La Organización Mundial de la Salud alerta, en un informe global sobre la resistencia microbiana, de que el mundo se acerca a una era en la que los medicamentos actuales serán inútiles y las infecciones comunes volverán a ser mortales
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publica hoy su primer informe
global sobre las amenazas de la resistencia a los antibióticos y las
conclusiones son claras: el mundo se acerca a una situación en la que
los medicamentos que usamos habitualmente serán inútiles contra las
enfermedades más comunes. “El problema es tan grave”, alerta la OMS,
“que pone en peligro los logros de la medicina moderna. Una era
posantibióticos en la que infecciones comunes y lesiones menores puedan
matar es una posibilidad muy real para el siglo XXI”.
Según este detallado informe de 250 páginas, el problema “ha
alcanzado niveles alarmantes en muchas partes del mundo”. En los últimos
años, un número creciente de microorganismos peligrosos para la salud
de los humanos han comenzado a hacerse resistentes a las medicinas
desarrolladas para combatirlas. En algunos casos, estos patógenos han
desarrollado una multirresistencia a varias curas, convirtiéndose en
gravísimas amenazas denominadas superbacterias, que acaban con la vida de unas 25.000 personas al año en la UE y hasta 30.000 en EEUU.
Esto significa que los avances en la medicina moderna, que se basa en
la efectividad de los medicamentos antibacterianos, está ahora en
riesgo. Y el problema es global, porque se han observado “altos niveles
de resistencia” en las bacterias que causan infecciones comunes “en
todas las regiones de la OMS”. No sólo correrán peligro las vidas de los
enfermos, sino que las estancias en los hospitales y los tratamientos
serán cada vez más prolongados, caros e ineficaces, provocando una
importante carga económica para los estados.
El informe detalla situaciones en los que enfermar, tomar una
medicina y curarse ya no va a ser una secuencia tan sencilla. Por
ejemplo, infecciones corrientes como neumonías, tratadas gracias a la
introducción de la penicilina, ya no responderán a los tratamientos
comunes poniendo la vida de los pacientes en riesgo. Combatir las
cistitis será carísimo, determinadas infecciones en recién nacidos serán
imposibles de combatir y las que sufran pacientes especialmente
sensibles, como enfermos de cáncer o con transplantes de órganos,
podrían ser fatales.
El mal uso de los antibióticosBuena parte de la responsabilidad de haber llegado a esta situación
la tiene el mal uso y abuso de los antibióticos, que han disparado la
evolución de estos microbios hasta conseguir inmunizarse frente a las
defensas que habíamos desarrollado para combatirlos. “Se ha acelerado
por el uso masivo. Tomar mal un antibiótico, cuando no corresponde, te
hace daño a ti, pero también al resto del mundo”, resume para Materia Rafael Cantón, Jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal.
“No puede ser que hagamos un transplante que salve la vida de un
paciente y que pueda fallecer después por una infección en el
posoperatorio”, zanja. En algunos casos, los más peligrosos, la
resistencia está llegando a la última línea de defensa frente a algunos
patógenos, las combinaciones de urgencia desarrolladas por la medicina
para proteger a los pacientes.
Cantón está colaborando estos días con la OMS en la elaboración de la
respuesta a este problema, que requiere en este punto de más y mejor
información sobre su alcance. Este informe que se publica hoy es el
primer intento por “obtener una imagen precisa de la magnitud” de la
amenaza, explica la OMS, organismo que asegura en su informe que
“existen muchas lagunas de información sobre los patógenos de mayor
importancia para la salud pública”, tanto en la vigilancia, la
metodología, el intercambio de datos y la coordinación. “En general”,
asegura el informe, ”la vigilancia de la resistencia a los antibióticos
no está ni coordinada ni concertada”.
Aunque regiones como Europa o América tienen buenos estudios de
vigilancia, es necesario profundizar en el conocimiento de todas estas
resistencias que ponen en riesgo buen parte de los avances de la
medicina del siglo XX. “Toca concienciarnos”, advierte, “ponerle freno
cuanto antes porque luego es muy complicado revertir resistencias”,
asegura Cantón, recordando que hasta un 35% de las cepas estudiadas de E. coli, que mató a medio centenar de personas en 2011, han desarrollado resistencias.
España es uno de los países que más antibióticos consume de forma desmesurada y las superbacterias comienzan a ser una amenaza seria,
ya que los españoles tienen ya un alto potencial de resistencia a
antibióticos, mucho mayor que el de daneses o estadounidenses, según
señalaba recientemente un estudio realizado en estos tres países.
La OMS recuerda además que la aparición de estas resistencias amenaza el control de enfermedades como la tuberculosis y la malaria y también es un importante problema de salud pública en los programas dedicados a la lucha contra el VIH y
los brotes de gripe a escala global. En todas estas pandemias, también
entre los pacientes que comienzan a tomar antirretrovirales, se han
detectado crecientes niveles de resistencia.
El estudio, realizado con datos de 129 países sobre nueve microorganismos centinelas —como la E. coli
o el estafilococo dorado— recomienda trabajar para obtener más
información de la amenaza y para coordinar la respuesta. Además, como
advierte Cantón, es importante llevar el mensaje a la opinión pública,
comenzar a dar pasos contra el abuso de antibióticos (como en el caso
del ganado) y seguir trabajando en el desarrollo de nuevos
antimicrobianos. ”No tenemos que ser pesimistas, pero tampoco podemos
dormirnos porque es una lucha contra el tiempo”, advierte.
Fuente: http://esmateria.com/2014/04/30/resistencia-antibioticos-medicina-oms/
miércoles, 30 de abril de 2014
martes, 29 de abril de 2014
'No me olvides', la historia de cómo Videla mató en España
El documental ahonda en la historia de la familia Molfino, cuyos miembros sufrieron de primera mano la dictadura en Argentina
Noemí Gianotti de Molfino fue una madre de desaparecidos argentina. La asesinaron en 1980 en un hotel de Madrid . La razón: intentó salvar a sus hijos trasladándose a Europa, sola, y llegando hasta la Comisión Europea con intención de transmitir y concienciar del genocidio que se estaba cometiendo en su país.
Su
hija Marcela había sido secuestrada y nadie conocía su paradero. Otro
de los Molfino, Miguel Ángel, había sido torturado y encarcelado poco
tiempo antes, y otra hija, Alejandra, había tenido que abandonar el país
debido a su militancia en el sindicato de maestros.
Cuando Noemí llegó a España en busca de ayuda, nunca volvió a salir. Fue asesinada en Madrid, como parte de una operación propagandística de la dictadura para desacreditar las denuncias de los argentinos. La secuestraron y la llevaron en secreto a un hotel de la Calle Tutor, donde, tres días más tarde, una empleada encontró su cadáver.
Su muerte, a día de hoy, continúa impune,
a pesar de que en la habitación de hotel donde apareció el cuerpo se
encontraron huellas dactilares que permanecen sin cotejar. La familia de
Noemí quiere saber la verdad y la justicia argentina investiga su
caso.
El periodista Danilo Albin, en colaboración con el director vasco Karlos Trijueque, ha elaborado el documental No me olvides, que trata la historia de Noemí Gianotti y la familia Molfino, un reportaje de investigación sobre su asesinato en el que se cuenta que las huellas de los asesinos fueron archivadas por la justicia española y que el gobierno de Estados Unidos estaba al tanto del caso.
Fuente http://www.publico.es/culturas/517327/no-me-olvides-la-historia-de-como-videla-mato-en-espana
Cuando Noemí llegó a España en busca de ayuda, nunca volvió a salir. Fue asesinada en Madrid, como parte de una operación propagandística de la dictadura para desacreditar las denuncias de los argentinos. La secuestraron y la llevaron en secreto a un hotel de la Calle Tutor, donde, tres días más tarde, una empleada encontró su cadáver.
El periodista Danilo Albin, en colaboración con el director vasco Karlos Trijueque, ha elaborado el documental No me olvides, que trata la historia de Noemí Gianotti y la familia Molfino, un reportaje de investigación sobre su asesinato en el que se cuenta que las huellas de los asesinos fueron archivadas por la justicia española y que el gobierno de Estados Unidos estaba al tanto del caso.
Fuente http://www.publico.es/culturas/517327/no-me-olvides-la-historia-de-como-videla-mato-en-espana
Más información: Videla mató en Madrid… y España ocultó las pruebasLa madre de desaparecidos Noemí Gianotti de Molfino. |
Noemí Gianotti de Molfino, una madre de desaparecidos argentina, fue asesinada en julio de 1980 en un hotel madrileño. La justicia argentina investiga su caso, en el que aparecen complicidades de la Policía española
TRES TRABAJADORES DE MSF, ENTRE LOS 16 CIVILES ASESINADOS EN EL HOSPITAL DE BOGUILA
Amsterdam/Barcelona, 28 de abril de 2014. El pasado sábado por la
tarde, 16 civiles desarmados, incluyendo tres trabajadores
centroafricanos de Médicos Sin Fronteras (MSF), fueron asesinados en el
asalto al hospital que gestiona la organización humanitaria en la ciudad
de Boguila, en el norte de la República Centroafricana (RCA).
MSF condena enérgicamente el asesinato de civiles desarmados en un lugar que estaba claramente identificado como estructura de la organización y sin que existiera ningún tipo de provocación previa. “Estamos absolutamente impactados y afligidos ante la brutal violencia que se ha ejercido el pasado sábado contra nuestro personal y contra decenas de miembros de la comunidad local”, explica Stefano Argenziano, coordinador general de MSF en la RCA. “Estamos trabajando para tratar a todos los heridos y estamos llevando a cabo todos los esfuerzos posibles en mantener informados en todo momento a los miembros de sus familias y a la comunidad sobre el estado de sus familiares y amigos. En estos momentos, nuestros esfuerzos están también centrados en mantener la seguridad de nuestros pacientes, del hospital y de nuestros trabajadores”.
“Este inadmisible ataque nos fuerza a retirar a varios miembros clave de nuestro personal y a suspender actividades en Boguila. MSF mantiene su compromiso de asistir a la población de la zona, pero este tipo de actos criminales y premeditados suponen una seria amenaza a la capacidad de la organización para prestar ayuda a la población. Tenemos que pensar también en la seguridad de nuestros trabajadores”, comenta Argenziano. “Debido a las consecuencias de este brutal ataque, nos vemos obligados también a replantearnos si es posible continuar nuestras operaciones en otras zonas del país”.
Varios hombres armados de la exSeleka rodearon los terrenos del hospital de Boguila e irrumpieron en una reunión que había organizado el personal de MSF con 40 líderes locales, y en la que se hablaba sobre el acceso a la salud y a la atención médica en la zona.
Al mismo tiempo que alguno de estos hombres entraba disparando tiros al aire en las oficinas de MSF para hacerse con dinero y equipamiento, otros hombres se dirigieron al lugar donde se estaba produciendo la reunión. Sin que mediara ningún tipo de provocación previa, comenzaron a disparar indiscriminadamente hacia la multitud, provocando múltiples víctimas y dejando varios heridos en una situación crítica.
MSF es la única organización humanitaria internacional que trabaja sobre el terreno en Boguila, donde presta asistencia a una población cada vez más expuesta a mortales e indiscriminados ataques por parte de los grupos armados que operan en el área. Los hechos ocurridos el pasado sábado constituyen un inaceptable ataque no solamente a los civiles, sino también a la capacidad de proporcionar asistencia médica y humanitaria a la población.
Desde el golpe de Estado de marzo de 2013, Boguila ha estado bajo una permanente situación de inestabilidad y violencia. En agosto del año pasado se produjo un primer desplazamiento masivo de población ante el incremento de la inseguridad y de los ataques en toda la región. En diciembre de 2013, musulmanes que huían de la violencia que se había instalado en la vecina localidad de Nana Bakassa, buscaron refugio con familias de Boguila que les acogieron temporalmente. Más tarde, estas mismas personas tuvieron que huir de nuevo y dirigirse más al norte, en dirección a Chad. Por último, el pasado 11 de abril[1], 7.000 personas huyeron al bosque, y otras 40 buscaron refugio en los terrenos ocupados por las instalaciones de MSF, después de que un grupo armado atacara un convoy de unos veinte camiones escoltado por la Misión de Paz de la Unión Africana en República Centroafricana (MISCA) y que se encontraba de paso en Boguila. En dicho convoy viajaban los últimos 540 musulmanes que quedaban en la población de Bossangoa, en el norte del país, y que iban a encontrar refugio en Gore, localidad perteneciente a Chad.
Desde el año 2006, MSF ha gestionado este hospital de Boguila, que a día de hoy cuenta con 115 camas y que proporciona asistencia primaria y secundaria de salud a una población estimada de 45.000 personas. Los equipos de MSF también dan apoyo a 7 puestos de salud de los alrededores de Boguila, donde se presta asistencia médica primaria, principalmente tratamiento de casos de malaria, y desde los cuales se refieren los casos más graves al hospital de la organización. Cada mes, el personal de la organización pasa entre 9.000 y 13.000 consultas médicas y trata hasta 10.000 pacientes de malaria.
MSF lleva trabajando en la RCA desde 1997. En la actualidad MSF dispone de 300 miembros internacionales y más de 2000 nacionales trabajando en el país. MSF opera siete proyectos regulares (en Batangafo, Carnot, Kabo, Ndélé, Paoua, Bria y Zémio) y ocho proyectos de emergencia (en Bangui, Berbérati, Bouar, Boguila, Bossangoa, Bangassou y Bocaranga así cómo clínicas móviles en el noroeste del país). Los equipos de MSF proveen asistencia a los refugiados de RCA que han huido a Chad, Camerún y la República Democrática del Congo.
Fuente: http://msf.periodismohumano.com/2014/04/28/tres-trabajadores-de-msf-entre-los-16-civiles-asesinados-en-el-hospital-de-boguila/
MSF condena enérgicamente el asesinato de civiles desarmados en un lugar que estaba claramente identificado como estructura de la organización y sin que existiera ningún tipo de provocación previa. “Estamos absolutamente impactados y afligidos ante la brutal violencia que se ha ejercido el pasado sábado contra nuestro personal y contra decenas de miembros de la comunidad local”, explica Stefano Argenziano, coordinador general de MSF en la RCA. “Estamos trabajando para tratar a todos los heridos y estamos llevando a cabo todos los esfuerzos posibles en mantener informados en todo momento a los miembros de sus familias y a la comunidad sobre el estado de sus familiares y amigos. En estos momentos, nuestros esfuerzos están también centrados en mantener la seguridad de nuestros pacientes, del hospital y de nuestros trabajadores”.
“Este inadmisible ataque nos fuerza a retirar a varios miembros clave de nuestro personal y a suspender actividades en Boguila. MSF mantiene su compromiso de asistir a la población de la zona, pero este tipo de actos criminales y premeditados suponen una seria amenaza a la capacidad de la organización para prestar ayuda a la población. Tenemos que pensar también en la seguridad de nuestros trabajadores”, comenta Argenziano. “Debido a las consecuencias de este brutal ataque, nos vemos obligados también a replantearnos si es posible continuar nuestras operaciones en otras zonas del país”.
Varios hombres armados de la exSeleka rodearon los terrenos del hospital de Boguila e irrumpieron en una reunión que había organizado el personal de MSF con 40 líderes locales, y en la que se hablaba sobre el acceso a la salud y a la atención médica en la zona.
Al mismo tiempo que alguno de estos hombres entraba disparando tiros al aire en las oficinas de MSF para hacerse con dinero y equipamiento, otros hombres se dirigieron al lugar donde se estaba produciendo la reunión. Sin que mediara ningún tipo de provocación previa, comenzaron a disparar indiscriminadamente hacia la multitud, provocando múltiples víctimas y dejando varios heridos en una situación crítica.
MSF es la única organización humanitaria internacional que trabaja sobre el terreno en Boguila, donde presta asistencia a una población cada vez más expuesta a mortales e indiscriminados ataques por parte de los grupos armados que operan en el área. Los hechos ocurridos el pasado sábado constituyen un inaceptable ataque no solamente a los civiles, sino también a la capacidad de proporcionar asistencia médica y humanitaria a la población.
Desde el golpe de Estado de marzo de 2013, Boguila ha estado bajo una permanente situación de inestabilidad y violencia. En agosto del año pasado se produjo un primer desplazamiento masivo de población ante el incremento de la inseguridad y de los ataques en toda la región. En diciembre de 2013, musulmanes que huían de la violencia que se había instalado en la vecina localidad de Nana Bakassa, buscaron refugio con familias de Boguila que les acogieron temporalmente. Más tarde, estas mismas personas tuvieron que huir de nuevo y dirigirse más al norte, en dirección a Chad. Por último, el pasado 11 de abril[1], 7.000 personas huyeron al bosque, y otras 40 buscaron refugio en los terrenos ocupados por las instalaciones de MSF, después de que un grupo armado atacara un convoy de unos veinte camiones escoltado por la Misión de Paz de la Unión Africana en República Centroafricana (MISCA) y que se encontraba de paso en Boguila. En dicho convoy viajaban los últimos 540 musulmanes que quedaban en la población de Bossangoa, en el norte del país, y que iban a encontrar refugio en Gore, localidad perteneciente a Chad.
Desde el año 2006, MSF ha gestionado este hospital de Boguila, que a día de hoy cuenta con 115 camas y que proporciona asistencia primaria y secundaria de salud a una población estimada de 45.000 personas. Los equipos de MSF también dan apoyo a 7 puestos de salud de los alrededores de Boguila, donde se presta asistencia médica primaria, principalmente tratamiento de casos de malaria, y desde los cuales se refieren los casos más graves al hospital de la organización. Cada mes, el personal de la organización pasa entre 9.000 y 13.000 consultas médicas y trata hasta 10.000 pacientes de malaria.
MSF lleva trabajando en la RCA desde 1997. En la actualidad MSF dispone de 300 miembros internacionales y más de 2000 nacionales trabajando en el país. MSF opera siete proyectos regulares (en Batangafo, Carnot, Kabo, Ndélé, Paoua, Bria y Zémio) y ocho proyectos de emergencia (en Bangui, Berbérati, Bouar, Boguila, Bossangoa, Bangassou y Bocaranga así cómo clínicas móviles en el noroeste del país). Los equipos de MSF proveen asistencia a los refugiados de RCA que han huido a Chad, Camerún y la República Democrática del Congo.
Fuente: http://msf.periodismohumano.com/2014/04/28/tres-trabajadores-de-msf-entre-los-16-civiles-asesinados-en-el-hospital-de-boguila/
lunes, 28 de abril de 2014
Santa Comba de Bande
Vista exterior deesde el SE |
Casi desde estos primeros momentos fue reconocida como un ejemplo de la arquitectura religiosa de época visigoda, hasta tal punto que se convitió en uno de los referentes más seguros para definir aquella arquitectura.
Sin embargo, algunos siglos antes, en el XVII, ya había llamado la atención en los ambientes eruditos eclesiásticos. En efecto, en este siglo, surgen estudios de carácer histórico en toda la península, y en Galicia florecerán, sobre todo, historias monásticas. En este ambiente de efervescencia de estudios históricos, Fray Benito de la Cueva escribe su Historia de monasterios y prioratos anejos a Celanova. En esta obra,se afirma por primera vez la antigüedad de Santa Comba, y se narra la repoblación de la zona por Odoario en nombre del rey asturiano Alfonso III. Odoario habría donado a su pariente Odoino una villa para poblar "cum eclaesiis de antiquisimis edificaras et vocatas...Santae Colombae virginis", con ello probaba documentalmente la fecha de 672 como un momento en el que la iglesia ya estaba construida
En el muro oriental se abre una ventana cubierta con un arco e medio punto y cerrada cara al exterior con celosía calada con dibujos de arcos imbricados
Detalle de la imposta y capiteles |
Santa Comba de Bande
Celso Rodríguez Cao
Fernando Álvarez Estrada
domingo, 27 de abril de 2014
Más de 2.000 personas bloquean una marcha neonazi en Berlín
Choque entre grupos radicales de la derecha y la izquierda en Berlín. Los altercados se han producido cuando más de 2.000 personas han bloqueado una marcha neonazi organizada por ultraderechistas del Partido Nacional Democrático. Las personas en contra de los manifestantes, de ideología izquierdista, han lanzado piedras y botellas a la policía alemana, y se han sentado en las calles de un barrio inmigrante para impedir el avance de los neonazis. Hay varias personas detenidas.
Varios miles de personas bloquearon una manifestación organizada por la formación ultraderechista
Partido Nacional Democrático alemán, que pretendía, bajo el lema "Por
un Kreuzberg alemán" circular por este barrio de Berlín, en el que viven
un gran porcentaje de personas de origen turco.
Según explicó la policía, los alrededor de 100 miembros del partido neonazi congregados debieron dar la vuelta después de recorrer sólo 200 metros al haber sido bloqueada la calle
por grupos de personas de ideología izquierdista. A continuación, éstos
procedieron al lanzamiento de piedras y botellas e incluso un baño
portátil fue quemado.
Varias personas fueron detenidas por la
policía alemana por estos hechos, así como cuatro miembros del NPD. El
convocante de la contramanifestación es el colectivo "Berlín libre de
nazis" bajo el que se agrupan miembros de organizaciones de izquierdas, así como de los partidos Los Verdes, La Izquierda, las juventudes del Partido Socialdemócrata y el sindicato Verdi.
Estos altercados se producen tan sólo unos días antes del 1 de mayo, celebración del día del trabajo, y durante la cual son habituales los disturbios en la capital alemana ocasionados por choques entre grupos radicales de derecha e izquierda.
¿Tiene usted características poco varoniles o poco femeninas? No se preocupe: lo suyo tiene remedio
Caballero, puede que la naturaleza le haya dotado de una voz aguda, unos hombres estrechos y unas caderas demasiado anchas. Tal vez, Vd. tenga una inusitada afición a los trabajos de la casa o, peor aún, sea vanidoso y su caminar sea suave y blando. Por suerte, todas estas cualidades tan poco varoniles pueden curarse mediante un tratamiento adecuado, según el doctor Alfonsus Adrianus Vander Put Vermuelen, a la sazón autor del clásico ‘Enfermedades y transtornos de la vida conyugal’, publicado en Barcelona en 1961.
El doctor Vander (para abreviar) no se corta un pelo a la hora de hacer distingos entre las cualidades propias de un hombre que se viste por los pies y las de una mujer como Dios manda. En el caso de las féminas, la desviación presenta las siguientes características: pechos pequeños, pies y manos grandes, erotismo exagerado, ideas de emancipación (¡!) y tendencia a mandar y dirigir, un defecto evidente que aparece representado por una doña mandona poniendo los puntos sobre las jotas a un caballero estupefacto.
Lo que no nos queda claro es el método que propone el doctor Alfonsus Adrianus Vander Put Vermuelen para curar estas aberraciones de la naturaleza. Tendremos que preguntárselo a Blog Odisea, que nos descubrió la existencia de este maravilloso volumen.
Fuente: http://blogs.publico.es/strambotic/2014/04/sarasas/
sábado, 26 de abril de 2014
Aniversario del accidente nuclear de Chernóbil
El 26 de abril de 1986 se produjo en Chernóbil, Ucrania, el
accidente nuclear más grave de la historia. Un repentino aumento de
potencia en uno de los reactores de la Central Nuclear de la ciudad
provocó un sobrecalentamiento que causó la explosión del hidrógeno
acumulado en su interior.
El material radiactivo liberado, unas
500 veces mayor que la de la bomba atómica arrojada en Hiroshima en
1945, causó la muerte de 31 personas, forzó al gobierno de la Unión
Soviética a la evacuación de unas 135.000 personas y provocó una gran
alarma internacional, puesto que se detectó radiactividad en varios
países de Europa septentrional y central.
Fuente: http://www.agenciasinc.es/Multimedia/Ilustraciones/Aniversario-del-accidente-nuclear-de-Chernobil
Fuente: http://www.agenciasinc.es/Multimedia/Ilustraciones/Aniversario-del-accidente-nuclear-de-Chernobil
Los capitanes del 25 de Abril plantan al Parlamento luso
"O la política cambia urgentemente y se invierte el camino de la sumisión, la austeridad y el empobrecimiento del país, o este Gobierno tiene que ser apeado del poder", advierte el coronel Vasco Lourenço
El exlíder socialista y exjefe de Estado Mário Soares se alinea con los protagonistas de la Revolución de los Claveles
El expresidente luso Mario Soares y Otelo Saraiva Carvalho, uno de los comandantes que lideró la Revolución de los Claveles, asisten a uno de los homenajes del 40 aniversario. EFE
La conmemoración en Portugal este 25 de abril del 40 aniversario de la Revolución de los Claveles mostró el clima de división que vive el país. Mientras el presidente de la República, el conservador Aníbal Cavaco Silva, pidió en el acto oficial celebrado en el Parlamento, al que no asistieron los militares del 25 de Abril, más responsabilidad a los partidos a la hora de sacra el país adelante, los protagonistas del golpe de Estado de 1974 censuraron en un acto paralelo celebrado en el Largo do Carmo el empobrecimiento del país tras el rescate y las políticas de austeridad dictadas por la troika.
Y es que la grave situación económica que atraviesa el país centro las intervenciones de ambos actos. "Es difícil entender que en una democracia consolidada, agentes políticos responsables no logren consensos sobre cuestiones esenciales para nuestro futuro", dijo Cavaco Silva. Aunque "la democracia no corre peligro", Cavaco Silva insistió en que 40 años después es el momento de que "los partidos asuman su responsabilidad en la construcción del futuro de Portugal".
El portavoz del PSD, partido de centro derecha en el poder, Luís Montenegro, defendió que los recortes aplicados se deben "a los desequilibrios presupuestarios y la asfixia financiera" de gobiernos anteriores. El líder de la oposición, el socialista António José Seguro, estableció mientras paralelismos entre la situación que se da hoy en el país y la situación previa al 25 de abril de 1974.
Mientras, en la calle, el presidente de la Asociación 25 de Abril y uno de los impulsores de la Revolución, el coronel Vasco Lourenço, pronunció un discurso en el que censuró la actitud del Ejecutivo de Passo Coelho. "O la política cambia urgentemente y se invierte el camino de la sumisión, la austeridad y el empobrecimiento del país, o este Gobierno tiene que ser apeado del poder", defendió. La concentración reunió a miles de personas y tuvo lugar en el Largo do Carmo, en Lisboa, frente al cuartel militar donde los soldados insurgentes lograron la rendición del líder del régimen, Marcello Caetano, sin derramamiento de sangre.
La Asociación 25 de Abril declinó la invitación de la presidenta del Parlamento, Assunçao Esteves, para acudir a los actos oficiales después de la negativa de ésta a permitir su intervención frente a los diputados. El líder socialista Mário Soares, antiguo primer ministro y jefe de Estado, prefirió acompañar a los militares en vez de acudir al hemiciclo.
Fuente: http://www.infolibre.es/noticias/economia/2014/04/25/los_capitanes_del_abril_plantan_parlamento_luso_16252_1011.html#
El exlíder socialista y exjefe de Estado Mário Soares se alinea con los protagonistas de la Revolución de los Claveles
El expresidente luso Mario Soares y Otelo Saraiva Carvalho, uno de los comandantes que lideró la Revolución de los Claveles, asisten a uno de los homenajes del 40 aniversario. EFE
La conmemoración en Portugal este 25 de abril del 40 aniversario de la Revolución de los Claveles mostró el clima de división que vive el país. Mientras el presidente de la República, el conservador Aníbal Cavaco Silva, pidió en el acto oficial celebrado en el Parlamento, al que no asistieron los militares del 25 de Abril, más responsabilidad a los partidos a la hora de sacra el país adelante, los protagonistas del golpe de Estado de 1974 censuraron en un acto paralelo celebrado en el Largo do Carmo el empobrecimiento del país tras el rescate y las políticas de austeridad dictadas por la troika.
Y es que la grave situación económica que atraviesa el país centro las intervenciones de ambos actos. "Es difícil entender que en una democracia consolidada, agentes políticos responsables no logren consensos sobre cuestiones esenciales para nuestro futuro", dijo Cavaco Silva. Aunque "la democracia no corre peligro", Cavaco Silva insistió en que 40 años después es el momento de que "los partidos asuman su responsabilidad en la construcción del futuro de Portugal".
El portavoz del PSD, partido de centro derecha en el poder, Luís Montenegro, defendió que los recortes aplicados se deben "a los desequilibrios presupuestarios y la asfixia financiera" de gobiernos anteriores. El líder de la oposición, el socialista António José Seguro, estableció mientras paralelismos entre la situación que se da hoy en el país y la situación previa al 25 de abril de 1974.
Mientras, en la calle, el presidente de la Asociación 25 de Abril y uno de los impulsores de la Revolución, el coronel Vasco Lourenço, pronunció un discurso en el que censuró la actitud del Ejecutivo de Passo Coelho. "O la política cambia urgentemente y se invierte el camino de la sumisión, la austeridad y el empobrecimiento del país, o este Gobierno tiene que ser apeado del poder", defendió. La concentración reunió a miles de personas y tuvo lugar en el Largo do Carmo, en Lisboa, frente al cuartel militar donde los soldados insurgentes lograron la rendición del líder del régimen, Marcello Caetano, sin derramamiento de sangre.
La Asociación 25 de Abril declinó la invitación de la presidenta del Parlamento, Assunçao Esteves, para acudir a los actos oficiales después de la negativa de ésta a permitir su intervención frente a los diputados. El líder socialista Mário Soares, antiguo primer ministro y jefe de Estado, prefirió acompañar a los militares en vez de acudir al hemiciclo.
Fuente: http://www.infolibre.es/noticias/economia/2014/04/25/los_capitanes_del_abril_plantan_parlamento_luso_16252_1011.html#
viernes, 25 de abril de 2014
“Con la comida que se tira podrían alimentarse 2.000 millones de personas”
El relator de la ONU para la alimentación deja el cargo alertando de que el sistema internacional de producción agroalimentaria no es sostenible por más tiempo, y critica con dureza la liberación a que ha sido sometido este sector
Olivier de Schutter, profesor de Derechos Humanos en la Universidad de Lovaina (Bélgica), deja su cargo de relator de la ONU por el Derecho a la Alimentación,
una responsabilidad que ha ejercido desde 2008. El informe final
presentado al término de su mandato a Naciones Unidas en Ginebra el
pasado 10 de marzo alerta de que el sistema internacional de producción
agroalimentaria no es sostenible por más tiempo y critica con dureza la
liberación a que ha sido sometido este sector, que incluso cotiza en las
bolsas internacionales.
De Schutter reclama un cambio de paradigma en el modelo agroalimentario mundial, pero no sólo por los motivos expuestos sino también porque, a pesar de todos los desmanes que ha implicado dicho modelo, no ha servido siquiera para resolver su principal objetivo: acabar con el hambre en el mundo. El sistema, arguye, se ha basado sólo en la producción de alimentos sin límite, pero sin que el modelo se haya vinculado a políticas de nutrición o sanitarias sino a las meras leyes de la economía de mercado: producción masiva en un mercado desregulado para ofrecer productos baratos en un mercado a gran escala, eso sin contar con el enorme impacto ambiental que este sistema de producción está suponiendo en el mundo y su influencia cada vez mayor en el cambio climático.
¿Cuál es su balance de estos seis años como relator?En estos seis años de mandato se ha aumentado el interés sobre el derecho a la alimentación y la situación del modelo agroalimentario mundial. Mi elección como relator se debe a que, desde los 70, se han sucedido varias crisis en ese modelo, debido principalmente al incremento de la población en el planeta en este tiempo y a la cuestión de cómo alimentar una población que aumentaba tan rápidamente. Así se llegó a 2008, cuando la ONU se dijo: no hemos acabado con el hambre en el mundo así que vamos a informarnos para ver qué consumo existe, cómo se produce, cómo se distribuyen los alimentos, vamos a estudiar la situación sobre el terreno, etc. El desafío, sin duda, son los países pobres. Es necesaria una nueva política de alimentación para beneficiar a esos países . En estos seis años se ha mejorado mucho en la comprensión y conciencia sobre este problema. Y ésta será la base sobre la que deberá continuar el trabajo la ONU y el próximo relator sobre el Derecho a la Alimentación.
¿Cuál es la radiografía del hambre en la actualidad?Ha habido una evolución que nos hace ser más o menos optimistas, pero aún hay 240 millones de personas que pasan hambre, la mayoría en África, y debido al crecimiento de la población es probable que esta cifra continúe progresando. Por otro lado, 4.000 millones de personas sufren un déficit de alimentación, el déficit de desarrollo lleva a carencia de vitaminas A, E y C, que retrasa el desarrollo psíquico y físico de los niños, tanto debido a una escasa alimentación como por una alimentación menos diversa. La nutrición no ha formado parte de las políticas agrícolas y hace falta vincularla a las políticas sanitarias. También se está produciendo una malnutrición cada vez más grave en países desarrollados, como Estados Unidos, donde hay una enorme abundancia de alimentos pero muy malos hábitos alimenticios, con consecuencias como la obesidad mórbida, diabetes, problemas cardiovasculares, cánceres gastrointestinales, etc. Hay muchos países que están llegando a un nivel de desarrollo y en los que ya están apareciendo estos problemas. ¿Por qué? Por haber transformado radicalmente los hábitos alimenticios. Hablamos, por ejemplo, de Brasil, Sudáfrica, México. Surge una clase media pero ésta cambia de estilo de vida. Y esto afecta sobre todo a los niños. Habrá un gasto sanitario muy fuerte si no se toman ya medidas contundentes.
Dice en su informe que el sistema de alimentación que hemos heredado del siglo XX “ha fracasado” y que no es sostenible más tiempo. ¿Por qué?El sistema se basa en poner el enfoque sólo en la oferta, en la producción de alimentos hasta el infinit,o pero los principales desafíos por los que se creó dicho sistema permanecen sin resolver: sigue habiendo hambre y la pobreza continúa creciendo. Además, los límites ecológicos y la propia sostenibilidad del sistema se han sobrepasado.
¿Cuál fue el origen del actual sistema mundial de producción de alimentos?A partir de los años 60 comienza una fuerte explosión demográfica, sobre todo por el aumento de la población en los países asiáticos. Ahora esa presión ha bajado y bajará aún más, la población mundial tenderá a estabilizarse. Aún así, cada año hay 75 millones de habitantes más en el planeta. A partir de esos años se inicia una agricultura industrializada para hacer frente a este desafío. La preocupación por este asunto era muy grande entonces. Hoy somos 7.000 millones y para el año 2050 la ONU prevé unos 9.000 millones. Pero, ¿qué ha pasado desde entonces, desde los años 60 y 70? En los últimos 40 años, la producción agrícola ha crecido a un ritmo superior a la población. En el campo de la tecnología agrícola ha habido diversos factores, sobre todo la mecanización (tractores), el uso de agentes externos como pesticidas y fertilizantes, o el empleo de variedades mejoradas para un crecimiento más rápido (como en el maíz, el trigo). Pero todo centrado en el aumento desmedido y desenfrenado de la producción.
¿Y hasta dónde nos ha llevado la excesiva producción de alimentos, poner el foco sólo en la producción como si fuera un objetivo en sí mismo?La producción ha aumentado y sigue aumentando sin freno. La principal consecuencia en estos años es que hay un sobreconsumo de carne absolutamente insostenible. Sin duda, es un claro ejemplo de uso ineficaz de un recurso. La mitad del cereal producido en el planeta es para satisfacer la demanda de consumo de carne. Es una locura. La producción de carne ha crecido más que la población y los países que van incorporándose a la senda del desarrollo aumentan el consumo de carne de forma inherente. Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia son los países donde más carne se consume: 120 kilos por persona y año. Un poco menos, unos 80 kilos, en Europa y otros países como Argentina, donde el consumo de carne es muy tradicional, forma parte de la cultura misma del país. En China, aunque su población aumenta y se incrementa también el consumo de carne (está en unos 60 kilos por persona al año) hay al menos una gran tradición de vegetarianismo. En países de África, como Mali, la media es de 10 o 12 kilos al año. Además de ser datos muy desiguales, muestran la radiografía de un modelo insostenible. En la Unión Europea se han de destinar 20 millones de hectáreas para el consumo de carne. ¡20 millones de hectáreas! Es la tercera parte de la extensión de Francia, muchísimo. Y un estudio de la FAO estima que la producción anual de carne tendría que alcanzar 470 millones de toneladas para la demanda prevista en 2050 si seguimos a este ritmo, un incremento todavía de más de 200 millones de toneladas en comparación para los niveles de 2005-2007.
¿Y todo lo que se produce es consumido?
Se pierde el 30% de la alimentación producida en el mundo. Hemos hecho un estudio en Canadá, y el 51% de las pérdidas de comida se produce en las casas, es decir, porque se tira la comida a la basura. El resto se pierde o se tira en la distribución, en supermercados, en el proceso de transformación de la industria comestible, etc. Estas pérdidas hay que limitarlas. Con lo que se tira se podría alimentar a 2.000 millones de personas, y eso teniendo en cuenta que en los países desarrollados se consumen 4.600 kilocalorías por persona y día, el doble de lo necesario
¿Qué implicaciones tiene esto para la sostenibilidad del planeta, de la propia naturaleza?Hemos pasado los límites en tres casos: la biodiversidad, el cambio climático y el uso de nitrógeno y fosfatos para fertilizantes. En cuanto a la biodiversidad, perdemos especies a una velocidad diez veces más rápido de las que se reponen naturalmente. En cuanto al cambio climático, la acumulación de gas en la atmósfera está produciendo un aumento de temperaturas sin freno que llevará a más fuertes y propensas sequías e inundaciones, a mayor inestabilidad de la meteorología, y esto va a convertirse en una amenaza. Será inevitable que se produzcan conflictos por la tierra y los recursos si no se toman medidas radicales. Habrá un fuerte impacto de la temperatura en los cultivos, se prevé una caída en la producción entre 2000 y 2080. Si prevemos una pérdida en 2080 de un 6% o 7% ya es un escenario optimista porque se introduce el elemento de que el carbono puede ayudar al crecimiento de la planta. En el hemisferio norte aumentarán las zonas cultivables, sobre todo en Rusia, Canadá, el norte de Estados Unidos, China, pero en el resto no, sobre todo en África, que además es ya el continente más afectado por el hambre y la pobreza. La agricultura repercute más de lo que pensamos en el cambio climático: por las emisiones de metano del ganado, por la deforestación, el transporte de productos, el plástico de los envoltorios, etc. Supone la tercera parte de la emisión de gases en el mundo.
¿Y en cuanto al uso de fertilizantes?El uso de nitrógeno y fosfatos en fertilizantes está relacionado con el ciclo del nitrógeno, que ya no es sostenible: eliminamos de lejos más nitrógeno de la atmósfera del que la naturaleza puede reponer. Extraemos fosfatos para producir fertilizantes pero las reservas están siendo agotadas y no hay sustituto conocido. El uso de fertilizantes, por ejemplo, alcanzará un grado preocupante en los próximos años. Y luego está las repercusiones sobre el agua porque el 70% del agua dulce del mundo va a la agricultura y no a consumo humano o industrial, que, de hecho, son usos minoritarios.
Usted ha alertado también de que este sistema internacional de producción de alimentos ha provocado que la agricultura a pequeña escala no sea rentable, por lo que las familias que subsistían de este modo se han visto obligadas a ir a la ciudad y esto ha provocado un éxodo masivo a las ciudades.Gran parte del mundo pobre vive de la agricultura de subsistencia: son pequeños agrícolas, pequeños productores, usan pequeñas parcelas de terreno, como mucho una hectárea o hectárea y media. 400 o 500 millones de personas viven así. Pero muchos de ellos no pueden subsistir, el cambio climático le afectará, otros no tienen tierras, otros recibirán menos salario cada vez más, de modo que la salida será para muchos irse a la ciudad, huir del campo. Desde los años 70, de hecho, se ha producido un fuerte éxodo del campo a las ciudades por este motivo, porque la agricultura de subsistencia ya no permitía a las familias subsistir. Tenían que irse a las ciudades, que han recibido a tanta gente en tan poco tiempo que también han tenido problemas para acoger a estas personas y ofrecerles condiciones de vida adecuadas en muchos casos.
¿Qué puede hacerse para lograr a escala global una agricultura más sostenible?Se han de desarrollar e implantar modos de producción más durables, como la llamada agroecología. No se trata de agricultura biológica, es mucho más que eso, es el uso sostenible de los recursos, pero busca comprender cómo la agricultura y la naturaleza funcionan y cómo implementar los mecanismos de la naturaleza frente a la agricultura industrial. Exige una agricultura más inteligente, combinar plantas, árboles, pequeños animales, no grandes extensiones, y producir más con menos.
¿Puede poner un ejemplo que se esté desarrollando ya?
Usted también denuncia en su informe el enorme apoyo estatal y con fondos públicos al sistema agroalimentario actual en aras de una “agricultura low-cost”, como usted la denomina. Menciona en su informe que los países de la OCDE subvencionan sus sectores agrícolas con 259.000 millones de dólares.Los subsidios para sostener este sistema internacional para que, a gran escala, la gente pueda acceder a la alimentación, son obviamente desmesurados. El sistema low-cost está sin aliento, sin aire, no se puede sostener este sistema hasta el infinito. Mi generación está olvidando ya que ha habido un mundo en el que se consumían alimentos y comida frescos y locales, producidos y vendidos localmente. El ciudadano tiene que concienciarse sobre esto y participar de ello, porque sólo es posible reconstruir un sistema de alimentación durable desde un nivel local. El apoyo estatal se da a través de subsidios y se ha favorecido la concentración del sector en grandes productores debido a la liberalización del sector en los años 80. También hay subsidios para el consumo de petróleo en este sector, los subsidios también han animado a la expansión de la industria del procesamiento de alimentos. Las grandes corporaciones han venido a dominar cada vez más los mercados agroalimentarios globales por este motivo, en detrimento de los pequeños por ser menos competitivos bajo estas condiciones.
¿Cómo valora la política de la Unión Europea en cuanto a la producción de alimentos y la política agroalimentaria?Es necesario un cambio de cultura. La nueva PAC [Política Agraria Común, recientemente aprobada por la UE con vigencia hasta 2020] ha detectado este cambio de política y ha habido mucha resistencia a esta reforma. Hay un camino que emprender de toma de conciencia y de comenzar una transición hacia otro modelo. El punto clave es que la nueva PAC no está vinculada a una política alimentaria, de nutrición, sólo hay política de producción agrícola, y hace falta una vinculación de estas políticas con el bienestar, con la salud, con la nutrición, y esto está siendo muy difícil en la UE. Y además está el riesgo de que este modelo europeo no proteja a los pequeños productores, de que al final todo siga estando enfocado a los grandes.
¿Cuál es su opinión sobre los alimentos genéticamente modificados?Hay muchas dudas sobre la sostenibilidad de las tecnologías de modificación genética a largo plazo: las variedades maíz bt y algodón bt [ambas fabricadas por la compañía Monsanto] han llevado a las plagas a desarrollar resistencia. Mi preocupación clave es que la tecnología de modificación genética está asociada con una forma de agricultura industrial (la producción de mercancías en grandes áreas de tierra a través de medios altamente mecanizados) que es un modelo muy contrario a la forma diversificada de agricultura por la que yo abogo. Las semillas no significan nada de por sí a menos que las condiciones institucionales y de la política económica sean correctas y hagan la tecnología más adaptada al contexto en el cual las semillas son empleadas.
Sobre la liberalización del mercado de alimentos desde los años 80 y la subsiguiente especulación en bolsa por este motivo, ¿cuál es la situación actual? ¿Qué se está haciendo para legislar sobre este terreno?La especulación con mercancías de alimentos es una gran amenaza a la estabilidad de los precios y, por lo tanto, a la seguridad alimentaria y la realización del derecho a la alimentación a lo largo y ancho del mundo en desarrollo. La especulación ocurre en varias formas y con impactos diferentes sobre los precios en los alimentos y la seguridad alimentaria. Sobre los mercados físicos una forma de especulación tiene lugar cuando los comerciantes acopian alimentos para retrasar las ventas y acelerar las compras, creando así una escasez artificial. Esto puede llevar a un incremento significativo de los precios bajo ciertas condiciones, particularmente cuando los canales de distribución de alimentos están controlados por un pequeño número de actores o donde un producto particular es producido por sólo un puñado de países. Los intereses de este tipo de especulación son enturbiar el mercado y beneficiarse de la consiguiente incertidumbre. Pero los actores son principalmente operadores comerciales del sector agroalimentario.
Fuente: http://esmateria.com/2014/04/25/con-la-comida-que-se-tira-podrian-alimentarse-2-000-millones-de-personas/#prettyPhoto
De Schutter, en uno de sus viajes como relator de la ONU. / |
De Schutter reclama un cambio de paradigma en el modelo agroalimentario mundial, pero no sólo por los motivos expuestos sino también porque, a pesar de todos los desmanes que ha implicado dicho modelo, no ha servido siquiera para resolver su principal objetivo: acabar con el hambre en el mundo. El sistema, arguye, se ha basado sólo en la producción de alimentos sin límite, pero sin que el modelo se haya vinculado a políticas de nutrición o sanitarias sino a las meras leyes de la economía de mercado: producción masiva en un mercado desregulado para ofrecer productos baratos en un mercado a gran escala, eso sin contar con el enorme impacto ambiental que este sistema de producción está suponiendo en el mundo y su influencia cada vez mayor en el cambio climático.
¿Cuál es su balance de estos seis años como relator?En estos seis años de mandato se ha aumentado el interés sobre el derecho a la alimentación y la situación del modelo agroalimentario mundial. Mi elección como relator se debe a que, desde los 70, se han sucedido varias crisis en ese modelo, debido principalmente al incremento de la población en el planeta en este tiempo y a la cuestión de cómo alimentar una población que aumentaba tan rápidamente. Así se llegó a 2008, cuando la ONU se dijo: no hemos acabado con el hambre en el mundo así que vamos a informarnos para ver qué consumo existe, cómo se produce, cómo se distribuyen los alimentos, vamos a estudiar la situación sobre el terreno, etc. El desafío, sin duda, son los países pobres. Es necesaria una nueva política de alimentación para beneficiar a esos países . En estos seis años se ha mejorado mucho en la comprensión y conciencia sobre este problema. Y ésta será la base sobre la que deberá continuar el trabajo la ONU y el próximo relator sobre el Derecho a la Alimentación.
¿Cuál es la radiografía del hambre en la actualidad?Ha habido una evolución que nos hace ser más o menos optimistas, pero aún hay 240 millones de personas que pasan hambre, la mayoría en África, y debido al crecimiento de la población es probable que esta cifra continúe progresando. Por otro lado, 4.000 millones de personas sufren un déficit de alimentación, el déficit de desarrollo lleva a carencia de vitaminas A, E y C, que retrasa el desarrollo psíquico y físico de los niños, tanto debido a una escasa alimentación como por una alimentación menos diversa. La nutrición no ha formado parte de las políticas agrícolas y hace falta vincularla a las políticas sanitarias. También se está produciendo una malnutrición cada vez más grave en países desarrollados, como Estados Unidos, donde hay una enorme abundancia de alimentos pero muy malos hábitos alimenticios, con consecuencias como la obesidad mórbida, diabetes, problemas cardiovasculares, cánceres gastrointestinales, etc. Hay muchos países que están llegando a un nivel de desarrollo y en los que ya están apareciendo estos problemas. ¿Por qué? Por haber transformado radicalmente los hábitos alimenticios. Hablamos, por ejemplo, de Brasil, Sudáfrica, México. Surge una clase media pero ésta cambia de estilo de vida. Y esto afecta sobre todo a los niños. Habrá un gasto sanitario muy fuerte si no se toman ya medidas contundentes.
Dice en su informe que el sistema de alimentación que hemos heredado del siglo XX “ha fracasado” y que no es sostenible más tiempo. ¿Por qué?El sistema se basa en poner el enfoque sólo en la oferta, en la producción de alimentos hasta el infinit,o pero los principales desafíos por los que se creó dicho sistema permanecen sin resolver: sigue habiendo hambre y la pobreza continúa creciendo. Además, los límites ecológicos y la propia sostenibilidad del sistema se han sobrepasado.
¿Cuál fue el origen del actual sistema mundial de producción de alimentos?A partir de los años 60 comienza una fuerte explosión demográfica, sobre todo por el aumento de la población en los países asiáticos. Ahora esa presión ha bajado y bajará aún más, la población mundial tenderá a estabilizarse. Aún así, cada año hay 75 millones de habitantes más en el planeta. A partir de esos años se inicia una agricultura industrializada para hacer frente a este desafío. La preocupación por este asunto era muy grande entonces. Hoy somos 7.000 millones y para el año 2050 la ONU prevé unos 9.000 millones. Pero, ¿qué ha pasado desde entonces, desde los años 60 y 70? En los últimos 40 años, la producción agrícola ha crecido a un ritmo superior a la población. En el campo de la tecnología agrícola ha habido diversos factores, sobre todo la mecanización (tractores), el uso de agentes externos como pesticidas y fertilizantes, o el empleo de variedades mejoradas para un crecimiento más rápido (como en el maíz, el trigo). Pero todo centrado en el aumento desmedido y desenfrenado de la producción.
¿Y hasta dónde nos ha llevado la excesiva producción de alimentos, poner el foco sólo en la producción como si fuera un objetivo en sí mismo?La producción ha aumentado y sigue aumentando sin freno. La principal consecuencia en estos años es que hay un sobreconsumo de carne absolutamente insostenible. Sin duda, es un claro ejemplo de uso ineficaz de un recurso. La mitad del cereal producido en el planeta es para satisfacer la demanda de consumo de carne. Es una locura. La producción de carne ha crecido más que la población y los países que van incorporándose a la senda del desarrollo aumentan el consumo de carne de forma inherente. Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia son los países donde más carne se consume: 120 kilos por persona y año. Un poco menos, unos 80 kilos, en Europa y otros países como Argentina, donde el consumo de carne es muy tradicional, forma parte de la cultura misma del país. En China, aunque su población aumenta y se incrementa también el consumo de carne (está en unos 60 kilos por persona al año) hay al menos una gran tradición de vegetarianismo. En países de África, como Mali, la media es de 10 o 12 kilos al año. Además de ser datos muy desiguales, muestran la radiografía de un modelo insostenible. En la Unión Europea se han de destinar 20 millones de hectáreas para el consumo de carne. ¡20 millones de hectáreas! Es la tercera parte de la extensión de Francia, muchísimo. Y un estudio de la FAO estima que la producción anual de carne tendría que alcanzar 470 millones de toneladas para la demanda prevista en 2050 si seguimos a este ritmo, un incremento todavía de más de 200 millones de toneladas en comparación para los niveles de 2005-2007.
¿Y todo lo que se produce es consumido?
Se pierde el 30% de la alimentación producida en el mundo. Hemos hecho un estudio en Canadá, y el 51% de las pérdidas de comida se produce en las casas, es decir, porque se tira la comida a la basura. El resto se pierde o se tira en la distribución, en supermercados, en el proceso de transformación de la industria comestible, etc. Estas pérdidas hay que limitarlas. Con lo que se tira se podría alimentar a 2.000 millones de personas, y eso teniendo en cuenta que en los países desarrollados se consumen 4.600 kilocalorías por persona y día, el doble de lo necesario
¿Qué implicaciones tiene esto para la sostenibilidad del planeta, de la propia naturaleza?Hemos pasado los límites en tres casos: la biodiversidad, el cambio climático y el uso de nitrógeno y fosfatos para fertilizantes. En cuanto a la biodiversidad, perdemos especies a una velocidad diez veces más rápido de las que se reponen naturalmente. En cuanto al cambio climático, la acumulación de gas en la atmósfera está produciendo un aumento de temperaturas sin freno que llevará a más fuertes y propensas sequías e inundaciones, a mayor inestabilidad de la meteorología, y esto va a convertirse en una amenaza. Será inevitable que se produzcan conflictos por la tierra y los recursos si no se toman medidas radicales. Habrá un fuerte impacto de la temperatura en los cultivos, se prevé una caída en la producción entre 2000 y 2080. Si prevemos una pérdida en 2080 de un 6% o 7% ya es un escenario optimista porque se introduce el elemento de que el carbono puede ayudar al crecimiento de la planta. En el hemisferio norte aumentarán las zonas cultivables, sobre todo en Rusia, Canadá, el norte de Estados Unidos, China, pero en el resto no, sobre todo en África, que además es ya el continente más afectado por el hambre y la pobreza. La agricultura repercute más de lo que pensamos en el cambio climático: por las emisiones de metano del ganado, por la deforestación, el transporte de productos, el plástico de los envoltorios, etc. Supone la tercera parte de la emisión de gases en el mundo.
¿Y en cuanto al uso de fertilizantes?El uso de nitrógeno y fosfatos en fertilizantes está relacionado con el ciclo del nitrógeno, que ya no es sostenible: eliminamos de lejos más nitrógeno de la atmósfera del que la naturaleza puede reponer. Extraemos fosfatos para producir fertilizantes pero las reservas están siendo agotadas y no hay sustituto conocido. El uso de fertilizantes, por ejemplo, alcanzará un grado preocupante en los próximos años. Y luego está las repercusiones sobre el agua porque el 70% del agua dulce del mundo va a la agricultura y no a consumo humano o industrial, que, de hecho, son usos minoritarios.
Usted ha alertado también de que este sistema internacional de producción de alimentos ha provocado que la agricultura a pequeña escala no sea rentable, por lo que las familias que subsistían de este modo se han visto obligadas a ir a la ciudad y esto ha provocado un éxodo masivo a las ciudades.Gran parte del mundo pobre vive de la agricultura de subsistencia: son pequeños agrícolas, pequeños productores, usan pequeñas parcelas de terreno, como mucho una hectárea o hectárea y media. 400 o 500 millones de personas viven así. Pero muchos de ellos no pueden subsistir, el cambio climático le afectará, otros no tienen tierras, otros recibirán menos salario cada vez más, de modo que la salida será para muchos irse a la ciudad, huir del campo. Desde los años 70, de hecho, se ha producido un fuerte éxodo del campo a las ciudades por este motivo, porque la agricultura de subsistencia ya no permitía a las familias subsistir. Tenían que irse a las ciudades, que han recibido a tanta gente en tan poco tiempo que también han tenido problemas para acoger a estas personas y ofrecerles condiciones de vida adecuadas en muchos casos.
¿Qué puede hacerse para lograr a escala global una agricultura más sostenible?Se han de desarrollar e implantar modos de producción más durables, como la llamada agroecología. No se trata de agricultura biológica, es mucho más que eso, es el uso sostenible de los recursos, pero busca comprender cómo la agricultura y la naturaleza funcionan y cómo implementar los mecanismos de la naturaleza frente a la agricultura industrial. Exige una agricultura más inteligente, combinar plantas, árboles, pequeños animales, no grandes extensiones, y producir más con menos.
¿Puede poner un ejemplo que se esté desarrollando ya?
Plantaciones de arroz, peces y pájaros. Hay
ya casos en Japón y Filipinas. Este tipo de agricultura limita el uso
de pesticidas. Se crea una especie de ecosistema propio donde el pez
oxigena y ayuda al desarrollo y crecimiento de la planta, y los pájaros
fertilizan el suelo y comen insectos (combaten las plagas). Es una
técnica sencilla de agroecología. El objetivo final es relocalizar el
sistema agroalimentario, evitar la concentración agraria mundial que ha
acabado con los pequeños agricultores. El gran sistema actual exige un
transporte a gran escala de alimentos, exportaciones, subsidios para que
haya precios baratos y equitativos, mercados internacionales, etc., y
ante esto el pequeño actor decae. Hay que relocalizar para volver a
poner al campo en el centro del esquema, conectado con la ciudad, con
rutas entre campo y ciudad, con canales, con mercados urbanos de
productos locales, etc. Es una experiencia que han puesto en marcha con
mucho éxito personas como Patrus Ananias en las favelas de Belo Horizonte, Brasil.
Usted también denuncia en su informe el enorme apoyo estatal y con fondos públicos al sistema agroalimentario actual en aras de una “agricultura low-cost”, como usted la denomina. Menciona en su informe que los países de la OCDE subvencionan sus sectores agrícolas con 259.000 millones de dólares.Los subsidios para sostener este sistema internacional para que, a gran escala, la gente pueda acceder a la alimentación, son obviamente desmesurados. El sistema low-cost está sin aliento, sin aire, no se puede sostener este sistema hasta el infinito. Mi generación está olvidando ya que ha habido un mundo en el que se consumían alimentos y comida frescos y locales, producidos y vendidos localmente. El ciudadano tiene que concienciarse sobre esto y participar de ello, porque sólo es posible reconstruir un sistema de alimentación durable desde un nivel local. El apoyo estatal se da a través de subsidios y se ha favorecido la concentración del sector en grandes productores debido a la liberalización del sector en los años 80. También hay subsidios para el consumo de petróleo en este sector, los subsidios también han animado a la expansión de la industria del procesamiento de alimentos. Las grandes corporaciones han venido a dominar cada vez más los mercados agroalimentarios globales por este motivo, en detrimento de los pequeños por ser menos competitivos bajo estas condiciones.
¿Cómo valora la política de la Unión Europea en cuanto a la producción de alimentos y la política agroalimentaria?Es necesario un cambio de cultura. La nueva PAC [Política Agraria Común, recientemente aprobada por la UE con vigencia hasta 2020] ha detectado este cambio de política y ha habido mucha resistencia a esta reforma. Hay un camino que emprender de toma de conciencia y de comenzar una transición hacia otro modelo. El punto clave es que la nueva PAC no está vinculada a una política alimentaria, de nutrición, sólo hay política de producción agrícola, y hace falta una vinculación de estas políticas con el bienestar, con la salud, con la nutrición, y esto está siendo muy difícil en la UE. Y además está el riesgo de que este modelo europeo no proteja a los pequeños productores, de que al final todo siga estando enfocado a los grandes.
¿Cuál es su opinión sobre los alimentos genéticamente modificados?Hay muchas dudas sobre la sostenibilidad de las tecnologías de modificación genética a largo plazo: las variedades maíz bt y algodón bt [ambas fabricadas por la compañía Monsanto] han llevado a las plagas a desarrollar resistencia. Mi preocupación clave es que la tecnología de modificación genética está asociada con una forma de agricultura industrial (la producción de mercancías en grandes áreas de tierra a través de medios altamente mecanizados) que es un modelo muy contrario a la forma diversificada de agricultura por la que yo abogo. Las semillas no significan nada de por sí a menos que las condiciones institucionales y de la política económica sean correctas y hagan la tecnología más adaptada al contexto en el cual las semillas son empleadas.
Sobre la liberalización del mercado de alimentos desde los años 80 y la subsiguiente especulación en bolsa por este motivo, ¿cuál es la situación actual? ¿Qué se está haciendo para legislar sobre este terreno?La especulación con mercancías de alimentos es una gran amenaza a la estabilidad de los precios y, por lo tanto, a la seguridad alimentaria y la realización del derecho a la alimentación a lo largo y ancho del mundo en desarrollo. La especulación ocurre en varias formas y con impactos diferentes sobre los precios en los alimentos y la seguridad alimentaria. Sobre los mercados físicos una forma de especulación tiene lugar cuando los comerciantes acopian alimentos para retrasar las ventas y acelerar las compras, creando así una escasez artificial. Esto puede llevar a un incremento significativo de los precios bajo ciertas condiciones, particularmente cuando los canales de distribución de alimentos están controlados por un pequeño número de actores o donde un producto particular es producido por sólo un puñado de países. Los intereses de este tipo de especulación son enturbiar el mercado y beneficiarse de la consiguiente incertidumbre. Pero los actores son principalmente operadores comerciales del sector agroalimentario.
Fuente: http://esmateria.com/2014/04/25/con-la-comida-que-se-tira-podrian-alimentarse-2-000-millones-de-personas/#prettyPhoto
martes, 22 de abril de 2014
Activistas de Femen protestan en París contra la "epidemia fascista" del partido de Le Pen
Las miembros del grupo feminista se han manifestado frente al hotel donde estaba programada la conferencia de prensa de la líder del Frente Nacional.
23 activistas de las Femen han 'desfilado' por las calles de París con esvásticas pintadas en el pecho rematadas con las estrellas de la bandera de la Unión Europea y un bigote como el de Hitler al grito de "epidemia fascista".
De esta forma han llegado hasta el hotel donde estaba programada una rueda de prensa de la líder del Frente Nacional, donde han solicitado que saliera a la calle la ultraderechista Marine Le Pen. Ya en la calle la han llamado "fascista".
Acusó a la UE de ser "culpable" de la situación económica y de provocar "más paro" y desigualdad, y, en ese sentido, abundó en su crítica al aumento de los precios con el euro, a la llegada de gitanos de los países del este o a la multiplicación de normas impuestas a agricultores y empresarios que compiten con productos importados no sometidos a esa legislación.
Además, abogó por endurecer las restricciones aduaneras a los productos importados, arremetió contra el "funesto tratado de libre comercio entre Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea", y pidió el voto para su formación euroescépctica para impedir que la UE "siga avanzando".
"Hemos conseguido abrir los ojos de los franceses sobre la Unión Europea", agregó la líder del FN, quien subrayó que la percepción de Europa "se degrada año tras año" porque los electores han comprendido que "apoyar a la UE actualmente es actuar contra Francia".
La presidenta del FN, de 45 años, alertó a sus simpatizantes de que "la abstención será la gran trampa de estas elecciones" y consideró que abstenerse no es votar contra Europa, sino "el mejor regalo al sistema" porque contribuye a "mantenerlo".
Fuente: http://www.publico.es/internacional/515989/activistas-de-femen-protestan-en-paris-contra-la-epidemia-fascista-del-partido-de-le-pen
De esta forma han llegado hasta el hotel donde estaba programada una rueda de prensa de la líder del Frente Nacional, donde han solicitado que saliera a la calle la ultraderechista Marine Le Pen. Ya en la calle la han llamado "fascista".
Acusó a la UE de ser "culpable" de la situación económica y de provocar "más paro" y desigualdad, y, en ese sentido, abundó en su crítica al aumento de los precios con el euro, a la llegada de gitanos de los países del este o a la multiplicación de normas impuestas a agricultores y empresarios que compiten con productos importados no sometidos a esa legislación.
Además, abogó por endurecer las restricciones aduaneras a los productos importados, arremetió contra el "funesto tratado de libre comercio entre Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea", y pidió el voto para su formación euroescépctica para impedir que la UE "siga avanzando".
"Hemos conseguido abrir los ojos de los franceses sobre la Unión Europea", agregó la líder del FN, quien subrayó que la percepción de Europa "se degrada año tras año" porque los electores han comprendido que "apoyar a la UE actualmente es actuar contra Francia".
La presidenta del FN, de 45 años, alertó a sus simpatizantes de que "la abstención será la gran trampa de estas elecciones" y consideró que abstenerse no es votar contra Europa, sino "el mejor regalo al sistema" porque contribuye a "mantenerlo".
Fuente: http://www.publico.es/internacional/515989/activistas-de-femen-protestan-en-paris-contra-la-epidemia-fascista-del-partido-de-le-pen
La lucha de miles de peruanas esterilizadas: “La enfermera me dijo: ya no parirás como una cerda”
Imagen tomada en una manifestación por las víctimas de las esterilizaciones forzadas en Lima/ Foto: Pablo Pérez |
En 1996, el gobierno de Alberto Fujimori inició una radical política de control de la natalidad que duró un lustro, en el cual fueron esterilizadas a unas 300.000 mujeres, al menos 2.000 de ellas a la fuerza.
La ONG Instituto de Defensa Legal y la fiscalía anticorrupción han pedido un juicio por crímenes de lesa humanidad.
La ONG Instituto de Defensa Legal y la fiscalía anticorrupción han pedido un juicio por crímenes de lesa humanidad.
Sabina Huilca, una indígena
quechuahablante de la región peruana de Cuzco, dio a luz a una niña en
agosto de 1996 en una ambulancia, cuando iba camino del hospital. A sus
26 años era su cuarto hijo y sería el último, aunque entonces ella no lo
sabía. La llevaron a un centro de salud en el pueblo de Izcuchaca,
donde le insistieron en que se quedara un día más para hacerle “una
limpieza”.
Aunque ella se sentía bien y quería
volver a su casa, el médico la amenazó con no registrar a su hija si se
iba. Al día siguiente, una enfermera la obligó a meterse en la ducha y
la bañó a manguerazos con agua fría y luego la puso en una camilla,
donde le sujetó con correas las manos y los pies. Sabina, que habla con
dificultad el español, preguntó qué le iban a hacer, pero la sanitaria
le respondió en tono despectivo: “Te voy a limpiar. ¿Eres analfabeta?
¿No entiendes cuando te hablo?”.
Le pusieron una anestesia y, entre
sollozos y rezos, se durmió. Pero como había comido algo, sólo le hizo
un efecto parcial. Cuando se despertó vio que le estaban cosiendo la
barriga. A pesar de sus gritos de dolor, el médico terminó de coser. Al
finalizar, la enfermera le dijo: “Ahora ya no vas a parir como una
cerda”.
Ese año el gobierno de Alberto Fujimori
había iniciado un radical política de control de la natalidad que duró
un lustro, en el cual fueron esterilizadas unas 300.000 mujeres.
En teoría, el programa era voluntario,
pero el problema es que, para poder cumplir con las exigentes cuotas
establecidas, muchos médicos y enfermeras recurrieron en ocasiones al
engaño, las amenazas o simplemente la fuerza bruta. Sobre todo, en zonas
campesinas y contra mujeres indígenas y pobres.
“No hay una cifra exacta de cuántas
fueron voluntarias y cuántas no voluntarias”, reconoce Rossy Salazar,
abogada de la organización de defensa de los derechos de la mujer Demus,
que lleva varios años litigando por llevar a los responsables de estos
crímenes ante la justicia y por que se repare a las víctimas. Hasta
ahora sin éxito, pese a que han pasado 14 años desde el fin del régimen
de Fujimori.
Demus, la ONG Instituto de Defensa
Legal y la fiscalía anticorrupción (pues también se contemplan delitos
de malversación de fondos) han documentado 2.074 casos repartidos por
todo el país, aunque la cifra va en aumento, pues “faltan muchas mujeres
que ni siquiera saben que puede denunciar”, afirma Salazar.
Por ello, han pedido un juicio por
crímenes de lesa humanidad contra varios Fujimori, tres de sus ministros
de Salud y otros altos funcionarios.
Pero el fiscal encargado del caso
propuso en enero archivar la demanda contra estos ex altos cargos. Alega
que no hubo una política de Estado de esterilizaciones forzadas, sino
que fueron los médicos y enfermeras encargados de aplicar el programa
quienes recurrieron por cuenta propia a esas prácticas.
Los denunciantes alegan que,
presionados por el sistema de recompensas y castigos si se alcanzaban o
no los altas metas impuestas por el programa, los ginecólogos, obstetras
y enfermeras solían engañar a campesinas indígenas, en su inmensa
mayoría analfabetas y que apenas entendían el español, para someterlas a
ligaduras de trompas con engaños.
Imagen tomada en una manifestación por las víctimas de las esterilizaciones forzadas en Lima/ Foto: Pablo Pérez |
A otras las amenazaban o, aprovechando
las altas necesidades de una población empobrecida, les hacían promesas
de ayudas que nunca se cumplían. En otras ocasiones, les ligaban las
esterilizaban sin su consentimiento aprovechando una cesárea o alguna
otra operación.
“Me dejaron el bebé muerto en mi barriga”
Ligia Ríos no es indígena ni campesina,
pero vive en una zona pobre de Lima. Un día, en 1997, cuando tenía 29
años y estaba embarazada de su cuarto hijo, unos funcionarios sanitarios
con batas naranjas fueron a buscarla a su casa. “Me dijeron que iba a
haber charlas de planificación familiar y que me iban a asegurar a mí y a
mi familia. Me ofrecían medicamentos, atención gratuita, seguro médico
para mí y para mis hijos”, recuerda.
La llevaron junto con otras 13 mujeres y
un hombre de la zona en una camioneta a un hospital, donde le pincharon
en un brazo diciéndole que era una vacuna, aunque en realidad era la
anestesia.
Cuando se despertó un médico la revisó y
se dio cuenta de que estaba en cinta. “Me abrieron la barriga, me
ligaron, me cortaron el cordón umbilical y me dejaron el bebé muerto en
mi barriga”.
No sólo nunca le proporcionaron la
asistencia prometida, sino que, a pesar de que asegura que todavía le
quedan secuelas de esa operación, sigue pidiendo que le hagan una
revisión. “Cuánto daño me hicieron porque hasta ahora estoy gorda, pero
yo no soy gorda, yo estoy inflada. Exijo que me hagan un chequeo y vean
qué es lo que me hicieron adentro”, demanda.
Ha recorrido varias dependencias
estatales para denunciar su caso, pero en ninguna le han hecho caso:
“Hasta el día de hoy no se me escucha”.
No es la única que ha sufrido graves
secuelas, tanto físicas como psicológicas, por la esterilización. “Hasta
el día de hoy muchas víctimas tienen consecuencias físicas: muchos
dolores en el abdomen, algunas tienen dolores en la espalda…”, apunta
Salazar.
Y para las mujeres andinas el no poder
tener hijos es además un estigma social. Muchas fueron repudiadas y
abandonadas por sus maridos e incluso por sus comunidades. “Ya no
servimos para nada. Yo me quería morir. No quería sufrir”, señala entre
lágrimas Sabina, que hasta dos meses después de la intervención
quirúrgica no supo lo que le habían hecho.
Otras corrieron peor suerte, pues las
esterilizaciones se llevaron a cabo en condiciones insalubres, sin el
personal y los medios adecuados, lo que provocó la muerte a varias de
ellas. Salazar indica que “la Defensoría del Pueblo documentó 16 casos,
pero hay muchos más que no se han podido documentar completamente”.
Ligia Ríos destaca que las 14 personas
que fueron esterilizadas en el mismo grupo que ella (al hombre le
hicieron una vasectomía) han fallecido todas por problemas de salud. “La
única que sobrevive soy yo”.
“Todas las mujeres han tenido
consecuencias debido a la esterilización y hasta ahora el ejecutivo
tampoco hace nada, ninguna política de reparación ni nada”, reclama
Salazar.
Las organizaciones de derechos humanos
han apelado la pretensión del fiscal de archivar el caso contra Fujimori
y sus ministros, algo que ya sucedió en 2009, aunque el Estado peruano
lo reabrió tras ser reprendido por la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos.
Hilaria Supa, una congresista peruana
quechuahablante del Parlamento Andino, un organismo regional, denuncia
que “se trata de un tema de discriminación”. “¿A quién protegen? ¿Por
qué lo niegan (la responsabilidad del Estado)? ¿Porque las mujeres no
tienen dinero, no están en el poder y los otros sí están en el poder y
tienen dinero?”, se pregunta.
lunes, 21 de abril de 2014
Atrocidades coloniales: historia y amnesia
El historiador Paul Doolan (University of Zurich y Zurich International School) escribe un apreciable blog que lleva su nombre
donde trata asuntos relativos a su materia, pero también a cuestiones
políticas, de arte y literatura. Además, suele incidir muy especialmente
en el problema de la memoria y, más en particular, en cómo funciona en
las antiguas metrópolis y colonias del Extremo Oriente. Esa mirada le ha
llevado a colaborar con el valioso blog Imperial & Global Forum,
del Centre for Imperial and Global History del History Department de la
University of Exeter, para el que ha redactado una entrada titulada “Dutch Imperial Past Returns to Haunt the Netherlands“.
El texto, a pesar de su brevedad,
aborda varios asuntos, todos ellos relacionados con lo anunciado,
incluyendo algunos que sonarán al lector español (como el asunto de las
fuentes y los archivos; o el papel del gobierno en cuanto al
esclarecimiento imparcial del pasado), razón por la cual lo
reproducimos:
En julio de 2012, un periódico holandés, de Volkskrant, publicó dos fotos en su portada que mosraban a soldados holandeses disparando y matando brutalmente a víctimas inermes en una fosa común. Las imágenes impactaron a una nación que se enorgullece de ser recta y humanitaria. No importa que las fotos tuvieran casi 70 años de antigüedad. Encontradas en un vertedero, eran, de hecho, las primeras fotos que se publicaban de soldados holandeses matando a indonesios durante una guerra de descolonización que todavía se conoce eufemísticamente como una “acción policial”.
¿Por qué este tipo de imágenes tardaron tanto tiempo en llegar al público?
Sólo un mes antes, el noticiario de la televisión holandesa, así como los periódicos de circulación nacional, habían informado de que tres destacados institutos holandeses de investigación histórica solicitaban al gobierno holandés que asignara fondos para iniciar un proyecto de investigación que permitiera descubrir lo que había sucedido en las Indias Orientales Holandesas durante el período de la descolonización, entre 1945-1949. El gobierno decidió, lo que tal vez no era del todo sorprendente, no hacer tal cosa. En una entrevista en diciembre de 2013, el Ministro de Asuntos Exteriores, Frans Timmermans, tuvo que defender su cambio de rumbo, porque como miembro del Parlamento había apoyado la llamada en pro de una investigación a gran escala sobre las atrocidades holandesas. Sin embargo, una vez nombrado ministro, cambió rápidamente de opinión. Ahora afirmaba que este tipo de investigación supondría”dañar nuestra relación con Indonesia. Y ese no es el interés de los Países Bajos”. En otras palabras, el negocio se antepone a un acuerdo sobre la descolonización holandesa.
Una de las dos fotos publicadas por De Volkskrant en julio de 2012. La imagen parece mostrar a tres indonesios de pie en una fosa común antes de ser ejecutados por los soldados holandeses
Allí donde los historiadores han
fracasado, los defensores de derechos humanos han tenido éxito. La
abogada de derechos humanos Profesora Liesbeth Zegveld
ha llevados dos veces el Estado holandés ante los tribunales por la
masacre de civiles en Indonesia, y en ambas ocasiones ha ganado. En
septiembre de 2011 un tribunal holandés reconoció que los soldados
holandeses habían masacrado a cientos de civiles en la aldea indonesia
de Rawagede, y el tribunal ordenó al Estado holandés a pagar una
indemnización de 20.000 euros a los clientes de Zegveld, las viudas de
nueve hombres que habían muerto. Luego, Zegveld representó a 10 viudas
de fallecidos en las masacres holandeses de la isla de Sulawesi del Sur,
y en 2013 ganó el caso.
Esto llevó al gobierno holandés a emitir una disculpa oficial a
Indonesia y a anunciar que iba a indemnizar a todas las víctimas. Dicho
lo cual, en el momento de escribir esto (marzo de 2014) solo una de las
10 viudas de Sulawesi del Sur ha recibido la indemnización.
Es lamentable aquella situación en la que cualquier aspecto del pasado de una nación, no importa lo sórdido que sea, sigue siendo un misterio. Y lo es aún más cuando un gobierno se demuestra reacio a patrocinar una investigación concertada, dejando así a una parte sustancial de la profesión histórica en una inercia deplorable y haciendo, en cambio, que la tarea de los abogados sea interpretar el pasado.
Por supuesto, esta activa amnesia no es nada nuevo. A pesar de tener una historia colonial en el sudeste de Asia, que comprende más de 350 años, los años cruciales de la descolonización de las Indias Orientales Holandesas son especialmente notables por su ausencia en la narración cultural de la nación.
En 1980, más de treinta años después de que el gobierno holandés se viera obligado a reconocer la independencia de la República de Indonesia, el eminente historiador holandés H.L. Wesseling todavía podía escribir sobre “algún tipo de resaca imperial” dentro de la sociedad holandesa, según la cual “la transferencia abrupta del poder dio paso a un silencio atronador”. Casi dos décadas más tarde, el historiador holandés, Vincent J.H. Houben podía repetir la queja de Wesseling: “Lo que se destaca es que el pasado colonial de Holanda, el período de 1945 a 1949 en particular, es hoy un tabú, tanto como lo era antes”. Houben era bastante franco cuando señalaba con el dedo a los responsables de implementar y mantener este régimen de silencio: “los políticos, pero también los historiadores y los periodistas, han fracasado”. Andrew Goss comentó que, si bien en la década de 1950 el mundo académico había pasado de puntillas aobre la experiencia colonial holandesa en las Indias Orientales, en los últimos años se había producido una avalancha de publicaciones sobre la experiencia colonial, incluyendo memorias, foto-libros, diarios e historias de colonialismo. Goss concluye que “esta resurrección nostálgica del imperio va en detrimento de la capacidad de la nación holandesa para aceptar su responsabilidad por los graves crímenes de guerra cometidos durante las `acciones policiales´ de 1947 y 1948″.
De hecho, esta nostalgia por el imperio, que es característica de gran parte de lo que se publica acerca de la experiencia colonial holandesa, proporciona, en parte al menos, un filtro con el que apartar los recuerdos más desagradables. Las librerías, si tienen algo sobre las Indias Orientales Holandesas, serán principalmente álbumes de fotografías y recuerdos de la vida en los campos japoneses durante la Segunda Guerra Mundial, pero (con algunas notables excepciones recientes), nada de los años de conflicto con los nacionalistas indonesios.
Henk van den Doel, profesor de Historia en la Universidad de Leiden, rompió el silencio en 2000 con la publicación de su Afscheid van Indie [Dejando las Indias], un estudio crítico de la guerra y, sí, incluso se atrevió a hacer referencia al asunto consistentemente como una guerra. Y la última década ha sido testigo de un creciente número de publicaciones que se oponen a la visión comúnmente aceptada de la historia del país. Dos publicaciones recientes son el análisis de Louis Zweers sobre el uso de los medios de comunicación por parte del Estado durante el conflicto -De Gecensurerde Oorlog [La Guerra Censurada]- y las memorias de Hans Goedkoop -De Laatste Man [El último hombre]- ambos publicados en 2013 y ambos atacando los mitos nacionales. Y este año la televisión nacional holandesa incluso difundió una nueva serie de historia oral, After Liberation, sobre el período inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial. Uno de los episodios se dedica por completo a describir la experiencia de los soldados holandeses, así como los proyectos de los resistentes, durante el conflicto descolonizador en Indonesia.
Al impugnar décadas de silencio, los periódicos, la televisión, los tribunales de justicia y una nueva generación de historiadores y escritores están comenzando a poner al público frente a una historia difícil. Los acontecimientos de los últimos años han demostrado la persistencia de la herencia imperial europea; las verdades incómodas relacionadas con ella no deberían írsenos de las manos en silencio. De lo contrario, si lo enterramos muy profundamente, el pasado imperial puede volver a rondarnos.
Fuente: http://clionauta.hypotheses.org/14208
En julio de 2012, un periódico holandés, de Volkskrant, publicó dos fotos en su portada que mosraban a soldados holandeses disparando y matando brutalmente a víctimas inermes en una fosa común. Las imágenes impactaron a una nación que se enorgullece de ser recta y humanitaria. No importa que las fotos tuvieran casi 70 años de antigüedad. Encontradas en un vertedero, eran, de hecho, las primeras fotos que se publicaban de soldados holandeses matando a indonesios durante una guerra de descolonización que todavía se conoce eufemísticamente como una “acción policial”.
¿Por qué este tipo de imágenes tardaron tanto tiempo en llegar al público?
Sólo un mes antes, el noticiario de la televisión holandesa, así como los periódicos de circulación nacional, habían informado de que tres destacados institutos holandeses de investigación histórica solicitaban al gobierno holandés que asignara fondos para iniciar un proyecto de investigación que permitiera descubrir lo que había sucedido en las Indias Orientales Holandesas durante el período de la descolonización, entre 1945-1949. El gobierno decidió, lo que tal vez no era del todo sorprendente, no hacer tal cosa. En una entrevista en diciembre de 2013, el Ministro de Asuntos Exteriores, Frans Timmermans, tuvo que defender su cambio de rumbo, porque como miembro del Parlamento había apoyado la llamada en pro de una investigación a gran escala sobre las atrocidades holandesas. Sin embargo, una vez nombrado ministro, cambió rápidamente de opinión. Ahora afirmaba que este tipo de investigación supondría”dañar nuestra relación con Indonesia. Y ese no es el interés de los Países Bajos”. En otras palabras, el negocio se antepone a un acuerdo sobre la descolonización holandesa.
Una de las dos fotos publicadas por De Volkskrant en julio de 2012. La imagen parece mostrar a tres indonesios de pie en una fosa común antes de ser ejecutados por los soldados holandeses
Es lamentable aquella situación en la que cualquier aspecto del pasado de una nación, no importa lo sórdido que sea, sigue siendo un misterio. Y lo es aún más cuando un gobierno se demuestra reacio a patrocinar una investigación concertada, dejando así a una parte sustancial de la profesión histórica en una inercia deplorable y haciendo, en cambio, que la tarea de los abogados sea interpretar el pasado.
Por supuesto, esta activa amnesia no es nada nuevo. A pesar de tener una historia colonial en el sudeste de Asia, que comprende más de 350 años, los años cruciales de la descolonización de las Indias Orientales Holandesas son especialmente notables por su ausencia en la narración cultural de la nación.
En 1980, más de treinta años después de que el gobierno holandés se viera obligado a reconocer la independencia de la República de Indonesia, el eminente historiador holandés H.L. Wesseling todavía podía escribir sobre “algún tipo de resaca imperial” dentro de la sociedad holandesa, según la cual “la transferencia abrupta del poder dio paso a un silencio atronador”. Casi dos décadas más tarde, el historiador holandés, Vincent J.H. Houben podía repetir la queja de Wesseling: “Lo que se destaca es que el pasado colonial de Holanda, el período de 1945 a 1949 en particular, es hoy un tabú, tanto como lo era antes”. Houben era bastante franco cuando señalaba con el dedo a los responsables de implementar y mantener este régimen de silencio: “los políticos, pero también los historiadores y los periodistas, han fracasado”. Andrew Goss comentó que, si bien en la década de 1950 el mundo académico había pasado de puntillas aobre la experiencia colonial holandesa en las Indias Orientales, en los últimos años se había producido una avalancha de publicaciones sobre la experiencia colonial, incluyendo memorias, foto-libros, diarios e historias de colonialismo. Goss concluye que “esta resurrección nostálgica del imperio va en detrimento de la capacidad de la nación holandesa para aceptar su responsabilidad por los graves crímenes de guerra cometidos durante las `acciones policiales´ de 1947 y 1948″.
De hecho, esta nostalgia por el imperio, que es característica de gran parte de lo que se publica acerca de la experiencia colonial holandesa, proporciona, en parte al menos, un filtro con el que apartar los recuerdos más desagradables. Las librerías, si tienen algo sobre las Indias Orientales Holandesas, serán principalmente álbumes de fotografías y recuerdos de la vida en los campos japoneses durante la Segunda Guerra Mundial, pero (con algunas notables excepciones recientes), nada de los años de conflicto con los nacionalistas indonesios.
Henk van den Doel, profesor de Historia en la Universidad de Leiden, rompió el silencio en 2000 con la publicación de su Afscheid van Indie [Dejando las Indias], un estudio crítico de la guerra y, sí, incluso se atrevió a hacer referencia al asunto consistentemente como una guerra. Y la última década ha sido testigo de un creciente número de publicaciones que se oponen a la visión comúnmente aceptada de la historia del país. Dos publicaciones recientes son el análisis de Louis Zweers sobre el uso de los medios de comunicación por parte del Estado durante el conflicto -De Gecensurerde Oorlog [La Guerra Censurada]- y las memorias de Hans Goedkoop -De Laatste Man [El último hombre]- ambos publicados en 2013 y ambos atacando los mitos nacionales. Y este año la televisión nacional holandesa incluso difundió una nueva serie de historia oral, After Liberation, sobre el período inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial. Uno de los episodios se dedica por completo a describir la experiencia de los soldados holandeses, así como los proyectos de los resistentes, durante el conflicto descolonizador en Indonesia.
Al impugnar décadas de silencio, los periódicos, la televisión, los tribunales de justicia y una nueva generación de historiadores y escritores están comenzando a poner al público frente a una historia difícil. Los acontecimientos de los últimos años han demostrado la persistencia de la herencia imperial europea; las verdades incómodas relacionadas con ella no deberían írsenos de las manos en silencio. De lo contrario, si lo enterramos muy profundamente, el pasado imperial puede volver a rondarnos.
Fuente: http://clionauta.hypotheses.org/14208
domingo, 20 de abril de 2014
Atenas: entre la crisis y los dioses
JORDI SOCÍAS
Una de las
reglas fundamentales del buen periodista dice que, por tratarse de un
recurso elemental y facilón, nunca hay que entrevistar al taxista que te
lleva del aeropuerto al hotel, pero como Vassilis, el hombre que
conduce por la carretera rumbo a Atenas, es filósofo, considero que esa
regla de oro no se aplica y le lanzo una nutrida batería de preguntas.
Antes de la crisis Vassilis era profesor en la universidad y ahora, para
sobrevivir, no ha tenido más remedio que ponerse detrás del volante. En
el trayecto del aeropuerto a la ciudad me cuenta que, en los últimos
cinco años, el número de taxis que había en Atenas se ha reducido a la mitad
y que él, con mucha frecuencia, da vueltas durante dos o tres horas
antes de encontrar un pasajero. “Los atenienses ya no viajan en taxi”,
me dice, “se ha convertido en un medio de transporte para turistas y
para ricos”.
El taxi baja por
una de las colinas que rodean Atenas y la ciudad empieza a brotar por
todas partes, abigarrada, caótica, con un tráfico intenso y un humo
espeso que me remite inmediatamente a la Ciudad de México. El humo ha
ganado densidad durante el invierno porque el precio del gasoil, para
echar a andar la calefacción, ha aumentado el 48% y la gente ha tenido
que optar por calentar sus casas quemando madera en la chimenea, y esto
produce una gruesa nube de esmog que, cuando no sopla el viento, se
instala encima de la ciudad y multiplica por tres la concentración en el
aire de monóxido de carbono y dióxido de azufre. Mientras el filósofo
intenta una maniobra barroca para sacar el taxi del nudo de automóviles
en el que hemos quedado atrapados, le pregunto que cuál es su
perspectiva de la aguda crisis griega. “Vivimos como si estuviéramos en
guerra”, dice, dedicándome una mirada filosófica por el espejo
retrovisor, en la que me apoyo para preguntarle que, dentro de esa
guerra que él vislumbra, ¿quién es el enemigo? “Los bancos y los ricos”,
responde inmediatamente, y en cuanto pregunto si ve alguna solución, y
sugiero que quizá un Gobierno de izquierdas, encabezado por Alexis Tsipras, conseguiría un panorama social menos asfixiante, el filósofo remata: “La única salida posible es la revolución”.
Grecia, que en enero asumió la presidencia semestral de la Unión Europea,
lleva seis años en recesión, tiene una tasa de paro del 27,4% y 3,8
millones de personas en situación de pobreza o exclusión social. Ha
recibido dos rescates, en 2010 y en 2012, la economía se ha contraído un
25% y, aunque el primer ministro, Antonis Samarás, y su Gobierno
esperan un crecimiento de entre el 0,6% y el 1,5% durante 2014, se prevé
que Grecia necesitará, a más tardar en mayo, una nueva inyección
financiera. De los 11 millones de habitantes que tiene el país, más de
tres no tienen acceso a la sanidad pública y los que lo tienen se
encuentran con hospitales colapsados, sin camas, ni médicos, ni
medicamentos suficientes. Debido a la escasez de jeringuillas, que los
yonquis ahora tienen que reciclar, más la falta de condones ha aumentado
el índice de infectados de VIH un 200% desde 2011, y además la malaria
ha regresado a Grecia por primera vez en cuarenta años, porque el
Gobierno no tiene recursos para erradicar al mosquito que la transmite.
Entre 2007 y 2011 el número de suicidios en Grecia se incrementó el 45%.
El panorama es
negro, espeso como la nube de esmog que cubre Atenas. Ante este paisaje
apocalíptico, entre los desastrosos datos económicos que dibujan la
ruina del país, las declaraciones contradictorias de los políticos y las
notas periodísticas sobre la crisis griega que aparecen cada día en los
periódicos de todo el mundo, es difícil encontrar un hilo narrativo que
nos permita vislumbrar la verdadera dimensión del caos, el tamaño real
de la crisis. Un coro de voces y una colección de imágenes nos pueden
dar una pista sobre lo que sucede en Atenas, y sobre lo que está por
venir, porque después de caminar durante una semana de arriba abajo por
la ciudad, queda claro que el canon para medir a Grecia no puede ser
exclusivamente el económico, basta husmear por los barrios y los
mercadillos de la periferia de Atenas para percibir que la crisis no va
simplemente a remitir, sino que va a dar origen a una nueva forma de
vida, donde las jerarquías económicas, políticas y sociales van a tener
que reajustarse.
“La gente ha
dejado de protestar, ha entendido que la fase de protesta colectiva está
agotada y ahora cada quien busca una solución personal a su crisis”,
dice Fedro, que tiene un puesto de verduras en un mercadillo de la
periferia de la ciudad, y que, según el día, participa de la economía
alternativa que ha despertado con la crisis: el trueque, el préstamo, el
intercambio de mercancías o de servicios. En los mercadillos de la
ciudad se ven puestos con detergentes o jabones fabricados en un garaje,
con naranjas y patatas cultivadas en el jardín, y unas mesas enormes
llenas de esa mala yerba que en España se desecha y que en Grecia forma
parte de la cocina tradicional. Se venden solo los productos de la
temporada y se exhiben tal cual han salido de la tierra, hay pepinos
torcidos, naranjas todavía pegadas a su rama, patatas contrahechas, una
estética, digamos, natural, que sumada al ciclo de las frutas y las
verduras, que también se observa en restaurantes y supermercados, nos
pinta un pueblo muy apegado a los ciclos de la tierra, esos que quedaron
representados y asentados en la mitología griega y que todavía marcan
los hábitos de los atenienses y además, me parece, a la hora de una
crisis brutal como la que vive el país, los ciclos de la tierra
funcionan como base, como asidero, como principio de normalidad.
La crisis también
ha modificado los horarios de los mercadillos, según Delia, que tiene
un puesto de recipientes para curar aceitunas y garrafas de plástico
para almacenar el vino, la clientela asiste cada vez más tarde, “porque
los precios de los productos van disminuyendo conforme se acerca la hora
de cerrar”.
Basta caminar
unas horas por Atenas, oler las especias, oír la música y los gritos de
los comerciantes del zoco, ver los rostros y la manera de conducirse de
la gente, para darse cuenta de que la cuna de Occidente está, en
realidad, en Oriente.
En los
restaurantes y en los bares de Atenas todavía se fuma, la pésima
cobertura de la red de telefonía móvil, que hace que los comensales se
desentiendan del teléfono, propicia conversaciones en las mesas, que
siempre son a gritos y generalmente de política. A bordo de los
automóviles el uso del cinturón de seguridad es optativo y en las
avenidas los pasos de cebra son meras sugerencias.
La cultura que
define a Europa proviene de Grecia, de ahí viene la ciencia, la
filosofía, las matemáticas, y no sería raro que al final de esta crisis
descubramos que en Grecia, que hoy es un laboratorio en donde se modela
otro tipo de sociedad, se han redefinido los parámetros del continente, y
que en el origen del nombre, en ese episodio en el que Europa, una
mujer fenicia que es raptada por un toro blanco, que es Zeus, estaba ya
esta cifra del futuro: Europa pendiente de Grecia se encuentra, de
cierta forma, nuevamente secuestrada por el toro blanco.
Basta caminar
unos días por Atenas para darse cuenta de que medir a Grecia
exclusivamente con el canon económico es una insensatez y una canallada,
se trata de una sociedad llena de valores solares y de esas estrategias
para disfrutar de la vida que al final tanto envidian los europeos del
norte. ¿Está Grecia al borde del colapso? ¿Será un Estado fallido?, ya
se verá, pero lo que es cierto es que se trata de un país del que Europa
no puede prescindir.
Como primera
medida, propongo a Jordi Socías, el fotógrafo que me acompaña en las
caminatas por Atenas, que evitemos el Partenón, los Propileos, el Teatro
de Dionisos, y nos concentrémonos en las pequeñas historias, en buscar
ese sutil hilo narrativo que nos vaya pintando un panorama de la crisis.
Babis, un profesor de Ciencias Políticas que hace fotos en bodas y
bautizos para sobrevivir, dice que frente a la crisis su objetivo es
“intentar mantener la calidad en ciertos aspectos de la vida” y cree que
la situación poco a poco tendrá que mejorar. Cuando le pregunto si cree
que un cambio de Gobierno, pensando otra vez en el izquierdista Alexis
Tsipras, mejoraría las cosas, responde: “Tsipras está bien, pero no
puede solo, necesitaría el apoyo de todos los partidos europeos de
izquierdas”.
En Psiri, un
barrio en donde abundan los comerciantes, llamados por la melodía de un
acordeonista melancólico, bajamos hasta una taberna de obreros,
burócratas de corbata, vecinos del barrio, un agujero lleno de humo y
toneles de vino, con luz precaria y lepra en las paredes. Dánae, que
hace dos años trabajaba en una empresa farmacéutica y desde entonces se
encuentra en el paro, nos cuenta que su hija estudió en Barcelona y que
ahora ha encontrado un empleo en Londres, “porque aquí no hay manera de
ganarse la vida”, dice. Pedimos lo que hay, vino, sardinas, garbanzos,
unas yerbas exquisitas que bien podrían ser cardos, y mientras comemos
descubrimos en una de las mesas del fondo a Yorgos Kaminis, el alcalde
de Atenas. Cinco minutos más tarde me acerco a hablar con él, le explico
en inglés de dónde vengo y qué estoy haciendo en Atenas, y él responde
en un español impecable que España es un país fundamental para él porque
estudió en Madrid.
Kaminis nació en
Nueva York y fue el Defensor del Pueblo en Atenas antes de presentarse
como independiente a la alcaldía, respaldado por partidos de izquierda
como Pasok o Izquierda Democrática. Hace un año fue noticia porque se
enfrentó al partido de extrema derecha Amanecer Dorado; el diputado, y
bajista de un conocido grupo de black metal, Yorgos Germenis,
pretendía repartir comida para celebrar el Jueves Santo ortodoxo en la
plaza del Sintagma, el epicentro de la vida política de Atenas; el
reparto tenía la particularidad de que era exclusivamente para griegos
que pudieran comprobar su nacionalidad con un carné, y el alcalde,
fundamentado en que no habían solicitado autorización para realizarlo,
lo impidió.
Dos Puertas, en Psiri, donde se mezclan obreros, burócratas, y donde puede encontrarse incluso al alcalde. / JORDI SOCÍAS
Amanecer Dorado
tiene su cuartel general en un edificio situado en una importante
avenida, que tiene una escalofriante fachada cubierta de consignas y
parafernalia nazi. “Cuesta trabajo digerir que ese edificio esté en una
capital europea, en la cuna de Europa”, le digo al alcalde al día
siguiente, en su oficina, y Kaminis explica que es un partido que cuenta
con 18 diputados en el Parlamento, y que incluso un número
significativo de policías vota por ellos. El factor que ha disparado la
popularidad de la extrema derecha es la larga crisis que arrastra
Grecia, que por otra parte también ha dejado a la intemperie un montón
de casos de corrupción gubernamental, a varios niveles y en distintos
ministerios, y de paso ha evidenciado las costumbres y los usos griegos a
la hora de comparar las horas que se invierten en el trabajo y los
resultados que ese tiempo produce.
Cosco, una compañía naviera que pertenece al Gobierno de China,
alquiló la mitad del puerto de Atenas y en muy poco tiempo la ha hecho
mucho más productiva que la otra mitad que sigue en manos de una empresa
griega, y que deja menos ganancias y ofrece menos puestos de trabajo.
La compañía china pretende expandirse dentro del puerto y, a la vista de
los resultados, no es difícil que en el futuro esa puerta crucial de
entrada a Europa esté controlada por los chinos. Le pregunto al alcalde
sobre esto, y le hago ver que en ese momento, en el salón que está al
lado de su oficina, tiene lugar una reunión entre un grupo de chinos y
media docena de funcionarios del Ayuntamiento. “Quizá vienen a alquilar
la Acrópolis”, le digo, y él puntualiza que Pireo, la ciudad donde está
el puerto de Atenas, no pertenece a su alcaldía, pero que, en todo caso,
“no hay ninguna razón para impedir la mundialización”, y cuando le
pregunto sobre el malestar de la gente, sobre la forma en que ha
golpeado la crisis a las familias de Atenas, dice que se trata de “un
pueblo con mucho valor al que los políticos han decepcionado”.
Los años de crisis han dejado en Atenas un velo, un look,
un fantasma de decadencia, no es una ciudad ruinosa sino descuidada,
con la basura desbordando de los contenedores y una cantidad salvaje de
grafitis; está mal iluminada y a los edificios y al mobiliario urbano
hace años que les hace falta una intervención. En la zona de Exarchia,
el barrio de los anarquistas, hay un despliegue policial que parece
desmesurado, la vida bulle por las calles de este barrio lleno de bares,
restaurantes y pequeños negocios de una manera inexplicable si se
contrasta su alegría con los deprimentes datos económicos que asfixian
el país y, sobre todo, en ningún momento se tiene la sensación de
peligro o de inseguridad, la gente pasea por la calle y vive la vida con
gran desenfado, lo mismo que en la mayoría de los barrios que
visitamos. Por ejemplo, en el mercado central de Atenas hay un sitio que
se llama Stoa Athanaton (la arcada de los inmortales), un auténtico
templo de la música griega al que los atenienses acuden, a partir del
mediodía y hasta altas horas de la noche, a bailar con grupos que tocan
una contagiosa música rebética, que es el tango o el blues de las zonas marginales de la ciudad.
En
el barrio anarquista pregunto al dueño de una tienda de bolsos,
angustiosamente vacía, que cómo hace para sortear la crisis, y él
responde: “No la sorteo, mantenemos la tienda con el sueldo de mi mujer,
con la ilusión de tener algo cuando mejore la situación”. La policía es
un cuerpo amenazante y omnipresente, una legión de individuos armados
hasta los dientes, que se esparce por toda la ciudad, con énfasis en
este barrio, en donde tienen aparcado un siniestro autobús gris que les
sirve de cuartel móvil. Ahí, al lado del autobús siniestro, mientras el
Olympiacos se jugaba la clasificación en la Champions contra el
Manchester United, en uno de esos bares en donde los atenienses le dan
la espalda a la crisis, hablé con Petros Babasikas, un talentoso
arquitecto, que sobrevive dando clases en una universidad que está a dos
horas de Atenas, y que pertenece a un colectivo de artistas,
escritores, fotógrafos y arquitectos que se llama The Depression Era
Project (el proyecto de la era de la depresión), y que trata de
documentar la crisis, de narrarla desde diversos puntos de vista, casi
siempre artísticos, con la idea central de que esta no va a acabarse
sino que tendrán que acostumbrarse a vivir con ella. A los integrantes
de este colectivo les queda claro que su país, y el mundo en general, ha
cambiado, que nada volverá a ser lo que fue, y que es necesario
aprender a vivir en esta nueva era. Están convencidos de que “la
entropía, el desastre, la incertidumbre y la insolvencia son también
estados mentales que nos conducen a una era en la que la noción de
progreso, la idea de crecimiento y el reflejo de mirar hacia el futuro
ya no son las formas dominantes ni de percibir ni de crear en el mundo”.
El arquitecto Petros
mira Atenas como un palimpsesto, como una serie de capas superpuestas
debajo de las cuales la ciudad guarda su identidad múltiple; “está a
salvo y nadie lo sabe”. Y yo recuerdo esas líneas de Cavafis, que sitúan
a Grecia más allá de la crisis, más allá de la troika y de la Unión
Europea, más allá del tiempo: “El que hayamos despedazado sus estatuas,
el que los hayamos arrojado de sus templos, no significa que hayan
muerto los dioses”.
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