8 de diciembre de 1971. Benjamin «Yellow
Benjy» Melendez, fundador de los Ghetto Brothers, toma la palabra en la
cumbre entre bandas rivales que se celebra en el Hoe Avenue Boys Club
de Nueva York: «Ya no somos una banda. Somos una organización. Queremos
ayudar a negros y puertorriqueños a vivir en un ambiente mejor».
Espoleados por la trágica muerte en una reyerta de Cornell «Black Benjy»
Benjamin, su consejero de paz dentro de la organización, los Ghetto
Brothers han decidido renunciar a la venganza para convertirse en
impulsores de una tregua entre bandas que represente un primer paso para
acabar con la creciente violencia que amenaza con consumir
definitivamente el Bronx, una de las zonas de la ciudad más castigadas
por las drogas y el desarraigo familiar. Conviene recordar que en
aquella cumbre se encontraba un joven miembro de los Black Spades que
unos años más tarde recogería el testigo de los Ghetto Brothers. Su
nombre: Afrika Bambaataa. Su organización de paz, unidad, amor y
diversión: la Universal Zulu Nation. Si tenemos en cuenta, además, que
las block parties y jam sessions que semanalmente
organizaban los Ghetto Brothers fueron en muchos aspectos precursoras de
la escena hip-hop, podemos hacernos una idea de la magnitud de esta
legendaria banda del Bronx. Irónicamente, los propios miembros de los
Ghetto Brothers siempre han admitido su falta de interés por aquella
temprana cultura hip-hop que ellos mismos, sin proponérselo, ayudaron a
pavimentar. Lo suyo era amor incondicional por el rock and roll.
“Power-Fuerza” no es una rareza más,
sino un disco con una historia tan única y absorbente como su música, el
único álbum oficial publicado por esta banda callejera reconvertida en
organización comunitaria. Los hermanos Melendez, tres puertorriqueños
musicalmente destetados con los Beatles, fusionaron los torrenciales
ritmos latinos y las armonías pop para crear un repertorio en el que
poder declarar orgullosos su nacionalismo boricua.
La historia de los Ghetto Brothers se
puede rastrear directamente teniendo en cuenta la personalidad de su
carismático líder, Benjamin Melendez, quien recibió en el Bronx las
principales influencias que habrían de marcar su vida. La primera de
ellas, la de cuatro británicos con traje y botines de tacón cubano tras
escuchar “I Want To Hold Your Hand” en un jukebox del restaurante
de su tío en Prospect Avenue. Benjy contagió a sus hermanos pequeños,
Robert y Victor, la afición por los Beatles. Los hermanos Melendez, más
un par de amigos de la barriada, llegaron a disfrutar de cierta fama
local como banda tributo de los de Liverpool. Se hacían llamar los
Junior Beatles. «Llevábamos trajes con zapatillas de deporte», recuerda
Benjy. Unos ilusionados Junior Beatles pronto serían testigos de la
brutal transformación del Bronx: el desempleo, la discriminación, la
irrupción de la heroína y la brutalidad policial servirían como caldo de
cultivo para el surgimiento de los Ghetto Brothers.
Las bandas se convirtieron entonces en
parte importante de la vida de muchos jóvenes puertorriqueños, negros e
incluso blancos del Bronx. Unirse a una banda era una cuestión de
supervivencia en el barrio, pero Benjy tenía claro desde un principio
que no quería estar a las órdenes de nadie. Así, antes de los Ghetto
Brothers fundó los Barbarians, que llevaban máscaras de wrestling, los
Hell Riders y los Savage Skulls, que se convertirían en una de las
bandas más conocidas de Nueva York. Inspirado en la indumentaria vaquera
de los Hell Angels, Benjy diseñó el atuendo de los Ghetto Brothers, una
calavera en llamas que se vieron obligados a cambiar por la imagen ya
clásica de los cubos de basura tras un enfrentamiento con la división
neoyorquina de los Hell Angels, que consideraba el diseño demasiado
parecido al suyo.
Al principio el club era literalmente un
asunto familiar: «Originalmente los Ghetto Brothers éramos mis hermanos
y yo», afirma Benjy en la entrevista que acompaña esta reedición del
sello Truth & Soul. Uno de los primeros miembros de la organización
fue Charlie Suarez, conocido como «Karate Charlie», un joven experto en
artes marciales nombrado presidente por Benjy con la idea de mantener la
reputación de los Ghetto Brothers frente a las bandas
rivales. Impregnados del espíritu revolucionario de organizaciones como
los Black Panthers, los Young Lords o el Partido Socialista de Puerto
Rico, los Ghetto Brothers comenzaron a diferenciarse, a mediados de
1971, del resto de bandas del Bronx: echaron a los camellos y yonquis
del barrio, limpiaron parques, rehabilitaron viviendas abandonadas y
participaron en programas de recogida de ropa y alimentos para los más
desfavorecidos. Querían convertirse en una fuerza de paz capitaneada por
el malogrado Cornell «Black Benjy» Benjamin, un ex drogadicto
convertido en mediador entre bandas.
Otro personaje clave en el devenir de
los Ghetto Brothers fue el profesor Manny Dominguez, quien los definió
como jóvenes incomprendidos. A través de sus contactos en la Youth
Services Agency de la ciudad, Dominguez consiguió para los Ghetto
Brothers un local en un almacén vacío de la calle East 162. El nuevo
local era un espacio confortable para tocar. Mientras Benjy aún mantenía
intacta su pasión por los Beatles, David, Victor y Robert se sentían
más atraídos por el sonido de artistas como Jimi Hendrix, Santana o
Grand Funk Railroad. Para apoyar la nueva faceta de los Ghetto Brothers,
el profesor Dominguez se sirvió de la ayuda de los policías del
distrito, quienes les consiguieron instrumentos propios. La columna
vertebral del grupo estaba formada por los tres hermanos Melendez: Benjy
como cantante, Victor al bajo y Robert a la guitarra rítmica. A ellos
se sumaron David Silva como guitarra solista, Franky Valentin a los
timbales, Luis «Bull» Bristol a la batería, Angelo Garcia a los bongos y
Chiqui Concepcion a las congas. Los Ghetto Brothers pasaron la mayor
parte del tiempo ensayando en la trastienda de unos ultramarinos. El
grupo actuó para clientes y viandantes, una insólita escena de jóvenes
pandilleros cantando melodías angelicales en mitad de la calle.
El venerado productor Bobby Marin
decidió ir a ver al grupo ensayar tras aclararse que los Ghetto Brothers
no tenían nada que ver con el robo que se había producido en la tienda
de discos en la que trabajaba. Marin no vaciló ni un segundo: había que
sacar el álbum. “Power-Fuerza”, publicado en el sello Salsa Records, fue
grabado en una sola sesión en los Manhattan Fine Tone Studios como un
directo sin público. Según recuerda Bobby Marin, «los Ghetto Brothers
tenían una actitud muy profesional hacia la música». Victor Melendez era
el auténtico motor de la banda, un multiinstrumentista y cantante con
mucho talento que sabía cómo mantener al grupo centrado.
El álbum comienza con “Girl From The
Mountain”, una composición de Felix Tollinchi, amigo del vecindario. Las
armonías vocales de Victor y Benjy, claramente inspiradas en los
tándems Lennon-McCartney y Don Everly-Phil Everly, son el ingrediente
clave en esta cautivadora canción. Aunque existe una versión más pulida
grabada un año antes por la Harvey Averne Barrio Band, el precioso juego
de voces y la cruda instrumentación, adornada con un salvaje solo de
guitarra al final, son difícilmente superables.
“There Is Something In My Heart”,
escrita por Benjy a medias con Raymond Gonzalez, un antiguo compañero de
la etapa de los Junior Beatles, incorpora nuevamente las reconocibles
armonías de los hermanos Melendez sobre una base de rock latino. La
canción, un aparente remedo del “You’re Going To Lose That Girl” de los
Beatles, suponía una oportunidad para Benjy de expresar sus
sentimientos por su novia y futura mujer, May Lin Jung, hija del dueño
de la lavandería china del barrio. De ahí, el apodo de «Yellow Benjy».
A pesar de la insatisfacción de Benjy
por el resultado final de “Got This Happy Feeling”, otra composición
dedicada a May Lin, quien por aquel entonces estaba embarazada de su
primera hija, la canción es un buen escaparate para mostrar la energía y
destreza musical del grupo. Particularmente memorable es el espontáneo break en el que los Ghetto Brothers proclaman: This is Ghetto Brother power, baby, from the Bronx.
Uno de los temas más potentes de “Power-Fuerza” es “Mastica Chupa Y Jala”, un velado homenaje a las drogas. Si bien es cierto que los Ghetto Brothers tenían prohibido el uso de drogas entre sus miembros, en la práctica era muy difícil establecer reglas para hacerlo cumplir. Victor Melendez y «Karate Charlie» lucharían contra la adicción a la heroína durante años, mientras que Robert, David y Luis solían «tomar prestados» unos pocos dólares de la caja común para costearse algún «viajecito». «Mastica» hacía referencia al consumo de LSD y «Chupa Y Jala» no significaba otra cosa que pegarle unas caladas al porro. La influencia musical de la pieza provenía directamente de “Soul Sacrifice” de Santana.
En “You Say That You’re My Friend” Benjy
hace referencia a una traición que casi le cuesta la vida: tras ganarse
su confianza, un miembro de los Bachelors se infiltró en los Ghetto
Brothers con el objetivo de liquidarlo. Un día, mientras Benjy estaba
sentado tranquilamente en el salón de su casa, este llamó a la puerta,
entró y sacó su pistola. Benjy permaneció sentado mirando con impotencia
su catana. Finalmente, el traidor bajó el arma y comenzó a llorar
porque era incapaz de matar a un tipo que había demostrado ser su amigo.
En lo musical, sus acordes y tempo rápido sugieren una interpretación
latinizada del clásico de Aretha Franklin “Save Me”.
Con “Viva Puerto Rico Libre”, la pieza
central de “Power-Fuerza”, los Ghetto Brothers hacen un sentido homenaje
a su tierra natal. La canción comienza con un ritmo tranquilo sobre el
que Benjy, como maestro de ceremonias, va enumerando en español las
maravillas de su Puerto Rico querido. Poco a poco se van incorporando
nuevos ritmos y texturas hasta que finalmente Benjy, influido por el
Partido Socialista de Puerto Rico, reclama la independencia de la isla
con un pasional estribillo. El pequeño de los Melendez, Robert, disfrutó
de su primer solo de guitarra en esta canción.
Las dos últimas canciones del álbum, la
sublime “I Saw A Tear” y la encendida “Ghetto Brothers Power”, llevan la
firma y la voz de Victor Melendez. La primera de ellas es una bella
canción al piano dedicada a su novia, Pinky. Escuchada en el contexto de
la vida de excesos de Victor, moriría en 1995 después de haber
contraído el virus del sida, suena como una elegía. “Ghetto Brothers
Power” es el himno de “Power-Fuerza”, la impetuosa réplica a “I
Saw A Tear”, un número enérgico de llamada y respuesta que se apropia
del estribillo de “I Want To Take You Higher” de Sly & The Family
Stone para propagar el amor fraternal en el Bronx.
Con una inexistente promoción,
“Power-Fuerza” tuvo un impacto mínimo, pero la fama a nivel local era
mejor que nada. Salsa/Mary Lou, un buen sello independiente aunque de
corto alcance, no proporcionó a los Ghetto Brothers más que unos cuantos
bolos promocionales en escuelas de la zona para animar a los jóvenes a
permanecer en el buen camino. Ninguna otra banda callejera había
publicado un disco, así que cuando la euforia de grabar el álbum pasó,
el grupo aprendió rápido la dura lección del negocio de la música. Los
Ghetto Brothers estaban preparados para recibir hostias en la calle,
pero no para asumir que la prometedora trayectoria del grupo apenas iba a
sobrepasar los límites del Bronx. Después de todo, cada miembro acabó
con 75 dólares en el bolsillo, cuando hoy en día una copia original
de “Power-Fuerza” no baja de los 500. Nunca antes en la historia de la
música una banda había dado tanto por tan poco. Al menos, siempre les
quedaría la calle. Street the beat.
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