lunes, 10 de junio de 2019

La admiración de la tristeza

http://listverse.com/2019/05/13/10-haunting-images-of-chernobyl-disaster-and-their-backstories/
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No sé donde he leído que el personal laboral de las centrales nucleares llamaba al reactor "cazuela", "samovar", "estufa", "hornillo". Entre la gente que trabajaba en la central de Chernóbil había mucho campesino. Por la mañana trabajaba en el reactor y por la tarde, en su huerta, o en la de los padres, en la aldea vecina, donde las patatas todavía se plantan con la pala, y el estiércol se esparce con la horca. Extraen la cosecha también a mano. Su mente existía en estos dos ámbitos, en estas dos eras: en la de la piedra y en la atómica. En dos épocas. Y el hombre, como un péndulo, se movía constantemente de un extremo al otro.
   Imagínese el ferrocarril, una vía férrea trazada por unos brillantes ingenieros; el tren marcha veloz, pero en el lugar del maquinista tenemos a un cochero del pasado. Éste es el destino de Rusia; viajar entre dos culturas. Entre el átomo y la pala...

Alexandr Revalski, historiador

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