martes, 1 de julio de 2014

Guatemala: Militares acusados por violaciones sexuales a mujeres indígenas durante la guerra

La sala de audiencias del juzgado de Primera Instancia de Mayor Riesgo B estaba llena el día de hoy. En ella estuvieron presentes muchas mujeres mayas, tambien mujeres defensoras de derechos humanos, otras personas acompañantes y periodistas. Está sala está ubicada en el nivel 14 en la Torre de Tribunales en el centro de la ciudad capital, el tribunal es presidido por el juez Miguel Ángel Gálvez. Hoy fue un día histórico pues se llevó a cabo la audiencia pública de primera declaración en contra del coronel del ejército Esteelmer Reyes Girón y el ex comisionado militar Heriberto Valdez Asij.


El ex comisionado militar Heriberto Valdez Asij, abogado defensor y el coronel Esteelmer Reyes Girón.
 
A éstos dos sujetos se les considera responsables de violación y esclavitud sexual “contra 15 mujeres maya q´eqchi´, también de la desaparición forzada de más de 20 personas.” [1] A ellos se les acusa de delitos contra los deberes de humanidad, al coronel del ejército Esteelmer Reyes Girón además se le acusa de asesinato y a Heriberto Valdez de desaparición forzada.

La mayoría de la gente que asistió a ésta audiencia eran mujeres indígenas, algunas de organizaciones de mujeres, de derechos humanos y medios de comunicación. Afuera no dejaba de llover mientras los dos acusados estaban sentados acompañados de su defensa legal, esperaban que transcurriera el tiempo para dar su primera declaración, hasta que el juez declaró que el proceso debe seguir y que quedan ligados a proceso y en prisión preventiva. Será el 3 de octubre la nueva cita en el mismo juzgado para continuar con el proceso.

Justicia por violación y esclavitud sexual
Sepur Zarco es una comunidad que se ubica en el municipio de El Estor en Izabal, en ella durante los años más duros de la guerra y el genocidio se construyó en el año de 1982 [2] un destacamento militar, en éste lugar como en otros, los militares cometieron una serie de crímenes tipificados como de lesa humanidad, entre éstos la violación y esclavitud sexual durante al menos seis meses en contra de aproximadamente 20 mujeres. A varias de ellas, además les habían desaparecido o asesinado a sus esposos o familiares.

Heriberto Valdez Asij ex comisionado militar
Las mujeres que se atrevieron a no permitir que éstos crímenes quedaran impunes, que se atrevieron a hablar y a pasar por una serie de momentos y trámites engorrosos que alargan el tiempo de espera para que la justicia vaya tomando forma, son nuestra motivación para reflexionar, pensar y seguir actuando a favor de la verdad y la memoria.

Cubiertas con colores y con tejidos llegaron a sentarse frente a sus perpetradores. No llegaron solas, llegaron acompañadas por varias personas, mujeres comunitarias, por organizaciones de mujeres que conforman la Alianza Rompiendo el Silencio y la impunidad. Son ya varios y firmes los pasos que se han dado hasta llegar a este momento, éstos son [3]:
  • El 4 y 5 de marzo de 2010 se realiza el Primer Tribunal de conciencia contra la violencia sexual durante el Conflicto Armado Interno.
  • El 30 de septiembre de 2011, se presenta la querella penal ante el sistema de justicia.
  • Del 24 al 28 de septiembre de 2012, se desarrollan las declaraciones de anticipos de prueba de 15 mujeres y 4 hombres q´eqchi´.
  • El 14 de junio de 2014, se ejecutan dos capturas de responsables de violencia y esclavitud sexual.
  • El lunes 23 de junio de 2014, se inicia la Audiencia de primera declaración de los sindicados.
 

Mientras la justicia llega
Ingresar a la torre de tribunales no es nada agradable, las veces que lo he hecho ha sido para acompañar algún caso de alto impacto, relacionado con derechos humanos y sus constantes violaciones. Conocer y comprender cómo se mueve el poder en uno de los campos de lucha más complejos es escalofríante, además de lo difícil que es comprender como funciona el sistema de justicia y las mismas leyes y su manoseo. La mayoría de veces que he asistido a una audiencia, he podido comprobar más allá del discurso que ambas funciona a beneficio del bloque de poder representado en las estructuras patriarcales políticas, militares, sociales, religiosas  y económicas que controlan en su mayoría hombres.

Aún así estoy convencida que si para muchas mujeres y personas sobrevivientes de genocidio y otros delitos contra los deberes de humanidad, es importante buscar la justicia en este campo, entonces éste se convierte en un campo estratégico para la disputa de sentido que se requiere hacer en nuestro país. La valentía de quienes se atreven a llevar hasta un juicio a sus perpetradores y abusadores, se convierte es una responsabilidad para la sociedad completa, para entender la historia y reconstruirla.

Conforme se va desarrollando la trama judicial, se van presentando pruebas, peritajes, testimonios y documentos de archivo existe la posibilidad de llegar a ratificar que lo que sabemos como pueblos, lo que hemos sabido siempre en voz baja y es que estos crímenes si ocurrieron, que si hubo genocidio, que si hubo violación y esclavitu sexual. Conforme avancen estos procesos esperamos que ésto se convierta en una verdad histórica probada por un tribunal, tal y como ocurrió con el juicio por genocidio en contra de Efraín Ríos Montt. Este tipo de hechos marcan una huella en la historia, en la memoria colectiva, de las luchas de las mujeres y de las luchas feministas.

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