa. España es el
segundo país de la Unión Europea, sólo por detrás de Grecia, donde menos
eficaces están siendo las políticas sociales para combatir la pobreza
infantil. El riesgo de pobreza y exclusión social ya alcanza a 2,8 millones de niños, el 33,8% de la población menor de edad en nuestro país, según datos de Eurostat.
Los datos referentes a España ya los había expuesto en enero la
organización, pero no la comparación con el resto de estados europeos,
eje del informe Pobreza infantil y Exclusión Social en Europa, presentado este martes en seis países. Del trabajo se desprende que cerca de 27 millones de niños
corren el riesgo de caer en esta situación en la UE más Islandia,
Noruega y Suiza, cifra que se ha incrementado en un millón entre 2008 y
2012, medio millón sólo en ese último año.
El análisis de Save the Children, al igual que los datos que maneja Ayuda en Acción, se basan en las estadísticas oficiales de Eurostat que sostienen también el reciente informe de Cáritas, que puso en duda
el ministro de Hacienda Cristóbal Montoro. "La pobreza en España es una
realidad que observamos día a día en el trato directo con los niños. El
año pasado, Save the Children atendió a 16.000 niños en nuestro país,
la mayoría en riesgo de pobreza y exclusión social", afirma Andrés
Conde, director general de la ONG.
"La crisis ha
dejado su paso", expone Ester Asín, directora y representante de la
Unión Europea de Save the Childre. Sin embargo, la grave situación de la
economía española no puede servir como excusa –si es que se utiliza–
para justificar los datos. Asín y Conde arrojan el ejemplo de Irlanda:
"Con una crisis parecida a la nuestra, pero donde las políticas se han
centrado en la infancia y ha conseguido reducir la pobreza en mayor
medida".
Mientras que en España, el porcentaje de niños que viven bajo el umbral de la pobreza solo se redujo en 6,9 puntos
(de un 36,8% a 29,9%) una vez recibidas las prestaciones sociales,
Irlanda redujo el alcance del drama en 32 puntos, pasando de un 49,1% a
17,1%. En los países nórdicos, estas iniciativas han conseguido recortar
la pobreza infantil en un 18% en plena crisis económica.
Entre las tranferencias sociales se incluyen las prestaciones por
desempleo, el acceso a vivienda social, al permiso parental, a la
sanidad y educación, deducciones fiscales, y un salario mínimo. Grecia,
Italia, Portugal, Polonia y España, ostentan los niveles de gasto más
bajos de Europa, que están asociados a "una falta de estrategias
centradas en los niños", han denunciado en la comparecencia. "Esto es un
problema de política", apunta contundente Asín.
El
informe aborda la realidad multidimensional de la pobreza infantil y
trata desde la situación laboral de los padres hasta las condiciones de
la vivienda y la situación escolar de los niños de cada uno de los 31
países analizados, para concluir que acabar con la pobreza "supone tomar
las decisiones políticas adecuadas", que están al alcance de todos los
Estados, al margen de su PIB.
Necesidad de medidas urgentes
Ester Asín es tajante sobre la imperiosa necesidad de actuación: "Las
medidas hay que tomarlas ahora. No cuando se pase la crisis económica".
Andrés Conde indica la necesidad de que la pobreza infantil se convierta
en un aspecto central de cara a las próximas elecciones europeas,
"porque si no se hace nada ahora, la pobreza durará generaciones". "El informe tiene como objetivos llevar el debate a las elecciones y cambiar la visión del problema en Europa", explica.
Asín expone dos peticiones que Save The Children exige a las políticas
comunitarias: unas medidas basadas en la perspectiva de los derechos de
los niños y, por otro lado, que se aseguren uno ingresos mínimos para
las familias en riesgo de exclusión social, una educación pública de
calidad, una sanidad universal y una justicia que garantice la igualdad
de oportunidades.
Andrés Conde apunta a España de manera más directa, porque necesitamos "una medida de urgencia": ampliar la prestación para
las familias con niños a su carggo que viven bajo el umbral de la
pobreza. "Ampliarla tanto en cuantía, como en competencia para que pueda
solicitarse además de otras ayudas y en periodicidad", añade Conde.
Según el director general de la organización, una prestación de 291 auros al año (24 euros al mes), administrada cada seis meses "es muy insuficiente".
Ayer, el Gobierno hizo pública una reunión de la vicepresidenta del
Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, con los ministros de Hacienda y
Administraciones Públicas, Empleo y Seguridad Social, y Sanidad,
Servicios Sociales e Igualdad para coordinar los trabajos del Plan
Integral de la Familia y el contenido social de la reforma fiscal. Sin
embargo, no trascendieron detalles concretos del encuentro.
Los 17 millones del fondo extraordinario que ha creado el Ejecutivo
para luchar contra la pobreza infantil en los próximos cuatro años,
"aunque son muy bienvenidos", tampoco son suficientes, critican desde la
ONG. "Echamos de menos compromisos concretos e indicadores de
seguimiento del problema, además de una prestación presupuestaria más
generosa", afirma Conde, que calcula una dotación económica de 1,5 euros al año para cada niño (teniendo en cuenta los 2,8 millones de menores en riesgo de exclusión social).
"Estamos hablando de igualdad de oportunidades, de privación de
derechos", dice Ester Asín, que destaca la siguiente frase de uno de los
niños entrevistados por la ONG: "No tiene sentido soñar con algo que
cuesta dinero". "No podemos dejar que la desigualdad marque las vidas de
estos niños", concluye.
España lidera los peores rankingsEs el segundo país de la Unión Europea con mayor tasa de niños que viven en hogares bajo el umbral de la pobreza, con un 29,9%, solo por detrás de Rumanía (34,6%).
Tiene un 33,8% de niños y niñas en riesgo de pobreza y exclusión social, según el índice AROPE, que se calcula teniendo en cuenta la tasa de niños y niñas bajo el umbral de la pobreza, la intensidad laboral de los padres y la privación material. La media de la Unión Europea es del 28%.
España es el país europeo con mayor tasa de abandono escolar, con un 25%. En toda Europa, el porcentaje de niños que abandonan la escuela después del primer nivel de secundaria es del 13%.
Los niños con padres con baja intensidad laboral –que trabajan poco o nada– tienen un 56,7% más de probabilidades de estar en riesgo de pobreza o exclusión social que aquellos cuyos padres trabajan habitualmente.
España forma parte de los países en los que más persiste el riesgo de pobreza intantil en los hogares a pesar de contar con una alta intensidad de trabajo, junto a Rumanía, Lituania, Portugal y Grecia, entre otros.
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