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Decían de él que era un hombre bueno. No hubo
muchos periodistas que pudieron entrevistarlo, pero quienes lo
consiguieron destacaban su timidez. A los cronistas les era difícil
contar anécdotas sobre él, ya que no revelaba siquiera si sus hijos
estaban o no bautizados. Era tan tímido que a veces tenía que beber dos
tragos de whisky antes de los mítines, lo cual hoy contrasta frente al
arrogante personalismo de la política italiana.
Italia homenajea estos días, 35 años después de su muerte, a Enrico Berlinguer,
líder del PCI –entre 1972 y 1984– la formación comunista más importante
de la Europa Occidental. En el Viejo Continente, en plena Guerra Fría, propuso que las formaciones comunistas del lado oeste del telón de acero abandonaran su afilición filosoviética
para relanzar su espíritu desde una óptica europeísta, democrática,
capitalista y sin coqueteos con Moscú. Y tuvo el valor de anunciarlo en
el corazón de la URSS. Tendrá como aliados a Georges Marchais en Francia
(PCF) y a Santiago Carrillo en España (PCE). Había nacido el
eurocomunismo.
El líder transalpino tuvo claro que el comunismo
democrático occidental tenía que rechazar la dictadura soviética sin la
ambigüedad de sus predecesores, que no condenaban a las democracias
populares del Este, y reafirmar la pertenencia de Italia en la OTAN.
¿Cómo conseguirlo, manteniendo la esencia comunista? Como defendía el
propio Berlinguer, era preciso "liberarse con audacia e inteligencia de
la aplicación escolástica de la doctrina comunista entendida como un
dogma" que dejaba de ser "adecuado" para las "condiciones históricas".
Mientras, tanto Washington como Moscú observaban con escepticismo aquel eurocomunismo
desde ambos lados del Muro.
Berlinguer empezaba a ser muy filoamericano
para los soviéticos y demasiado filosoviético para los americanos.
Lector de su tiempo
A nivel nacional, Enrico fue un gran intérprete de la
política contemporánea. "Los partidos han ocupado el Estado y todas sus
instituciones: el Gobierno, los entes locales, la seguridad social, los
bancos, las empresas públicas, los institutos culturales, las
universidades, la televisión pública, algunos grandes periódicos",
declaró. "Los partidos ya no hacen política", pronunció en una entrevista con Eugenio Scalfari, fundador del diario italiano La Repubblica.
En la misma entrevista, explicó que "política" es la que "se hizo hasta
los años '60, cuando había grandes debates, grandes enfrentamientos de
ideas. Por supuesto que había intereses, pero alumbrados por el deseo de
perseguir el bien común. ¡Cuánta pasión! ¡Cuánto entisiasmo! ¡Cuántos
enfados!". Y añadió: "Había un gran esfuerzo por entender la realidad del país. Y había una gran estima entre los adversarios".
En su país Enrico Berlinguer apostó por el conocido como 'compromiso histórico', así pues, un
acuerdo de largo plazo entre las fuerzas comunistas (PCI), socialistas
(PSI) y católicas (DC) como la mejor solución para evitar un Gobierno
autoritario en Italia durante la Guerra Fría. Tras el golpe de
Estado de Pinochet en Chile, Berlinguer no dudó en adaptar los ideales
originales del comunismo por el bien general, al servicio del Estado de
derecho: "La gravedad de los problemas del país, las amenazas de unas
aventuras reaccionarias y la necesidad de abrir un camino seguro de
desarrollo económico, renovación social y progreso democrático para la
nación, hacen más urgente la necesidad de un compromiso histórico entre
las fuerzas que representan la gran mayoría del pueblo italiano". Así
Berlinguer explicaba aquel concepto que hoy aparecen en los libros de
Historia.
La muerte de Enrico Berlinguer será inesperada y por
tanto un auténtico shock. Durante un mitin en Padua, de repente, empezó a
no encontrarse bien, pero quiso igualmente terminar su discurso
mientras los presentes observaban su sufrimiento. Cuatro días más tarde,
será tan grande la emoción que provocará su fallecimiento, que en
las elecciones europeas de 1984, celebradas una semana después, el
Partido Comunista Italiano logrará ser, por primera vez, la formación
más votada en Italia con 11.700.000 votantes y alcanzando el 33% de los consensos.
Estos datos suponían una victoria frente a la entonces hegemónica
Democracia Cristiana (DC) –capitaneada por Ciriaco De Mita–. Fue la
primera y única vez.
"Mi padre nos educó a mis hermanos y a mí como chicos
normales", relata en la actualidad su hija Bianca Berlinguer. "Mi madre
era una católica practicante y los debates entre mis padres, en cuanto
personas diferentes, siempre los he vivido como la máxima expresión de
libertad". Bianca, hoy conocida periodista de la Rai, la televisión pública italiana, ha mencionado en los últimos días el peligro físico que corrió su padre al desafiar a la Unión Soviética.
En relación al grave accidente de coche que tuvo en Bulgaria en 1973,
Bianca Berlinguer asegura que su padre "estaba convencido de que se
trató de un atentado". Y añade: "Sabía que estaba sometido a una
vigiliancia especial".
¿Por qué todavía tanto cariño para Enrico Berlinguer,
35 años después, tras la llegada de Berlusconi y Salvini? Una pista la
dio estos días Eugenio Scalfari en un artículo publicado en La Repubblica:
"Ésta es mi paradoja: Berlinguer ha tenido en la política italiana (y
no sólo) un papel similar al que está teniendo hoy el Papa Francisco en
la religión católica (y no sólo)". Y añade: "Ambos han seguido un camino
reformista tan radical que ha producido efectos revolucionarios. Ambos
son amados y respetados por sus adversarios, ambos han tenido un carisma
que recogía la realidad y alimentaba un sueño".
"Personajes como Almirante y Berlinguer, aun estando en las antípodas, porque lo estaban, podían sentarse a hablar como auténticos líderes", es una frase común entre los italianos de a pie al hablar de la "Primera República" (1946-1992). Giorgio Almirante, el mismo día que fue a ver a su eterno adversario, admitirá: "He venido a despedirme de un hombre extraordinariamente honesto". Hubo un tiempo, en Italia, en el que lo cortés no quitaba lo valiente. Líderes de otra época.
Fuente: https://www.publico.es/internacional/enrico-berlinguer-italia-amaba-berlinguer-padre-eurocomunismo.html?utm_source=twitter&utm_medium=social&utm_campaign=publico
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