Ser mujer y refugiada
Ser mujer y refugiada es haber huido de tu país (a veces por el hecho de ser mujeres) y realizar una ruta donde sus cuerpos muchas veces se consideran parte del pasaje. Estar expuesta a violencia, a embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual.
Ser mujer,en un campo de refugiados como el de Moria, es no disponer de ningún tipo de intimidad.Pasar menstruaciones sin productos de higiene, hacer colas para retretes ubicados entre basura (1 para cada 200 personas) y también para ducharse (1 cada 550) en cabinas putrefactas
Ser mujer y refugiada en el campo de Moria es no poder salir del cobertizo de plástico en la noche para evitar cruzarse con un violador. Es hacer pis en una botella para evitar agresiones sexuales. Es no denunciar por vergüenza.
Ser mujer en el campo de Moria es pasar embarazos durmiendo en el suelo, sin colchón y con una alimentación deficiente. Es gestar sin seguimiento del embarazo, sin un médico cerca y parir como puedas.
Las mujeres en el campo de Moria tienen las mismas preocupaciones que las demás madres por sus hijos. Sólo que sus hijos están en condiciones deplorables. Ser mujer ahí, es estar todo el día peleando, sacando fuerza de donde no la hay.
Ser mujer refugiada no tiene edad. Ser niña aquí es por ejemplo, no tener acceso a educación. Ser anciana es no poder recibir atención médica.
. Así es la vida para muchas mujeres que viven en nuestra Europa. En @Rowing_Together, una humilde consulta de ginecología y obstetricia en la entrada del campo, ven a 40 cada día. https://rtve.es/alacarta/audios/cinco-continentes/
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