Atrapado en casa como todos, o al menos como los
afortunados, decido escribir a Noam Chomsky (Filadelfia, 1928) para
saber, en primer lugar, cómo está y luego preguntarle qué piensa de la
crisis generada por el coronavirus y la reacción de la opinión pública.
Últimamente hay quien da crédito a la idea de que
el virus puede haberse propagado deliberadamente, por intereses
económicos o geopolíticos. El profesor Chomsky, cuyos libros he tenido
el privilegio de traducir durante unos años, me responde en unas horas
con su habitual amabilidad.
Me dice que está bien. Él, como nosotros, se queda en casa
en Tucson con su esposa Valeria. No es que esto lo detenga, es
imposible.
Me hace saber que está inundado de cientos de solicitudes
de entrevistas cada día, ahora más que nunca, y que tiene una “agenda
torrencial, una agenda incandescente”. Me hubiera gustado preguntarle
más, pero sé que me respondería si pudiera.
“La situación es muy grave”, dice. “Y no hay credibilidad en la afirmación de que el virus se propagó deliberadamente.”
En cuanto a la actitud de los distintos gobiernos: “Los
países asiáticos parecen haber logrado contener el contagio, mientras
que la Unión Europea actúa con retraso”.
¿Qué hay de su propio país?: “La reacción de los Estados
Unidos ha sido terrible. Era casi imposible incluso hacer pruebas a las
personas, así que no tenemos ni idea de cuántos casos hay realmente”.
En sus respuestas –que minimiza diciendo “no sé si hay
algo que valga la pena publicar”– encontramos en pequeñas píldoras lo
que necesitamos para entender el núcleo de la verdad: “El asalto
neoliberal ha dejado a los hospitales sin preparación. Un ejemplo entre
todos: las camas de los hospitales han sido suprimidas en nombre de la
“eficiencia”.
Para empeorar las cosas, el “Huracán Trump”. Sólo ahora
parece que las cosas están cambiando en Estados Unidos, pero “hasta
ahora, tanto Trump como Kushner [Jared, el yerno de Trump y su asesor
cercano] han minimizado la gravedad de la crisis. Esta actitud se ha
visto amplificada por los medios de comunicación de la derecha, por lo
que muchas personas han dejado de tomar las precauciones más básicas”.
Chomsky resume en unas palabras lo que necesitamos saber
sobre el sistema en el que vivimos: “Esta crisis es el enésimo ejemplo
del fracaso del mercado, al igual que lo es la amenaza de una catástrofe
medioambiental. El gobierno y las multinacionales farmacéuticas saben
desde hace años que existe una gran probabilidad de que se produzca una
grave pandemia, pero como no es bueno para los beneficios prepararse
para ello, no se ha hecho nada”.
Gracias profesor, espero verle pronto.
“Cuídate, quédate en casa”.
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