El ex comisionado militar Heriberto Valdez Asij, abogado defensor y el coronel Esteelmer Reyes Girón.
A éstos dos sujetos se les considera responsables de violación y esclavitud sexual “contra 15 mujeres maya q´eqchi´, también de la desaparición forzada de más de 20 personas.” [1]
A ellos se les acusa de delitos contra los deberes de humanidad, al
coronel del ejército Esteelmer Reyes Girón además se le acusa de
asesinato y a Heriberto Valdez de desaparición forzada.
La mayoría de la gente que asistió a
ésta audiencia eran mujeres indígenas, algunas de organizaciones de
mujeres, de derechos humanos y medios de comunicación. Afuera no dejaba
de llover mientras los dos acusados estaban sentados acompañados de su
defensa legal, esperaban que transcurriera el tiempo para dar su primera
declaración, hasta que el juez declaró que el proceso debe seguir y que
quedan ligados a proceso y en prisión preventiva. Será el 3 de octubre
la nueva cita en el mismo juzgado para continuar con el proceso.
Sepur Zarco es una comunidad que se ubica en el municipio de El Estor en Izabal, en ella durante los años más duros de la guerra y el genocidio se construyó en el año de 1982 [2] un destacamento militar, en éste lugar como en otros, los militares cometieron una serie de crímenes tipificados como de lesa humanidad, entre éstos la violación y esclavitud sexual durante al menos seis meses en contra de aproximadamente 20 mujeres. A varias de ellas, además les habían desaparecido o asesinado a sus esposos o familiares.
Heriberto Valdez Asij ex comisionado militar |
Las mujeres que se atrevieron a no
permitir que éstos crímenes quedaran impunes, que se atrevieron a hablar
y a pasar por una serie de momentos y trámites engorrosos que alargan
el tiempo de espera para que la justicia vaya tomando forma, son nuestra
motivación para reflexionar, pensar y seguir actuando a favor de la
verdad y la memoria.
Cubiertas con colores y con tejidos
llegaron a sentarse frente a sus perpetradores. No llegaron solas,
llegaron acompañadas por varias personas, mujeres comunitarias, por
organizaciones de mujeres que conforman la Alianza Rompiendo el Silencio
y la impunidad. Son ya varios y firmes los pasos que se han dado hasta
llegar a este momento, éstos son [3]:
- El 4 y 5 de marzo de 2010 se realiza el Primer Tribunal de conciencia contra la violencia sexual durante el Conflicto Armado Interno.
- El 30 de septiembre de 2011, se presenta la querella penal ante el sistema de justicia.
- Del 24 al 28 de septiembre de 2012, se desarrollan las declaraciones de anticipos de prueba de 15 mujeres y 4 hombres q´eqchi´.
- El 14 de junio de 2014, se ejecutan dos capturas de responsables de violencia y esclavitud sexual.
- El lunes 23 de junio de 2014, se inicia la Audiencia de primera declaración de los sindicados.
Mientras la justicia llega
Ingresar a la torre de tribunales no es
nada agradable, las veces que lo he hecho ha sido para acompañar algún
caso de alto impacto, relacionado con derechos humanos y sus constantes
violaciones. Conocer y comprender cómo se mueve el poder en uno de los
campos de lucha más complejos es escalofríante, además de lo difícil que
es comprender como funciona el sistema de justicia y las mismas leyes y
su manoseo. La mayoría de veces que he asistido a una audiencia, he
podido comprobar más allá del discurso que ambas funciona a beneficio
del bloque de poder representado en las estructuras patriarcales
políticas, militares, sociales, religiosas y económicas que controlan
en su mayoría hombres.
Aún así estoy convencida que si para
muchas mujeres y personas sobrevivientes de genocidio y otros delitos
contra los deberes de humanidad, es importante buscar la justicia en
este campo, entonces éste se convierte en un campo estratégico para la
disputa de sentido que se requiere hacer en nuestro país. La valentía de
quienes se atreven a llevar hasta un juicio a sus perpetradores y
abusadores, se convierte es una responsabilidad para la sociedad
completa, para entender la historia y reconstruirla.
Conforme se va desarrollando la trama
judicial, se van presentando pruebas, peritajes, testimonios y
documentos de archivo existe la posibilidad de llegar a ratificar que lo
que sabemos como pueblos, lo que hemos sabido siempre en voz baja y es
que estos crímenes si ocurrieron, que si hubo genocidio, que si hubo
violación y esclavitu sexual. Conforme avancen estos procesos esperamos
que ésto se convierta en una verdad histórica probada por un tribunal,
tal y como ocurrió con el juicio por genocidio en contra de Efraín Ríos
Montt. Este tipo de hechos marcan una huella en la historia, en la
memoria colectiva, de las luchas de las mujeres y de las luchas
feministas.
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