"El estado de terror aplicado contra las protestas masivas en todo el país ha demostrado, una vez, que el Gobierno del AKP es enemigo de la democracia", ha declarado la confederación sindical en un comunicado. KESK reúne a 240.000 afiliados repartidos en once sindicatos.
Turquía vive este lunes el cuarto día de manifestaciones violentas contra el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan, que comenzaron con unas protestas pacíficas contra la decisión de las autoridades de destruir un parque de Estambul para construir un centro comercial y que se radicalizaron posteriormente, con manifestaciones masivas en todo el país, a causa de la dureza con la que se empleó la Policía contra los manifestantes. Unas 1.700 personas han sido detenidas en 67 ciudades.
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