Las relaciones sexuales sin consentimiento constituyen violación. Así de simple.
Pero los mitos y estereotipos de género en relación con la violación y el consentimiento están generalizados en nuestras sociedades, incluso en las salas de los juzgados.
De hecho, solamente en Europa, son únicamente ocho los países que tienen leyes en las que se define la violación como tener relaciones sexuales con alguien sin su consentimiento. Pero hay mujeres valientes en toda la región que están luchando para cambiar esto.
El conocimiento es poder, también cuando se trata de combatir la violación, así que te ofrecemos aquí cinco afirmaciones verdaderas sobre la violación.
1. La mayoría de las violaciones son cometidas por personas a las que la víctima conoce
Un
supuesto habitual es que la mayoría de las violaciones son cometidas
por desconocidos. Pero, en realidad, la mayoría de las violaciones son
obra de personas a las que la víctima conoce. El perpetrador puede ser
un amigo, un colega, un familiar, una pareja o ex pareja. El “mito del
desconocido” transmite el mensaje erróneo de que una agresión sexual
cometida por alguien a quien la víctima conoce no es violación. Un
alarmante 11% de personas encuestadas en 2016 sobre actitudes acerca de
la violencia de género en la UE dijeron que no debería ser ilegal
obligar a tener relaciones sexuales a una pareja.
2. A menudo las víctimas de violación no se resisten físicamente
No
debe suponerse, ni en la ley ni en la práctica, que una persona presta
su consentimiento porque no se ha resistido físicamente. Sólo porque una
mujer no tenga lesiones visibles, no dijo NO o no mostró resistencia no
significa que no fuera violada. A pesar de la expectativa de que una
víctima “prototipo” de violación se resistirá a su agresor, el bloqueo
al hallarse ante una agresión sexual ha sido reconocido como respuesta
fisiológica y psicológica habitual que deja a la víctima sin capacidad
para oponerse a la agresión, a menudo hasta el punto de la inmovilidad.
Por ejemplo, un estudio clínico publicado
en Suecia en 2017 reveló que el 70% de las 298 mujeres supervivientes
de violación evaluadas experimentaron “parálisis involuntaria” durante
la agresión.
3. Las denuncias falsas de violación no son habituales
No
hay datos que fundamenten que las denuncias falsas sean habituales. Las
cifras de denuncias de casos de violación están muy por debajo de la
realidad debido a la desconfianza en el sistema de justicia o al miedo a
no ser creída. La realidad es que para denunciar una violación hace
falta mucha valentía y determinación. Y cuando denuncian, muchas veces
se culpa y humilla a las mujeres al preguntarles una y otra vez qué
hicieron para provocarlo o por qué se colocaron en determinada
situación. Las supervivientes merecen ser creídas, sus denuncias deben
investigarse exhaustivamente y ellas deben recibir el apoyo al que
tienen derecho.
4. No se puede culpar a la ropa que llevan las mujeres
El
supuesto de que lo que lleva una mujer puede provocar a un hombre para
violarla tiene su origen en estereotipos arraigados sobre la sexualidad
masculina y la femenina. Sin embargo, en la realidad, a las mujeres las
violan o agreden vistiendo cualquier tipo de ropa. Ningún tipo de ropa
es una invitación al sexo o implica consentimiento. Lo que vestía una
mujer cuando fue violada es sencillamente irrelevante. La violación no
es nunca culpa de la víctima. Y comprender que las relaciones sexuales
sin consentimiento constituyen violación es el primer paso para cambiar
las actitudes sociales que dañan aún más a las víctimas de violación.
5. El alcohol y las drogas nunca pueden ser excusa para justificar una violación.
Igualmente,
es violación tener relaciones sexuales con una persona que carece de
capacidad para prestar consentimiento debido al alcohol o las drogas.Fuente: https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/blog/historia/articulo/sabias-esto-sobre-violaciones/?utm_source=TWITTER&utm_medium=social&utm_content=Blog-Amnesty-noconsiento-Spain-20181125-1920391314-TWITTER&utm_term=Women%27s+Rights&utm_campaign=Awareness_education
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