Catalá-Roca |
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Acabamos siempre por mostrar lo que sentimos. Mentir es, a la larga, difícil. Por eso mi descubrimiento del miedo es la toma de conciencia del miedo de los mayores, lo que ellos siempre tratan de ocultarme: eso que tiene su origen en haber vivido la Guerra Civil, sentir el peligro en un mundo donde, poco a poco, fueron dejando de existir "los tuyos", porque tanto te podían matar los unos como los otros. Aunque si te mataban los tuyos era mucho peor. Pronto conocí el miedo que tenían mis padres y mis abuelos. ¿Qué significaba el silencio que aquellas cuatro personas pusieron sobre el pasado, qué significaban sus recomendaciones conitnuadas de prudencia? El único que no tenía miedo era mi tío Lluís. Supongo que esta diferencia estuvo siempre en la base de las desavenencias, a veces de la mutua admiración y siempre del afecto más o menos tormentoso entre él y mis padres. Ellos siempre llamaron "inconsciencia" a la falta de miedo de Lluís. Él, a su prudencia, "cobardía"....
Para tener casa hay que ganar la guerra
Joan Margarit
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