“¿Qué porcentaje de muertos estamos dispuestos a asumir?”
“Para algunas cosas, como ir a la guerra, los gobiernos se arriesgan fácilmente; ahora dicen que hay que ser prudentes y cautos”.
María Jesús Sanz (Zaragoza, 1961). Es vicepresidenta de la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS), una organización integrada por 50 entidades de la Comunidad. Forma parte de ella desde su fundación, en 1994, y llegó gracias a su trabajo en la Fundación Ecología y Desarrollo (Ecodes).
Precisamente en las oficinas de Ecodes hemos quedado con ella. Esperamos tres minutos y llega con prisas, son días de intenso trabajo si de solidaridad se trata. La crisis de los refugiados sirios ocupa bastantes horas de su vida en los últimas semanas. Los gobiernos, dice, son “mucho más mediocres que los ciudadanos y se tientan demasiado las carnes”. “Estamos dando una imagen de vergüenza total y absoluta”.
Lleva muchos años implicada en proyectos solidarios, ¿cómo está la calle en solidaridad?
Muy bien, aunque hemos pasado momentos malos, nunca hemos estado especialmente mal. La prueba es como se está volcando la gente con el tema de los refugiados. Es más, hay que pedirles un poco de paciencia. Al ofrecimiento que hace el ciudadano de a pie para contrarrestar lo que no hacen los gobiernos hay que darle una respuesta adecuada.
¿Por qué surge una organización como esta?
Por aunar fuerzas. Se han ido consiguiendo cosas, pero no con la rapidez deseada. Es mucho más fácil lograrlas todos unidos. Incluso a la Administración le hemos facilitado el trabajo, porque no tiene que ir hablando una con una. Llama a la FAS y eso ya sirve de altavoz.
¿Les ponen problemas en las instituciones cuando meten la nariz en ciertos temas?
Para meter la nariz, no. Siempre han sido receptivos y nos han escuchado. La relación ha sido cordial. Con el Ayuntamiento de Zaragoza ya nos hemos reunido y hay buena sintonía. También con el Gobierno autonómico. El problema del anterior Ejecutivo fue que los recortes fueron tremendos.
¿Les han escuchado y ya está, o ha servido para algo?
En esto se nota mucho la parte económica. Aunque no nos guste centrar nuestro discurso en esa parcela, una de nuestras principales reivindicaciones es el 0,7 %, que no se ha logrado, ni siquiera un compromiso con gobiernos socialistas. Por ejemplo en educación para el desarrollo o comercio justo hemos ido dando pasitos.
¿Cómo trabaja la FAS?
Está la asamblea, formada por las 50 organizaciones. Ahí se constituye un grupo de trabajo permanente en el que están el presidente, la vicepresidencia y vocales que establecen las líneas de trabajo.
¿Se hace complicado, al englobar tantas organizaciones, delimitar o priorizar qué es lo más importante?
En determinar lo importante, no, podemos tener divergencias en la manera de enfocarlo. La solidaridad y la generosidad son unos de los valores de la Federación. No hay egocentrismo. Yo soy de Ecodes, pero soy la vicepresidenta de la FAS. Todos ponemos recursos para el común.
¿De dónde saca dinero la FAS?
De las cuotas de las organizaciones que forman parte; esa cuota, además, es proporcional a los ingresos que cada una tiene por los proyectos de cooperación al desarrollo. También tenemos un convenio con el Ayuntamiento de Zaragoza y, algunos años, hemos firmado convenio con el Gobierno de Aragón.
Han comenzado ahora una campaña con el Consistorio zaragozano que se llama ‘Estamos conectados’, ¿en qué consiste?
Lo que pretendemos es que la ciudadanía sepa más de primera mano qué es lo que se hace en cooperación. Muchas veces no se valora lo que no se conoce y para tratar de formar a esa sociedad en valores hay que mostrarle lo que se está haciendo. Queremos que la gente sepa qué es la cooperación al desarrollo y que sirva de puerta y enlace a las organizaciones que lo estamos haciendo.
Dependiendo del lugar donde nazca cada persona, en muchas ocasiones, ya tiene su destino escrito, ¿por qué sucede esto todavía?
Eso lo vemos a diario y, de hecho, es uno de los objetivos de la FAS: pelear, luchar y trabajar por un mundo más justo y solidario. Todos los ciudadanos del mundo deberían tener las mismas oportunidades de calidad de vida e iguales derechos. En esa línea va nuestro trabajo.
Decía que la gente es solidaria, ¿y los gobiernos?
No tanto. Son más mediocres, se tientan demasiado las carnes. Si hiciéramos un repaso de todos los conflictos bélicos y, por ende, de dónde salen todos los refugiados, la lista sería demasiado larga. Y esos conflictos se dan por unas causas; nos hemos puesto todos las pilas por unas consecuencias, pero deberíamos atacar a las causas, a la raíz. En la FAS queremos apoyar en la coordinación de lo que se vaya haciendo, queremos hacer y seguir comunicando y denunciando. Las políticas agrarias y explotadoras de recursos naturales de la Unión Europea no ayudan, para nada, a solucionar el problema que tenemos.
Cuando ve que los ministros del Interior se reúnen el pasado 14 de septiembre, no llegan a acuerdos y se emplazan ‘de manera urgente’ para el 8 de octubre, ¿qué piensa?
Lo mismo que puedes sentir tú: rabia, coraje. Es muy triste que el visualizar la muerte de un niño haga despertar. Es más, te diría que esa foto hace tomar conciencia porque es un niño vestido como los niños nuestros y la gente piensa que podía haber sido el suyo. Se le puso cara y ojos. Todos se los hemos puesto. Cuando nos hablan de lo que está pasando en África, por ejemplo, es como si los padres y las madres de allí no tuvieran la misma relación con sus hijos que cualquiera de nosotros.
¿Qué deberían haber hecho Europa y España?
Primero no dar lugar a esto. Ahora que ya han llegado las consecuencias hay que poner todos los recursos posibles y coordinar. Fíjate cómo ha respondido la gente, creo que uno de los problemas que se va a tener es que las administraciones y nosotros mismos sepamos dar respuesta al ciudadano de a pie con el ofrecimiento que ha puesto encima de la mesa. Para algunas cosas, como ir a la guerra, los gobiernos se arriesgan muy fácilmente, y ahora dicen que hay que ser prudentes y cautos.
¿Estamos dando mala imagen?
De vergüenza total y absoluta. Solo abordamos el problema en la recepción, vamos al origen, evitemos que hagan esa travesía en la que muchos pierden la vida. Cuando los exiliados eran españoles México puso un barco y los españoles se fueron en barco desde aquí. Y ahora solo se les ocurre poner concertinas y vallas. La mejor manera de atacar a las mafias es poner tú los medios de transporte. Sácalos, no esperes a ver cuántos llegan. Qué porcentaje de muertos estamos dispuestos a asumir.
¿Qué otros asuntos hay encima de la mesa?
El histórico del 0,7 %, seguir denunciando y demandando que nuestras políticas sean más acordes para lograr un mundo más justo y solidario. Que la propia Administración dé ejemplo, que apoye a los temas de comercio justo. Le pedimos a las instituciones que nos ayuden porque creemos de verdad que trabajar en valores de solidaridad y generosidad es bueno para la sociedad.
Cuando veo a alguien pidiendo con un cartel que dice ‘soy español’ me duele mucho que esté en esas circunstancias, pero lo de español me sobra: ‘soy una persona’, ya está
Son luchas, algunas, que llevan muchos años. Incluso desde la fundación de FAS
Es cierto. Con este último Gobierno sí vemos un gesto: nos ha parecido muy interesante que, tanto en el Ejecutivo autonómico como en el Ayuntamiento de Zaragoza, la consejería se llame Derechos Sociales. Cuando planteamos los temas de cooperación los planteamos como un derecho.
María Jesús Sanz. Foto: Juan Manzanara |
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