Al cineasta Constantin Costa-Gavras (Iraia, Grecia, 1933), conocido por su militancia de izquierdas y sus filmes de denuncia social, le viene a la mente una película de Charles Chaplin para describir lo que está sucediendo en los últimos años en Grecia: la maravillosa 'Tiempos modernos', donde Charlot interpreta a un operario de una cadena de montaje que es seleccionado para experimentar un nuevo artilugio que permitirá a los obreros trabajar sin interrumpir su jornada. Un película, en definitiva, sobre la deshumanización, sobre la miseria y sobre las indiferencia de los ricos antes el sufrimiento de los pobres...
El propio Gavras, griego de nacimiento pero con pasaporte francés y residente en París desde hace 60 años, tiene también en su haber numerosas películas de fuerte calado social. Convertido en un mito de la izquierda, su larga filmografía incluye títulos como 'Z' (un grito contra la dictadura de los coroneles en Grecia, galardonada con dos premios Oscar) o 'Desaparecido', basada en hechos reales y que narra la desaparición de un joven periodista estadounidense durante el golpe de Estado contra Salvador Allende en 1973.
Con un castellano casi excelente, Costa-Gavras respondió este viernes desde su casa en París a una entrevista telefónica con este diario.
- ¿Y de quién es la culpa de que Grecia se encuentre como se encuentra? La culpa es en primer lugar de los políticos griegos, de la izquierda y de la derecha, de PASOK y Nueva Democracia, que durante años han permitido y alentado un sistema de corrupción y privilegios. Pero la responsabilidad también es de Europa, que sabía todo eso y decidió mirar hacia otro lado, permitió a esos políticos hacer lo que hicieron. Y cuando llegaron Tsipras y Varoufakis, gente nueva con ideas nuevas, les hicieron la vida imposible por ser precisamente gente joven y gente de izquierdas. Les pusieron todas las trabas posibles
Absolutamente, no tengo ninguna duda al respecto. Han querido dar una lección a España, a Italia, a Francia, a Portugal... a todos. Los políticos de Bruselas están al servicio de los mercados y les espanta cualquier cosa que huela a izquierda.
- ¿Para usted supuso una decepción que la Unión Europea desoyera el OXI que el pueblo griego había gritado en el referéndum? No, me habría sorprendido lo contrario. A esta Europa lo que diga el pueblo griego no le interesa lo más mínimo, sólo escucha y hace lo que dicen los mercados financieros y el dinero.
¿Qué proyecto? Europa tenía que haber sido otra cosa. Debía haber sido un proyecto social, cultural, educativo, político, ideológico... Y es sólo un proyecto económico. Además, otro de los problemas a mi entender de Europa es que se abrió a todos, a gente como los fascistas húngaros. Debería haber sido una Europa pequeña, con poca gente y mucha ideología. Y no lo es.
- Hablando de fascistas... ¿sabe que varias encuestas pronostican que Amanecer Dorado, un partido que muchos consideran neonazi, se convertirá el domingo en la tercera fuerza de Grecia? Yo no lo creo. En Grecia siempre ha habido fascistas, pero me cuesta creer que puedan obtener tantos votos como para ser el tercer partido del país...
- Y si así fuera... ¿cree que parte de la responsabilidad podría atribuirse a Europa y al modo en que ha tratado a Syriza, el partido de izquierda radical que lidera Tsipras? Es una pregunta interesante... Sí, creo que es así. Aceptando además en la Unión Europea a los fascistas húngaros, han legitimado a toda esa gente. ¿Y sabe por qué les aceptan? Porque a los mercados les interesa, y Europa está al servicio de los mercados.
- Usted conoce personalmente a Alexis Tsipras, ¿verdad? Sí, nos hemos visto un par de veces. Y siempre me ha parecido un joven a tener en cuenta, su discurso me gustaba mucho. Lo que necesita ahora es reanimar ese discurso y lograr que no sea sólo un discurso. Y además hay una cosa a favor de Tsipras que no es nada fácil encontrar en Grecia: está limpio. No sé cómo será dentro de 10 años, pero por ahora no tiene trapos sucios en el armario.
- Usted, al haberse nacionalizado francés, no puede votar en las elecciones griegas del domingo. Pero si pudiera, ¿por quién lo haría? No quiero responder a esa pregunta. No quiero dar la impresión de pedir a los griegos que voten por una u otra persona, sería una osadía por mi parte. Lo único que le puedo decir es que yo apuesto por gente nueva, y hay bastante gente nueva que se presenta a estas elecciones. No por supuesto en la derecha, que tiene por líder a un señor que hace chistes tabernarios y que es parte del sistema que ha llevado a Grecia a donde está. Es necesario cambiar.
- He leído que está usted trabajando en una película sobre Yanis Varoufakis, el ex ministro de Economía griego... Sí, me ha llegado el rumor. Pero no es verdad, es una leyenda urbana. En primer lugar, porque yo no hago películas biográficas. Si se hiciera, habría que hacer un filme sobre Tsipras, Varoufakis, la Unión Europea, todos. Y en segundo lugar, nunca hablo de mis proyectos cinematográficos.
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