domingo, 9 de diciembre de 2012

Gráfico: España, líder en desigualdad de la Unión Europea



Según el indicador de desigualdad en la distribución de la renta de la oficina estadística de la Comisión Europea (Eurostat), España es el Estado de la Unión Europea en el que la desigualdad en la distribución de la renta es mayor en 2011. El dato es sorprendente, pues encabezamos el ranking dejando atrás a países con un menor nivel de desarrollo y sistemas tributarios poco desarrollados y obsoletos. España supera en desigualdad a Estados como Letonia, Hungría o Rumania, todos ellos de reciente incorporación a la UE y con niveles de renta per cápita y un Estado de Bienestar muy inferior al español. Puede comprobar estos datos en la página oficial de Eurostat pinchando aquí

En el gráfico se puede observar como el ratio de desigualdad en la distribución de la renta en España es de 6,8. Esto quiere decir que el 20% de la población con una renta disponible (la renta que queda tras deducir impuestos directos e indirectos) más alta, tiene 6,9 veces más renta disponible que el 20% de la población española con una renta disponible más baja. En 2010, el ratio en España era de 6,9, más alto todavía, pero Lituania encabezaba la clasificación con un ratio de desigualdad de 7,3. Puede comprobar los datos oficiales de 2010 y estudiar la metodología empleada en el indicador pinchando aquí

Que España sea el Estado con mayor desigualdad en la distribución de la renta en la Unión Europea, quiere decir que las Administraciones Públicas están fallando en su misión de redistribuir la renta entre los agentes económicos. La distribución primaria se produce entre el empresario y los asalariados (Excedente bruto de explotación o renta mixta y la remuneración de los asalariados), esta primera distribución suele estar cargada de desigualdad, existen grandes diferencias entre la renta de los empresarios y trabajadores, y entre la de los propios asalariados (unos ganan mucho más que otros). Por eso, las Administraciones Públicas intentan realizar una segunda distribución de la renta o redistribución, que intenta ser más equitativa. Esta redistribución se realiza a través de los impuestos y el gasto público, se pide un mayor esfuerzo tributario a las rentas más altas y, en principio, una parte más importante del gasto público (recaudado con esos impuestos) recae sobre los más desfavorecidos del país. 

Como podemos comprobar con estos datos de desigualdad en 2011, la redistribución de la renta en España no es eficiente. De modo que habría que plantearse dos cuestiones: 1 trabajar para que sea más eficiente y se despilfarre menos dinero en el camino. 2 Que el grado de intervención de las Administraciones Públicas se redujera, con el objetivo de dar mayor libertad a una economía y unos ciudadanos, que se ven ahogados por los continuos incrementos de la presión fiscal. Ayer se publicaba una noticia con el siguiente titular: Rajoy ha subido 27 impuestos en su primer año de gobierno.

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