batman | bichobolita Bestiario de Aberdeen, Inglaterra ca.1200 |
La doctora Kate Jones sabe unas cuantas cosas sobre los genitales de los murciélagos, ya que formó parte de un equipo de científicos que se dedicó a medir de forma sistemática las gónadas y los cerebros de 344 especies de murciélago. Como animales de sangre caliente que tienen que ganarse el sustento volando, estas especies se mueven en un difícil equilibrio energético, y ambos órganos resultan metabólicamente bastante costosos. El equipo de Jones tenía la corazonada de que existía una relación inversa entre los dos órganos ; y así era: las especies de murciélago monógamas tenían testículos diminutos y grandes cerebros, mientras que en las promiscuas se daba el caso inverso. Una especie particularmente marchosa exhibe un par de testículos que equivalen nada menos que al 8,4% de su peso corporal: el Corynorhinus rafinesquii. Este animal vuela cargando consigo lo que en un humano equivaldría a un par de grandes calabazas entre los muslos, guiado por su capacidad mental inversamente proporcional y, por lo tato, bastante limitada....
El grado de promiscuidad masculina no es una fuerza motriz en esta proporcionalidad inversa entre cerebro y pelotas. Lejos de ello, es solo el nivel de flirteo de la hembra el que influye en la evolución del tamaño del cerebro y las gónadas del murciélago macho. Que ese mismo factor pueda tener también algún peso en la evolución humana es algo que resulta difícil de predecir, pero, señoras, quedan ustedes advertidas.
Las habilidades de estrella porno del murciélago no terminan aquí. Resulta que estos animales también figuran en un grupo selecto de mamíferos que se sabe que practican el sexo oral. Las hembras del género Cynopterus (o murciélagos de la fruta de nariz corta) fueron las primeras a las que se pudo observar practicando felaciones a sus parejas. Luego, unos años después, fueron los machos los que pasaron a la acción, cuando se documento el cunnilingus en otra especie de murciélago de la fruta, Pteropus giganteus, conocido también con el apropiado nombre de zorro volador de la India. Los científicos se quedaron sorprendidos: los otros únicos mamíferos en los que habían podido encontrar evidencias de la práctica regular de este tipo de comprtamiento sexual eran los primates; y parece ser que tuvieron que "celebrar numerosas reuniones para debatir sus funciones".
Su conclusión final tras aquellas sesiones de lluvia de ideas subidas de tono fue que el sexo oral prolongaba las relaciones sexuales entre los muerciélagos y, por lo tanto, incrementaba las probabilidades de fertilización. También es posible, especialmente en el caso del zorro volador de la India, que sea una forma en que el macho elimine el esperma de un competidor antes de soltar el suyo. El trabajo académico resultante (que incluye descripciones gráficas del sexo del murciélago mamada a mamada que harán sonrojarse a un cura) concluía subrayando la definitiva necesidad de nuevas sesiones de voyerismo: "Se requiere una observación a corta distancia para determinar si la lengua del macho penetra en la vagina o no". Pues vale.
Los detalles de la morbosa sexualidad del murciélago probablemente habrían resultado bastante estimulantes para los eclesiásticos autores de los bestiarios medievales, que siempre andaban al acecho de comportamientos animales indecentes a partir de los que elaborar sus elevados juicios. Edward Topsell, por ejemplo, creía que el murciélago era lujurioso por el simple hecho de que tenía las alas desnudas. Sus hipertrofiados genitales y su propensión al sexo oral sin duda habrían proporcionado al clérigo algo a lo que hincar sus didácticos dientes....
La inesperada verdad sobre los animales
Lucy Cooke
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