domingo, 17 de agosto de 2014

Ghetto Brothers: “Power-Fuerza”

 

8 de diciembre de 1971. Benjamin «Yellow Benjy» Melendez, fundador de los Ghetto Brothers, toma la palabra en la cumbre entre bandas rivales que se celebra en el Hoe Avenue Boys Club de Nueva York: «Ya no somos una banda. Somos una organización. Queremos ayudar a negros y puertorriqueños a vivir en un ambiente mejor». Espoleados por la trágica muerte en una reyerta de Cornell «Black Benjy» Benjamin, su consejero de paz dentro de la organización, los Ghetto Brothers han decidido renunciar a la venganza para convertirse en impulsores de una tregua entre bandas que represente un primer paso para acabar con la creciente violencia que amenaza con consumir definitivamente el Bronx, una de las zonas de la ciudad más castigadas por las drogas y el desarraigo familiar. Conviene recordar que en aquella cumbre se encontraba un joven miembro de los Black Spades que unos años más tarde recogería el testigo de los Ghetto Brothers. Su nombre: Afrika Bambaataa. Su organización de paz, unidad, amor y diversión: la Universal Zulu Nation. Si tenemos en cuenta, además, que las block parties y jam sessions que semanalmente organizaban los Ghetto Brothers fueron en muchos aspectos precursoras de la escena hip-hop, podemos hacernos una idea de la magnitud de esta legendaria banda del Bronx. Irónicamente, los propios miembros de los Ghetto Brothers siempre han admitido su falta de interés por aquella temprana cultura hip-hop que ellos mismos, sin proponérselo, ayudaron a pavimentar. Lo suyo era amor incondicional por el rock and roll.

“Power-Fuerza” no es una rareza más, sino un disco con una historia tan única y absorbente como su música, el único álbum oficial publicado por esta banda callejera reconvertida en organización comunitaria. Los hermanos Melendez, tres puertorriqueños musicalmente destetados con los Beatles, fusionaron los torrenciales ritmos latinos y las armonías pop para crear un repertorio en el que poder declarar orgullosos su nacionalismo boricua.

La historia de los Ghetto Brothers se puede rastrear directamente teniendo en cuenta la personalidad de su carismático líder, Benjamin Melendez, quien recibió en el Bronx las principales influencias que habrían de marcar su vida. La primera de ellas, la de cuatro británicos con traje y botines de tacón cubano tras escuchar “I Want To Hold Your Hand” en un jukebox del restaurante de su tío en Prospect Avenue. Benjy contagió a sus hermanos pequeños, Robert y Victor, la afición por los Beatles. Los hermanos Melendez, más un par de amigos de la barriada, llegaron a disfrutar de cierta fama local como banda tributo de los de Liverpool. Se hacían llamar los Junior Beatles. «Llevábamos trajes con zapatillas de deporte», recuerda Benjy. Unos ilusionados Junior Beatles pronto serían testigos de la brutal transformación del Bronx: el desempleo, la discriminación, la irrupción de la heroína y la brutalidad policial servirían como caldo de cultivo para el surgimiento de los Ghetto Brothers.

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Las bandas se convirtieron entonces en parte importante de la vida de muchos jóvenes puertorriqueños, negros e incluso blancos del Bronx. Unirse a una banda era una cuestión de supervivencia en el barrio, pero Benjy tenía claro desde un principio que no quería estar a las órdenes de nadie. Así, antes de los Ghetto Brothers fundó los Barbarians, que llevaban máscaras de wrestling, los Hell Riders y los Savage Skulls, que se convertirían en una de las bandas más conocidas de Nueva York. Inspirado en la indumentaria vaquera de los Hell Angels, Benjy diseñó el atuendo de los Ghetto Brothers, una calavera en llamas que se vieron obligados a cambiar por la imagen ya clásica de los cubos de basura tras un enfrentamiento con la división neoyorquina de los Hell Angels, que consideraba el diseño demasiado parecido al suyo.

Al principio el club era literalmente un asunto familiar: «Originalmente los Ghetto Brothers éramos mis hermanos y yo», afirma Benjy en la entrevista que acompaña esta reedición del sello Truth & Soul. Uno de los primeros miembros de la organización fue Charlie Suarez, conocido como «Karate Charlie», un joven experto en artes marciales nombrado presidente por Benjy con la idea de mantener la reputación de los Ghetto Brothers frente a las bandas rivales. Impregnados del espíritu revolucionario de organizaciones como los Black Panthers, los Young Lords o el Partido Socialista de Puerto Rico, los Ghetto Brothers comenzaron a diferenciarse, a mediados de 1971, del resto de bandas del Bronx: echaron a los camellos y yonquis del barrio, limpiaron parques, rehabilitaron viviendas abandonadas y participaron en programas de recogida de ropa y alimentos para los más desfavorecidos. Querían convertirse en una fuerza de paz capitaneada por el malogrado Cornell «Black Benjy» Benjamin, un ex drogadicto convertido en mediador entre bandas.

Otro personaje clave en el devenir de los Ghetto Brothers fue el profesor Manny Dominguez, quien los definió como jóvenes incomprendidos. A través de sus contactos en la Youth Services Agency de la ciudad, Dominguez consiguió para los Ghetto Brothers un local en un almacén vacío de la calle East 162. El nuevo local era un espacio confortable para tocar. Mientras Benjy aún mantenía intacta su pasión por los Beatles, David, Victor y Robert se sentían más atraídos por el sonido de artistas como Jimi Hendrix, Santana o Grand Funk Railroad. Para apoyar la nueva faceta de los Ghetto Brothers, el profesor Dominguez se sirvió de la ayuda de los policías del distrito, quienes les consiguieron instrumentos propios. La columna vertebral del grupo estaba formada por los tres hermanos Melendez: Benjy como cantante, Victor al bajo y Robert a la guitarra rítmica. A ellos se sumaron David Silva como guitarra solista, Franky Valentin a los timbales, Luis «Bull» Bristol a la batería, Angelo Garcia a los bongos y Chiqui Concepcion a las congas. Los Ghetto Brothers pasaron la mayor parte del tiempo ensayando en la trastienda de unos ultramarinos. El grupo actuó para clientes y viandantes, una insólita escena de jóvenes pandilleros cantando melodías angelicales en mitad de la calle.

El venerado productor Bobby Marin decidió ir a ver al grupo ensayar tras aclararse que los Ghetto Brothers no tenían nada que ver con el robo que se había producido en la tienda de discos en la que trabajaba. Marin no vaciló ni un segundo: había que sacar el álbum. “Power-Fuerza”, publicado en el sello Salsa Records, fue grabado en una sola sesión en los Manhattan Fine Tone Studios como un directo sin público. Según recuerda Bobby Marin, «los Ghetto Brothers tenían una actitud muy profesional hacia la música». Victor Melendez era el auténtico motor de la banda, un multiinstrumentista y cantante con mucho talento que sabía cómo mantener al grupo centrado.

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El álbum comienza con “Girl From The Mountain”, una composición de Felix Tollinchi, amigo del vecindario. Las armonías vocales de Victor y Benjy, claramente inspiradas en los tándems Lennon-McCartney y Don Everly-Phil Everly, son el ingrediente clave en esta cautivadora canción. Aunque existe una versión más pulida grabada un año antes por la Harvey Averne Barrio Band, el precioso juego de voces y la cruda instrumentación, adornada con un salvaje solo de guitarra al final, son difícilmente superables.

“There Is Something In My Heart”, escrita por Benjy a medias con Raymond Gonzalez, un antiguo compañero de la etapa de los Junior Beatles, incorpora nuevamente las reconocibles armonías de los hermanos Melendez sobre una base de rock latino. La canción, un aparente remedo del “You’re Going To Lose That Girl”  de los Beatles, suponía una oportunidad para Benjy de expresar sus sentimientos por su novia y futura mujer, May Lin Jung, hija del dueño de la lavandería china del barrio. De ahí, el apodo de «Yellow Benjy».


A pesar de la insatisfacción de Benjy por el resultado final de “Got This Happy Feeling”, otra composición dedicada a May Lin, quien por aquel entonces estaba embarazada de su primera hija, la canción es un buen escaparate para mostrar la energía y destreza musical del grupo. Particularmente memorable es el espontáneo break en el que los Ghetto Brothers proclaman: This is Ghetto Brother power, baby, from the Bronx.



Uno de los temas más potentes de “Power-Fuerza” es “Mastica Chupa Y Jala”, un velado homenaje a las drogas. Si bien es cierto que los Ghetto Brothers tenían prohibido el uso de drogas entre sus miembros, en la práctica era muy difícil establecer reglas para hacerlo cumplir. Victor Melendez y «Karate Charlie» lucharían contra la adicción a la heroína durante años, mientras que Robert, David y Luis solían «tomar prestados» unos pocos dólares de la caja común para costearse algún «viajecito». «Mastica» hacía referencia al consumo de LSD y «Chupa Y Jala» no significaba otra cosa que pegarle unas caladas al porro. La influencia musical de la pieza provenía directamente de “Soul Sacrifice” de Santana.

En “You Say That You’re My Friend” Benjy hace referencia a una traición que casi le cuesta la vida: tras ganarse su confianza, un miembro de los Bachelors se infiltró en los Ghetto Brothers con el objetivo de liquidarlo. Un día, mientras Benjy estaba sentado tranquilamente en el salón de su casa, este llamó a la puerta, entró y sacó su pistola. Benjy permaneció sentado mirando con impotencia su catana. Finalmente, el traidor bajó el arma y comenzó a llorar porque era incapaz de matar a un tipo que había demostrado ser su amigo. En lo musical, sus acordes y tempo rápido sugieren una interpretación latinizada del clásico de Aretha Franklin “Save Me”.

Con “Viva Puerto Rico Libre”, la pieza central de “Power-Fuerza”, los Ghetto Brothers hacen un sentido homenaje a su tierra natal. La canción comienza con un ritmo tranquilo sobre el que Benjy, como maestro de ceremonias, va enumerando en español las maravillas de su Puerto Rico querido. Poco a poco se van incorporando nuevos ritmos y texturas hasta que finalmente Benjy, influido por el Partido Socialista de Puerto Rico, reclama la independencia de la isla con un pasional estribillo. El pequeño de los Melendez, Robert, disfrutó de su primer solo de guitarra en esta canción.


Las dos últimas canciones del álbum, la sublime “I Saw A Tear” y la encendida “Ghetto Brothers Power”, llevan la firma y la voz de Victor Melendez. La primera de ellas es una bella canción al piano dedicada a su novia, Pinky. Escuchada en el contexto de la vida de excesos de Victor, moriría en 1995 después de haber contraído el virus del sida, suena como una elegía. “Ghetto Brothers Power” es el himno de “Power-Fuerza”, la impetuosa réplica a “I Saw A Tear”, un número enérgico de llamada y respuesta que se apropia del estribillo de “I Want To Take You Higher” de Sly & The Family Stone para propagar el amor fraternal en el Bronx.
 
 

Con una inexistente promoción, “Power-Fuerza” tuvo un impacto mínimo, pero la fama a nivel local era mejor que nada. Salsa/Mary Lou, un buen sello independiente aunque de corto alcance, no proporcionó a los Ghetto Brothers más que unos cuantos bolos promocionales en escuelas de la zona para animar a los jóvenes a permanecer en el buen camino. Ninguna otra banda callejera había publicado un disco, así que cuando la euforia de grabar el álbum pasó, el grupo aprendió rápido la dura lección del negocio de la música. Los Ghetto Brothers estaban preparados para recibir hostias en la calle, pero no para asumir que la prometedora trayectoria del grupo apenas iba a sobrepasar los límites del Bronx. Después de todo, cada miembro acabó con 75 dólares en el bolsillo, cuando hoy en día una copia original de “Power-Fuerza” no baja de los 500. Nunca antes en la historia de la música una banda había dado tanto por tan poco. Al menos, siempre les quedaría la calle. Street the beat.



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