"No se trata de plantar solo los árboles que puedan ser más eficientes, sino de proteger también los animales y plantas locales", incide el investigador Jean-François Bastin
Cobertura forestal observada en espacios protegidos en todo el mundo Science |
"Al empezar el estudio no estábamos seguros si la
recuperación de los ecosistemas era realmente una solución
significativa", nos comenta Jean-François Bastin desde Zúrich, "pero nos
hemos dado cuenta de que la magnitud de sus beneficios supera con
creces nuestras expectativas. Por supuesto, no puede ser la única medida
pero en este momento se trata de la mejor arma de que disponemos para
luchar contra el cambio climático".
Durante su vida, los árboles almacenan grandes cantidades
de carbono en sus troncos y, por lo tanto, reducen en la atmósfera los
niveles de CO2 . Sin embargo, hasta ahora, no se sabía si
nuestro planeta tendría la capacidad y el terreno disponible para
aumentar sus bosques de manera que pudiera capturar un nivel importante
de este gas.
Los nuevos mapas elaborados a partir de las observaciones de más de 80.000 bosques y la tecnología de Google Earth Engine demuestran que no solo esto es factible sino que además podemos crear casi 1.000 millones de hectáreas
(es decir, una superficie similar al área de Estados Unidos) de nuevos
bosques con nuestro clima actual. Tal y como recomienda el último
informe especial del IPCC para evitar un calentamiento superior a 1,5 °C
ya en el año 2050.
Ahora bien, deberíamos empezar lo
antes posible. Para que los bosques alcancen su potencial máximo
necesitan haber madurado por lo que Bastin estima que llevará unos 60
años para que puedan reducir un 25% del CO2. "Sin embargo,
como la acumulación de carbono es mucho más rápida durante sus primeros
años de crecimiento", explica, "es probable que en unos 30 años ya
puedan capturar un 70-80% de su capacidad total".
En realidad, los autores insisten en que no se trata solo de incrementar los bosques sino de recuperar los ecosistemas naturales de cada región.
"No se trata de plantar solo los árboles que consideremos que puedan
ser más eficientes", aclara preocupado, "sino de proteger también los
animales y plantas locales. Por un lado, porque no hay mucha diferencia
en la cantidad de gas que se captura y por otro porque podríamos crear
nuevos problemas".
Por eso, en su estudio destacan las
zonas más propicias y llegan a la conclusión de que más del 50% de la
reforestación debería concentrarse en seis países: Rusia, Estados Unidos, Canadá, Australia, Brasil y China,
lo que subraya la importancia de las acciones de algunos lugares poco
comprometidos de momento en frenar el cambio climático. De hecho, según
los autores, de los 48 países comprometidos en el Desafío de Bonn,
un tratado creado en 2011 para restaurar los bosques degradados, solo
el 10% excede el área recomendada para tal fin mientras que el 43%
apenas llega a la mitad.
La idea de recuperar los
ecosistemas para mitigar los efectos del cambio climático la defienden
numerosas organizaciones, y activistas como George Monbiot la han convertido en su reivindicación principal –en su página Natural Climate Solutions detalla
cómo en la Naturaleza todos los elementos están relacionados–. Este
nuevo estudio corrobora que respetar este equilibrio, y recuperar
nuestros bosques y campos no solo parece una de las mejores opciones que
tenemos para frenar el calentamiento del planeta sino que además es
posible sin grandes inversiones ni una tecnología especial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario