domingo, 30 de diciembre de 2012

2012, el año en que más periodistas han sido asesinados



Para acabar con la violencia contra los periodistas y combatir la impunidad, la Junta de jefes ejecutivos de las Naciones Unidas aprobó en abril de 2012 el primer Plan de Acción de la ONU sobre la Seguridad de los Periodistas y la Cuestión de la Impunidad, una iniciativa liderada por la UNESCO.

Ahora, para avanzar en esta iniciativa y producir estrategias concretas, tiene lugar la segunda Reunión Interagencias de la ONU en Viena, del 22 al 23 de noviembre, organizada por la UNESCO y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (OHCHR). El 23 de noviembre es el Día Internacional contra la Impunidad, establecido por la organización Intercambio Internacional por la Libertad de Expresión (IFEX), una red que incluye hasta noventa organizaciones internacionales, regionales y locales del mundo entero.

¿Por qué quieren callar a los periodistas?

En los diez primeros meses de 2012, la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, ha condenado hasta 100 asesinatos de periodistas, trabajadores de los medios de comunicación y blogueros, una cifra mucho mayor a la de años anteriores. Además, la Directora General ha constatado en su “Informe sobre la seguridad de los periodistas y el riesgo de impunidad” que numerosos profesionales de los medios han sufrido ataques “no mortales”, es decir, que han sido heridos, violados, secuestrados, hostigados, intimidados o detenidos ilegalmente. El mismo informe hace hincapié en el problema de la impunidad, esto es cuando los autores de estos crímenes no responden por ellos ante la justicia. Según las informaciones recibidas por la UNESCO, menos del diez por ciento de todos los casos incluidos en el informe acabaron en condena de las personas que habían cometido el crimen.

En los temas sobre los que informan los periodistas hay mucho en juego. Aunque las guerras son las situaciones más peligrosas, la mayor parte de periodistas asesinados no estaban cubriendo un conflicto armado. Normalmente se trata de historias locales, de las poblaciones donde residen, y sobre temas relacionados con la corrupción u otras actividades ilegales, como el crimen organizado o las drogas.

Según el informe de 2012 de la Relatora Especial sobre la situación de los defensores de los derechos humanos, Margaret Sekaggya, la investigación periodística de asuntos relacionados con los derechos humanos se está convirtiendo en una actividad peligrosa para los reporteros. Incluso indagar en temas como el medio ambiente puede resultar mortal para los periodistas.

En otras palabras, se trata del tipo de noticias que ciudadanos como tú y como yo necesitamos saber. Tal y como explica el informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, “el crimen está alimentando la corrupción, infiltrándose en el mundo de los negocios, la política y obstaculizando el desarrollo. Al potenciar a aquellos que operan fuera de la ley, se socava la gobernabilidad”. De hecho, el Relator Especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión, Frank La Rue, centró su informe de 2012 en esta situación. La Rue sostiene que “los periodistas locales hacen frente a diario a situaciones que quizá no han superado el umbral de un conflicto armado pero que están caracterizadas por la violencia, y la represión”.

No es normal que un periodista que investigue un caso de corrupción política, o un cártel de droga, reciba, no sólo amenazas de muerte, sino que éstas sean extensibles a los miembros de su familia. Incluso peor aún, gran parte de estas amenazas van todavía más allá: de la intimidación a la eliminación de los mensajeros, es decir, la privación más brutal que pueda haber del derecho a saber del público. Cada periodista silenciado representa un ataque al derecho humano a la libertad de expresión, un derecho básico para poder tener una democracia fuerte, una educación de calidad, un medio ambiente más limpio, acceso a la sanidad y un sector privado transparente.

Tú también puedes ayudar


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La UNESCO ha movilizado recursos económicos y humanos para dar todo su apoyo a la formación de periodistas en materia de seguridad. También colabora con diversas ONG en la investigación y publicación de estos temas, así como con los gobiernos para promover un entorno seguro para los periodistas. La UNESCO ha afirmado la importancia de la seguridad en diversos actos del Día Mundial de la Libertad de Prensa (3 de mayo), utilizando estas ocasiones para subrayar que el asesinato de periodistas tiene ramificaciones que van mucho más allá de la dolorosa pérdida de vidas, alcanzando a la sociedad y al mundo en su conjunto.

La UNESCO se moviliza porque el derecho a recibir información y a expresar opiniones es una piedra angular de la vida de todo individuo. De todas las agencias de la ONU, es la UNESCO la que, actuando por sus 195 Estados Miembros, tiene la responsabilidad concreta de promover la libertad de expresión y otros derechos derivados, como la libertad de prensa y la libertad de información. Sin embargo, hay un límite a lo que la UNESCO puede hacer por si sola. Afortunadamente, otros actores de las Naciones Unidas están contribuyendo a esta tarea. De momento podemos observar la puesta en marcha de diversos mecanismos moviéndose en la misma dirección que el Plan de Acción de la ONU. Si bien este no es una varita mágica, si que muestra la mejor cara de la comunidad internacional, y ayuda a la toma de conciencia y a aumentar la presión para poner fin a la impunidad. Sin embargo, garantizar la seguridad de los periodistas requiere el apoyo y la ayuda de todos, incluyendo los profesionales de los medios, la sociedad civil y las autoridades nacionales. Combinando todos nuestros esfuerzos podemos cambiar la situación.

Fuente: http://www.yometiroalmonte.com/Articulo.aspx?id=489
            http://www.unesco.org

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