martes, 23 de diciembre de 2014

Tres siglos después, el primer mercado de esclavos de New York sigue funcionando

 
 
 El 25 de septiembre de 1926 se firmaba la Convención sobre la Esclavitud, tratado internacional promovido por la Sociedad de Naciones que declaraba ilegal la esclavitud. Más tarde, el 7 de septiembre de 1956, se ampliaba la prohibición y persecución a determinadas conductas que se consideraban análogas o asimilables a la esclavitud: explotación infantil, servidumbre por deudas… pero nada se decía de la esclavitud a la que nos vemos sometidos por las decisiones que toman los poderes económicos y que condicionan nuestro día a día. Y si existe un lugar en el mundo que representa mejor que ningún otro “el amo con el látigo en la mano“, ese es Wall Street. Ironías de la vida, construido por esclavos y emplazamiento del primer mercado de esclavos de New York.
 
 En 1625 la Compañía Neerlandesa de las Indias Occidentales fundó en el valle del río Hudson Nueva Ámsterdam (hoy New York), un asentamiento estratégico que permitiría controlar el comercio de pieles a través del río. En 1653, para protegerse del ataque de los nativos norteamericanos y de los ingleses, los colonos holandeses construyeron en el límite norte de Nueva Ámsterdman un muro de madera y barro. Bueno, lo ordenaron construir, porque los que materialmente lo hicieron fueron los esclavos africanos traídos a la colonia en 1627. Aunque años más tarde los ingleses lo derribaron, el nombre de Wall Street (Calle del Muro) sigue recordando aquel muro. Y no sólo construyeron aquel muro, también despejaron los bosques, construyeron los caminos, los molinos, los puentes, las casas, el muelle, la prisión, la iglesia holandesa y, posteriormente, la inglesa… 
 
 A finales del XVII y comienzos del XVIII, ya en manos de los ingleses y bajo el nombre de New York en honor Jacobo II, rey de Inglaterra y duque York, la ciudad experimentó un rápido crecimiento basado en el trabajo de los esclavos. Viendo que todavía podían sacarles más rendimiento, decidieron entrar de ello en el negocio del comercio de esclavos. En 1711 el Concejo Municipal de New York aprobó la creación del primer mercado de esclavos de la ciudad, precisamente en Wall Street. Aquel mercado, conocido como Meal Market (Mercado de la Comida) porque también se vendía grano y carne, fue crucial en el comercio transatlántico de esclavos. De hecho, más del 20% de la población de New York eran esclavos.
 
 Los barcos negreros procedentes de África llegaban a New York cargados de esclavos que se vendían como mano de obra, sobre todo para las plantaciones de algodón, y desde allí se distribuía el propio algodón. Lógicamente, las aseguradoras de los barcos, los grandes comerciantes y los bancos que financiaban los viajes y a los terratenientes de las plantaciones debían estar “cerca de sus inversiones“. El 17 de mayo de 1792, a la altura del 68 de Wall Street y bajo un buttonwood (árbol mangle Zaragoza o mangle botón), veinticuatro corredores de bolsa y comerciantes de la ciudad firmaban un acuerdo que sería el germen de la Bolsa de New York. Y para rematar la faena, algunos de los bancos y aseguradoras que hoy en día cotizan en Wall Street, comenzaron sus andanzas “negociando e invirtiendo en el comercio de esclavos“, como Aetna Insurance, J.P. Morgan, Lehman Brothers, Bank of America, Wachovia Bank, Royal Bank of Scotland…
 
 Qué poco han cambiado las cosas en tres siglos…
 

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