El escritor griego Petros Márkaris. |
Hace un calor asfixiante en Atenas, por eso el escritor Petros Márkaris
tiene todas las persianas de su casa cerradas. Pero a sus 82 años, ni
siquiera el calor puede con el padre del comisario Kostas Jaritos: sigue
en plena forma, haciendo gala de una extraordinaria lucidez.
- ¿Cómo está Grecia en estos momento?
- Se lo voy a explicar con un cuento. Un hombre va a su oficina por la mañana y le dice a un colega: "He pasado una noche espantosa". "¿Por qué?", le pregunta el colega. "Porque he tenido una pesadilla. He soñado que habíamos vuelto al 'dracma', he saltado de la cama y he ido corriendo a por mi cartera. La he abierto y he visto que estaba vacía, así que me he tranquilizado". Ese resume es lo que le ocurre hoy a Grecia: no hemos vuelto al 'dracma' pero nuestras carteras están completamente vacías.
- ¿ Y qué imagen sintetizaría la situación actual?
- La de los griegos miran los escaparates de las tiendas y se van, porque no tienen dinero para comprar lo que hay en ellos.
- ¿La crisis entonces no ha terminado?
- No, la crisis no ha terminado. Y la principal razón es el declive de la clase media. Grecia es un país en el que la clase media tira del carro de la economía. Y la clase media está asfixiada. Por los impuestos, por la crisis... Por todo.
- Las elecciones del domingo, que según los sondeos ganará el partido conservador Nueva Democracia, ¿pueden traer un cambio?
- No va a haber ningún cambio. Los partidos en Grecia prometen cosas que no pueden cumplir. Todos los gobiernos, de todos los signos, han perdido las elecciones en Grecia después de un primer mandato, porque todos prometieron cosas que luego fueron incapaces de cumplir. Ahora Alexis Tsipras y su partido, Syriza, van a correr la misma suerte: van a perder las elecciones por incumplir sus promesas. Y lo mismo ocurre ya con Nueva Democracia. Su líder promete bajar los impuestos, pero no dice de dónde va a sacar el dinero que va a dejar de recaudar.
- ¿Qué habría que hacer?
- Todos los partidos griegos deberían sentarse, discutir un programa común y presentárselo a las instituciones europeas, a la 'troika' y a quien haga falta. Esas instituciones tendrían así la garantía de que, gobierne quien gobierne, ese programa se cumplirá. Es lo que han hecho los portugueses, los irlandeses, los chipriotas. Y eso es lo que no haremos los griegos.
- ¿Cuál ha ido la mayor mentira de Tsipras?
- Tsipras le dijo a los griegos que iba a cambiar Europa. Y ya me dirá cómo un pequeño país como Grecia, con el agua al cuello, podía pretender cambiar eso. Fue una mentira colosal. Pero la responsabilidad también es del pueblo griego, por creerse la mentira de que Grecia podía echarle un pulso a la UE. Un 62% de los griegos votaron a favor de eso y luego Tsipras les traicionó e hizo todo lo que la UE le pidió que hiciera. De hecho ahora es un político muy querido por las autoridades europeas, porque ha hecho todo lo que éstas le han pedido.
- ¿A Europa le gustaría que Tsipras fuera reelegido?
- La UE estaría encantada si Tsipras fuera reelegido. Saben cómo tienen que actuar con él, saben que hará todo lo que le pidan...
- Kyriakos Mitsotakis, el líder del partido conservador Nueva Democracia al que todas las quinielas dan como nuevo primer ministro, pertenece a una de las dinastías políticas más poderosas de Grecia...
- Su padre fue primer ministro, su hermana ha sido ministra, su sobrino es el nuevo alcalde de Atenas... Más que una familia política, eso es una monarquía en la que el poder pasa de padres a hijos. Yo no tengo problemas ideológicos con Mitsotakis. Pero el que sea miembro de una de esas dinastías lo digiero muy mal. Cuestión de principios.
- ¿Quién es el culpable de la crisis griega?
- Los políticos y los sucesivos gobiernos. Pero también los griegos. No, los griegos no son inocentes. A los griegos les gusta presentarse como víctimas, y sí, son víctimas, han perdido la mayor parte de su dinero y se las ven para sobrevivir. Pero no eran víctimas cuando colaboraron con los partidos políticos griegos, cuando había dinero virtual a raudales y lo podían gastar. No, los griegos no son inocentes. Son cómplices.
- Usted ha vivido 82 años. ¿Esta es la peor crisis por la que ha pasado Grecia?
- La crisis que hubo después de la guerra civil fue muchísimo más dura. Si le pregunta a alguien de mi edad o de 70 años por esta crisis, se reirán de usted, le dirán que esto no es nada. Pero entonces la gente sabía cómo sobrevivir en condiciones de pobreza, estaba acostumbrada a ello, y jamás perdieron la fe en el futuro, estaban convencidos de que el mañana sería mejor. Ahora es lo contrario.
- ¿Cómo es ahora?
- Las nuevas generaciones no están habituadas a la pobreza. Los jóvenes griegos se han criado en familias que vivían por encima de sus posibilidades. Y no saben como afrontar el empobrecimiento, porque no lo han vivido nunca. Y en vez de mirar al futuro, contemplan el pasado con nostalgia.
- ¿Todo gira en torno al dinero?
- Claro. El único valor que queda en el mundo de hoy es el dinero.
- ¿Echa de menos movilizaciones por parte de los jóvenes?
- Sí. Estos jóvenes han tenido la oportunidad de realizar estudios que ni sus padres ni sus abuelos soñaron. Y en lo único que piensan es en encontrar un lugar donde puedan llevar una vida con dinero, y es por eso por lo que se están marchando en masa de Grecia. Los padres y los abuelos de estos jóvenes sí luchaban. Incluso si sabían que no iban a ganar, luchaban. Pero eso se acabó. No sólo en Grecia, en toda Europa. ¿Quién lucha hoy en día? Los europeos hemos perdido nuestro poder de resistirnos, de oponernos.
- ¿Cuando saldrá Grecia de esta crisis?
- Como mínimo quedan 10 años para que comencemos a levantar cabeza.
- ¿A quién votaría el domingo el comisario Jaritos
- Aún estoy convenciéndole de que vaya a votar...
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