Tsipras adjudica a una empresa alemana su primera privatización

Fraport asumirá la gestión de 14 aeropuertos griegos
Entre los aeródromos privatizados, los de Salónica, Mykonos y Santorini 

Exterior del aeropuerto de Salónica, en Grecia. EFE

El Gobierno griego comienza a cumplir lo pactado con las instituciones comunitarias. El Ejecutivó heleno ha aprobado la concesión de 14 de sus aeropuertos regionales a la empresa alemana Fraport. Entre los aeródromos privatizados se encuentran el de Salónica, la segunda mayor ciudad del país, y los de las islas turísticas de Mykonos y Santorini.

La operación fue publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado Heleno y supone la primera privatización del Gobierno izquierdista de Alexis Tsipras. El primer ministro se había comprometido en su programa electoral a inspeccionar y congelar el proceso de venta de empresas y activos estatales.

Poco después de llegar al poder admitió la necesidad de ceder algunos de los recursos del Estado para desbloquear los fondos de los rescates, pero con la novedad de revisar las licitaciones para salvaguardar la inversión y las condiciones laborales de los trabajadores.

Fraport había ganado en 2014 el concurso para operar los aeropuertos regionales. Según lo anunciado en el BOE, no ha habido cambio alguno en las condiciones de licitación ya aprobadas. La empresa alemana pagará 1.230 millones de euros por la concesión. Invertirá 330 millones de euros en las instalaciones en los próximos cuatro años y hasta 1.400 millones en cuatro décadas.

Atenas también quiere acelerar la venta del puerto del Pireo, que probablemente sea cedido a manos chinas, y los terrenos del antiguo aeropuerto de Atenas, muy valiosos por sus grandes dimensiones y por su ubicación, cercana a la costa.

El Gobierno establecerá en los próximos meses un fondo de privatizaciones por valor de 50.000 millones de euros que incluirá los activos en proceso de venta pero que no se habían colocado hasta ahora, además de nuevas propiedades inmobiliarias, concesiones y ventas de acciones de empresas. Los beneficios serán destinados, a partes iguales, a recapitalizar la banca, pagar la deuda y como inversión al desarrollo.

Una parte del partido del primer ministro se opone al proceso privatizador. El giro radical del punto de vista del Ejecutivo sigue causando problemas internos a Tsipras, que deberá someterse a una moción de confianza en los próximos días. El futuro de su Gobierno se decidirá en esa votación y también en el congreso de su partido, en septiembre. Muchos analistas y miembros del Gobierno creen que las elecciones anticipadas son inevitables.

Fuente:  http://www.elmundo.es/economia/2015/08/18/55d37c2c268e3e86278b4590.html