El análisis de los fósiles de estos crustáceos permite conocer el movimiento de los cetáceos hace cientos de miles de años
Las ballenas actuales están entre los animales más viajeros de la
Tierra, recorren miles de kilómetros para alimentarse en las aguas de
los polos en verano y vuelven a las aguas tropicales en invierno. Pero,
¿desde cuándo llevan practicando estas migraciones? Algunos biólogos creen que estos movimientos pudieron empezar hace
cinco millones de años,
cuando la productividad del océano empezó a ser irregular. Pero hasta
el momento en el registro fósil no había suficientes pruebas para poder
afirmarlo. Ahora, un equipo de investigadores del Instituto Smithsonian y
la Universidad de California Berkeley, han conseguido
resolver el misterio acudiendo a una fuente indirecta: los
percebes que viven pegados a la piel de los cetáceos desde hace millones de años.
“En lugar de buscar pistas sobre los patrones de migración en los huesos
de las ballenas, hemos usado a los percebes pasajeros”, asegura
Larry Taylor,
autor principal del estudio. Los percebes son crustáceos (como los
cangrejos, las langostas o las gambas) que viven pegados a una
superficie y protegidos por una dura concha. La mayoría se adhieren a
las rocas, pero algunas especies se pegan a las ballenas y viajan
pegados a su piel durante el resto de sus vidas. “Los percebes de
ballena suelen ser específicos de cada especie - una especie de percebe
por cada tipo de ballena”, explica
Aaron O’Dea,
coautor del trabajo. “Esto da al percebe muchas ventajas- una
superficie segura sobre la que vivir, un viaje gratis a algunas de las
aguas más ricas del mundo y una oportunidad para encontrarse con otros
percebes cuando las ballenas se juntan para aparearse”.
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Uno de los fósiles de percebe
Aleria Jensen, NOAA/NMFS/AKFSC |
Para utilizar los fósiles de percebes como indicador, los autores han medido los
isótopos de oxígeno
que quedan en la concha a medida que cambian de unas aguas a otras.
Leyendo estas marcas isotópicas únicas, los investigadores pueden
conocer en qué aguas se movieron en cada momento y reconstruir los
movimientos de la propia ballena. Para el trabajo, publicado
en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences los
autores examinaron números fósiles encontrados en el Pacífico y
compararon sus conchas con los percebes actuales. “Estas marcas que
encontramos en los percebes fósiles nos mostraron con bastante claridad
que
las antiguas ballenas jorobadas y grises estaban haciendo viajes muy parecidos a los que hacen las ballenas hoy día”, explica Taylor.
“Parece que las migraciones de apareamiento en verano y alimentación en invierno
han sido una parte integral de las vidas de las ballenas durante cientos de miles de años”.
Los autores se proponen ahora examinar fósiles de otras especies de
ballena y reconstruir los movimientos de nuevas especies en el pasado
para comprender mejor cómo ha evolucionado su comportamiento migratorio.
Fuente:
https://www.vozpopuli.com/altavoz/next/percebes-revelan-pasado-ballenas_0_1230177484.html
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